Y mientras en el mundo de Cristal parecía haber una pequeña esperanza, en el mundo de Brandon todo se estaba acabando, ya no le importaba el poder en sus manos, ya no le importaba el dinero que poseía, el gran apellido que debía hacer renacer día a día, nada de eso importaba cuando él sentía que Cristal se lo llevaba todo con el solo hecho de sonreír y hablar, y seguramente, pensar en Wyatt.El licor moviéndose en su copa, el nudo de la corbata casi deshecho. No parecía tener ganas de ver llegar un nuevo mañana si ella no estaba. Estaba solo en su vida, la única amistad femenina que pensó lo podía entender había estado con él cuando él le dijo que eso sería lo último que ella iba a pasar entre ellos, mientras que su amigo estaba con su esposa, con la mujer que quería arrebatándole todo.—Hijo, ¿qué rayos estás haciendo? —Preguntó una mujer detrás de él la darse cuenta de la botella a su lado y la copa en la barra. La señora Victoria estaba ahí.— ¿Qué quieres, mamá? —Preguntó Bran
¿Qué significó el paso de los días después de todo lo que había pasado entre Brandon y entre Tábata, de la misma manera que había pasado entre Wyatt y Cristal? ¿Qué significo todo lo que vino después? La realidad era que de la misma manera que Cristal nunca llegó a saber si Brandon llegó esa noche a la casa y encontró a Wyatt a lado de Cristal o no, Brandon tampoco llegó a saber qué la había hecho cambiar tanto estando a lado de Wyatt.¿Acaso no recordaba que Wyatt había sido el primero en decirle que ella no era más que una caza fortunas, una mujer que quería la vida resuelta sin importar lo que tuviera que hacer? ¿Acaso no lo recordaba? Porque si era así, Brandon no se molestaría en hacerla recordar aquellos momentos.De una u otra manera Wyatt también la había lastimado al hacerla menos fuerte con aquellos comentarios, al hacerla sentir nada pero sin duda, lo que no sabía Brandon es que Wyatt había mostrado ser más hombre al sincerarse con ella y comenzar a tratarla como siempre
De camino al restaurante que Wyatt había prometido a Cristal, sin decir nada, no habiendo tema de conversación entre los dos, Wyatt la observaba ir en sus pensamientos. Ella estaba profundamente enamorada de aquel hombre, ella… seguro no había manera en que ella se lo pudiera sacar de la cabeza ni mucho menos del corazón.—Ya casi llegamos, Cristal —dijo Wyatt.— ¿Sí? —Preguntó ella sin ponerle mucha atención. Wyatt solo suspiró. No importa cuánto le fuera a costar, él la iba a lograr enamorar, él no iba a descansar hasta que viera en él a la persona que era digan de sostener su corazón. Era un juramente y más tarde que temprano lo iba a lograr.Cuando finalmente llegaron y entregaron el auto a las personas encargadas de eso, Wyatt la ayudó a subir las pequeñas escaleras de aquel restaurante.Finalmente una sonrisa se pintó en el rostro de ella. Ahora era consciente de lo que estaba viendo a su alrededor. Sin duda Wyatt siempre iba a buscar la manera de estar cerca de ella a
Llevándose el cabello hacia atrás de manera casi desesperada, Wyatt se alejó un poco de Sebastián, quien les estaba diciendo lo que estaba pasando con Cristal.— ¡Nunca debiste de hacer a mi prima trabajar de esta manera, ella ahora se encuentra un poco delicada! —Dijo Sebastián levantando la voz.— ¡No fue mi intención!— ¡Por supuesto que no fue tu intención que las cosas llegaran hasta este punto! Tú querías que ella siguiera trabajando más.— ¿Cómo está en ella en este momento? —Brandon preguntó no queriendo escuchar más las palabras de Sebastián.— ¿Ahora sí te importa saber cómo está ella? —Continuó Wyatt detrás.Todo el mundo se había volteado en contra de Brandon, y no era que ellos estuvieran exagerando pero lo que ninguno de los sabía era que había sido la misma Cristal la que había insistido tanto en trabajar para no descuidar el proyecto que tenía, pensando que en cualquier momento Brandon iba a ser quien la iba a traicionar.— ¡Cállate, imbécil! —Dijo Brandon.— ¡Es sufic
¿Cuántas veces más para que al corazón de Cristal no le siguiera afectando lo que ella claramente ya sabía? No importaban las veces que ella se dijera a sí misma lo mucho que lo odiaba, todos ahí sabían claramente que ella estaba sintiendo todo por él menos odio.Finalmente en el momento en que Brandon salió de la habitación de Cristal, la puerta se volvió a abrir, discretamente Cristal se limpió las lágrimas. Ya no tenía cado llorar por un hombre como él.—Cristal, ¿cómo te sientes? —Preguntó Sebastián dispuesto a darle el informe a ella.Quizá, el verdadero informe y que era el mismo que le había ocultado a Wyatt y a Brandon.—Ceo que me siento mejor, ¿qué fue lo que me pasó? Brandon no me dijo nada.—Mmm, no sé si en verdad él sepa lo que te pasó. —Dijo el primo de Cristal al momento que se sentaba a lado de la cama.Eso parecía ser una conversación seria, la misma por la que el alma de Cristal estaba esperando.Sebastián bajó la cabeza al momento. No sabía cómo comenzar a decir lo
Estando lista para salir del hospital, sintiendo el corazón un poco pesado, pensando en todo eso que estaba pasando y que no tenía respuestas para ese momento pero que por supuesto, se estaba convirtiendo en su razón de vivir sin que lo supiera, Cristal estaba sentada en el cama del hospital mientras frente a ella estaba su primo.— ¿Le dirás la verdad a Brandon? —Preguntó Sebastián.—No, no tengo nada que decirle, incluso si este bebé también es su hijo. Tú mejor que nadie sabes el destino que le espera a este pequeño y que puede ser el mismo que Brandon está viviendo porque no importa lo que me haya hecho o dejado de hacer, yo jamás podré desearle lo que él está viviendo ahora. Él siempre lo dijo, él nunca sintió que esta vida fuera para él sino para su hermano. Y no queriendo decepcionar a su familia ni mucho menos a su hermano, es por eso que él tomó ese camino. —Dijo Cristal con la mirada perdida.—Es una pena que él tenga que vivir esa vida pero no es tu culpa, ni mucho menos l
Devuelta a la realidad que parecía ser más irreal por cada vez que continuaba caminando por ese camino que parecía no llevarlo a nada, donde el final nunca parecía ser visto, y cuando justamente Brandon sintió que era capaz de decirlo todo a la mujer que más había amado en toda la vida, todo se comenzaba a venir debajo de un momento a otro.Manejando a alta velocidad, después de haber pensado en todo lo que había estado pasando en su vida, pensando en la posibilidad de que Tábata pudiera estar embarazada, sintió querer ir a Cristal y decirle la verdad de sus sentimientos, por supuesto no pretendía que ella lo ayudara en todo lo que venía, todo lo que pretendía es que ella supiera que Brandon se había enamorado de ella sin importar lo que pasara al final del camino.Fue entonces que un poco desorientado, oliendo ligeramente a alcohol, entró en el hospital donde había dejado a Cristal en el día. Pasó por la sala de espera, no había nadie, y por supuesto que no iba a haber nadie
En medio de una red de mentiras, en medio de una historia que parecía no tener fin hasta que fuera él mismo quien le pusiera final, una vez era tratado como los demás querían, como un títere, como el títere que siempre fue y que solo sería su hijo quien remplazara el lugar de aquel títere.Para el momento en que Tábata ya se había sentido mejor, en el despacho del señor Lambert, el mismo señor Lambert, el padre de Tábata y Brandon Lambert comenzaban a hablar de lo que era realmente importante para ellos o mejor dicho, para el mismo señor Álvarez. —Como ves, mi hija no se sintió bien, no sé qué es lo que está pasando con ella, no sé qué es lo que la tiene así pero creo que lo que la tiene así es la pérdida de su lugar en la empresa de los Lambert a pesar de todo el apoyo que ella te ha dado. —Señor Álvarez, yo-— ¡Deja al señor Álvarez hablar, Brandon Lambert! —Levantó la voz el abuelo de Brandon. Una vez más el abuelo le hacía saber que él no era nadie si él no estaba detrás de é