El sol de la mañana se filtraba por las amplias ventanas de la habitación del hospital, proyectando una luz cálida sobre Isabella, quien sostenía en brazos a su hijo recién nacido. Francesco estaba sentado a su lado, observando cada pequeño gesto del bebé con una devoción absoluta. La quietud del momento fue interrumpida cuando la puerta se abrió lentamente y un grupo de personas entró con pasos silenciosos y sonrisas expectantes.Alessa fue la primera en acercarse, sus ojos brillaban con emoción contenida mientras miraba al pequeño envuelto en una manta azul.—Es tan pequeño… y perfecto —susurró, llevando una mano temblorosa a la mejilla del bebé.Leonardo se colocó al otro lado de la cama y sonrió con ternura.—Bienvenido al mundo, pequeño Rossi. No tienes idea de lo afortunado que eres de tener a estos dos como padres y a mí como tío, ya verás que te enseñaré a jugar fútbol y a conquistar chicas lindas, pero no se lo digas a la tía Alessa.Alessa le dio un golpe en el brazo a Leona
Las semanas que siguieron fueron una verdadera aventura. Francesco e Isabella pasaban los días en casa disfrutando de su pequeño y las noches pasaban entre arrullos, cambios de pañal y canciones de cuna. Ambos estaban tan comprometidos que Francesco atendía al bebe para que Isabella descansara. Muchas veces, amanecía dormido con el bebe sobre su pecho.Una de tantas mañanas, Isabella despertó y allí estaba Francesco justo a su lado con el bebe sobre su pecho. Ambos estaban sumergidos en un sueño profundo. Isabella los observó durante varios minutos, era adorable verlos así. Con cuidado tomó el celular y capturó el momento. No solo quería que quedara guardado en su mente, también quería que Marcos viera el amor tan grande que su padre sentía por él.Isabella los vio un poco más y de pronto escuchó la voz somnolienta de Francesco. —Si continúas viéndonos de esa manera, no vas a desgastar mi hermosa reina.—Buen día, amor, y tú sabes que si continúas dejándolo dormir sobre tu pecho, lo v
La tarde cayo tiñendo el cielo de tonos naranjas, el grupo dejo del club con gran emoción no podían esperar a llegar a la mansión y que se sortearan los equipos para la los preparativos de los eventos de ese fin de semana.En cuanto entraron a la gran sala vieron a Chiara un poco pálida y desencajada, Charly se acercó y deposito un tierno beso sobre sus labios y se sentó a su lado. — Que sucede preciosa te noto algo pálida estas bien. —pregunto Charly.Chiara sonrió y coloco su cabeza cerca del hombro ajeno antes de responder. —Sí, comí algo y no me cayó bien; además mi día en la academia fue extenuante, y que tal su día, hoy vi la noticia de que la obra del resort estaba lista para ser inaugura.El grupo tomo asiento mientras Ana se llevaba al pequeño para cambiarlo. —Así es Chiara, de hecho le pedimos a Charly que te llamara porque el sábado será la inauguración y el bautizo de Marco así que formaremos equipos, de esa manera no habrá preferencia y cubriremos los eventos. —respondi
El sol aún no había salido completamente cuando la familia Rossi Moretti comenzó a prepararse para el gran día. La mansión estaba en completo movimiento, con el personal organizando cada detalle y los familiares vistiéndose para el bautizo de Marcos. Isabella, con su elegante vestido en tonos crema, sostenía a su hijo en brazos mientras Francesco ajustaba su corbata frente al espejo.—Te ves hermosa —dijo él, acercándose y besando suavemente su mejilla.Isabella sonrió y miró a su pequeño. —Hoy es un día especial para nuestra familia.Francesco acarició la cabecita del bebé con ternura. —Sí, estoy tan emocionado siento que estoy completo no podría pedirle nada más a Dios. Nuestro pequeño está siendo bendecido y presentado ante Dios y la familia.Alessa y Chiara entraron en la habitación con expresiones radiantes. —Ya es hora, los padrinos están listos y el abuelo está esperándonos —anunció Chiara.Minutos después, un cielo despejado y un aire fresco auguraban un día perfecto. La famil
Al llegar, la atmósfera se relajó, los miembros de las familias sonreían y vitoreaban la llegada del grupo. Nicolás tenía al pequeño en brazos mientras Isabella se acercaba con una sonrisa juguetona.—Te luce, Nic. Deberías aprovechar que estás aquí con tu asistente de piernas lindas y empezar a hacer uno propio.Nicolás rodó los ojos y sonrió. —Veo que estás muy bromista, Isa. Además, sabes que no mezclo lo personal con lo laboral.—Ajá, claro, repítelo hasta que lo creas. —Isabella arqueó una ceja, divertida—. Pero dime, ¿qué piensas realmente de Madison?Nicolás suspiró y miró hacia donde la chica conversaba tímidamente con Chiara. —Es frágil. Lo único que provoca es protegerla, tenerla como una frágil y hermosa muñeca de colección.Isabella sonrió con satisfacción. —Pues eso es un inicio. Quizás protegiéndola termines unido a ella.Nicolás negó con la cabeza, pero no dijo nada más.El resto del grupo conversaba alegre, mientras Alessa saludaba a los invitados asegurándose de que e
La mañana siguiente del bautizo había dejado en el aire una sensación de renovación y esperanza para la familia Rossi Moretti. Tras la ceremonia, el ambiente festivo continuó durante todo el fin de semana. Los Rossi Moretti organizaron una pequeña excursión para mostrar a Madison algunos de los lugares turísticos más emblemáticos de Italia. La idea era simple: que la dulce y tímida pasante, que había llegado con Nicolás a la inauguración del resort, pudiera apreciar la belleza de la tierra que había forjado esta gran familia.El sábado por la mañana, bajo un cielo despejado y con la brisa del Mediterráneo acariciando suavemente sus rostros, Isabella, Francesco y el resto de los chicos, guiaban a Madison y Nicolás a través de calles empedradas y plazas históricas. Mientras recorrían las viejas murallas de una fortaleza medieval, Isabella se detenía para explicar la historia de cada rincón.—Este lugar fue testigo de tantas batallas y amores imposibles —comentó Isabella, sus ojos brilla
Después del almuerzo, las chicas se dirigieron al spa, donde se entregaron a una tarde de relajación y confesiones. Entre masajes y cócteles, la conversación inevitablemente giró en torno a los hombres. —Hay que admitirlo, Nicolás es el epítome del caballero irresistible —dijo Alessa con una sonrisa traviesa—. Si no estuviera comprometida, definitivamente lo consideraría.—Oh, sin duda —secundó Chiara—. Guapo, sexy y con ese aire de hombre poderoso que vuelve loca a cualquier mujer.—Madi, ¿qué opinas tú? —intervino Isabella con una ceja arqueada. Madison, que bebía su cóctel, sintió que todas las miradas se posaban en ella. Se removió incómoda y luego, con una sonrisa tímida, respondió: —Él es solo mi jefe…—Vamos, Madison, olvida por un momento que es tu jefe y dinos algo sincero —insistió Chiara.Madison suspiró y tomó otro sorbo antes de decir: —Es el hombre que hace mis días miserables, pero debo reconocer que es una tentadora distracción para cualquier chica. Las risas no se hic
El grupo llego a la mansión, alegre y con las energías renovadas el fin de semana aunque fue relativamente corto había sido una experiencia inolvidable para todos, luego de ir a sus habitaciones para asearse y cambiarse de ropa se reunieron nuevamente para cenar, al terminar pasaron a la sala donde compartieron algunas anécdotas haciendo reír a Madi.Era impresionante verla reír, la chica de mirada triste que había llegado hace unos días con Nicolás ahora sonreía ante las ocurrencias de Alessa, Leo y Charly con un brillo especial en los ojos, mientras Nicolás disfrutaba arrullando y jugando con el pequeño Marcos en sus brazos e intercambiaba una que otra silenciosa con Madison.Sin embargo, al llegar el lunes, el ambiente tomó otro rumbo. Madison y Nicolás debían regresar a Nueva York, e Isabella, Francesco y el pequeño Marco tenían que viajar a Suiza para tratar de encontrar a Tomás, dejando a la familia para encarar su apretada agenda.Esa mañana, mientras el sol apenas despuntaba,