Entre todas las cosas que había pensado, todo el trabajo que crear ese proyecto le había costado, solo había una cosa que no era totalmente mentira. Cristal no estaba teniendo nada fácil. El camino se le estaba complicando siempre un poco más y es que cuando sentía que ella estaba a punto de lograr sus objetivos se daba cuenta que algo tenía que aparecer y siempre era su esposo, la persona que había llegado a su vida solo para hacerla de cuadritos. Ella iba salir ilesa de todo ese daño. Ella iba a lograr tener su vida de vuelta.Después de saber por una persona de su confianza que el profesor y el mismo que había estado en las juntas la estaba buscando simplemente para decirle lo mismo que ya le había dicho el señor Brown en la oficina, ella prefirió hacer caso omiso a las palabras de las personas que estaba buscando por ella.Ya encontraría una manera de que Brandon firmara los documentos sin tener que involucrarse más en un solo asunto que era de una sola vez.Justamente en el mome
Solo había una sola manera en que ellos dieran con un plan. Él tenía que hablar con Cristal y decirle que aunque eso no estuviera bien, tenían que aprovecharse de la situación y adoptar un bebé, un hijo desamparado. Pero eso tenían que hablarlo.Estando el secretario de Brandon a su lado, él lo llamó.—Sí, señor, ¿en qué puedo ayudarle?—Quiero que preparen todo para una cena romántica hoy, en la casa, quiero que todo lo llenen de flores, quiero que contraten al mejor chef, quiero que se encarguen de hasta el más mínimo detalle, hoy tendré una cena especial con mi esposa.—Sí, señor.Y sin más, Brandon se fue de su oficina. Tenía tanto que arreglar esa noche y debía de empezar por revisar los lugares en que ellos podrían adoptar un hijo. Después de todo, él iba a ser padre más temprano de lo que esperó y no es que le molestara, al contrario, era una idea que lo alegraba. Cristal y él finalmente iban a ser padres porque no importaba la manera en que eso se diera, ellos criarían a un be
Y de esa manera, los minutos fueron pasando. Justamente el tipo de cena que nadie le había dado, justamente el tipo de cena que solo un hombre podía darle a la mujer que estaba amando. Esa era la realidad para Brandon aunque no lo supiera, esa era la realidad en su corazón, él se estaba enamorando de Cristal de la manera en que jamás llegó a creer.Y es que entre más compartía con ella se daba cuenta que ella podría ser la persona que él alguna vez llegó a ver como su todo cuando el dolor lo estaba asfixiando.De esa manera lograron pasar toda la noche, perdiendo la noción del tiempo, riendo de las ocurrencias de uno y de otro, sintiendo como la marea de los sentimientos más puros los hacía sus presas, la comida comenzó a dejar de verse de la misma manera detallista en que se estaba viendo ante los ojos de Cristal, ahora todo ahí era un desastre entre uno y otro. De un momento a otro ellos parecía ser tan íntimos, de un momento a otro, ellos parecía conocerse de la mejor manera. Y es
Fue de es manera en que Brandon fue capaz de tomar el rostro de Cristal entre sus manos para así, poder mirar directamente a sus ojos. Fue así como él se dio cuenta que la mujer que estaba haciendo latir su corazón como solo una en el pasado había hecho, comenzara a latir más rápido de lo debido.—Por favor, Cristal, dime de qué estás hablando.—No me hagas más daño, basta, Brandon, basta de todo esto.—Cristal.—No te he podido perdonar lo que me hiciste y tú me sigues lastimando.—Cristal.—Solo deja que me vaya de tu vida, así podré estar agradecida contigo por el resto de la eternidad.— ¡Cristal! —Llamó Brandon más fuerte al darse cuenta que su esposa había entrado en un estado de shock.Cristal finalmente lo miró a los ojos y fue en ese segundo en que ella se pudo dar cuenta que por primera vez, un hombre la miraba con amor y con respeto a su persona. Sin poder resistir más lo que los dos estaban sintiendo ahí, Brandon, teniendo el rostro de Cristal entre sus manos, no soportand
Cuando por fin Cristal estuvo en la habitación, no fue capaz de concentrarse en nada más que en lo que había pasado en la noche. Con la bata blanca enredado su cuerpo y con una toalla en la cabeza, Cristal tomó asiento en la cama. Con tantas cosas en la cabeza, con tantos recuerdos que se repetían ahí como si se tratara de una película, en el buró, justamente donde ella tenía casi fija la mirada, logró ver una foto más. La misma foto que había estado en la habitación que ellos habían dejado atrás, ahora era un tamaño más reducido de la misma foto. La misma sonrisa en el rostro de los dos, Brandon no había sido tan feliz como ese día o al menos, al menos era que una noche atrás esa misma sonrisa había sido vista en su rostro.Con cuidado y entre sus manos, tomó la foto del buró. No sabía cómo o porqué pero ella se había metido con Brandon mientras seguramente, en la mente tenía a Tábata.— ¿Por qué? ¿Por qué me hiciste caer en tus encantos? —Preguntó Cristal con dos lágrimas saliendo d
Ocho más treinta minutos de la noche, enfundada en un vestido color negro, que dejaba al descubierto sus hermosos hombros, el cabello castaño recogido a la perfección, el escote entre su pecho que no era vulgar y todo un mundo adelante en el que seguramente, su opinión y su fuerza iban a intentar ser pisoteados. El mundo a su alrededor ya no importaba más. Del brazo de su primo, Cristal llegaba aquel lugar en el que no debía de haber espacio para su esposo, Brandon Lambert. Justamente la celebración del cumpleaños de su abuelo se estaba llevando a cabo.Tan pronto como las puertas se abrieron, los ojos de Cristal se posaron en toda esa gente que había sido invitada solo para ser pisoteada por su abuelo cuando él dijera lo bien que las ventas de la empresa habían ido y por supuesto, gracias al hecho de vender a su nieta como si fuera cualquier otra cosa.Ahí estaba Brandon ya, había sido una mentira cuando dijo que ella no podía asistir por problemas de salud.El corazón de Brandon pa
Asustada, Cristal se movió del escritorio sin dejar caer los documentos que ya había encontrado. La persona que la miraba era la misma que la acechaba para que encontrara el destino que él le había impuesto. La sonrisa en su ostro fue algo que ella no pudo soportar por más que lo intentara.— ¿De qué se trata todo esto? —Preguntó ella de manera molesta, lo que estaba comenzando a sentir por su abuelo era solo odio, odio y nada más que eso.— ¿No los has leído? O, ¿una vez más necesitas tiempo para que te des cuenta de lo que dice y de lo que te has comprometido a hacer?— ¡Dime de una vez por todas de qué se trata esto!— ¡No te atrevas a gritarme!— ¡No lo hago mientras me digas que es lo que está pasando!—Este es un nuevo contrato, querida nieta mía, ¿no lo has leído? ¿Necesitas que venga alguien y lo traduzca para ti? ¿Necesitas que venga Brandon y se entere de esto?Cristal negó con la cabeza sin querer ver el monstruo que la había criado. Su abuelo nunca fue bueno, su abuelo sol
Mientras en la fiesta, Brandon se mantenía observando los pasillos de la casa de los Bennett sin ver salir a su esposa de ningún lado, algo no estaba bien y ahora que lo pensaba, ¿qué estaba bien en su vida desde el momento en que ellos dos se habían unido en matrimonio? Nada estaba bien. Nada.A su lado, llegó el primo de Cristal.— ¿Sabes dónde está mi prima? —Preguntó Sebastián bebiendo de su copa de vino. Brandon lo miró. —Vi que entró contigo, ¿dónde está?—Pues ya ves que no está conmigo. —Dijo Sebastián viendo a Brandon preocuparse.Ahora que lo pensaba, había visto a su esposa con su abuelo platicar. Eso solo podía significar una cosa, una sola cosa. Cristal, su esposa, estaba en problemas.En el momento en que Brandon se decidía por ir a buscar a su abuelo, su celular comenzó a sonar prontamente. Brandon miró a Sebastián como si de esa manera le pidiera permiso para contestar antes de ver a su esposa.—Haz lo que quieras —dijo Sebastián, caminando hacia al frente para