Los Diamantes salían de los territorios de los Trébol, Pluma y cualquiera que fuera del territorio que no los apoyara. Así como pasaba con los Plumas, Trébol y otra raza que fuera enemiga de los Diamantes.
Todo era un caos, la gente intentaba refugiarse, sacar a sus familias de las fronteras de los enemigos y las ciudades que estaban más expuestas a convertirse en campos de batalla.
En las próximas horas, ya se veían a las naves saliendo de las pistas para posicionarse en las fronteras y protegerlas del enemigo.
Sin embargo, algo que no se esperaban los Diamantes eran que los Plumas ya se habían preparado de todas las formas posibles para la guerra. En las fronteras, emanaron unos campos de fuerza de color violeta y se alzaron hasta el cielo, protegiendo por completo las ciudades y a sus ciudadanos.
Las personas que pudieron ver cómo se alzaban los campos de fuerza, se deslumbraban, dejaban de
La madre de Hiz estaba estática frente a la pantalla en la que acababa de ver a su hija. A su lado se encontraba Anny y Nadia (la madre de Dane).—¿Estuvo bien que confesara quién es? —preguntó Anny.—Ella sabe lo que hace —dijo la madre de Hiz.Entonces, escucharon voces gritando en el exterior. Corrieron a ver lo que sucedía y encontraron a hombres y mujeres caminando por la calle, cantando la canción infantil de los valores:—¡Si vamos a pensar, que lo hagamos con claridad! ¡Si vamos a caminar, que sea para posar…!Se veían jocosos y eufóricos. Algunos llevaban armas y otros palos, pero ninguno iba con las manos vacías.En el camino se le sumaban algunas otras personas y así se fue creando una multitud. Ellas decidieron seguirlos para ver hasta dónde iban a llegar.La gran multitud se centró en la pla
—Si tuviera el microchip, podría teletransportarlo —explicó Ben—. Al menos saber dónde está específicamente y poder traerlo con energía, sin que haya contacto físico.—O sea, si te decimos dónde se encuentra Gost, ¿puedes traerlo usando energía de alta potencia? —preguntó Dober.Ben se encontraba en la oficina, llevaba ojeras y el cabello enmarañado, se notaba que llevaba varios días sin dormir. Pero esa apariencia era normal en él: estar rodeado de muchísimas pantallas y con aquella apariencia de nerd.A su lado se había acostumbrado a ver a Jew caminando, supervisando todo lo que hacía. A veces lo ayudaba y los dos tenían esa apariencia.—Es difícil, pero es posible —contestó Ben y tomó un poco de café de un vaso desechable—. Necesitaría tener la e
¿Qué es lo más loco que has hecho para salvar a una persona?Para Adeline, fue entrar a mitad de la oscuridad a la sala de tortura, trayendo consigo un microchip de teletransportación para pegárselo a la piel de la nuca de alguien y así poder salvarle la vida.No sabía la razón para hacerlo, solamente… ver cómo lo torturaban y que él suplicara e implorara que lo dejaran libre, hizo que deseara hacer algo. Sabía que tendría para toda su vida la imagen de él siempre si moría. No quería vivir con aquella carga, así que decidió ayudarlo.Sabía que el microchip de teletransportación emitía señal, porque ella se lo había guardado para conservarlo.Cuando se lo puso en la nuca al joven, le tapó la boca y le susurró al oído:—Como grites y lo entorpezcas, me habré
—Ella siempre me miraba por la ventana del cuarto de tortura —explicó Ben al doctor Ramson y a la joven psicóloga.—¿Adeline es la chica de tus pesadillas? —preguntó la mujer.En la habitación estaba presente Jew (era el que vigilaba a Ben, aunque ahora eran amigos y funcionaba más como un acompañante). Observaba todo desde un rincón de la habitación, mientras en sus manos jugaba con una pelota de goma, la tiraba al aire y la atajaba.—No son pesadillas, son recuerdos —aclaró Ben. Tenía conectado en su nariz una cánula de oxigeno y en su cuello, había un parche nutricional, ya que el impacto del momento lo había desestabilizado químicamente.—Ya lo hemos hablado, Ben —dijo la mujer—. Aquellos recuerdos están mezclados con temores y cosas que no pasaron. Esa joven nunca te atacó, &uacut
—¿Por qué a mí? —preguntó con voz temblorosa y triste.—¿Por qué? ¿A qué te refieres?—La vida es injusta. Ella aparece en mis pesadillas y me atormenta. Es una Diamante, yo soy un Triángulo. ¿Por qué debemos unirnos? ¿Realmente esperan que yo la acepte y viva feliz a su lado? No soy masoquista, sé que nunca podría llegar a sentir algo por una persona como ella, que se alegraba de ver cómo me torturaban. La odio y a la vez le tengo miedo, ¿por qué deben hacerme intentar estar a su lado?Hubo un minuto de silencio.Hiz suspiró y lo meditó.—Esta situación me recuerda mucho a Jew y Betsy. Ella estaba acostumbrada a estar rodeada de hombres importantes de gran reputación; todos la idolatraban y era una importantísima modelo: la joven más hermosa del imperio Pluma.
Dober y Hiz observaban a Dane y Gost dormir. Los veían por la ventana; afortunadamente, se recuperaban satisfactoriamente.—Vamos, amor, debemos descansar —pidió Dober y la tomó de la cintura.Hiz accedió y se alejaron por el pasillo.—Hoy hablé con Ben sobre las parejas —comentó Hiz—. Me parece impresionante que se esté uniendo con Adeline.—A mí también me cuesta asimilarlo. Por eso, pienso muchísimo sobre quién es nuestro verdadero enemigo en esta guerra.—A excepción del Mando Mayor de los Diamantes y sus aliados, creo que no tenemos ningún enemigo.Dober desplegó una sonrisita y cuando pasaron por un jardín, notó que la noche estaba colmada de estrellas.—Mira, amor, es una linda noche —comenzó a avanzar por el jardín y Hiz lo siguió.&mda
A la casa, cuando Adeline llegó y tuvo que quedarse con ellos, se decidió que viviría allí, junto con las otras mujeres.La idea era que se quedara en la Casa Principal, pero Dober decidió que se instalara por completo en la casa del lago, para que se sintiera más cómoda y tuviera acompañantes. Como era bastante joven, al poco tiempo se volvió amiga de Emy y Anny.Las tres caminaban de un lado a otro, conversando y recibiendo clases.Parecía que Adeline le gustaba mucho sentirse incluida en un grupo. Además, cuando Gost despertó y podía ir a visitarlo, se le veía de mejor humor.—Yo me quiero unir biológicamente —comentó Anny a las demás mujeres una tarde—. Rebeca, la chica de la cocina de la Casa Principal, se unió la semana pasada y hoy regresó a trabajar, me dijo que es un hombre estupendo.Las de
RECOMENDACIÓN DEL AUTOR: Prohibido leer esta parte del capítulo si no está escuchando la canción “Take me to church” de Hozier, con un tono moderado para que no le incomode en la lectura. Así sentirá lo mismo que sintió el escritor al redactarlo.¡Pecado capital para el que no lea sin esta canción de fondo! En serio, se va a arrepentir por no seguir las instrucciones. Si puede descargarla y repetirla una y otra vez, mejor, o si tiene YouTube Music, Spotify, reprodúzcala hasta acabar el capítulo. =DFin del comunicado. *Insertando canción de fondo* ...El pasear cerca del lago con Gost le recordaba a Adeline aquellos días en que los dos eran pequeños y solo se preocupaban por jugar.—Ben fu