Un grito de terror resonó por todo el reino, seguido de un profundo silencio, todas las criaturas presentes miraron horrorizados al lugar de donde provenía. Solo una cosa podía significar la reina finalmente había caído, el rey se encontraba de rodillas, ante el cuerpo sangriento de su amada, volteó furioso hacia la causante de aquel hecho, con torpeza se levantó y caminó hacia ella.—Ataquen —ordenó a su ejército pero nadie se movió, todos se miraban confundidos sin entender o saber qué hacer, el rey volteó hacia su pueblo que por alguna razón estaba desobedeciéndolo —. Es que están sordos, dije que ataquen al ser despreciable que acaba de asesinar avuestra reina —El capitán de su ejército, Lucian dio un paso al frente.—Su alteza no podemos lastimarla es la princesa—Es una bastarda, ni siquiera sabemos si realmente es quien dice ser —volteo hacia la pelirroja que aún estaba tratando de levantarse luego de la batalla con Meriel, toda la magia que le habían transferido se había ago
Los rayos del sol se colaron por la ventana de la habitación de Mia, provocando que con molestia Mia abriera sus ojos, pero ya era hora de levantarse pues había dormido más de lo normal, la noche anterior había sido complicada por el sin fin de emociones que había vivido a raíz de la llegada de Tain, el compañero de su madre. Las noticias que traía consigo el dragón habían provocado que la chica diera mil vueltas en su cama, tenía mucha información que procesar y grandes decisiones que tomar. Por otro lado, las palabras de su madre en la carta no salían de su mente, ya no se sentía como un bicho raro, no tendría que explicar nunca más que era una mestiza pues existía alguien exactamente como ella en algún rincón del mundo. Divinus, ese era el nombre de su raza, se emocionaba con tan solo pensarlo, le encantaba lo que significaba.Las frases de apoyo que recibió por parte de sus padres la motivaban e impulsaban a hacer lo que consideraba correcto. Sonrió por lo que se aproximaba pues u
Solo habían pasado cuatro horas desde que los tres viajeros, se encaminaron a Ganondofort. Se encontraban sedientos y hambrientos, pero no querían malgastar los suministros que tenían. Las gotas de sudor les corrían por la frente, Mia sentía el vapor en cada parte de su cuerpo, se detuvo por el cansancio, necesitaba descansar, se recostó a un árbol y se limpió el sudor de la frente.Aidan se paró a su lado, colocó su mochila en el suelo y buscó una botella con agua para ofrecerle a la chica.—Toma, necesitas hidratarte.—Lo mejor es buscar un refugio, la noche se acerca y los peligros que vienen con ella también —dijo Neahm.—¿Te sientes mejor? —le preguntó Aidan.—Sí —dijo recomponiéndose —¿Cuánto falta para llegar?—Un día, pero solo si nos apresuramos y tenemos suerte de no cruzamos con nada.—Apenas estamos saliendo del primer sendero que nos lleva al reino, pero debemos estar preparados ya que adentrarnos en el pantano es inevitable —dijo Aidan.—Solo los dioses saben lo que nos
El bosque de Cantabria era uno de los sitios más peligrosos del mundo, justamente por la criatura que habitaba en él, nunca sabías donde las encontrarías. Los Cantabrias se encargaban de aterrorizar todo el bosque, hasta dejarlo prácticamente desierto.Son de aspecto horroroso, en ocasiones pueden llegar a ser confundidos con árbol por su gran tamaño, poseen extremidades con unas garras mortíferas capaces de cortar extremidades. La mayoría de las veces estaban en manadas y escapar de ellas era prácticamente imposible. Poseen magia antigua, que en las noches los convierte en bestias.En el pasado habían arrasado con aldeas y ciudades enteras, fueron los elfos los únicos capaces de encerrarlos en el infierno, gracias al poder que tienen para controlar animales de todo tipo. Esa era la razón por la que los Cantabrias vivían cerca de los elfos, ya que solo ellos eran capaces de controlarlos.Tan solo de pensar en aquella criatura Neahm se le erizaba la piel, no deseaba toparse con semejan
La princesa se encontraba con miedo por la situación en la que se encontraban, odiaba admitirlo pero temía por la vida de sus amigos y la de ella, tenía mucha confusión porque no sabía de qué manera actuar, si se equivocaba los pondría a todos en riesgo y perder a Neahm o Aidan era lo último que deseaba. Respiró profundo e intentó alejar esos pensamientos, no podía rendirse tan fácilmente, como tampoco lograría nada reprochándose por cosas que ni siquiera habían pasado.—Ellos saben que estamos aquí, cualquier cosa es mejor que ser devorados —dijo y de pronto resonó un grito terrorífico, los tres se miraron sin saber que decir ¿acaso aquello era un grito de guerra?—¿Qué fue eso? —preguntó Mia usando una voz quebrada.—No lo sé, pero tampoco quiero descubrirlo —La banshee se levantó, tomó su mochila y se acercó a la mestiza, le colocó una mano en el hombro en modo de apoyo, a partir de ese momento solo la elegida podría guiarlos a la salvación o a sus muertes.Mia la miró y tragó sabí
Los primeros rayos de Sol acariciaron el rostro de la princesa, que descansaba recostada a una roca, el agotamiento había sido tan grande que luego de seis horas había quedado profundamente dormida. La chica estaba envuelta con una manta para protegerse del frío invierno.Del otro lado del muro, se encontraban la banshee y el ángel que apenas habían pegado ojo en toda la noche, estaban seguros de que tenía que existir una forma de cruzas pero no podían parar de preguntarse: ¿cómo?Aidan se había rendido de luchar contra algo que no tenía respuesta, en cambio Neahm seguía de insistente en la búsqueda de la forma de cruzar, la banshee había probado de todo y nada había conseguido separar la abertura ni siquiera un poco, por ello estaba segura de que el mecanismo para abrir estaba ligado a alguna roca, parte de la pared o piso del sitio.Las ojeras de la chica estaban bien marcadas, no había pegado ojo y tampoco descansaría hasta saber que Mia estaba a su lado a salvo, Neahm era una bans
Neahm había olvidado mencionarle a Mia que los elfos protegían la entrada de su reino con uñas y dientes, Aidan por su parte sabía lo hostiles que podían llegar a ser aquellas criaturas, por eso había imitado a la banshee desde el momento en que vio a los seres de orejas puntiagudas con sus arcos apuntándoles optó por demostrar que no había malas intenciones con su llegada.Mia en cambio había empezado a sentir algo extraño, de repente se sintió mal, ver a los elfos armados la había sorprendido pero no al punto de desfallecer, sufría un fuerte dolor de cabeza a causa de la voz que escuchaba en su mente aumentaba el volumen, se llevó sus manos a la cabeza como si de esa manera pudiera callarla, pero en su lugar solo aumentó más todavía, era difícil entender que decía, cada palabra era una tortura para ella, sentía miedo por no entender que ocurría, quería gritar pero hacerlo provocaría que los elfos desconfiaran de ellos.Optó por tratar de ignorar el dolor y levantar ambas manos, per
diferencia de la vez anterior Mia no necesitó mucho tiempo para adaptarse a su nuevo poder, esta vez no tuvo extraños sueños, simplemente se sentía como si hubiera tenido la mejor siesta de su vida, se sentía exactamente igual pero un poco más fuerte y ligera, se despertó famélica por lo que se alegro al ver a una elfa en la habitación limpiando, no tendría que ponerse a recorrer los pasillos de un lugar que no conocía. —Hola —La saludó un poco nerviosa—Su majestad —dijo sorprendida la chica, que rápidamente hizo una reverencia —Perdonadme si la he despertado, solo quería limpiar un poco —dijo manteniendo la cabeza baja, a Mia no le gustó de no poder ver el rostro de la elfa.Se levantó y caminó hacia a ella, la tomó de la barbilla con delicadeza e hizo que la mirada de ambas se cruzara, pudo observar a una chica de ojos morados, labios y perfil fino era extraña y a la vez extremadamente hermosa.—Dime ¿Vez alguna corona en mi cabeza?—No —dijo con timidez —pero usted es…—No soy na