Ya han pasado varios días desde el viaje a Manaos y Juan Carlos me habla sólo para asuntos de trabajo, trata de evitarme. Es mejor así, además yo se lo pedí, pero no lo puedo negar me duele mucho, a veces me provoca correr hasta él y abrazarlo, extraño sus besos, sus abrazos. Allí está, tan cerca y a la vez tan lejos, me gustaría acercarme, pero no, así lo extrañe mucho, no seré yo quien rompa el trato, se ve tan hermoso, ¡Dios!, la verdad es que es un hombre muy atractivo, no me extraña que tenga novia o mujer, así me guste mucho no voy a permitir que me vuelvan a engañar. Estoy tan concentrada en mis pensamientos que no puedo escuchar a uno de los jóvenes del pueblo que me está llamando. —Doctora, doctora, la llaman por radio. El muchacho tuvo que gritar para llamar mi atención, el grito hizo que Juan Carlos volteara a verme. —¿Se identificó? —Sí, es el ingeniero Gael. Juan Carlos me queda mirando, esperando mi respuesta al muchacho.
SĀO PAULO: CASA DE LOS OLIVEIRA. —Buenas noches cariño, ¿qué tienes?, te veo preocupada. —Si estoy preocupada, como es posible que tu hija se haya ido para esa selva y aún no hemos tenido noticias de ella, se supone que debe regresar para arreglar su problema con Gael, ese muchacho anda como desesperado. —¿Habló contigo? —Si, me llamó para pedirme disculpas por lo que había pasado, reconoció que ese fue un error, que él ama a tu hija y yo le creo, su mamá también me llamó, está muy apenada, me dijo que Gael les había contado todo, ellos adoran a Evaluna, su papá está muy molesto con Gael; sin embargo y a pesar de lo que ocurrió están convencidos que se aman, por lo tanto están esperando que todo se resuelva de una vez para así continuar con los preparativos de la boda. —¿Tú también estás deseando que todo se resuelva? —Por supuesto, Imagínate que van a pensar nuestras amistades si se enteran que Evaluna canceló la boda. —Eso es lo único que te
SĀO PAULO: CASA DE LA FAMILIA DE SOUZA. —Arthur por favor, tienes que tranquilizarte, ¿quieres que te dé un infarto? —¿Cómo quieres que me tranquilice?, acaso no te das cuenta de la cantidad de dinero que he perdido. Mi esperanza estaba en el matrimonio de la hija de Oliveira con Gael, ahora resulta que no hay boda, que bonito y tu hijo de brazos cruzados, por cierto allí viene, llegó en buen momento. —Hola papá, escuché mi nombre, ¿estaban hablando de mi? —Por supuesto que estábamos hablando de ti, estoy muy molesto contigo, como es posible que hayas cometido tamaña burrada y encima en tu propia oficina, tú eres idiota acaso, dime lo qué piensas hacer para solucionar esa estupidez. —Papá cálmate, te va a dar un ataque al corazón, mira cómo estás de rojo. —Eso mismo se lo acabo de decir, pero él no me hace caso. —Yo lo que quiero es que esté inepto me aclare cómo carajo piensa solucionar ese error. —Papá ya, deja de insult
PUEBLO DE CUBARÁ. Han sido días de una constante locura, parece que todo el tiempo estuviese montada en una montaña rusa, donde la adrenalina baja y sube constantemente por mi cuerpo, jamás imaginé que la pasión y el deseo me hicieran compañía constantemente, sólo basta un pequeño roce de sus dedos en mi piel para que mi cuerpo se erice, un pequeño gesto en su mirada para que corra a refugiarme en sus brazos, dormimos juntos, nos despertamos juntos, siempre en sus brazos. Mi galán no puede ver la construcción de lejos, se mezcla con los hombres del pueblo como un trabajador más, cuando lo veo sin camisa con su cuerpo sudoroso, su pelo alborotado y sus labios mojados por el sudor que corre de su frente, eso me vuelve loca, parezco una adolescente viendo a su galán preferido, él sabe lo que ocasiona en mí, me sonríe y continúa su trabajo y con la mirada me dice: “ estamos pendiente” Estoy tan absorta recreándome en tanta belleza que no siento a Naran cuando se
OFICINA DE GAEL. —Buenos días, ¿el ingeniero se encuentra en su oficina? —Sí, pero no quiere ser molestado. —Yo no soy molestia para el ingeniero, a mí me va atender. —Perdone señorita Gina, pero el ingeniero me dio orden estricta que no la dejara entrar a la oficina. —¿Cómo es eso, impidió mi entrada a su oficina? Pues lo siento, pero a mí me va a oír, así no quiera. —Señorita por favor, no me busque problemas. —Lo siento por ti, pero ni tú, ni nadie me van a impedir entrar a la oficina de Gael y no se te ocurra impedirme el paso, porque te la vas a ver conmigo. La secretaria no dijo más nada, solo levantó sus manos como diciendo, “haga lo que usted quiera” Gina entra como un huracán a la oficina. —Gina, ¿qué haces aquí? —Como dice el refrán: “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña “ —¿Por qué eres tan imprudente?Te dije que esperaras mi llamada. —¿Hasta cuando iba a esperar? Me despediste del trab
CUBARÁ. Después de revisar mis pacientes, tanto adultos cómo niños, me retiro a tomar un poco de aire fresco, para calmar un poco el cansancio me voy a caminar un rato, me dirijo hasta el sitio donde está la construcción, con alegría y a la vez con una mezcla de tristeza observo que falta poco para terminar el hospital. Me siento un rato en un tronco de árbol que se encuentra cerca y me quedo contemplando a los trabajadores. Al rato veo que Juan Carlos se acerca y se sienta a mi lado. —Hola amor, ¿tienes rato sentada aquí? —No mucho, veo que ya la construcción está casi por terminar. —Sí, los muchachos han trabajado duro. —Ellos son muy buenos trabajando la madera, de eso han vivido durante toda su vida, a través de las generaciones estos pueblos han sobrevivido gracias a eso, no solamente Cubará, también las comunidades vecinas. —Debes sentirte orgullosa, gracias a ti, esto pronto será una realidad. —Si lo estoy, pero yo no soy la ún
ESPAÑA: MADRID. —Amiga que bueno que te veo, tenía muchas ganas de verte. —Hola Elizabeth, si tenías muchas ganas de verme, ¿por qué no me buscaste? —¡Ay! Amiga, lo que pasa es que no estaba en el país, me fui con unos amigos a disfrutar unos días. —¿Dónde estabas? —En Brasil. —¿Qué tal Brasil, te gustó? —Mucho, paseamos por muchos lugares, Sāo Paulo y Río de Janeiro me encantaron, tienes que ir, ¿ya los conoces? —No, Juan Carlos me prometió que me llevaría para la luna de miel. —Caramba, pero creo que se adelantó. —¿De qué hablas? No te entiendo. —Amiga, no sé si decírtelo, pero yo soy tu amiga, por lo tanto no te lo puedo ocultar, me duele muchísimo lo que te está haciendo Juan Carlos y precisamente ahora que están a unos meses de casarse. —Elizabeth, déjate de rodeos y habla, al fin y al cabo eso es lo que quieres decirme desde que me viste, así que suéltalo. —Está bien, pero que conste que lo hago porque eres m
MANSIÓN DE LOS PADRES DE JULIA. —Hola amor, ¿Julia está en la casa?, ya te contó lo que le está pasando con Juan Carlos. —Si llegó , está en su habitación, aún no he hablado con ella, por lo tanto no me ha contado nada, pero ya veo que tú si sabes, cuéntame, ¿qué pasó? —El muy descarado se fue a Brasil y no le dijo nada, ella desesperada preguntó por él y ninguno de su familia le ha dicho dónde está, tuvo que enterarse por medio de una amiga, que él muy sinvergüenza está en Brasil. —Ya va, vamos a calmarnos, estoy notando que estás muy alterado, vamos a ser claros, primero que nada, tengo entendido que ellos rompieron hace mucho tiempo, la única que no quiere reconocer que eso se terminó es Julia. —¡Caramba! Pareciera que estás de acuerdo con ese rompimiento, mientras tu hija vive llorando por los rincones, tú estás muy tranquila. —Amor, escúchame, yo al igual que tú amo a nuestra hija, estoy muy preocupado por ella, pero por el bien de nuestra hija