Anuk miro a su amigo, si esta situación hubiera pasado hace 20 años atrás, todo sería tan diferente, pero Anuk había madurado y no por los cientos de años vividos, todo fue por Aysel, todo fue por amor.— Mi beta no es un cobarde, y mi hijo merece alguien valiente a su lado. — Kalu bajo aún más la cabeza, su Alpha lo estaba rechazando, lo expulsaría de la manada y la luna cambiante le daría un compañero digno a su hijo.— Lo se Anuk, lo sé. — se limitó a decir.— Si lo sabes ¿qué haces allí de rodillas? — Kalu levanto el rostro y miro a su amigo sin entender sus palabras.— Ve y busca a tu mate, trae a mi hijo a su hogar.— Pero no soy digno. — dijo en un lamento el beta.— Yo tampoco lo era de Aysel y tú lo sabes, no es por la magia de los compañeros, es por amor Kalu, todo se limita al amor, el mismo que siempre vi en tus ojos cuando veías a Pol. — Kalu observo a su Alpha con sorpresa, él lo sabía, el beta pudo engañar a todos, menos a su amigo y Alpha.— Te juro que lo traeré de re
La manada Vanagandr, tenía su nombre bien merecido, de todas las existentes, era la única donde sus ALPHAS doblaban su tamaño y poder al ascender a su puesto, siempre y cuando hallaran a su luna, hasta el momento, solo un Alpha había sido bendecido por la Diosa luna de tomar su lugar como cabeza de la manada, duplicar su tamaño y poder, sin conocer a su luna y ese había sido Fenrir, todos decían que fue por su nombre que consiguió aquel favor, y es que tanto Fenrir como Vanagandr hacen referencia a la misma criatura nórdica, el gran y poderoso lobo que ni siquiera Odín pudo controlar, pero ahora la manada estaba bajo el mando de Anuk, quien enfrentaba un gran dilema.ANUK“Maldición, odio tener que hacer esta reunión estúpida, solo espero que esa dichosa Luna blanca no sea mi mate, no me gusta dejar entrar a cualquiera a mi manada. Además ¿cómo será tener a la Luna Blanca? Si ya de por si es complicado manejar a las lobas, que una Luna se pueda transformar traería muchos problemas, l
TRAVOS.Travos se encontraba en compañía de una bruja roja, las de este tipo eran las más pasionales y era por eso que él las buscaba, los brujos y brujas eran seres libres, en ellos o en la mayoría, predominaba la pasión, ya que su poder iba acompañado de su libido, a mayor poder, más calor sentían, no tenían problema alguno con eso, ni juzgaban a su especie, así fueron creados, pero también se debían a una regla, una vez que encontraban a su media alma, o pareja destinada, solo podían estar con ella, ya que si eres capaz de traicionar a quien está a tu lado cando tus ojos están cerrados, eres capaz de traicionar a todos.El aquelarre que había formado Travos estaba compuesto por los brujos con mayor poder que existían, en ese aquelarre podías encontrar bujas rojas, seres capaces de manejar los elementos a su antojo, brujos verdes, que podían engañar el corazón y la mente además de manejar a los animales y luego estaban los brujos negros, eran los más peligrosos, seres sin escrúpul
AYSEL.— Te extrañaré demasiado Kasumi. — dije con toda la pena que sentía.— Vamos Aysel, solo será un fin de semana, y volverás ¿verdad?— Mmm eso esperó. — respondí nada convencida de mis propias palabras.— ¿A qué te refieres? — Me pregunto con verdadera curiosidad y yo… Me pierdo mirando a mi amigo, sus ojos rasgados por su descendencia coreana me llaman demasiado la atención, más cuando me pasa su brazo por encima de mis hombros, se sienten tan musculosos, duros y firmes.— ¿Tú en verdad crees todo lo que te he contado? Lobos, brujas, vampiros y ninfas, ¿no crees que estoy loca? — pregunto una vez más, como lo he hecho en los últimos días. Ya que con él no tengo secretos, Kasumi, es mi mejor amigo, y algún día será mi novio... ¿a quién quiero engañar? eso no sucederá jamás.— Por supuesto que lo creó, eres lo más importante para mí, siempre creeré todo lo que digas pequeña. — Siempre burlándose de mi estatura, y mirándome con esa hermosa sonrisa, le hago una mueca y contesto.—
Aysel corrió con desespero, hasta entrar en la cabaña, donde su familia aún estaba retocando ciertas cosas, para hacer su estadía más llevadera.Aysel.— ¡¿Que te paso?! ..... ¡Caos! — a mi madre casi se le sale los ojos al verme. La primera en recibirme fue ella y obviamente me ve llorando y toda sucia. — Que suse——— ¡Aysel! ¿Qué fue lo que te pasó? — papá aparece en el segundo que mi madre grito.— Tenemos que irnos, no nos quieren aquí, ¡quiero ir a casa! — Me encerré en la que se suponía era mi habitación, y por más que escuchaba gritos por toda la casa no pensaba decir lo que me pasó, solo quería irme, pero claro que ellos no lo dejarían así, la puerta se abrió y mi abuelo entró.— ¿Quién te golpeo? — podía ver el color negro en sus ojos, Fenrir los tenia de color marrón, pero su lobo los tenía completamente negros.— ¿Qué? — Recordé la bofetada, y toqué mi mejilla, el labio estaba roto, genial.— Nadie. — trate de mentir, algo completamente inútil.Mi abuelo Fenrir no era conoc
KasumiEl hombre de piel amarillenta, cabello negro, sumamente alto y de descendencia asiática se debatía entre lo que quería hacer y lo que debía. Desde su nacimiento Kasumi, fue elegido y entrenado para ocupar un lugar entre los Venatores lunae, o cazadores de la luna, un grupo selecto de humanos que tienen sus orígenes hace más de dos mil años.Si bien en un principio los hijos de la luna, como se conocían a todos los seres sobrenaturales en aquel entonces, vivían en armonía con los humanos, todo cambio el día que a los hombres lobos se les designo una pareja eterna, un mate lo llamaron, pero la Diosa luna y la ninfa que realizo el encantamiento no tuvieron en cuenta que muchos de ellos ya tenían parejas, en su mayoría humanas y al encontrar a sus mates, simplemente las abandonaban, fue entonces que dolidos por su abandono dejaron caer una maldici&
Anuk corría por el bosque, en este momento se maldecía por enviar a la manada de Fenrir tan lejos de la casa central, lo que acababa de escuchar lo había alterado como jamás imagino, desde que Aysel había llegado a su vida, su parte animal se había despertado al completo, ahora si lo escuchaba, pero para su desgracia solo quería a Aysel, su pareja, su mate, le exigía que la marque y la reclame, este Alpha hacía de todo para cortar su conexión, algo que durante años deseo ahora ya no lo quería, fue muy doloroso manejar las trasformaciones, pero lo logro y ahora no le provocaban ni la menor molestia, pero la voz en su cabeza lo dejaba agotado, el constante combate que tenían, cada vez que el lobo quería tomar su cuerpo, era muy agotador y más ahora, en el momento de escuchar que ella estaba sentenciada a morir joven a manos de un simple humano, su lobo enloqueció y lo
AYSEL Tengo que reconocer que la cama del Alpha es sumamente cómoda, en especial cuando la tengo toda para mí, me desperezo y decido abrir los ojos a un nuevo día, con la esperanza que será mejor que ayer, pero casi me muero del susto al ver a Anuk parado a mi lado mirándome fijamente con ojos de asesino, y cuando digo ojos de asesino es así, el rojo carmesí de su mirada lo demuestran. — ¡Ah! ¡DIOSA LUNA! Anuk ¿acaso quieres matarme de un infarto? — le pregunto mientras coloco mi mano en mi pecho tratando de contener mi corazón, que parece que se me va a salir. — No, eso sería demasiado fácil. – responde un con sus ojos fijos en mí. — Entonces si me vas a matar, Mmm bien, solo trata de no arruinar mi cara, no soy vanidosa, pero quiero que me despidan a cajón abierto ya sabes, solo para dejar un último recuerdo. – y dicho eso sus ojos cambien a marrones. — Eres rara. —De pronto una pequeña sonrisa se coloca en sus labios,