—Bien —sonreí, completamente feliz de verla—. Bien, mamá, estresada, pero ya me conoces.
—Cassie ya te dije que... ¡Hija! —mi papá se hizo presente en la videollamada, más emocionado que mi propia madre—. ¡Hola, princesa!
—Hola papá —saludé con mi mano, aún con la sonrisa en mi rostro.
"Te dije que, si aquí te llamaban, respondes"
La voz de uno de los gorilas que me atacó esa noche resonó en mi cabeza sin parar haciendo que, de la nada, sintiese como si la emoción se hubiese ido al suelo. Literalmente lo sentí como un bajón, como si todo se apagara de repente. Y es que ver mis padres después del suceso del callejón me hizo recordar que lo correcto era contarles, contarles todo lo que pasó sin omitir detalles. Todo eso me dio tristeza, me hizo enojar e incluso
Atravesé el pasillo que Owen me indicó. Era estrecho, pero no demasiado, sus paredes beige estaban decoradas con dos cuadros bastante artísticos —uno era un barquito hecho por lo que parecía ser un niño y el otro era una casa con una familia de tres que se veía también dibujada por un niño— además de ellos, varias decoraciones variadas y alguna que otra foto familiar.Finalmente llegué a la cocina y era un poco moderna, aunque tenía algo del estilo de los 80's. Estantes aéreos marrones claros, encimeras de porcelana blanca, azulejos de pequeños cuadritos entre blanco y negro, y una isla que ayudaba a las encimeras a formar una «L». Era bastante bonita, sencilla, construida al estilo de menos, es más.Del lado de la estufa había un Kade vestido con una camiseta blanca de mangas cortas y negras, un jean oscuro básico, unas botas deportiv
En el CI nos enfocamos el resto del día en el caso de un hombre asesinado de cinco puñaladas en el estómago. El caso fue un poco difícil y complicado al inicio porque el sujeto no parecía tener enemigos peligrosos, solo era un sencillo profesor universitario. Habíamos descartado a su mujer puesto que la señora estaba lejos de la casa al momento del asesinato. Sin embargo, después de dar vueltas con otros sospechosos, descubrimos que ese profesor se acostaba con universitarias, así que cuando interrogamos a la esposa una vez más, confesó ser la responsable de la muerte de su marido. Resulta que el sujeto iba a divorciarse con ella para estar con una de esas chicas y pues, la mujer perdió la cabeza, perdió los estribos, y lo asesinó mientras el hombre dormía.Víctimas del amor.
Colgué la llamada.—Quiero estar sola, Clyde —le aclaré, para nada contenta.—No te castigues, Bonnie —metió sus manos en los bolsillos del suéter negro que vestía—. Estoy seguro que Clover no lo hizo con mala intención.—Le dije que era importante —me crucé de brazos y apoyé mi espalda al auto—. ¿Cómo lo pudo ignorar y ya?—No lo sé, pero sí sé que hay una razón lógica para todo esto —se encogió de hombros—. ¿Cómo están tus ataques?—No he tenido más —miré mis pies y pateé una pequeña piedrita—. Estuve trabajando así que mi mente ha estado muy ocupada como para pensar en tener un ataque.— ¿Y los rusos?—No han aparecido —negué con mi cabeza—. Nada
Bueno, pero hasta las cuántas va a atormentarme el ruso este.—Estos rusos son un grano en el culo —comentó Clover, molesta.El hecho de que ese tipo los estuviese buscado solo tenía dos razones: Podía estarlos buscando para alguna cosa que desconocíamos, o simplemente los quería atrapar para llegar a mí. Cualquiera de las dos era mala, muy mala, terrible, pero a mi parecer, la segunda era la peor de todas; si a ese par le sucedía algo por mi culpa, no me lo perdonaría jamás.— ¿Pero qué mierda quiere ese sujeto? —musité enojada con la población rusa.Bueno, la población rusa no tenía culpa, pero qué rabia.Miré a la morena por inercia y noté que me estaba escudriñando con la mirada.— ¿Qué?— ¿Qué sabes al respecto? —i
Fruncí el ceño, confundida.—Verte esforzarte por tu puesto de detective me hace querer luchar por mi puesto de jefe de enfermería, aunque sé que tengo muchas cosas que aprender todavía —explicó con una ligera sonrisa—. Eres una mujer increíble y nadie puede interponerse entre tú y tu meta de vida, ni siquiera tú misma.—No sé qué decir —le confesé—. Siento que debería agradecerte, pero también creo que un simple «gracias» no sería suficiente.—Mejor empiezo yo pidiéndote disculpas —señaló, un poco avergonzada—. Creí que me habías llamado por algo del caso, no creí que fuese algo como esto.—Está bien
—Mi abogado me dijo que intentara cambiarme el nombre a ver si así lograba algo —pasó una mano por su desordenado cabello—. Hice todo lo posible, hablé con todas las personas que debía y pude cambiar mi nombre.Solo querías un nuevo comienzo.—Solo quería empezar de nuevo —susurró.Estuvimos unos largos minutos en silencio, cada quien, dentro de sus pensamientos, sin intercambiar ni siquiera una mirada.Kade —o Nate— estaba frustrado, ansioso. Quizás no lo estaba viendo directamente, pero gracias a la vista panorámica, podía darme cuenta de reojo que estaba al borde del colapso. Sobre sus rodillas dobladas descansaban sus brazos y, sobre los mismos, se apoyaba su frente. Alzó la cabeza y fijó su vista algún punto del jardín de la mamá de Owen.No sé si fue porque me sentí mal por &
El castaño me pidió que lo llamara «Kade» porque, al parecer, escuchar que lo llamen «Nate», después de tanto tiempo, le traería muchos recuerdos de sus padres, de su hermano, de su infancia, y era algo a lo que el chico no estaba preparado para manejar.Por otro lado, Clover y Owen ya sabían sobre el asunto del nombre desde hace ya un tiempo. Me contaron que Clover y Kade se volvieron unidos mientras ella salía con Owen. Una relación fraternal, de mejores amigos, de hermanos. Ella me contó que había mucha confianza entre ambos, por lo tanto, mi mejor amiga y el chico que me gustaba eran uña y mugre.Para muchas chicas, eso fácilmente podía ser un problema, pero a decir verdad no me molestaba, de hecho, todo lo contrario, me gustaba la idea; Kade se había quedado sin familia hace ya muchos años, no tenía nadie con quién hablar sobre su
Domingo.Las vibras del domingo eran hechas de fábrica para los flojos como yo. Para mí, los domingos tenían un aire destinado a no hacer nada, a estar acostados todo el día viendo películas, viendo series, durmiendo; el domingo estaba predilecto para el descanso. La biblia lo dice, de hecho. Sin embargo, un descanso no estaba permitido en mi vida por los momentos. Había muchas cosas por hacer con respecto al caso Simmons-Keys-Rogers y con el descubrimiento de la razón por la que la mafia rusa nos perseguía.Sin presiones.Anoche, luego de darle fin a nuestra conversación, abandoné la casa de Owen en minutos. Era la una de la madrugada, era muy tarde y ya no había más nada qué hacer con los chicos. Owen solo estaba siendo Owen, Clover reía y a la vez reprochaba las burlas de su novio sobre temas variados, y Kade solo me ponía nerviosa. Él no e