Maxine.
Llegamos a Hawái después de un largo vuelo de ocho horas, al final de todo el problema que hubo en el aeropuerto, yo terminé viajando con Harvey, mi madre viajó con Adriana, Marcus y Nick se fueron juntos y Trevor viajó solo, con el asiento a su lado vacío. Adriana nos organizó a todos de esa forma y prácticamente dio la orden.
El vuelo fue incomodo, pero al llegar a Hawái todo se me olvido. Hawái es preciosa, es una isla de ensueño, hay azul y verde por donde se le mire, hay edificios, pero también hay playas, es perfecta, hace calor y el ambiente se siente enérgico.
Llegamos al hotel, en donde nos reciben un par de bailarinas de hula con piñas coladas, y nos registramos en la recepción. Enseguida, Trevor se da media vuelta para irse lejos de nosotros, supongo, pero su madre lo detiene antes de que pueda alejarse demasiado.
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Maxine. Ha pasado una semana desde que estamos en Hawái, nada ha cambiado demasiado, Trevor sigue cabreado, mi madre aun no me dirige la palabra y he estado evitando a Nick con tal de no hablar de lo que pasó la primera noche en que llegamos aquí, aún no he tomado una decisión respecto a él, sigo muy confundida y no creo que deba tomar un decisión justo ahora, cuando más sola me siento, creo que después de todo, las actividades de Adriana me han convenido, porque nos ha mantenido ocupados y eso es mejor que no tener nada en lo que pensar, por lo menos para mí.Me levanto de la cama, es de mañana, el sol está calentando fuerte pero la brisa también se cuela por mi balcón, voy al baño y me doy una ducha con calma, me tomo mi tiempo, una vez que salgo reviso mi celular y veo el mensaje de Nick.-Buenos días, cariño – dice el
Maxine. Intento alejarme de Nick el resto de la noche y agradezco que mi madre se acerca a mí.-Tú sabias de esto, ¿No es asi? – me pregunta ella, acercándose a mí por primera vez en una semana.-Si, él me pidió tu mano está mañana – confieso, viendo a las personas que bailan frente a nosotros.-Eso fue muy considerado de su parte.-Si, fue muy bonito.-Está bien, Maxine – ella suelta un bufido – tenemos que dejar de pelear, estamos en Hawái y tú y yo ni siquiera hablamos, nosotros no somos asi, tú y yo no somos ese tipo de madre e hija que se odian.-Lo sé, y yo intenté acercarme, pero tú no quisiste.-Y lo lamento mucho, pero quiero disfrutar este momento con mi hija, olvidémonos de esa absurda pelea y vamos a bailar – ella me mira con una sonrisa y entonces yo
Maxine. Es la mañana siguiente a la pedida de mano de mi madre y voy a desayunar a solas con ella, tenemos mucho de lo que ponernos al corriente, y lo agradezco porque eso significa que no tengo que ver ni a Trevor ni a Nick en el desayuno. Pero, aunque intento pasar un buen tiempo con mi madre, estoy triste y ella se da cuenta rápidamente, sin embargo, no hace preguntas y se lo agradezco desde el fondo de mi alma, sobre todo, porque sé que las preguntas que ella me va a hacer no se las voy a poder responder.Paso por alto la actividad que Adriana tenía preparada para todos nosotros y después de desayunar con mi madre me voy sola a la playa.Me siento en la orilla del mar y siento las olas que golpean contra mis pies, también veo el horizonte del mar de Hawái, todo es precioso y está en calma.Siento que alguien se sienta a mi lado y desde el fondo de mi corazón espero que se
Trevor. He conocido personas estúpidas en mi vida, Dios sabe que he tenido que lidiar con demasiadas, pero Maxine Prior es un caso perdido, de todas las idioteces que la he visto hacer en toda su vida, sin duda alguna haber perdonado a mi hermano, es la peor de todas, no sé qué fue lo que paso entre ellos dos después de esa noche y tampoco voy a preguntar al respecto, pero sinceramente no la entiendo.Es nuestra última noche en Honolulu y mi madre ha decidido darnos la noche libre a todos, de casualidad esta noche el hotel también está organizando una de las fiestas mas grandes del verano, naturalmente, tanto Maxine como Nick y yo decidimos venir, cada uno por su lado, por supuesto.Bebo un trago de la cerveza que le pedí al barman y me recuesto en la barra viendo a las personas que bailan frente a mí. Desde donde estoy tengo una vista perfecta de Maxine, se ve extraña y creo
DOS MESES DESPUES. Maxine. El segundo semestre está trascurriendo con total normalidad, aunque debo aceptar que últimamente es más difícil que de costumbre, casi como si los profesores quisieran hacernos sufrir por haber estado perdiendo el tiempo durante los dos meses de vacaciones de mitad de año. El problema es que mis vacaciones no fueron demasiado placenteras, entre las peleas, las fiestas, el alcohol y todas las estupideces que cometí, fue literalmente imposible descansar. Es que aun recuerdo como si hubiera sido ayer la ultima noche en que estuvimos en Honolulu, recuerdo la humillación al haberle pedido a Trevor que me besara, recuerdo lo mal que me sentí cuando dijo que no iba a hacerlo, y lo peor de todo fue lo que vino después, el jodido vomito, creo que nadie nunca me había visto en un estado tan deplorable. -¿Iras con alguien a la fiesta de disfraces? – le pregunto a Trevor mientras sale de su ha
Maxine. Me despierto porque siento que alguien acaricia mi nariz y el toque me da cosquillas en todo el cuerpo, abro los ojos con pereza y me doy cuenta de que estoy prácticamente tumbada sobre el cuerpo desnudo de Trevor. Él está deslizando su dedo índice a través de todo mi rostro, es un acto simple, delicado, pero él hace que sea demasiado especial.-Buenos días – susurra sonriéndome.-Buenos días – yo me acomodo aún más y pongo mi cabeza sobre mis dos brazos que están en su pecho.-Te mentí, Maxine.-¿Sobre qué? – lo veo con el ceño fruncido y él se burla de mi – ¿Sobre qué me mentiste?-¿Recuerdas ese día en tu habitación en que te dije que no roncabas? Te mentí – sonríe y sus ojos se achinan – si roncas, roncas horrib
Maxine. -¡Mamá! Ya estoy vestida – le grito desde el segundo piso de la casa.Me doy una última mirada en el espejo y le sonrío a mi reflejo, me veo bien, bastante bien en realidad.-¿Vamos? – me pregunta Rachel asomándose en mi habitación – cariño, ¡Estas preciosa!-Tú también estas muy guapa – la alago porque es cierto, no sé si es el compromiso, el hecho de que está enamorada o que cambio de cremas faciales, pero mi madre se ve radiante y me alegra saber que es feliz.Ella conduce hasta nuestro restaurante favorito en Prescott y yo aprovecho que ella está concentrada en la carretera para responder un mensaje que Trevor acaba de enviarme.-¿Qué tal va tu fin de semana en casa? – me escribe.-Muy bien, vamos a cenar – le
Maxine.Es viernes en la noche y estoy sola en el departamento, no sé dónde está Trevor y tampoco quiero parecer la típica novia fastidiosa, empezando porque él y yo no somos novios y porque nunca me ha gustado jugar el papel de la perseguidora. Asi que armo mi propio plan, me hago palomitas de maíz en el microondas y voy a mi habitación.Dejo la puerta abierta por si acaso Trevor quiere unirse a mi más tarde, me meto dentro de las cobijas y enciendo el televisor, busco en Netflix alguna película romántica y entonces me acomodo.La película se acaba, Trevor no llega aun a casa y yo estoy empezando a quedarme dormida, las últimas semanas han sido realmente estresantes, he estado estudiando como una loca, me he quedado despierta hasta tarde haciendo trabajos, no ha sido nada fácil y estoy muy cansada.Empiezo a cerrar los ojos hasta que escucho la pue