Llevándose el cabello hacia atrás de manera casi desesperada, Wyatt se alejó un poco de Sebastián, quien les estaba diciendo lo que estaba pasando con Cristal.— ¡Nunca debiste de hacer a mi prima trabajar de esta manera, ella ahora se encuentra un poco delicada! —Dijo Sebastián levantando la voz.— ¡No fue mi intención!— ¡Por supuesto que no fue tu intención que las cosas llegaran hasta este punto! Tú querías que ella siguiera trabajando más.— ¿Cómo está en ella en este momento? —Brandon preguntó no queriendo escuchar más las palabras de Sebastián.— ¿Ahora sí te importa saber cómo está ella? —Continuó Wyatt detrás.Todo el mundo se había volteado en contra de Brandon, y no era que ellos estuvieran exagerando pero lo que ninguno de los sabía era que había sido la misma Cristal la que había insistido tanto en trabajar para no descuidar el proyecto que tenía, pensando que en cualquier momento Brandon iba a ser quien la iba a traicionar.— ¡Cállate, imbécil! —Dijo Brandon.— ¡Es sufic
¿Cuántas veces más para que al corazón de Cristal no le siguiera afectando lo que ella claramente ya sabía? No importaban las veces que ella se dijera a sí misma lo mucho que lo odiaba, todos ahí sabían claramente que ella estaba sintiendo todo por él menos odio.Finalmente en el momento en que Brandon salió de la habitación de Cristal, la puerta se volvió a abrir, discretamente Cristal se limpió las lágrimas. Ya no tenía cado llorar por un hombre como él.—Cristal, ¿cómo te sientes? —Preguntó Sebastián dispuesto a darle el informe a ella.Quizá, el verdadero informe y que era el mismo que le había ocultado a Wyatt y a Brandon.—Ceo que me siento mejor, ¿qué fue lo que me pasó? Brandon no me dijo nada.—Mmm, no sé si en verdad él sepa lo que te pasó. —Dijo el primo de Cristal al momento que se sentaba a lado de la cama.Eso parecía ser una conversación seria, la misma por la que el alma de Cristal estaba esperando.Sebastián bajó la cabeza al momento. No sabía cómo comenzar a decir lo
Estando lista para salir del hospital, sintiendo el corazón un poco pesado, pensando en todo eso que estaba pasando y que no tenía respuestas para ese momento pero que por supuesto, se estaba convirtiendo en su razón de vivir sin que lo supiera, Cristal estaba sentada en el cama del hospital mientras frente a ella estaba su primo.— ¿Le dirás la verdad a Brandon? —Preguntó Sebastián.—No, no tengo nada que decirle, incluso si este bebé también es su hijo. Tú mejor que nadie sabes el destino que le espera a este pequeño y que puede ser el mismo que Brandon está viviendo porque no importa lo que me haya hecho o dejado de hacer, yo jamás podré desearle lo que él está viviendo ahora. Él siempre lo dijo, él nunca sintió que esta vida fuera para él sino para su hermano. Y no queriendo decepcionar a su familia ni mucho menos a su hermano, es por eso que él tomó ese camino. —Dijo Cristal con la mirada perdida.—Es una pena que él tenga que vivir esa vida pero no es tu culpa, ni mucho menos l
Devuelta a la realidad que parecía ser más irreal por cada vez que continuaba caminando por ese camino que parecía no llevarlo a nada, donde el final nunca parecía ser visto, y cuando justamente Brandon sintió que era capaz de decirlo todo a la mujer que más había amado en toda la vida, todo se comenzaba a venir debajo de un momento a otro.Manejando a alta velocidad, después de haber pensado en todo lo que había estado pasando en su vida, pensando en la posibilidad de que Tábata pudiera estar embarazada, sintió querer ir a Cristal y decirle la verdad de sus sentimientos, por supuesto no pretendía que ella lo ayudara en todo lo que venía, todo lo que pretendía es que ella supiera que Brandon se había enamorado de ella sin importar lo que pasara al final del camino.Fue entonces que un poco desorientado, oliendo ligeramente a alcohol, entró en el hospital donde había dejado a Cristal en el día. Pasó por la sala de espera, no había nadie, y por supuesto que no iba a haber nadie
En medio de una red de mentiras, en medio de una historia que parecía no tener fin hasta que fuera él mismo quien le pusiera final, una vez era tratado como los demás querían, como un títere, como el títere que siempre fue y que solo sería su hijo quien remplazara el lugar de aquel títere.Para el momento en que Tábata ya se había sentido mejor, en el despacho del señor Lambert, el mismo señor Lambert, el padre de Tábata y Brandon Lambert comenzaban a hablar de lo que era realmente importante para ellos o mejor dicho, para el mismo señor Álvarez. —Como ves, mi hija no se sintió bien, no sé qué es lo que está pasando con ella, no sé qué es lo que la tiene así pero creo que lo que la tiene así es la pérdida de su lugar en la empresa de los Lambert a pesar de todo el apoyo que ella te ha dado. —Señor Álvarez, yo-— ¡Deja al señor Álvarez hablar, Brandon Lambert! —Levantó la voz el abuelo de Brandon. Una vez más el abuelo le hacía saber que él no era nadie si él no estaba detrás de é
Con una sonrisa en el rostro, la señora Victoria se dio la media vuelta al momento que le daba la espalda a Cristal. Siempre buscaba tratarla de la peor manera y si ahora era ella la que quería, no sería tan sencillo o al menos la haría sufrir solo un poco. Seguramente quería su libertada para divertirse con el hombre con el que había llegado y que no era muy diferente de ella. De la misma manera que Cristal, él quería pertenecer a la familia de los Lambert y ser él quien ayudara a Sandra a tener un hijo para poder heredar el trono que nunca iba a ser suyo.Cristal y Wyatt eran tan para cual, era bueno que ahora fuer la misma Cristal la que quisiera firmar aquel acuerdo de divorcio. No sería mucho problema, aunque le gustaría solo hacerla sufrir un poco más. — ¿Entonces quieres firmar el acuerdo de divorcio? —Preguntó ella de manera descarada sin darle la mirada a Cristal.Cristal suspiró un poco más. Tenía que soportar, al final ella tenía que soportar un poco más. Esos eran
En medio de aquella oscuridad en la que ella no podía ver nada, en medio de ese amor que solo ella entregaba sin recibir nada a cambio, Tábata se encontraba sumergida en lágrimas. Las mismas preguntas seguían llegando a su cabeza una y otra vez. No supo en qué momento cambió la persona que era, no supo en qué momento todos sus buenos deseos pasaron a ser los peores para la persona que más amaba.No había nada que pudiera hacer, no importaba cuánto se esforzara porque Brandon viera su corazón, él jamás lo iba a hacer.Con cuidado tomó su celular entre sus manos dispuesta a marcarle a Brandon. Habían pasado ya un par de horas desde el momento en que él la había dejado en su casa y ni siquiera había marcado para preguntarle cómo estaba, cómo se sentía.El celular de Brandon sonó por un par de veces.— ¿Bueno, sí, diga? —Preguntaron del otro lado. La voz de Brandon no parecía ser la misma.— ¡Brandon!— ¡Ah, eres tú, Tábata!—Brandon, ¿dónde estás? —Él comenzó a reír sin sentido.—
Llegando a su casa, oliendo a alcohol después de haber tenido una tarde donde los pensamientos y el aroma de Cristal lo seguían embriagando como si estuviera a su lado al mismo tiempo que recordaba que Tábata podía estar embarazada de igual manera.Entró a su casa, en la barra estaba la madre de Brandon como siempre que al escucharlo llegar en mal estado se asustó. Nunca había visto a su hijo de esa manera, nunca lo había visto llegar tan tomado.— ¡Brandon, hijo, ¿qué fue lo que pasó?! —Fue hasta él a paso rápido. — ¡Hijo, ¿qué pasa?!—Suéltame, Victoria, suéltame.Sin hacer caso a las palabras de su hijo, por supuesto, lo ayudó a sentarse en el sillón más cercano.—Hijo, hijo, ¿qué pasa? ¿Qué fue lo que pasó?— ¿Dónde está Cristal? Q-quiero ver a Cristal —habló Brandon torpemente.— ¿Por qué tienes que nombrar a esa estúpida? Hijo, ella no te hace nada bien, ¿por qué mejor no te fijas en la mujer que está dispuesta a darlo todo por ti con tan solo una mirada?Lejos de que su mad