Había sido un día realmente agotador. Laura había asistido a los servicios funerarios acompañada de Javier, quien se lo había impuesto como si fuera una misión de vida o muerte. Fue un largo día en el que tanto Alejandro como ella tuvieron que disimular ante todos los presentes, mostrando una fachada de dolor por la pérdida de Gustavo, mientras que por dentro la situación era un verdadero torbellino.Para Laura, la jornada resultó especialmente estresante. Alejandro aún no tenía idea de que Javier sabía todo sobre su relación y, para colmo, sobre el embarazo. Así que, al llegar la noche y regresar a la mansión, se encontraron con Sandra, estaba hecha un manojo de nervios, esperándolos con mucha intensidad, no soportaba la idea de que estuvieran juntos. Desde que Javier había recuperado las riendas de su vida, había prescindido de la ayuda de Sandra, lo que no hacía más que aumentar la tensión.—¡Por fin llegaron! Me tenían preocupada —dijo Sandra, mirando a Javier con una intensidad
Laura observaba a Javier con una mirada intensa, cubriéndose sus pechos, se sentía invadida en su intimidad. Su furia era palpable, mientras Javier mantenía una sonrisa despreocupada.— ¿Qué haces aquí? ¡Eres un pervertido! ¡Sal de aquí! — exclamó Laura, visiblemente alterada.— Relájate, no hay razón para que te pongas así. Además, no es algo que no haya visto antes; simplemente ha pasado tiempo desde la última vez que fuiste mía — respondió Javier con desdén.— Te exijo que salgas del baño de inmediato, Javier.— La verdad es que no sé cómo planeas manejar la situación, porque esta noche dormiré en nuestra habitación. Así que te sugiero que te acostumbres, querida.— No tengo problema en ir a la habitación de huéspedes si eso significa evitar tu presencia.— Creo que no has comprendido lo que discutimos, Laura. Te dejé claro que debes estar a mi lado, quieras o no. De lo contrario, corres el riesgo de enfrentar serias consecuencias legales, y en la cárcel no encontrarás un jacuzzi c
Un mes después….Después de la lectura del testamento habían pasado varias semanas en las que Laura había decidido permanecer encerrada en su habitación a consecuencia de la fuerte depresión por la que estaba pasando. No había podido hablar con Alejandro, ya que Javier vigilaba constantemente cada uno de sus pasos y ella por evitar que tomara una decisión drástica que le pudiera causar daño, prefería permanecer aislada de todo lo que tuviera que ver con él. Su hija Valentina había ido a visitarla varias veces, sin embargo no había querido recibirla, cosa que la tenía muy preocupada ya que no sabía lo que estaba pasando realmente. Con el único que tenía comunicación era con su padre, el único que la mantenía al tanto de la salud de su madre. En todo ese tiempo Alejandro había intentado embarazar a Valentina, pero sin embargo ya había pasado un mes desde su boda y aún no lograba quedar embarazada, cosa que tenía muy preocupado a Alejandro y a Ámbar. Ya que no tenía acceso a un solo c
Laura se vistió y trató de disimular sus ojeras con algo de maquillaje, a pesar de que era una mujer físicamente muy atractiva, en ese momento no podía disimular su depresión y lo triste que se encontraba. Javier la tomó por el brazo fuertemente y antes de comenzar a bajar las escaleras se acercó a ella diciéndole al oído: — Quiero que sonrías aunque te cueste hacerlo. Recuerda que tu libertad depende de ti. — ¿ Por qué haces esto Javier? Ya me tienes, te metiste en mi cama, compartimos la misma habitación; entonces no entiendo qué más quieres de mí. — Que seas mi mujer, quiero que te vuelvas a entregar a mí como lo hacías antes. Quiero que borres de tu mente que alguna vez Alejandro fue tu amante. — Sabes perfectamente que ya yo no te quiero y no voy a volver a estar contigo íntimamente. Además, este hijo es una razón suficiente para no olvidarlo jamás. — Te he tenido mucha paciencia y he querido que tú solita vengas a mí a pedirme que te haga el amor. Pero estoy per
La propuesta de Javier.Por supuesto para Alejandro era una humillación el que Valentina dijera el motivo de su visita a sus padres, y más aún con la noticia que acababa de darles Javier. Que por supuesto él sabía que era totalmente falso, ya que ese hijo que esperaba Laura sin lugar a dudas era suyo. Laura estaba muy contrariada y al mismo tiempo impresionada con lo que Javier fue capaz de hacer sin haberle consultado antes su decisión. Javier por su parte cuando escuchó la verdadera razón de la visita de Valentina y Alejandro, no dudó un momento en aprovecharse de eso para vengarse de él.— ¿Entonces vinieron a pedirme dinero? Alejandro enseguida exclamó antes de que Valentina respondiera a su pregunta: — ¡No exactamente Señor Javier! La verdad es que esto ha sido un error el haber venido sin antes avisar, y más aún ahora que ustedes se han reconciliado. Creo que querrán estar a solas, ¿No es así señora Laura? — preguntó con sarcasmo. Laura reaccionó de inmediato y lo
Laura estaba a punto de explotar. Lo que Javier planeaba hacer era, sin duda, aberrante, y ella no estaba dispuesta a continuar con su juego.—Javier, tú no puedes hacer eso.—¿Por qué no puedo hacerlo? ¿Acaso no quieres ayudar a tu hija y a Alejandro en este momento de crisis por el que están pasando?—Mamá, ¿acaso no quieres que Alejandro y yo vengamos a vivir a esta casa?Laura se sentía entre la espada y la pared. Miraba a Javier con odio, ya que estaba logrando lo que se había propuesto. No podía quedar mal ante su hija y dejar que esta pensara que no quería brindarle su apoyo; así que, sin más remedio, tuvo que aceptar la propuesta de Javier.—Hija, por favor, no es lo que piensas. Solo creo que una pareja recién casada necesita más privacidad, pero en realidad no tengo inconveniente en que vengan a vivir aquí.—No te preocupes por eso, mamá. Además, será por poco tiempo; en cuanto salga embarazada de Alejandro, todos nuestros problemas se habrán terminado.Alejandro perman
Laura estaba pálida del susto al encontrarse con Alejandro en la cocina. Él también había pegado un brinco, pero la emoción de verla lo invadió. Pensó que era la oportunidad perfecta para hablar a solas con ella.—¿Pero qué haces aquí, Alejandro, en medio de esta oscuridad?—¡Laura! ¡Qué casualidad! Vine por un vaso de agua, pero aún no conozco bien la casa y no encontré los conectores de la luz.—Están justo aquí.—¡No! No la enciendas.—Pero, Alejandro, ¿qué haces? ¡Por favor, suéltame! Nos pueden ver.—Por favor, Laura, no te vayas. Necesitamos hablar. Hay muchas cosas que tienes que explicarme. ¿Cómo es posible que hayas vuelto con ese viejo decrépito? Tú misma me dijiste que ya no lo amabas, y ahora le haces creer que el hijo que esperas es de él, cuando sabes que es mío.—¡Cállate, Alejandro! Las paredes tienen oído. Estamos cerca del área de la servidumbre; cualquiera puede escucharnos. No puedo imaginar qué pasaría si Javier se entera de que estamos aquí.—Ese viejo no
Mientras Alejandro se dejaba seducir por Valentina, ahogando con su pasión el deseo que aún sentía por Laura, en la habitación principal se encontraba Javier, haciendo todos los intentos porque Laura fuera suya otra vez. —¿Y no te vas a acostar? Me dijiste en la cocina que tenías mucho sueño, pero no has cerrado los ojos ni un momento. —Le dijo Javier mientras la observaba detenidamente, la deseaba demasiado. —Es que tengo algo de calor y no quiero acostarme todavía.—¿Hasta cuándo vas a seguir evadiéndome? Te dije que hoy quiero hacerte el amor como antes. Quiero estar contigo, Laura, con mi esposa, la mujer que tanto amo.Javier se acercaba a Laura cada vez más, tratando de convencerla de la mejor manera posible para que accediera a estar con él. Sin embargo, ella no podía dejar de pensar en lo que había sucedido en la cocina con Alejandro, además de que le había prometido encontrarse con él al día siguiente en el mismo lugar de siempre para hablar sobre lo que estaba ocurriendo