POCO MÁS DE 2 AÑOS ANTES DE LA ACTUALIDAD.
Belinda estaba en la fiesta de la empresa de Dante y Pablo, Elena la había llevado a ella y a Brenda, ya había bailado con Dante, el muérgano estaba muy acaramelado con una morena de minifalda cuando llegaron, él muy orgulloso le dijo que era una amiga casada, Belinda ya había decidido no volver a bailar con Dante, temía que su hermana Brenda le dijera algo a Dante tal como <<no te metas con mi hermanita>>, sería capaz, Belinda fue a la barra de bebidas por agua, la morena exuberante, amiga casada de Dante la tropezó en la barra de bebidas con claras intenciones de derramar su bebida en el vestido de Belinda, afortunadamente Belinda vio sus intenciones un segundo antes y se apartó, después de todo ella creció en un orfanato, ella se sabía esas tretas infantiles y poco originales, las había visto infinidad de veces
—Es todo, Dante fui muy irresponsable al dejarme llevar por la curiosidad y dejar que se me fueran las cosas de las manos, me muero de vergüenza, fui yo quien debió detenerte y no tú quien se retirara, es obvio que tú solo jugabas, bueno sé que para un hombre hacer eso, es algo sin importancia, que lo hacen con cualquier mujer disponible y dispuesta, siendo tú un hombre de mundo, que prefieres a las mujeres experimentadas, lo menos que quieres es tener que lidiar con un ratón de orfanato como yo, así que debiste parar, y luego… —Monjita para un momento… Definitivamente seguía borracho, Belinda hablaba de lo que pasó en el rio, estaba roja y miraba al suelo, dando un discurso con mucha vergüenza. —No déjame terminar. Soy una tonta inexperta que solo te trae problemas y también, bueno…, según parece después que los hombres comienzan con eso y no pueden seguir se enferman o algo parecido, en fin, espero no te hayas e
—Está muy al tanto de lo que pasa en Paris, incluso más que yo, por eso me he mantenido al margen, si mi nombre figuraba, mis empleados de Paris estuvieran haciendo cualquier cosa menos trabajar en construcción. —Ganaste Martino, bien jugado capturaste la reina, pero si en algún punto tuviste mala racha pues se acabó, ahora podrás conquistar Europa. —No señor Larsson…, no dejaré a Belinda. —Ponle precio a todo lo que tienes en Venezuela, aparte del magnífico trabajo que te espera en Paris, vamos Martino tú no quieres a Belinda, ¿qué harás tú con ella?, sabes muy bien que la harás infeliz si te casas con ella, ella te exigirá fidelidad y religión, ella no es para este mundo corrupto, es etérea, su lugar feliz está en la iglesia, o con algún hombre bonachón que quiera dedicarse a ella y al cuidado del orfanato, acepta que ese no eres tú, siempre has tenido cabeza para los negocios, me sorprendió mucho que te vieras
En la madrugada Belinda, se despertó sobresaltada, miró el reloj de su teléfono celular, las 2:30 am fue a ver como seguía Dante, lo había dejado a las 11:30 pm, después de darle una pastilla y temperatura de 38grados, fue sin prender luces para no despertar a nadie, al estar dentro de la habitación de Dante encendió la luz, este estaba con la mirada desorbitada. —Dante ¿Te sientes bien? —Debo ir y hablar con Daniel —dijo en voz muy baja—, si negocio yo el precio, me darán muy poco… —Dante estás delirando, ay Dios mío, Virgen Santa ayúdame… Belinda buscó el termómetro, 41 grados marcó, su frente quemaba, Belinda no esperó más, corrió y buscó un paño y lo empapó con agua del grifo fría y se subió a la cama y comenzó a frotarle el pecho y los brazos muy rápido, la intención es que la fricción le activara la sudoración y bajara la temperatura del cuerpo.
Belinda conversaba por teléfono con María Mendoza. —Es horrible este virus, Dante pasó la tarde y toda la noche con fiebre alta y hasta deliraba, tuve mucho miedo de que llegara a convulsionar, ahora por fin descansa y por primera vez desde ayer bajó la fiebre. —Gracias a Dios a mi hacienda no ha llegado aún, pero todos hablan que el Dengue llegó con fuerza, Robert se está encargando de la fumigación apta para erradicar zancudos para toda la zona, también fumigaran en el orfanato, también se puso en contacto con un doctor que siempre va a mi hacienda por los empleados, él llevará un equipo de enfermeras pronto estarán llegando para atender a los más enfermos. —Gracias a Dios que Robert pudo ayudarnos. —Él siempre está dispuesto, tiene mucha voluntad de servicio, aunque también le gusta ser el general de todo lo que desempeña, sospecho que Johana es la horma de su zapato, me dijo que llegó
Lamentablemente Jacinto estaba bastante complicado de salud. El problema de Jacinto fue a raíz del dengue que hizo que se complicaran sus afecciones cardiacas, Socorro estaba bastante afligida junto a su esposo, Belinda llegó cuando el médico hablaba con Dante y Johana en la sala de la casa. —Buenas tardes… —Señorita Belinda cómo está, que sorpresa —saludó el joven doctor con una sonrisa, era un joven, de unos 25 años, delgado pero con espada ancha, tenía el aspecto pulcro y delicado de los médicos y cara de bonachon. —Doctor Rafael, bien gracias, ¿Cómo está Jacinto? —Le decía al señor que el paciente requiere ser internado, lamentablemente su condición cardiaca es grave, pero él no acepta moverse de aquí. —Sí Jacinto debe ir a un hospital tendrá que hacerlo —dijo Dante. —Señor, mi consejo médico es que sea hospitalizado, como c
Al final de la tarde el doctor Rafael pidió hablar con Dante. —Señor Dante, por favor avíseme como pasa la noche Jacinto, debo atender otros pacientes graves y no puedo quedarme, creo que le llegó la hora. —Debe haber algo que se pueda hacer, no debí permitir que se quedara, en un hospital pudo mejorar. —No se atormente señor, la cardiopatía de Jacinto no era nueva, el dengue la exacerbo, igual en un hospital le habría llegado este momento, él me dijo que quería verlo. —Gracias por todo, espero se equivoque y Jacinto se mejore. —No pierda la fe, pero hable con él, dele la paz de escuchar lo que él cree es su última voluntad, buenas noches, debo irme. *** —Dante, muchacho, hágale una promesa a este viejo, quiero que sea feliz, si no es en esta hacienda, busque otro lugar, la vida
Belinda no podía dormir, compartía una habitación grande con Johana, cada una dormía en una pequeña cama y no tenían aire acondicionado, ella creció durmiendo sin aparato de aire acondicionado y un tiempo de vida con lujos en el hotel Larsson y luego con su abuela la habían hecho sensible, no soportaba el calor y no podía dormir, miró a Johana dormida sin problema, salió sin hacer ruido a buscar el cargador de su teléfono móvil que quedó en la oficina, ya estaba despierta por completo, vería sus redes sociales, pero al salir se encontró con Dante, sin camisa, solo con un jean, ella se paró brincando de la impresión al encontrarlo, su corazón bombeaba tan rápido que sentía le saldría por la boca, Dante la miró de arriba abajo, ella también miró como su pecho subía y bajaba, como el camino de vello se perdía debajo de su ombligo, Belinda cerró los ojos y trató de hablar, Dante se lo impidió. Dante no pensó en nada más, Belinda era su sirena y él estaba hechizado, ella quiso hablar, él n
Belinda se acercó y su abuela le dio un beso y Leticia la miró de arriba abajo con una perfecta mueca de desaprobación. —Que Dios te bendiga y te ayude Belinda García, sorpresa, sí me parece una sorpresa que me entere por una furiosa Brenda, una muy afligida Elena y una llorosa hermana Teresa que te vas a casar, según ellas con un bribón de la peor calaña y que además en menos de un año te hayas gastado una suma astronómica de dinero y no en una casa, un coche, ni siquiera en ropa, por el contrario vengo y te encuentro como cenicienta. —Abuela, estoy trabajando, por eso me encuentras así, y en cuanto al dinero que he gastado, no son gastos, son inversiones y pronto rendirán fruto, lo que pasa es que se ha retrasado un poco el trabajo por el virus del Dengue que enfermó a muchos.&nb