Capítulo 52.

Allí me encontraba frente a La Nonna para ver a Kade y escuchar lo que sea que iba a decirme.

El lugar estaba poblado, pero tampoco lo suficiente como para lograr incomodar. Me encontraba literalmente parada frente a uno de los vidrios viendo el lugar desde afuera y analizando a las personas allí dentro. Todos se veían felices, reían, veían el juego de béisbol en la televisión o charlaban entre sí. Algunos eran grupos familiares, otros parecían ser compañeros de trabajo por la similitud de su ropa, y otros estaban en parejas o solos. De hecho, entre los solitarios pude ver a Kade con su mirada puesta en uno de los televisores.

Llegó la hora.

Sin perder más tiempo, entré a la pizzería en dirección a la mesa del chico. Una vez cerca, tomé asiento frente a él captando su atención por completo. Sus ojos lucían algo so

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