Los días siguientes, parecieron desvanecerse en un fugaz pestañeo, y antes de percatarse, el final de la semana había llegado, trayendo consigo los nervios y ansiedad por la fiesta de compromiso.
Dorian llevaba despierto desde antes del amanecer, su mente viajaba por un sinfín de posibles desenlaces, todos atroces.
Sin embargo, en esta ocasión, no solo se hacía presente la idea de perder a Elena, también estaba la posibilidad de perder a Daphne.
La mujer de cabello oscuro como la noche ya se había levantado, el millonario podía escucharla dar vueltas por la cocina revolviendo trastos a su paso.
Aún así, y sin conocer el verdadero motivo de trasfondo, el hombre no se h
El impacto fue brutal; sacudió el cuerpo de ambos jóvenes de forma atroz.Sin embargo, los dos salieron ilesos del choque gracias al uso de cinturón de seguridad.Una vez que la conmoción inicial comenzó a sesgar, lograron ver el objeto que había detenido su andar.Un enorme árbol se erguía firme ante ellos, desde su ubicación, este parecía estar devorando la parte delantera del vehículo.Con el cuerpo temblando a causa del miedo mezclado con la adrenalina,caminaron alrededor del destrozado impala y se alejaron unos pasos, para contemplarlo en su totalidad.El hermoso, y una vez impecable vehículo, estaba destrozado, era un milagro que ninguno de los dos hubiera muerto o siquiera sufrido algún tipo de herida.—Mierda, espero que el seguro lo cubra—dijo Dorian, con su rostro lívido de pánico.Daphne lo observó durante unos largos segundos, antes de estallar en una
Advertencia, el siguiente capítulo contiene material no apto para todo público.🔥🔥🔥El beso fue gentil y delicada, igual que una mariposa posada sobre una flor. Daphne no lo rechazó, por el contrario, separó sus labios permitiéndole el acceso que parecía pedir con timidez. Sin embargo, aquello no tardó en convertirse en un frenesí de pasión, cuando la lengua de Dorian se deslizó en su interior reclamándola.Él deslizó sus fuertes brazos alrededor de su cintura, tirando de ella más cerca suyo, necesitando casi unir sus almas, dejándola sentada a horcajadas suyas, sin despegar sus labios.Como si él estuviera en un desierto y Daphne fuera una gota de agua, Dorian parecía anhelar más y más, aún así, algo dentro suyo lo detuvo en seco, obligándolo a apartarse de ella.Colocando l
El festivo tumulto de gente parecía reír y celebrar bajo las carpas color hueso, dispersadas entre los hermosos árboles de verdes copas.Las personas a su alrededor sonreían y la felicitaban a cada paso que daba, ahogandola en palabras empalagosas y halagadoras.A cada palabra o gesto, Elena respondía con una sonrisa forzada y palabras igual de falsas que las que le decían.Todo aquello le parecía un circo, un cruel y mediocre vistazo a la vida que le esperaba, plagada de falsas amistades, convenientes arreglos susurrados en la privacidad y mentiras asfixiantes. Un mundo al que irremediablemente iba a pertenecer.Jackob estaba alejado de ella, bajo una carpa rodeado por un grupo de hombres exitosos, poderosos y peligrosos.Por
El día después de la fiesta de compromiso, todo parecía haber vuelto a la abrumadora y monótona cotidianidad.Elena se encontraba sentada junto a la ventana cuya vista retrataba un hermoso y perfecto jardín, iluminado por el cálido sol de la mañana. Con la mirada perdida tomó un largo sorbo de la tasa de café que apresaba entre sus dedos.Pronto iría a trabajar a la oficina y vería a Dorian, quizás el coquetearle e intentar provocarlo le levantaría el ánimo, pero en el fondo ella sabía que solo había un hombre capaz de tener un control sobre sus emociones.—¿Te encuentras bien querida?—preguntó la amable voz de Jackob a sus espaldas.
—No puedo despedirme—murmuró Daphne con un hilo de voz observando el rostro de Luca. La compasión brillaba en sus ojos color gris tormenta, mientras se inclinaba hacia adelante y la estrechaba entre sus brazos. Ella contuvo la quemazón que amenazaba sus ojos, mientras intentaba tragar el nudo apresado en su garganta. Habían acordado que Luca se quedaría a darle la noticia, ya que Daphne no soportaba la idea de una despedida mientras veía los ojos azules del millonario cargados de reproche al descubrir que ella le había mentido. Solo pedía que no la odiara luego de enterarse de la verdad. —Le escribí una carta, dile que me perdone por no poder despedirme en perso
Hola corazones de fuego, si la historia te gusta no olvides agregarlas a tu biblioteca y votar de forma positiva. También te invito a unirte a mi grupo de lectores en f******k, dónde comparto imágenes de los personajes, juegos y dinámicas entretenidas, como así también, realizo sorteos para desbloquear capítulos de mis historias de paga. Te dejo el nombre del grupo y un link para que puedas encontrarlo con mayor felicidad, cualquier cosa no dudes contactarme en los comentarios o por mis redes sociales. —¿Me podrías volver a explicar cómo encontraste esta agencia en primer lugar?— dijo Dorian mientras bajaban de su Chevrolet Impala de similar color que su cabello.Ya le había pedido que recreará aquella historia tres veces, aún así Margarita seguía contándole con el mismo lujo de detalles. La cuarta vez no fue la excepción.— Di con ellos hace tres años atrás, me los recomendó una amiga con quién suelo ir a los bares de karaoke— comenzó a explicar con paciencia la mujer, como todas las veces anteriores, volvió a ignorar el bello rostro asombrado de Dorian ante la mención de sus salidas a bares — estaba desesperada porque mi único hijo quer&iCAPITULO 2:
Sin emitir una sola palabra, tanto Margarita como Dorian, se deslizaron dentro del Chevrolet Impala y comenzaron su silencioso viaje de regreso.Dorian se arrepentía en su totalidad, de haber dado su dirección, después de todo podrían enviar a cualquier persona a su casa. El no confiaba con plenitud en aquella extraña agencia, pero si en Margarita, y quizás ella era el verdadero motivo por el cual no paraba las calles a toda velocidad conduciendo como un maniático, loco por llegar a su casa para encontrarla desvalijada.El auto devoró las calles demasiado rápido, antes de darse cuenta, Dorian se encontraba fuera de la humilde casa donde vivía Margarita.Un pequeño dolor punzante se instaló en