It's Friday then... tururu tururú ♫♪♩ Llegó el día más esperado de la semana, porque es día de hacerles un cariñito y darles doble capítulo. Ya sé, puedo imaginarme a muchas de ustedes disfrutando del sufrimiento y los celos de nuestro sexy ogro... Después me dicen Andrea Teresa a mí... son malas, chicas ajajajja Quiero leer sus comentarios y todo el bullying que tenían reservado para Owen. Más tarde les subo el otro capítulo. Un abrazo :*
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Las luces del estudio comienzan a apagarse lentamente mientras el bullicio de las conversaciones se desvanece. Flavia ya se ha cambiado y está conversando animadamente con Cassian y Mason, mientras intento disimular el malestar que me provoca verla tan cómoda entre ellos. Observo desde la distancia, sintiendo cómo la tensión en mis hombros se afloja solo un poco ahora que la sesión ha terminado y ella está completamente vestida.No puedo evitar notar cómo Cassian mira a Flavia, con ese interés apenas disimulado que me hace tensar la mandíbula y Mason, por otro lado, parece disfrutar provocándome, con esa sonrisa burlona que aviva la maraña de sentimientos que toda esta situación me genera.Cuando finalmente se despiden, Flavia se acerca a mí con una gran sonrisa, examinando una polaroid que le han regalado como recuerdo de la sesión, sin prestarme atención. Me siento incómodo, como un intruso en su mundo de admiradores, pero me obligo a guardar
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Nueva York, Estados Unidos.Ella no responde, concentrándose en su malestar. Sigo acariciándole la espalda, intentando transmitirle calma y apoyo. Pasan varios minutos antes de que finalmente se enderece, respirando con dificultad. Le ofrezco un vaso de agua y la ayudo a enjuagarse la boca.—Gracias… —murmura, evitando mirarme a los ojos.—¿Siempre es así? —cuestiono con preocupación al verla tan agotada y pálida. Me da una mirada interrogativa—. Las náuseas… —aclaro, sintiendo la necesidad de cuidarla y protegerla.—Sí y por lo que dijo el doctor, podría empeorar —responde y mis ojos se abren ante su respuesta, preocupándome aún más—. Pero tranquilo, Owen, que esto es normal y ya estoy acostumbrada. Aunque sí, es muy incómodo y agotador —explica, dando un suspiro cansado.El nudo en mi estómago se aprieta más. Flavia no debería tener que pasar por todo esto sola. Sé que ha sido fuerte, enfrentando todo esto con una valentía que admiro, pero en este momento, me siento impo
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Aparto la mirada, sintiendo el peso de sus palabras en el aire. Flavia ha dejado claro que no es fácil para ella dejar su vida en Italia y su voz, llena de incertidumbre, me hace cuestionar cada decisión que he tomado desde que reapareció en mi vida.Mil posibilidades cruzan por mi cabeza y la idea de que podría irse a Italia, dejando todo atrás, me provoca un nudo en el estómago. Quiero decirle que entiendo que su vida está allá, pero también necesito que me comprenda. Respiro hondo y me esfuerzo por encontrar las palabras adecuadas. Sé que necesito ser claro, pero no quiero asustarla y, mucho menos, presionarla. Ha sido un camino largo llegar a este punto de diálogo y no puedo arriesgarme a alejarla nuevamente.—Sé que no es fácil… —digo, pero me interrumpo, buscando las palabras con cuidado—. No quiero que sientas que estoy intentando quitarte tu vida en Italia, Flavia, pero podemos encontrar una manera de hacerlo funcionar —asevero, sintiendo cómo la urgencia crece en
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗El trayecto hacia el bar es un torbellino de pensamientos. La paternidad me ha sorprendido y cada vez que pienso en mis hijos, una mezcla de emoción y miedo me inunda. Al llegar al bar, el bullicio de las conversaciones y el sonido de las risas me envuelven. Tyler está en una mesa al fondo, levantando su botella en un gesto de saludo. Me siento y noto que ya tiene un par de cervezas sobre la mesa.—¿Así que finalmente pediste un SOS? —bromea, arqueando una ceja con curiosidad—. Tengo que decirte que estoy aún más confundido de lo que estaba esta mañana —menciona, inclinándose hacia mí, con una mirada intensa—. ¿Cómo es que Flavia y tú…? No puedo creer que estés en esta situación. —Bebo un trago de mi cerveza y, la verdad, es que no sé por dónde empezar.—Lo sé, pero ocurrió... —contesto, tratando de no entrar en detalles, es la mejor forma de proteger lo que siento.Tyler frunce el ceño, tratando de asimilar lo que le digo. Sé que para él, y para todos, esto es inesperado.
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Respiro hondo y siento cómo el aire llena mis pulmones mientras reúno el coraje para hablar. Maya me mira con sus ojos llenos de preocupación y cariño, pero sé que necesito desahogarme y escuchar sus consejos. Me siento segura a su lado, aunque también nerviosa por lo que estoy a punto de confesar.—Bueno, creo que es momento de decirte toda la verdad… —murmuro y mi voz tiembla un poco, pero me esfuerzo por mantener la calma—. Primero que todo, quería pedirte disculpas. —Maya me mira con atención, esperando a que continúe—. Me advertiste que no me involucrara y yo, lo intenté, te juro que lo intenté, pero fue más fuerte que yo y…—¿A qué te refieres, Fla?—El padre de mis bebés es Owen —admito de golpe.Por un momento, el tiempo parece detenerse. La expresión de Maya no cambia mucho, lo que me sorprende, ya que esperaba una reacción más dramática, pero en cambio, solo asiente lentamente.—Lo sospechaba —admite con una sonrisa comprensiva y me siento un poco aliviada al e
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗ Después de unos minutos intentando que Maya se calme, lo consigo. Me tenía nerviosa caminando de un lado a otro con una energía que, en estos momentos le envidio, pues, a pesar de su avanzado embarazo, se ve radiante. Con un profundo suspiro, continúo relatando todo lo que ha ocurrido desde entonces, sintiendo el peso de cada palabra mientras hablo. Mi amiga me escucha con atención y en sus ojos puedo ver una mezcla de comprensión y empatía. Es reconfortante tener a alguien que realmente me entiende y, aunque siempre ha sido perceptiva, esta situación es complicada incluso para ella. —Ha insistido en que lo piense y que no me vaya a Italia sin considerar sus razones, pero sé que es solo por nuestros hijos. No porque tenga algún sentimiento por mí —admito, sintiendo una opresión en el pecho—. Cada vez que lo veo, cada vez que me pide perdón y tiene un gesto conmigo, mi corazón se rompe un poco más al saber que es por ellos. Y eso está bien, lo entiendo, pero duele, May
˗ˏˋ Owen ˎˊ˗Joshua asiente con sus ojos clavados en los míos, llenos de curiosidad y comprensión, dándome la confianza que necesito para confesar lo que sigue, mientras él espera a que continúe.—La última noche que pasamos “oficialmente” juntos... —comienzo y siento un nudo en el estómago—, Flavia me confesó lo que estaba empezando a sentir por mí. Dijo claramente: "Owen, sé que esto no era parte del plan, pero siento que me estoy enamorando y quiero saber si sientes lo mismo que yo... Si así fuera, yo podría quedarme y ver si las cosas funcionan entre los dos" —confieso y la cara de mi amigo refleja sorpresa, pero se mantiene en silencio, permitiéndome continuar—. Entré en pánico, Josh. Me sentí abatido y lo único que pude hacer fue simular que dormía y que no me enteré de sus palabras —añado, reviviendo el momento como si hubiese sido hace un par de horas—. La sentí exhalar y acomodar su cuerpo desnudo a mi lado, pero no hice nada. Ella estaba segura de que no la había escuchado, m
˗ˏˋ Flavia ˎˊ˗Mientras cenamos en la sala, las palabras de Maya siguen dando vueltas en mi cabeza, ya que pienso en lo mucho que va a cambiar mi vida de ahora en adelante. Decidir quedarme no es una decisión fácil y cada vez que pienso en mi nonna, siento un nudo en el pecho. La extraño mucho y sé que con el tiempo lo haré aún más, pero también sé que Maya tiene razón, sus consejos son sensatos y su apoyo, invaluable.Maya continúa hablando, emocionada por la idea de volver a vivir juntas. Sus palabras me envuelven como una manta cálida, aunque no puedo evitar sentir una mezcla de miedo y expectación.—Será increíble, Fla. Imagina lo divertido que será estar juntas durante nuestros embarazos. Podemos compartir ropa de maternidad, comprarle ropa a los bebés y saciar juntas los antojos —dice con una sonrisa entusiasta—. Además, lo próximo que debemos hacer es que te presente a mi obstetra. Es maravillosa y sé que te sentirás cómoda con ella.Una llamada al celular de Maya nos interrumpe