Laura se sentía angustiada porque veía que todo estaba completamente perdido, ya que el padre de Alejandro se encontraba indignado con lo que acababa de descubrir.— No voy a permitir este tipo de inmoralidades en mi propia casa, esta no es la educación que tu madre y yo te enseñamos, me has decepcionado por completo Alejandro.Alejandro estaba muy nervioso y preocupado por la salud de su padre, ya que el cáncer que tenía estaba muy avanzado y es por esa razón que él apresuró que Alejandro se casara para poder morir tranquilo y así dejar toda su herencia en sus manos ya con una familia establecida.Pero en vista de esto que acababa de descubrir, estaba dispuesto a cambiar su testamento para sacarlo de su herencia, era evidente que Alejandro no merecía un solo centavo de todo el dinero que a fuerza de trabajo había logrado construir.— Papá por favor, te lo pido al menos sentémonos a hablar y así puedo explicarte todo lo que pasó, no me creas un irresponsable, te aseguro que yo….— ¡No
En vista de los gritos desesperados de Ambar, a Laura y a Alejandro, no les quedó otra alternativa que salir de la habitación y enfrentar la dura realidad que les esperaba.Cuando llegaron a las escaleras, se encontraron con una escena desgarradora, el padre de Alejandro se encontraba tirado en el piso completamente inconsiente, mientras que Ámbar gritaba en medio del llanto y la desesperación:— ¡Alejandro ayuda a tu padre! Llama una ambulancia, se ha puesto muy mal, no sé que le pasó.Cuando ambos escucharon a Ámbar decir que no sabía qué le había pasado, inmediatamente se dieron cuenta de que Gustavo, no habia alcanzado a decirle la verdad. Fue en ese momento que Laura se atrevió a acercarse, estaba muy nerviosa y los gritos de Ámbar desataron la alarma de los invitados que también se acercaron a ver qué estaba sucediendo.Ámbar no paraba de llorar mientras decía desesperada:— ¡Se murió! ¡Se murió!— ¡No madre! No está muerto, aun respira, ya la ambulancia viene en camino.Ámbar s
Laura al ver llorar a Ámbar desconsoladamente, sintió la necesidad de acercarse a ella; en el fondo sentía remordimientos por todo lo que estaba pasando, a pesar de que no se habían esclarecido aún cuales fueron las verdaderas causas que le habían provocado el infarto a Gustavo. — Lo siento mucho Ambar, la verdad es que ha sido muy doloroso que haya sucedido esto en un día tan importante. — Sí, siempre tuve miedo a que llegara este momento, porque sé que Gustavo está enfermo, pero tenía la esperanza de que pudiera aguantar su enfermedad por más tiempo. — Bueno… creo que es mejor que nos marchemos a casa, no podemos hacer nada por ahora. Valentina y Alejandro enseguida se acercaron a donde estaban ambas— Madre creo que la señora Laura tiene razón, es mejor que vayamos a casa a descansar y mañana regresemos a primera hora para saber si nos dejan ver a papá. — Pero es que yo no quiero moverme de aquí, no quiero dejar a tu padre solo y que de pronto despierte
Laura se había levantado muy temprano para irse antes de que Alejandro y Valentina salieran de la habitación. Había pasado una noche realmente perturbadora en donde no había podido conciliar el sueño. La sirvienta que se había dado cuenta de la presencia de Laura a punto de salir de la casa, enseguida se acercó a ella mientras le decía con mucha amabilidad:— Buenos días señora Laura, ¿Se va a ir sin tomar el desayuno? — Sí, la verdad es que quiero llegar a casa para poder descansar en mi cama porque no he podido dormir nada en toda la noche. — ¿Pero quiere un café o un té antes de irse? — No gracias, prefiero tomarlo cuando esté en casa. Cuando estaba a punto de salir por la puerta enseguida escuchó la voz de su hija la cual venía bajando las escaleras con una sonrisa en el rostro:— ¿Madre a dónde vas? — Voy a casa. — Pensé que ibas a desayunar con nosotros y después acompañarnos al hospital para ver a mi suegro. — La verdad es que no he desc
Laura estaba tan asombrada como Sandra, con la diferencia de que la supuesta enfermera de Javier sabía perfectamente cuál era su condición física y mental, en cambio para Laura había sido realmente una sorpresa que después de tantos años Javier pudiera hablar a pesar de todos los diagnósticos que habían dado los médicos, en donde no daban esperanzas a que pudiera volver a tener una vida normal. — Quiero saber qué es lo que está pasando Sandra, ¿Cómo es posible que Javier haya podido hablar? ¡Explícamelo! O mejor explícamelo tú ya que has tenido la osadía de levantarte de esa silla de ruedas después de tantos años. — Señora Laura, estoy tan sorprendida como usted, la verdad es que no sabía que Javier pudiera hablar y mucho menos pararse de su silla. Pero tranquila inmediatamente lo regreso a su habitación. —dijo aparentando estar tan sorprendida como Laura, lo que realmente sentía era coraje, ya que ese no era el plan que tenía con Javier. — ¡Espera! No he terminado de
— Muy bien te lo voy a decir… ¡Total! Tarde o temprano te vas a enterar, el amante de Laura es Samuel, el esposo de tu hija. Javier abrió los ojos totalmente impactado, no podía asimilar lo que Sandra acababa de decirle, comenzó a temblar cosa que la alarmó demasiado. Ella inmediatamente se acercó a él mientras le decía preocupada:— ¿Te sientes bien? ¿Dime que tienes? ¡Por favor Javier habla! — Eso no puede ser verdad, me estás diciendo todo esto solo por el odio que le tienes a Laura. Has llegado muy lejos Sandra. Sandra llena de coraje y mucha impotencia en ver la negación de Javier, se acercó a él y mirándolo a los ojos le dijo:— No te estoy mintiendo, y si no quieres creerlo, yo te lo puedo demostrar, descubrí a Samuel entrando a la habitación de Laura el mismo día de la boda y como me pareció muy extraño lo seguí, y para mi sorpresa estaba en su habitación haciendo el amor con ella. Si quieres la puedes enfrentar y verás que no va a tener otra alternativa que
Las sospechas de JavierAlejandro y Valentina, se encontraban acompañando a Ámbar mientras entregaban el cuerpo de Gustavo. Ella se veía realmente muy afectada por su partida, al final le había dado un paro respiratorio que esta vez no pudo librar ya que su cuerpo se encontraba demasiado débil en vista de lo avanzada de su enfermedad. Para todos fue una gran sorpresa el ver llegar a Laura del brazo de Javier, pero especialmente para Valentina y Alejandro, los cuales se quedaron totalmente impresionados al verlo de pie. Ella en un impulso lleno de emoción al ver a su padre caminando, salió corriendo y lo abrazó.—¡Papá! ¡Papito! ¿Pero cómo es posible que estés de pie? ¿Qué es esto? La verdad es que no entiendo cómo es posible que haya sucedido algo así si tú apenas ayer estabas en silla de ruedas. —Hijita querida, no sabes cuántas ganas tenía de poder abrazarte y por fin decirte que estoy recuperado por completo. —¿Pero cómo es posible? ¡Ya estás hablando! ¡No puede ser! ¿Per
Laura se lavó la cara con abundante agua, estaba un poco mareada y aturdida por todo lo que estaba sucediendo, al abrir la puerta del baño, pegó un brinco ya que se asustó al ver a Javier de pie apoyado con su bastón esperándola con una expresión que la intimidaba. — ¡ Me asustaste! ¿Pero qué haces aquí? ¿Acaso me vas a vigilar a donde quiera que vaya? — Cálmate cariño, te noto un poco nerviosa. ¿Tiene algo que ver con el malestar que tienes desde hace unos días? — No entiendo a qué malestar te refieres, aquí el único que me tiene enferma eres tú, todo el tiempo acosándome. — ¿Y no me vas a decir nada sobre los mareos y las náuseas que has sentido últimamente? ¿Será que se trata de tu menopausia o milagrosamente estás embarazada? Por supuesto aquellas palabras le habían caído a Laura como un balde de agua fría, ya que ella se había asegurado de mantener bien oculto lo de su embarazo. No entendía cómo era posible que Javier se hubiera dado cuenta si prácticamente en todo