Devuelta a la realidad que parecía ser más irreal por cada vez que continuaba caminando por ese camino que parecía no llevarlo a nada, donde el final nunca parecía ser visto, y cuando justamente Brandon sintió que era capaz de decirlo todo a la mujer que más había amado en toda la vida, todo se comenzaba a venir debajo de un momento a otro.Manejando a alta velocidad, después de haber pensado en todo lo que había estado pasando en su vida, pensando en la posibilidad de que Tábata pudiera estar embarazada, sintió querer ir a Cristal y decirle la verdad de sus sentimientos, por supuesto no pretendía que ella lo ayudara en todo lo que venía, todo lo que pretendía es que ella supiera que Brandon se había enamorado de ella sin importar lo que pasara al final del camino.Fue entonces que un poco desorientado, oliendo ligeramente a alcohol, entró en el hospital donde había dejado a Cristal en el día. Pasó por la sala de espera, no había nadie, y por supuesto que no iba a haber nadie
En medio de una red de mentiras, en medio de una historia que parecía no tener fin hasta que fuera él mismo quien le pusiera final, una vez era tratado como los demás querían, como un títere, como el títere que siempre fue y que solo sería su hijo quien remplazara el lugar de aquel títere.Para el momento en que Tábata ya se había sentido mejor, en el despacho del señor Lambert, el mismo señor Lambert, el padre de Tábata y Brandon Lambert comenzaban a hablar de lo que era realmente importante para ellos o mejor dicho, para el mismo señor Álvarez. —Como ves, mi hija no se sintió bien, no sé qué es lo que está pasando con ella, no sé qué es lo que la tiene así pero creo que lo que la tiene así es la pérdida de su lugar en la empresa de los Lambert a pesar de todo el apoyo que ella te ha dado. —Señor Álvarez, yo-— ¡Deja al señor Álvarez hablar, Brandon Lambert! —Levantó la voz el abuelo de Brandon. Una vez más el abuelo le hacía saber que él no era nadie si él no estaba detrás de é
Con una sonrisa en el rostro, la señora Victoria se dio la media vuelta al momento que le daba la espalda a Cristal. Siempre buscaba tratarla de la peor manera y si ahora era ella la que quería, no sería tan sencillo o al menos la haría sufrir solo un poco. Seguramente quería su libertada para divertirse con el hombre con el que había llegado y que no era muy diferente de ella. De la misma manera que Cristal, él quería pertenecer a la familia de los Lambert y ser él quien ayudara a Sandra a tener un hijo para poder heredar el trono que nunca iba a ser suyo.Cristal y Wyatt eran tan para cual, era bueno que ahora fuer la misma Cristal la que quisiera firmar aquel acuerdo de divorcio. No sería mucho problema, aunque le gustaría solo hacerla sufrir un poco más. — ¿Entonces quieres firmar el acuerdo de divorcio? —Preguntó ella de manera descarada sin darle la mirada a Cristal.Cristal suspiró un poco más. Tenía que soportar, al final ella tenía que soportar un poco más. Esos eran
En medio de aquella oscuridad en la que ella no podía ver nada, en medio de ese amor que solo ella entregaba sin recibir nada a cambio, Tábata se encontraba sumergida en lágrimas. Las mismas preguntas seguían llegando a su cabeza una y otra vez. No supo en qué momento cambió la persona que era, no supo en qué momento todos sus buenos deseos pasaron a ser los peores para la persona que más amaba.No había nada que pudiera hacer, no importaba cuánto se esforzara porque Brandon viera su corazón, él jamás lo iba a hacer.Con cuidado tomó su celular entre sus manos dispuesta a marcarle a Brandon. Habían pasado ya un par de horas desde el momento en que él la había dejado en su casa y ni siquiera había marcado para preguntarle cómo estaba, cómo se sentía.El celular de Brandon sonó por un par de veces.— ¿Bueno, sí, diga? —Preguntaron del otro lado. La voz de Brandon no parecía ser la misma.— ¡Brandon!— ¡Ah, eres tú, Tábata!—Brandon, ¿dónde estás? —Él comenzó a reír sin sentido.—
Llegando a su casa, oliendo a alcohol después de haber tenido una tarde donde los pensamientos y el aroma de Cristal lo seguían embriagando como si estuviera a su lado al mismo tiempo que recordaba que Tábata podía estar embarazada de igual manera.Entró a su casa, en la barra estaba la madre de Brandon como siempre que al escucharlo llegar en mal estado se asustó. Nunca había visto a su hijo de esa manera, nunca lo había visto llegar tan tomado.— ¡Brandon, hijo, ¿qué fue lo que pasó?! —Fue hasta él a paso rápido. — ¡Hijo, ¿qué pasa?!—Suéltame, Victoria, suéltame.Sin hacer caso a las palabras de su hijo, por supuesto, lo ayudó a sentarse en el sillón más cercano.—Hijo, hijo, ¿qué pasa? ¿Qué fue lo que pasó?— ¿Dónde está Cristal? Q-quiero ver a Cristal —habló Brandon torpemente.— ¿Por qué tienes que nombrar a esa estúpida? Hijo, ella no te hace nada bien, ¿por qué mejor no te fijas en la mujer que está dispuesta a darlo todo por ti con tan solo una mirada?Lejos de que su mad
La reunión se llevó como cualquier otra, dando a entender que nada más era para compartir los puntos de vista que tenían cada una de las partes. Todo lo que el señor Brown pretendía es que todo saliera bien, después de lo que se dijera en ese momento no iba a haber vuelta atrás quizá de la misma manera en que no había vuelta atrás para que Cristal continuar con su vida de un u otra manera.Esa era la última junta a la que ella estaba asistiendo, ella ya lo sabía, ya tenía todo listo para comenzar su vida lejos de todo lo que le había hecho Brandon y sobre todo, lejos de todo lo que le traía malos recuerdos de su niñez siendo lo único bueno el mismo Brandon, ¡qué irónica era la vida en esos casos! La misma persona que la hizo feliz en su niñez era la misma que le había hecho tan miserable cuando ya era una adulta que solo quería y solo pensó que la vida podía ser bonita así como ella tuviera control de sus ideas y de todo su alrededor, todas las personas que la frecuentaban teniendo la
Poco a poco, lentamente, paso a paso, segundo a segundo, sintiendo como su corazón palpitaba con gran fuerza, Cristal fue capaz de sonreír. Todo lo que ella quería era irse tranquila, ella solo quería que la nueva vida que la estuviera esperando no fuera más difícil de lo que ya lo había sido la primera parte de su vida. Ahora iba a ser mamá y no había nada en el mundo más lindo que eso. En la vida ya no estaría sola, sería solo ella y aquel bebé que llevaba en su vientre y que por supuesto había sido producto del amor más grande que ella pudo sentir. ¿Que había de Brandon? Por su lado no importa cuánto se esforzara por decir que lo que estaba sintiendo no era correcto cuando era claro que así era para él. De mil maneras Cristal lo había salvado, de mil maneras ella le había hecho saber que era posible poder continuar con una vida al frente aún después de todo el daño. El daño que su propia madre le había ocasionado tan pronto como murió su hermano haciendo que Brandon tomara el lug
En la misma noche en la que algunos compartían un solo corazón, en la misma noche en la que las miradas de aquellos decían más de lo que las palabras podrían decir, también estaban, bajo el mismo cielo aquellos que se desvivían por encontrar una respuesta al amor que estaban sintiendo en el alma.Bajo el mismo cielo también se encontraban los que no podían tener una respuesta a sus sentimientos.— ¿Para qué me mandaste llamar, Tábata? —Preguntó Wyatt sin saber a qué le debí aquella llamada que le había hecho en medio de la noche.Hace mucho tiempo que ellos no se veían, hace mucho que ni siquiera se citaban para hablarse del pasado, o de los buenos momentos que vivieron los tres y que los hacían no querer separarse del uno así como del otro.Los momentos juntos, los momentos que Tábata no podía dejar el lado de Brandon por miedo a que él se fuera a perder de su verdadera misión, esos días en los que pensó que solo era ella en su vida ya habían quedado atrás y no había nada por hac