Hago mis necesidades, me miro al espejo y estoy toda demacrada, lavo mi cara con abundante agua y luego la seco, que raro no escucho la voz del maniático, ¿Será que se fue?
Lo odio, me cae mal, no sé cómo hace para ser tan lindo, la verdad él es el hombre más hermoso que he visto, es un chico sexy ya la vez malo. Creo que eso lo hace ver apuesto ¡Ya basta!, ¿qué idioteces digo? Estoy tan ensimismada en mis pensamientos que no escucho la voz de Sara. –¡Señora! ¡Su esposo la está esperando!–a decir verdad Sara me cae mal, nada más por el simple hecho de trabajarle a semejante monstruosidad. (Yusuf). –¡Ya salgo!–digo mientras abro la manija para salir. Al salir no veo a Sara, acomodo mi uniforme, el cual está un poco sucio, aún tengo mis pies descalzos, ya decía el porqué sintió frío, ahora que recuerdo deje los tacones en la planta baja. Bueno y que más da, no es tiempo de estar interesada en como me veo, ahora lo que importa es, escapar de las garras de este narco. ¡Espera!… Estoy sola, no veo a nadie, esto es buena señal, tomo un suspiro y con cuidado me asomó para verificar si viene alguien. Esta es mi oportunidad de escapar. Camino de puntillas, hasta llegar a la sala de estar, elevo mi mano para tomar la manija, la giro y está abierta, de inmediato mi corazón estalló de felicidad. Por fin me iré. Tras abrir la puerta me percató de que ya ha oscurecido, la mansión por fuera es espectacular, los leones de monumento que están en la entrada se ven tan reales en la noche. Salgo con cuidado y cierro la puerta detrás de mí, miro de izquierda a derecha y no hay nadie, qué raro, de seguro Yusuf salió. El portón de la mansión está cerrado, no sé cómo hacer para ir del otro lado, no tengo llaves ni nada, lo único que me tocaría será treparlas, pero creo que me haré daño porque el portón tiene unas enormes puntas filosas. Corro hasta el portón con la esperanza de encontrar una manera para poder irme, pero la voz de Yusuf hace que la ilusión de escapar se desvanezca. –Amor, ¿Qué intentas hacer?–él está del otro lado del portón, no sé cómo lo hizo, pero jamás lo vi, mis ojos se abrieron como plato luego de ver el arma que sostiene en sus manos. Él se da cuenta de que yo tengo la mirada clavada en el arma y dice. –Ah, lo siento–guarda el arma–solo estaba arreglando un asunto. ¿Qué clase de asunto se arregla con un arma? –Emily, ¿Ya estás lista?–hijo. –Sí, de hecho, estaba buscándote –miento. –Ah, ya veo, ¿Puedes darte media vuelta?–hace un círculo con su dedo. –¿Para qué?–le pregunto, no sé qué quiere ahora. –Creo que la ropa te vendrá–doy media vuelta y él pega un silbido cuando ve mi trasero–¿Te han dicho que tienes un trasero sexy?–niego de inmediato, de hecho soy virgen. Él saca las llaves y abre el enorme candado que protege el portón y luego entra, veo como da leves pasos para acercarse a mí, para poner sus abrazos en mis caderas. –Emily, me tienes loco de amor–sus ojos se cristalizan y eso me intimida. En serio, este hombre es hermoso. –Yusuf, lo siento, pero no puedo estar contigo–él aprieta mis caderas y eso duele. –Mi vida, no digas eso, verás que pronto te enamorarás de mí, y vamos a hacer felices–niego a todo lo que dice. –¡No!–le grito–no entiendes que no, no podemos estar juntos, tú eres una mala persona, y si estamos juntos mi vida correría peligro a cada momento. –Retira lo dicho–me ordena, yo meneo mi cabeza, negando de que no retiraré lo dicho y él se enoja–Eres muy grosera–me toma del cuello con sus manos grandes y me da un apretón. –Me haces daño–exclamo, me estoy ahogando, apenas puedo respirar. Su mirada es fría, y acosadora a la vez, pero no me dejaré, no me dejaré vencer de esta idiota, llevo mis manos hasta su cara y sumerjo una de mis uñas en su ojo. No estoy seguro de que sí, le rompí el ojo o solo fue un rasguño, pero este acto hizo que él me soltará, él pone sus manos en su cara y se queja. –¡Maldición! ¡¿Qué hiciste?!–aprovecho la ocasión para poder escapar, ya que él, dejo el portón abierto cuando entró. Corro por las hierbas que adornadas afueras de la mansión, puedo escuchar el sonido de los grillos, tengo miedo, de pequeña siempre le tuve pánico a los grillos. Corro sin mirar atrás, cuando pensé que había ganado la pelea, me encuentro con una escolta en la salida de la mansión, este hombre estaba de espaldas. Baje la velocidad, ya que él también tiene un arma en sus manos, ahora que lo miro más de cerca es uno de los que me trajo hasta aquí. Me escondí detrás de un auto que estaba estacionado. Intenté abrirlo, pero estaba cerrado, tengo que pensar en algo productivo. Bueno, usaré una distracción que vi en una serie, esperemos que a mí me funcione igual que al protagonista. Tome una piedra y la lancé lejos, crucé mis dedos esperando su funcionalidad y para mi suerte el guardia se acercó al sonido que ocasionó el impacto de la piedra contra el suelo. ¡Sí!, de inmediato salgo del escondite, logré escapar del escolta. Esto es un bosque, tal parece que la mansión está oculta, claro estamos hablando del narco más reconocido. Se esconde como rata de alcantarilla. Los árboles emanan el olor de las hojas y el frío de la brisa toca mi piel. Corro como si este fuera mi último día de vida. Minutos después. He corrido un montón, ya mis pies arden y duelen, tanto que creo que me he hecho una vejiga, pero eso no es excusa para dejar de correr, tengo que liberarme de las garras de ese felino.No imagino lo que me pueda pasar si Yusuf me encuentra, de seguro le mandará mi cabeza a mi padre en una caja de regalo. (qué crueldad) Estoy exhausta, tengo sed y hambre, no quiero desmayarme en medio de este bosque. Mi corazón está latiendo doscientos latidos por minutos, bueno, estoy sumamente agitada, hago una pausa y tomé todo el aire que pueda, necesito normalizar mi pulso. Mi taquicardia me está dejando sin aire. Además, ya les tomé bastante ventaja a esos locos, y como este bosque es enorme de seguro se les podría complicar encontrarme. Quité la corbata que rodeaba mi cuello y con esta recojo mi cabello, el cual golpeaba mi rostro al correr. Mis pies están quebrados debido al esfuerzo que los he sometido, y el bosque está hecho un pantano, qué asco. (Minutos más tarde) Llegué a una cabaña y en la entrada había una fogata como si alguien habitara allí, mire a mi alrededor y no vi ni un alma, por lo tanto, opte por entrar, ya que me estoy muriendo de sed, solo Espero que h
El golpe que recibí de ese bastardo, hizo que mis tímpanos chillaran, y lo peor de todo es que me desplomé al piso. Él me sostuvo dentro de sus brazos y me llevó hasta la cama. No puedo moverme, aún estoy mareada. —Déjame en paz—exclamó con un gran temblor en mi voz. —El juego apenas comienza —ríe una y otra vez, y su mano acaricia mi muslo. —Oye, déjame, no me toques—. Susurro, mi cabeza aún da vueltas, veo todo borroso, y escucho la voz de Yusuf a lo lejos. —Silencio, ¿acaso no escuchaste que seré cuidadoso contigo?—Apoyó?, mis manos en su torso para alejarlo de mí, pero él las desprendió y las lleva encima de mi cabeza. Siento su enorme cuerpo encima del mío. Empieza a besar mi cuello, tengo miedo de que en un intento otra vez de escapar este tipo me vaya a matar, solo con el puño que me dio ya mi carne tiembla, en serio él es un poco hombre. —Te voy a odiar por el resto de mi vida —digo. Él quita de su cuello su corbata y con esta hace un nudo en mis manos, luego las lleva nue
Casi cayendo, tomé una toalla que estaba en el baño y salí a la terraza. Afuera había un auto marca Mercedes Benz. Salí a echarle un vistazo y, mientras caminaba hacia el auto, la voz de Yusuf me espantó. —Amor, mira —me muestra una bolsa—. Estaba comprando algo de ropa para ti.Intenté correr, pero me caí al piso; no podía correr, mi entrepierna me jugó una mala pasada. —Todavía intentas escapar. ¿Qué, no la pasaste bien anoche? —se acerca y me ayuda a levantarme.—Eres una escoria, me violaste —su mirada es apenada, pero sus labios no dejan de formar esa sonrisa burlona que me da rabia cada vez que la veo.En el momento en que Yusuf iba a responder, se escuchó un disparo.—Emily, entra de inmediato al auto —me ordena y tira la bolsa que trae consigo. Él abre la puerta del carro y me obliga a entrar. Entré muy asustada y él se subió atrás. Encendió el auto y se devolvió en dirección a la mansión. Tenía mucha rabia, no podía hacer algo para escapar de él.Minutos después, llegamos a
–¡Señora Emily!–ay dios mío, está bruja está tocando la puerta –¿Qué quieres?–Solté la foto y está cayo al piso, después me dirijo a la puerta esperando que ella abra. Y efectivo ella abrió y de inmediato la jale por el brazo haciéndola entrar de golpe. –¿Qué te pasa niña?–me pregunta asustada mientras guarda sus llaves en sus senos. –Señora, Ayúdeme a salir de aquí, por favor le daré muchísimo dinero–la meneó por los hombros, y su respuesta fue una carcajada. Ella sacó mis manos de sus hombros, tomó aire y sonrió. –No puedes escapar, él se entera de todo. Y si te ayudo lo más probable es que me asesiné–sus eran palabras firmes como si resultaran dichos por algún soldado. –Señora, él no se va a enterar, quizás usted también pueda huir conmigo–ella me interrumpe. –Te voy a corregir, yo–se señala–estoy aquí porque quiero. A mí nadie me tiene obligado. –Señora–le rogué una y otra vez. –No te puedo ayudar, si el señor se entera que yo te ayudaré a escapar, matará a mi familia, tengo nieto
¿Nos podemos ir amada mía?–asiento un poco nerviosa, no sé para dónde me va a llevar este ahora. Él me ayudó a bajar por las escaleras ya que mis torpes pies no sabían caminar con estos tacones. Se vio ridículo a Yusuf mientras me ayudaba. Y muy chistoso recordar su cara cuando decía: ¡Cuidado amor! ¡Para qué te pones estos tacones tan altos!. Todos los empleados nos miraron orgullosos, como si fuéramos un par de recién casados. Y no faltó uno que otro comentario como por ejemplo. «Yusuf ella es mucha mujer para ti» dicho por Martin, y si es verdad soy mucho para ese monstruo que no tiene modales. Dentro del coche solo había un silencio incómodo. Miraba de reojo a mi secuestrador, por su parte el conducía sin siquiera mirarme, de repente sentí como mi corazón vibró, ¿Por qué, no se? Pero si habia estado sintiendo cuando estuve enamorada de mi vecino, no será que…¿Me está empezando a gustar este bastardo?. ¡No! Eso jamas. –Llegamos, mi vida–avisa. Sus ojos me miran por unos segundos y
pero mi coeficiente intelectual no es tan maravilloso como para saber de qué hablan. –Yusuf, deine Frau ist sehr schön (Yusuf está muy hermosa tu esposa)–Dijo el hombre. El rostro de Yusuf se vio afectado por ese comentario ya que rodeo mi cintura con su brazo, no sé qué le habrá dicho, pero siento que Yusuf está tocándome de más. Cómo quién dice, esto es mío. –Themawechsel, die Ware kommt morgen.(Cambiando el tema, mañana llega la mercancía)–Respondió Yusuf. Su tono era de mal gusto. No sé que habrá dicho el tipo como para hacer enojar a este estúpido. De momento el mareo que tenía más alcanzado, a tal punto de hacer que mi frente se mojara de calor, y mi boca se seca. Me siento mal. Interrumpí la conversación luego de sostenerme de los brazos de Yusuf. –Mi amor, ¿Qué tienes?–me sostuvo con fuerza, su cálida voz, hizo que por un momento me sintiera aliviada pero no…el mareo siguió, mi mente dio vueltas y vueltas, si sigo así voy a caer–¿Cariño dime qué te pasa?–volvió a preguntar, él
Eres muy hermosa–masculló él alemán en español, lo cual me dejó sorprendida, entonces sabe hablar español. En su rostro había una sonrisa satisfactoria, mientras que con su gran cuerpo se acercaba más y más a mí, retrocedí echando la vista hacia atrás, en esta habitación no hay por donde escapar, estoy acorralada como gallina de patio.Su cuerpo me generó escalofríos ya que podía ver cómo se le salía un pequeño bulto de su abdomen, es una bola de grasa.intenté correr pero él me tomó por el brazo con su ancha mano. Para ser gordo es veloz.–No corras, cariño– expuso mientras me miraba con hambre, era más bien una hambre por devorar cada parte de mi cuerpo.–¿Qué te pasa?– gruñó al mismo tiempo que enrosque mi mano y la lleve hasta su mejilla, y con un fuerte golpe hago vibrar su rostro.–Ven aquí–me toma por ambas de mis muñecas y las dobla hacia abajo dejándome inmóvil–No seas tan grosera con tu futuro marido–¡Qué!. Esto no es verdad, él me llevó hasta la pared y me empujó hacia esta
El escolta de inmediato detuvo sus pasos quedando en shock.–¡Si no me dejan salir, me mataré!–podía sentir el filo de aquella botella en mi garganta, en realidad no quería morir, pero de ser así no me importa.–Señora cálmese, no haga una locura–Dijo el escolta llevando sus manos a su cabeza. Estaba preocupado, era como si yo fuera una Joya muy valiosa para ellos.Las personas hicieron un círculo en el cual yo quede en medio. Escuchaba a muchas personas exclamar.«No lo hagas» «Baja esa botella, ¿Estás loca»Quería salir corriendo y esconderme en un lugar en el cual ni el aire me encontrara.Él escolta avanzó dos pasos más y de inmediato hundí más la botella hacia mi cuello.–¡Te dije que si te acercas juro por dios que me mató!–lo amenacé, y camine para poder salir–¡Quítense de mi caminó!–me referí a las personas que estorbaban–¡Son una partida de chismosos!–Rugí frenéticamente.No sé cómo pasó pero alguien me tomó por la espalda e hizo que arrojará la botella al piso.Me quedé hela