Un grito de terror resonó por todo el reino, seguido de un profundo silencio, todas las criaturas presentes miraron horrorizados al lugar de donde provenía. Solo una cosa podía significar la reina finalmente había caído, el rey se encontraba de rodillas, ante el cuerpo sangriento de su amada, volteó furioso hacia la causante de aquel hecho, con torpeza se levantó y caminó hacia ella.
—Ataquen —ordenó a su ejército pero nadie se movió, todos se miraban confundidos sin entender o saber qué hacer, el rey volteó hacia su pueblo que por alguna razón estaba desobedeciéndolo —. Es que están sordos, dije que ataquen al ser despreciable que acaba de asesinar avuestra reina —El capitán de su ejército, Lucian dio un paso al frente.
—Su alteza no podemos lastimarla es la princesa
—Es una bastarda, ni siquiera sabemos si realmente es quien dice ser —volteo hacia la pelirroja que aún estaba tratando de levantarse luego de la batalla con Meriel, toda la magia que le habían transferido se había agotado, si aún poseyera sus poderes todo hubiera sido más simple para la princesa, sino hubiera sido por la poderosa reliquia que tenía en su poder no habría sido capaz de derrotar a la banshee —Ves lo que has hecho, asesinas a tu propio pueblo y así dices que mereces ser reina —soltó una risa malévola —pues tendrás que matarme para hacerte con mi corona.
La pelirroja que se encontraba apoyada del brazo de Reagan, levantó finalmente la mirada, dio un paso al frente, con una mano sobre su herida en el abdomen y la otra arrastrando su espada, caminó hacia él y con cada paso ignoraba el fuerte dolor que provenía del veneno que había en su herida. Levantó la cabeza, se enderezó y una sonrisa apareció en sus labios.
—¿Quién me va a detener, tú hermanito? —Preguntó —No ves que tu propio pueblo se niega obedecerte —Dustin estaba tan furioso que su pecho subía y bajaba velozmente, sus fosas nasales se abrieron y atravesó con la mirada a Mia que caminaba lentamente pero muy segura hacia él.
—Si es necesario lo haré
—Conoces las leyes, no puedes matar a un miembro de tu familia, es delito con pena de muerte —el rey sonrió malévolamente antes de hablar
—Quién dijo que serías la primera, ni siquiera te considero mi hermana, eres un error de la naturaleza —Mia se detuvo por el dolor, se dio cuenta que las palabras de Dustin significaban que sus sospechas eran ciertas, el asesino de su madre fue su propio hermano, le dolía profundamente saberlopero ni siquiera con esa confesión quería asesinarlo, ella no era como él, si quería ser la reina de ese pueblo que tanto le había dado en los últimos meses tenía que ganárselo de una manera justa y como lo dictaminaban las leyes, ella no era un monstruo, ni una asesina ni nada de las mentiras que los hombres del rey habían promovido por todo Ganondorf.
Miró a sus pies y vio la marca de la runa que estaba buscando, quitó la mano de su herida y sangre cayó al suelo, ella no había elegido aquel sitio por los motivos que había contado al llegar, la batalla no era más que una pantalla para lo verdaderamente importante un juicio, el final, el que pondría todo en su sitio y la volvería la verdadera heredera al trono, si realmente ese era su destino. Volteó el rostro hacia Raegan quien mantenía su postura erguida y fría de siempre, una mirada fue suficiente para saber que tenía el apoyo de su primo, solo eso necesitaba para saber que todo estaría bien, por alguna razón que no entendía siempre se sentía segura con él cerca. Se devolvió al frente y rezo para sus adentros que todo saliera según el plan.
—¿Quieres matarme, ven aquí estoy? —dijo estirando sus brazos y dejando caer su espada —Me entrego en bandeja de plata, demuéstrame que mereces ser el rey, estoy herida, adolorida y cansada por pelear con tu patética reina pero lista para que tú seas el siguiente en caer —Dustin no podía permitir que lo trataran así frente a su pueblo, no podía quedar como un tonto o debilucho, así que más molesto de lo que ya estaba caminó hacia el frente con su arma en mano para reunirse con su media hermana.
—Eres tan patético que necesitas pelear armado contra alguien que no posee otra forma de defenderse que sus propias manos —cada palabra que provenía de Mia estaba perfectamente planeada para enfurecer al rey y cegarlo al punto de no ver hacia donde se dirigía realmente.
La noche anterior Raegan la había buscado en su habitación para contarle su plan, donde ella no tendría que matar a nadie, ninguno de los dos querían llenar de sangre las manos de la futura reina, mucho menos con su propia familia.
Dustin lanzó su espalda a un lado y a medida que se le acercaba a Mia dejaba caer al suelo sus otras armas, ocultas bajo su traje de cuero. Estaba a punto de encontrarse frente a Mia cuando esta volvió a hablar, necesitaba entretenerlo para que no se percatara del círculo de runas que los rodeaba.
—Espero que no seas tan básico como tu esposa, quiero una pelea de verdad Dustin demuestra que mereces ser el rey —Ella sabía lo importante que era Meriel para él por eso estaba usando eso para enfurecerlo, en el fondo sentía miedo porque si el plan no funcionaba ella se vería obligada a luchar y sus probabilidades físicas y mágicas no eran las mejores para ganar en ese instante pero ella confiaba ciegamente en Raegan y sí él estaba seguro que allí podía hacer el ritual de valor al que se habían enfrentado sus antepasados entonces ella también creería que era posible.
—Primero te mataré y luego iré tras tu estúpido perro faldero —dijo Dustin mirando al rey Raegan quien muy tranquilo resopló desde su sitio por la arrogancia del regium. En ese momento Mia vio cómo su hermano cruzó finalmente la línea del círculo de runas ycomenzóa susurrar el hechizo que daría inicio a la prueba de valor, mediante el cual se elegiría al verdadero heredero al trono de Ganondorf. Solo un detalle faltaba, la sangre del rey debía unirse a la de ella en las runas, Tain apareció en ese instante, creando una conmoción, pasó tan rápido sobre el rey que a este no le dio tiempo a reaccionar cuando las garras del gran dragón lo arañaron en su pecho, Dustin soltó un grito de dolor que se vio ahogado por una luz que emergió del círculo que lo rodeaba.
Las alas de ambos se iluminaron, se veían como si se hubieran vuelto de ceda la luz del sol las tornó de un color dorado. Ambos se elevaron en el aire, en los ojos de Dustin se veía el miedo, él era consciente del poder de Mia y toda su seguridad en vencerle radicaba en que la Divinus no estaba en las condiciones para poder tener otra pelea. Los ojos de ambos se cerraron y cayeron en un profundo sueño, en el plano astral comenzarían una nueva batalla para demostrar cuál de los dos merecía el trono.
Raegan sacó sus alas y se alzó en vuelo hasta ellos, entro al círculo pero al no ser parte de aquel ritual no sufría los efectos dela magia, se colocó entre ambos y con la elegancia que lo caracterizaba se preparó para explicar al pueblo lo que realmente estaba ocurriendo.
—Criaturas de Ganondorf, seguro no logran entender que está sucediendo así que muy brevemente les explicaré. El proceso de selección de heredero consta de una prueba, donde vuestro rey y princesa deben demostrar su valía y solo el más fuerte y puro saldrá victorioso, convirtiéndose en el rey o reina. Este ritual es fundamental para restablecer la magia de todo el reino, es necesario que se cree un vínculo entre el trono y la naturaleza para así volver a la época de gloria que tenían en el pasado. Si alguno de ustedes intenta acercase a Dustin o Mia, tendrá que luchar conmigo.
—¿Qué pasará si es el rey quién gana?
—Pues lamentablemente se habrá ganado su lugar en la realeza y el trono
—Yo opino que mejor lo matemos ahora —dijo desde las sombras el jefe del clan de los vampiros
—Al rey nadie lo toca —gritó enérgico Lucian
—Mia es quien debe morir —dijo Meriel, todos quedaron sorprendidos al verla de pie, cuando minutos antes la habían dado por muerta —. Esa estúpida intentó asesinar a vuestra reina, deberías darle vergüenza por no haber hecho nada —La banshee se puso recta y con los ojos inyectados en sangre miró al rey de Arghol.
—Bueno un poco de acción no me vendría mal —dijo estirándose y preparándose para la batalla, Meriel soltó un grito de guerra antes de correr hacia Raegan.
Mientras todos eran testigos de cómo iniciaba la lucha entre ambos reyes, una más importante ya estaba en proceso que cambiaría el rumbo de las cosas para siempre.
Los rayos del sol se colaron por la ventana de la habitación de Mia, provocando que con molestia Mia abriera sus ojos, pero ya era hora de levantarse pues había dormido más de lo normal, la noche anterior había sido complicada por el sin fin de emociones que había vivido a raíz de la llegada de Tain, el compañero de su madre. Las noticias que traía consigo el dragón habían provocado que la chica diera mil vueltas en su cama, tenía mucha información que procesar y grandes decisiones que tomar. Por otro lado, las palabras de su madre en la carta no salían de su mente, ya no se sentía como un bicho raro, no tendría que explicar nunca más que era una mestiza pues existía alguien exactamente como ella en algún rincón del mundo. Divinus, ese era el nombre de su raza, se emocionaba con tan solo pensarlo, le encantaba lo que significaba.Las frases de apoyo que recibió por parte de sus padres la motivaban e impulsaban a hacer lo que consideraba correcto. Sonrió por lo que se aproximaba pues u
Solo habían pasado cuatro horas desde que los tres viajeros, se encaminaron a Ganondofort. Se encontraban sedientos y hambrientos, pero no querían malgastar los suministros que tenían. Las gotas de sudor les corrían por la frente, Mia sentía el vapor en cada parte de su cuerpo, se detuvo por el cansancio, necesitaba descansar, se recostó a un árbol y se limpió el sudor de la frente.Aidan se paró a su lado, colocó su mochila en el suelo y buscó una botella con agua para ofrecerle a la chica.—Toma, necesitas hidratarte.—Lo mejor es buscar un refugio, la noche se acerca y los peligros que vienen con ella también —dijo Neahm.—¿Te sientes mejor? —le preguntó Aidan.—Sí —dijo recomponiéndose —¿Cuánto falta para llegar?—Un día, pero solo si nos apresuramos y tenemos suerte de no cruzamos con nada.—Apenas estamos saliendo del primer sendero que nos lleva al reino, pero debemos estar preparados ya que adentrarnos en el pantano es inevitable —dijo Aidan.—Solo los dioses saben lo que nos
El bosque de Cantabria era uno de los sitios más peligrosos del mundo, justamente por la criatura que habitaba en él, nunca sabías donde las encontrarías. Los Cantabrias se encargaban de aterrorizar todo el bosque, hasta dejarlo prácticamente desierto.Son de aspecto horroroso, en ocasiones pueden llegar a ser confundidos con árbol por su gran tamaño, poseen extremidades con unas garras mortíferas capaces de cortar extremidades. La mayoría de las veces estaban en manadas y escapar de ellas era prácticamente imposible. Poseen magia antigua, que en las noches los convierte en bestias.En el pasado habían arrasado con aldeas y ciudades enteras, fueron los elfos los únicos capaces de encerrarlos en el infierno, gracias al poder que tienen para controlar animales de todo tipo. Esa era la razón por la que los Cantabrias vivían cerca de los elfos, ya que solo ellos eran capaces de controlarlos.Tan solo de pensar en aquella criatura Neahm se le erizaba la piel, no deseaba toparse con semejan
La princesa se encontraba con miedo por la situación en la que se encontraban, odiaba admitirlo pero temía por la vida de sus amigos y la de ella, tenía mucha confusión porque no sabía de qué manera actuar, si se equivocaba los pondría a todos en riesgo y perder a Neahm o Aidan era lo último que deseaba. Respiró profundo e intentó alejar esos pensamientos, no podía rendirse tan fácilmente, como tampoco lograría nada reprochándose por cosas que ni siquiera habían pasado.—Ellos saben que estamos aquí, cualquier cosa es mejor que ser devorados —dijo y de pronto resonó un grito terrorífico, los tres se miraron sin saber que decir ¿acaso aquello era un grito de guerra?—¿Qué fue eso? —preguntó Mia usando una voz quebrada.—No lo sé, pero tampoco quiero descubrirlo —La banshee se levantó, tomó su mochila y se acercó a la mestiza, le colocó una mano en el hombro en modo de apoyo, a partir de ese momento solo la elegida podría guiarlos a la salvación o a sus muertes.Mia la miró y tragó sabí
Los primeros rayos de Sol acariciaron el rostro de la princesa, que descansaba recostada a una roca, el agotamiento había sido tan grande que luego de seis horas había quedado profundamente dormida. La chica estaba envuelta con una manta para protegerse del frío invierno.Del otro lado del muro, se encontraban la banshee y el ángel que apenas habían pegado ojo en toda la noche, estaban seguros de que tenía que existir una forma de cruzas pero no podían parar de preguntarse: ¿cómo?Aidan se había rendido de luchar contra algo que no tenía respuesta, en cambio Neahm seguía de insistente en la búsqueda de la forma de cruzar, la banshee había probado de todo y nada había conseguido separar la abertura ni siquiera un poco, por ello estaba segura de que el mecanismo para abrir estaba ligado a alguna roca, parte de la pared o piso del sitio.Las ojeras de la chica estaban bien marcadas, no había pegado ojo y tampoco descansaría hasta saber que Mia estaba a su lado a salvo, Neahm era una bans
Neahm había olvidado mencionarle a Mia que los elfos protegían la entrada de su reino con uñas y dientes, Aidan por su parte sabía lo hostiles que podían llegar a ser aquellas criaturas, por eso había imitado a la banshee desde el momento en que vio a los seres de orejas puntiagudas con sus arcos apuntándoles optó por demostrar que no había malas intenciones con su llegada.Mia en cambio había empezado a sentir algo extraño, de repente se sintió mal, ver a los elfos armados la había sorprendido pero no al punto de desfallecer, sufría un fuerte dolor de cabeza a causa de la voz que escuchaba en su mente aumentaba el volumen, se llevó sus manos a la cabeza como si de esa manera pudiera callarla, pero en su lugar solo aumentó más todavía, era difícil entender que decía, cada palabra era una tortura para ella, sentía miedo por no entender que ocurría, quería gritar pero hacerlo provocaría que los elfos desconfiaran de ellos.Optó por tratar de ignorar el dolor y levantar ambas manos, per
diferencia de la vez anterior Mia no necesitó mucho tiempo para adaptarse a su nuevo poder, esta vez no tuvo extraños sueños, simplemente se sentía como si hubiera tenido la mejor siesta de su vida, se sentía exactamente igual pero un poco más fuerte y ligera, se despertó famélica por lo que se alegro al ver a una elfa en la habitación limpiando, no tendría que ponerse a recorrer los pasillos de un lugar que no conocía. —Hola —La saludó un poco nerviosa—Su majestad —dijo sorprendida la chica, que rápidamente hizo una reverencia —Perdonadme si la he despertado, solo quería limpiar un poco —dijo manteniendo la cabeza baja, a Mia no le gustó de no poder ver el rostro de la elfa.Se levantó y caminó hacia a ella, la tomó de la barbilla con delicadeza e hizo que la mirada de ambas se cruzara, pudo observar a una chica de ojos morados, labios y perfil fino era extraña y a la vez extremadamente hermosa.—Dime ¿Vez alguna corona en mi cabeza?—No —dijo con timidez —pero usted es…—No soy na
Mia no había asistido a muchos bailes en su vida, ni siquiera pudo ir al de su graduación en el mundo mundano, sin embargo, le emocionaba la idea de ir a una fiesta, al final ella era una simple chica que de la noche a la mañana había recibido el peso de mil responsabilidades y cargos que fueron los causantes del giro tan drástico que dio su vida. Tenía claro que se acercaba una guerra, una para la cual no estaba preparada, como reclamaría un trono si ella no tenía nada que ofrecer al reino, ese era su nuevo propósito descubrir que podía ofrecerle a su pueblo, ya había aceptado su destino, solo le quedaba descubrir cómo aprovecharlo al máximo, solo así mantendría su vida lejos de cualquier caos en un futuro incierto.Aidan había pasado a buscar a Mia para llegar juntos al baile, caminar por los pasillos de la mano le hacía viajar en el tiempo a un año atrás, cuando se celebró aquel baile de tradición celestial donde conoció a la gran mayoría de ángeles del mundo, aun luego de un año l