La manada Vanagandr, tenía su nombre bien merecido, de todas las existentes, era la única donde sus ALPHAS doblaban su tamaño y poder al ascender a su puesto, siempre y cuando hallaran a su luna, hasta el momento, solo un Alpha había sido bendecido por la Diosa luna de tomar su lugar como cabeza de la manada, duplicar su tamaño y poder, sin conocer a su luna y ese había sido Fenrir, todos decían que fue por su nombre que consiguió aquel favor, y es que tanto Fenrir como Vanagandr hacen referencia a la misma criatura nórdica, el gran y poderoso lobo que ni siquiera Odín pudo controlar, pero ahora la manada estaba bajo el mando de Anuk, quien enfrentaba un gran dilema.
ANUK
“Maldición, odio tener que hacer esta reunión estúpida, solo espero que esa dichosa Luna blanca no sea mi mate, no me gusta dejar entrar a cualquiera a mi manada. Además ¿cómo será tener a la Luna Blanca? Si ya de por si es complicado manejar a las lobas, que una Luna se pueda transformar traería muchos problemas, los Alphas de otras manadas la buscarían cuando este como loba para atacarla, más en época de celo.”
Anuk tenía razón en lo que pensaba, si bien todas las mujeres lobos, podían transformarse al igual que los hombres, las que eran destinadas a ser lunas, perdían esta capacidad cuando eran reclamadas por el Alpha de la manada, ya que así se les dificultaba ir a pelear en alguna batalla y era más fácil para los demás protegerlas, Anuk incluso seria dichoso si su pareja destinada o mate, fuera una humana, cualquiera que no le ocasionara problemas, o por lo menos, más de los que tenía, ya que al ser el Alpha de una de las más grandes y poderosas manadas del continente, eran muchos quienes lo desafiaban, para probar su valentía.
Pero estaba escrito que la Luna Blanca no perdería esta capacidad, lo que no tenían claro era porqué.
Una noche de luna llena hace poco más de 20 años, cuando esta brillaba como si fuese una perla en el cielo negro, la Diosa Luna dejo oír su voz, en todo hombre lobo que existía en la faz de la tierra, todos y cada uno escuchó a su Diosa.
“Aquella que es como yo está a punto de llegar, para guiar a todos mis hijos, ella será la única luz en la tierra que los guiara y reinará con sabiduría, todo hijo mío que desee mi gracia deberá cuidarla y obedecerla y a cambio, ella será la única luna capaz de transformarse en loba, para cuidar de ustedes también. Aquella que es como yo, será eterna, brillante, una luz en la oscuridad, pero al ser mi hija, también tendrá su lado oscuro, y pobre de aquellos que la desafíen.”
El Alpha fue sacado de su trance cuando uno de sus hombres toco la puerta.
— Anuk, un representante del consejo quiere hablar contigo.
— Que pase.
“¿Y ahora que quieren? Todavía tengo que ir a recorrer los límites de la reserva y cerciorarme que todo esté bien. Casi 300 años haciendo lo mismo una y otra vez, la inmortalidad es aburrida sin una compañera, me conformaría con una omega, incluso con una humana, Diosa Luna ¿acaso te has olvidado de crear a mi pareja?”
— Alpha Anuk, un gusto volver a verlo. — el hombre moreno saludo con un apretón de manos al Alpha que este año sería el anfitrión de la fiesta que llevaban a cabo para buscar a la luna blanca.
— Lo mismo digo, Jacob, ¿qué puedo hacer por el consejo? — Anuk trato de mostrarse lo más cordial posible, aunque toda esta situación lo estresaba.
— Tenemos un problema, han revisado los registros y tendremos que pedir una cabaña más para siete personas. — soltó sin más el representante del consejo.
— ¿Y eso? ¿qué manada se me pasó por alto?
“No cometería un error tan estúpido. De eso estoy seguro, ¿qué es lo que se traen entre manos?”
Anuk era un hombre astuto, y era eso mismo lo que siempre le daba la ventaja ante sus adversarios, ya que, al no tener a su Luna con él, su tamaño y fuerza era casi el mismo que el de los demás Alphas.
— No ha olvidado a ninguna, la manada de Fenrir, ha dejado de asistir a las reuniones hace 21 años, y recién ahora lo notamos. — la sonrisa que se extendió por los labios de Jacob no era para nada sincera, y eso más alteraba al joven Alpha, porque a pesar de tener 300 años, Anuk aún era visto como un lobo joven.
— ¿Fenrir? ¡¿El que era nuestro Alpha y nos abandonó por una Bruja?!— exploto con la misma furia que lo hacía cada vez que oía ese nombre.
— Ese mismo, ya fue notificado que debe presentarse sí o sí. — el hombre se mostraba con la paciencia de alguien que ha vivido demasiado.
— ¿Acaso procreó cinco híbridos con esa mujer? — pregunto aun molesto y asqueado, los lobos y brujos no tenían una buena relación.
— No, ellos solo tuvieron un hijo, Caos.
— El nombre le va perfecto, pero no entiendo ¿entonces a que viene el pedido? están buscando a la Luna blanca, solo las híbridas y lobas que aún no tienen su transformación son requeridas y con ellas sus progenitores.
— Caos se casó con una híbrida, y tuvieron una niña, hace 21 años. — termino de explicarle.
— ¿Dices que la han ocultado apropósito? ¿Acaso la bruja de su abuela vio su suerte? — ahora Anuk se sentí inseguro, ¿Qué era lo que ocultaba ese lobo viejo?
— No es eso Alpha, sabemos que en tu reserva son conservadores y rigen viejas leyes, pero esto será así, quiera o no. — aclaro el hombre en tono serio.
“Esto no me gusta ni m****a ¿por qué no habla de una puta vez?”
— Bien viejo, ya me advertiste ahora habla. — estaba cansado de todo el rodeo de Jacob, como del silencio de su lobo, hacía mucho tiempo que no contestaba a los comentarios de Anuk, su lobo se comportaba como lo que era, un animal, siempre había sido así, de pocas palabras.
— Fenrir y la bruja Minerva tuvieron un hijo hibrido, Caos, sus genes de Lobo predominan en él, aun así, maneja un poco la magia, él se casó con Moiras, la hija híbrida de la ninfa Xylon y... Vidar un vampiro, en ella predominaron los rasgos de la ninfa, y de la unión de Caos y Moiras nació una niña, Aysel, es ella a quienes el consejo solicitó. — si la relación de los lobos con los brujos era mala, no debía de mencionarse que con los vampiros eran enemigos jurados.
— ¿Sabes que me acabas de revolver el estómago? eso es sumamente asqueroso. — dijo con verdadero asombro.
— Alpha, todas las híbridas tienen que venir y lo sabes, mientras tenga sangre de lobo ella puede ser la Luna blanca. — le aclaro por última vez el representante del consejo.
— Me pides siete lugares y ella es una, no me está gustando...— el hombre no estaba dispuesto a escuchar quejas, por lo que lo interrumpió.
— No tienes opción, vendrá toda su familia, esa fue la condición.
— ¡Condición! ¡¿Fenrir pone condiciones después de lo que hizo?! — Anuk estaba a muy poco de sacar a su lobo.
— Su nieta es humana, no es inmortal, por lo que ellos viven juntos, saben que el tiempo será mínimo teniendo en cuenta que ellos son casi inmortales y ella no. Han vivido juntos desde que nació. — Anuk rompió a reír para asombro de Jacob.
“Gracias Diosa Luna, gracias por hacer pagar a Fenrir, que mayor castigo que ese, tener que vivir con un vampiro mientras ves morir a quien amas.”
— ¡Tú actitud no es la de un Alpha! — la indignación de Jacob no le afecto al Alpha.
— Déjame disfrutar de su desgracia, ¡¿acaso te olvidas de que cuando él se fue mi padre tuvo que tomar su lugar por ser el Beta y por eso murió?! ¡Perdí a mi madre y padre por su culpa! Nos dejó por una bruja. — el rencor que tenía Anuk hacia el ex Alpha tenía sus razones.
— Ten cuidado de que la Diosa Luna no te castigue, Fenrir también creía que mezclar razas estaba mal, y ya vez, dejo todo por su mate, una vez que encuentras a tu compañera, solo ella importa. — le advirtió el hombre con gran sabiduría.
— Es por eso por lo que dejo de asistir a las reuniones ¿verdad?
— Parece que su abuela tuvo una visión cuando Aysel nació.
— ¿Dices que puede ser la Luna Blanca? — por un momento esto lo inquieto, que todo ese poder lo tuviera Fenrir.
— No, no lo creo, pero Minerva vio que moría joven y es por eso por lo que la protegen y no se separan de ella. Eres el Alpha de la manada más grande y poderosa del mundo, sé que sabrás comportarte, tienes 300 años, no te matará tenerlos tres días en tu territorio.
— Sí, lo que digas. De todas formas, no tengo opción. — contesto con ironía, pero aun así con la verdad, no podía reusarse.
“Como si fuera tan fácil, me llevo más de 100 años dejar ir las ganas de matar a Fenrir, y ahora tendré que soportar a todos los que desprecio en una cabaña. Aunque eso puede ser bueno”
El Alpha espero que Jacob se retire y puso en marcha su plan, como si de un niño berrinchudo se tratara.
— ¡Kalu! — llamo a su amigo y Beta.
— ¿Qué sucede amigo?
— Busquen la cabaña más alejada y precaria en estas tierras, tiene que ser grande, para siete personas.
— ¿Y eso?
— Fenrir vendrá con su familia. Lo recibiremos como se merece. — y un brillo de maldad se instaló en sus pupilas.
— Lo siento por ti, escuche lo que el viejo Jacob dijo, pero piensa que, si encuentras a la luna blanca y llega a ser tu mate, podrás separarlos o matarlos, lo que lo haga sufrir más como él hizo contigo.
— ¿A qué te refieres?
— Estuve hablando con el hermano de Jacob hace un rato, dicen que la luna está cambiando y que este fin de semana al igual que el día que se dijo la profecía será la luna llena más blanca y brillante vista en décadas, piensa, la profecía dice que la Luna Blanca, será la que una a todas las manadas, todos caerán a sus pies, y vivirá tanto como el tiempo que la luna exista en el cielo, si ella le diera la orden a Fenrir, de abandonar a su familia o destruirla con sus propias manos, él tendrá que obedecer sería la venganza perfecta. No podría negarse, sería como negar su propia existencia.
— Eso sí lo entiendo, pero de todas formas por más tentador que suene, que la Diosa Luna me libre de que sea mi mate, demasiado tengo lidiando con los problemas de la manada como para manejar los conflictos de los demás, ahora sal y has lo que te pedí. — Apenas quedo solo Anuk dejo volar su mente, a esos recuerdos que tanto lo atormentaban.
“Mi padre murió en frente de mis ojos, y no pude hacer nada, nada más que matar a ese clan de vampiros, pero era un clan sin líder, por más años que lo busque no pude saber a quién obedecían, fallé como hijo en vengar su muerte, pero ahora tendré frente a mí al verdadero culpable, solo te pido Diosa Luna, si tanto ama a su nieta, que esta muera joven y de la forma más dolorosa posible, que él viva durante toda la eternidad con ese sufrimiento, el mismo que sentí yo al perder lo que más quería, mi familia.”
Lo que Anuk no sabía, era que lo que le deseas a tu prójimo se te es devuelto, y que con su ruego estaba sellando su propio destino.
TRAVOS.Travos se encontraba en compañía de una bruja roja, las de este tipo eran las más pasionales y era por eso que él las buscaba, los brujos y brujas eran seres libres, en ellos o en la mayoría, predominaba la pasión, ya que su poder iba acompañado de su libido, a mayor poder, más calor sentían, no tenían problema alguno con eso, ni juzgaban a su especie, así fueron creados, pero también se debían a una regla, una vez que encontraban a su media alma, o pareja destinada, solo podían estar con ella, ya que si eres capaz de traicionar a quien está a tu lado cando tus ojos están cerrados, eres capaz de traicionar a todos.El aquelarre que había formado Travos estaba compuesto por los brujos con mayor poder que existían, en ese aquelarre podías encontrar bujas rojas, seres capaces de manejar los elementos a su antojo, brujos verdes, que podían engañar el corazón y la mente además de manejar a los animales y luego estaban los brujos negros, eran los más peligrosos, seres sin escrúpul
AYSEL.— Te extrañaré demasiado Kasumi. — dije con toda la pena que sentía.— Vamos Aysel, solo será un fin de semana, y volverás ¿verdad?— Mmm eso esperó. — respondí nada convencida de mis propias palabras.— ¿A qué te refieres? — Me pregunto con verdadera curiosidad y yo… Me pierdo mirando a mi amigo, sus ojos rasgados por su descendencia coreana me llaman demasiado la atención, más cuando me pasa su brazo por encima de mis hombros, se sienten tan musculosos, duros y firmes.— ¿Tú en verdad crees todo lo que te he contado? Lobos, brujas, vampiros y ninfas, ¿no crees que estoy loca? — pregunto una vez más, como lo he hecho en los últimos días. Ya que con él no tengo secretos, Kasumi, es mi mejor amigo, y algún día será mi novio... ¿a quién quiero engañar? eso no sucederá jamás.— Por supuesto que lo creó, eres lo más importante para mí, siempre creeré todo lo que digas pequeña. — Siempre burlándose de mi estatura, y mirándome con esa hermosa sonrisa, le hago una mueca y contesto.—
Aysel corrió con desespero, hasta entrar en la cabaña, donde su familia aún estaba retocando ciertas cosas, para hacer su estadía más llevadera.Aysel.— ¡¿Que te paso?! ..... ¡Caos! — a mi madre casi se le sale los ojos al verme. La primera en recibirme fue ella y obviamente me ve llorando y toda sucia. — Que suse——— ¡Aysel! ¿Qué fue lo que te pasó? — papá aparece en el segundo que mi madre grito.— Tenemos que irnos, no nos quieren aquí, ¡quiero ir a casa! — Me encerré en la que se suponía era mi habitación, y por más que escuchaba gritos por toda la casa no pensaba decir lo que me pasó, solo quería irme, pero claro que ellos no lo dejarían así, la puerta se abrió y mi abuelo entró.— ¿Quién te golpeo? — podía ver el color negro en sus ojos, Fenrir los tenia de color marrón, pero su lobo los tenía completamente negros.— ¿Qué? — Recordé la bofetada, y toqué mi mejilla, el labio estaba roto, genial.— Nadie. — trate de mentir, algo completamente inútil.Mi abuelo Fenrir no era conoc
KasumiEl hombre de piel amarillenta, cabello negro, sumamente alto y de descendencia asiática se debatía entre lo que quería hacer y lo que debía. Desde su nacimiento Kasumi, fue elegido y entrenado para ocupar un lugar entre los Venatores lunae, o cazadores de la luna, un grupo selecto de humanos que tienen sus orígenes hace más de dos mil años.Si bien en un principio los hijos de la luna, como se conocían a todos los seres sobrenaturales en aquel entonces, vivían en armonía con los humanos, todo cambio el día que a los hombres lobos se les designo una pareja eterna, un mate lo llamaron, pero la Diosa luna y la ninfa que realizo el encantamiento no tuvieron en cuenta que muchos de ellos ya tenían parejas, en su mayoría humanas y al encontrar a sus mates, simplemente las abandonaban, fue entonces que dolidos por su abandono dejaron caer una maldici&
Anuk corría por el bosque, en este momento se maldecía por enviar a la manada de Fenrir tan lejos de la casa central, lo que acababa de escuchar lo había alterado como jamás imagino, desde que Aysel había llegado a su vida, su parte animal se había despertado al completo, ahora si lo escuchaba, pero para su desgracia solo quería a Aysel, su pareja, su mate, le exigía que la marque y la reclame, este Alpha hacía de todo para cortar su conexión, algo que durante años deseo ahora ya no lo quería, fue muy doloroso manejar las trasformaciones, pero lo logro y ahora no le provocaban ni la menor molestia, pero la voz en su cabeza lo dejaba agotado, el constante combate que tenían, cada vez que el lobo quería tomar su cuerpo, era muy agotador y más ahora, en el momento de escuchar que ella estaba sentenciada a morir joven a manos de un simple humano, su lobo enloqueció y lo
AYSEL Tengo que reconocer que la cama del Alpha es sumamente cómoda, en especial cuando la tengo toda para mí, me desperezo y decido abrir los ojos a un nuevo día, con la esperanza que será mejor que ayer, pero casi me muero del susto al ver a Anuk parado a mi lado mirándome fijamente con ojos de asesino, y cuando digo ojos de asesino es así, el rojo carmesí de su mirada lo demuestran. — ¡Ah! ¡DIOSA LUNA! Anuk ¿acaso quieres matarme de un infarto? — le pregunto mientras coloco mi mano en mi pecho tratando de contener mi corazón, que parece que se me va a salir. — No, eso sería demasiado fácil. – responde un con sus ojos fijos en mí. — Entonces si me vas a matar, Mmm bien, solo trata de no arruinar mi cara, no soy vanidosa, pero quiero que me despidan a cajón abierto ya sabes, solo para dejar un último recuerdo. – y dicho eso sus ojos cambien a marrones. — Eres rara. —De pronto una pequeña sonrisa se coloca en sus labios,
ANUKSegún Xylon la muerte de mis padres debía suceder para que Aysel naciera, buena forma de justificarse, pero de no a ver sucedido eso... no tendría una compañera, esa es la verdad, estaría completamente solo por toda la eternidad o casi.Entro en la habitación y su aroma me golpea de llenó, sé que está durmiendo, el latido tranquilo de su corazón y su respiración pausada así me lo hace saber, me reusó a compartir la cama con ella, el Lobo quiere reclama lo que es suyo por derecho, lo que necesita, pero me resisto, es él quien la eligió no yo, no el hombre.Paso directo al vestidor, en busca de un pantalón de algodón para dormir en alguna otra habitación, mientras más alejado este de ella mejor. Pero antes de llegar a mi destino ella habla.— No quiero estar sola. – dice en un susurro la
AYSELCaminaba con papá en dirección al bosque, sabía que quería distraerme, pero también estaba curioso por caminar en aquel lugar que una vez fue la tierra de su padre, mi abuelo.— No estés mal hija. – dijo mientras pasaba su mano por mis hombros, a modo de consuelo.— No lo estoy papá, no me importa nada de lo que él diga.— Yo sé que sí, tus genes están tan bien balanceados que no te permitieron nacer con la longevidad de las brujas o la inmortalidad de nosotros, pero están ahí, si él te reconoció como su mate, tú tarde o temprano también lo harás, debes entender que hay cosas que él sabe y tú no, su dolor es lo que hace que te trate así.— ¿Por qué? ¿Qué es lo que me ocultan? – me pregunto qué es lo que ellos sa