Ante la pequeña disputa de la pareja, Keren soltó una risita.―Tranquilo hermano, deben ser cosas del embarazo ―dijo divertida―En realidad, Iva es así, el embarazo solo lo acentúa ―dijo Alastor con un bostezo ―Diosa, necesito un café ―gruñó antes de estirarse ―Por cierto, cachorro, ¿quién hizo el desayuno? ――Fue Dona, papá ―respondió Ares― ¿Dona? ―preguntó Alastor con el ceño fruncido ―Diosa, le dije que se tomara un descanso y que visitara la isla ―masculló antes de continuar bajando las escaleras con Ares de la mano ― ¿Por qué no se puede desayunar a las diez de la mañana? ―lo escuchó gruñir Keren―Déjame adivinar, mi hermano es un alfa perezoso ―dijo Keren divertida―A papá le gusta dormir, sus siestas son sagradas ―dijo Anna abrazando a Dante ― ¿Me llevas? ――Empiezo a creer que Egan y Elizabeth tienen razón, te consiento demasiado ―dijo Dante poniéndose de cuclillas para que ella pudiese subir a su espalda―No te veo quejándote ―rio Anna besando su mejilla ― ¿Vienes, tía Keren
Ante las palabras de su padre, Alastor suspiró antes de dirigirse a Zeth, quien se sentaba junto a Keren quien se había sentado junto a Ares.―Dime una cosa, ¿Dasha realmente vino sólo a verlo morir? ――No, mi madre dice que, de todo corazón, espera que él despierte, que tiene muchas cosas que hablar con él y que, sobre todo, tiene que explicarle algo ―― ¿Explicarle algo? ¿Qué cosa? ―preguntó Alastor con extrañeza―Pues, me parece que está relacionado con las supuestas traiciones ―dijo Zeth con un suspiro al mismo tiempo que negaba con la cabeza ―Ella siempre me dijo que Arioch no era tan malo, que lo que ella sufría, no era enteramente su culpa y que existía una muy buena razón para ello ―dijo aceptando la taza de café que Marianne le extendía ―Aunque, bueno, Bernie y yo siempre pensamos que eran delirios suyos por el sufrimiento que pasaba ――Oh, por favor, no me vayas a decir que su dolor era debido a Samael ―dijo un irritado Alastor― ¿Te sorprendería? ―le preguntó Anna―Sabemos
Mas tarde aquel día, Anna, Dante, Zeth, Máximus y Alastor, se dirigieron al hospital Bona Noche en compañía de una “pequeña” escolta, conformada por Gino, Nero, Eros, Cole, Lysander y Darío.Al llegar, Anna pudo notar que el hospital aún se encontraba bastante concurrido, por lo que entendió porque su padre había decidido que, durante su estancia, nadie debía relacionarla con la realeza, pues en aquel lugar, se estaban tratando tanto aliados como enemigos.―Buenas tardes majestades, alfas ―saludó Einar a los presentes con una pequeña reverencia ― ¿A qué debemos su visita el día de hoy? ――Hemos venido a ver a mi hermano ―respondió Máximus ― ¿Hay alguna novedad, doctor Einar? ――Me temo que no majestad ―respondió Einar negando con la cabeza ―Su excelencia sigue sin despertar, y lastimosamente, con cada día que pasa, sus signos vitales siguen decayendo, me temo que, si sigue así, pronto nos dejará ―― ¿No hay nada que pueda hacer? ―le preguntó Alastor―No, lo siento mucho alteza, he hec
Sin saber que decir, Zeth negó con la cabeza antes de fijarse en Alastor.―No lo sé, jamás la había visto comportarse así ―dijo Alastor ― ¿Y tú? ―le preguntó a Dante―Bueno, una vez ―admitió Dante ―Sucedió en Niebla Profunda ―comentó sin apartar la mirada de Anna, quien, tras sentarse junto a Arioch, se apresuró a tomar la mano del hombre entre las suyas― ¿Qué fue lo que pasó? ―le preguntó Alastor―Pasó cuando conocimos a Mirabella Napoli ―comenzó a relatar Dante ―Sin previo aviso, Amara tomó el control y nos hizo saber que la señorita Mirabella no era una omega, nos dijo que su loba estaba allí y que no tardaría en despertar, lo cual, de hecho, sucedió ese mismo día ――Todo parece apuntar a que su alteza es sensible a la energía de otros lobos, incluso, a la de aquellos que aún no han despertado ―intervino Einar con cierta fascinación ―Si no estoy equivocado, la antigua reina, Claire, también podía percibirlo ――Sí, lo recuerdo bien ―masculló Máximus ―Ella me dijo el nombre de mi lo
Al verse atrapado, Aníketos evitó la mirada de Selene y la clavó en Arioch.― Él nos dijo que había estado buscando a Amara para que ocupara mi lugar, al no encontrarla, fue cuando decidió que Zeth sería perfecto para ser el nuevo rey ―gruñó Maoz― ¿Era verdad? ―le preguntó Aníketos al lobo junto a Selene― “Era verdad, yo no tenía idea de que Samael había continuado con la búsqueda” ―gruñó Chaos dirigiendo su mirada hacia Selene, quien asintió ― “Pese a eso, admito que mi comportamiento fue errático, pues, cada vez que alguien tenía el atrevimiento de mentirme yo perdía el control demasiado fácil” ―gruñó agachando la orejas― ¿Por qué continuaron atacando mi territorio? ―preguntó Aníketos― “Queríamos mantenerte controlado, la verdad era que no nos interesaba lo que hicieras siempre y cuando estuvieras lejos de Arcadia…” ―Ante su respuesta, Aníketos gruñó, sin embargo, debía admitir que los ataques habían sido menos violentos tras la supuesta desaparición de Anna. Estos solo empeora
Ante su sincronía, Dasha soltó una risita antes de caminar hacia Arioch.―Al parecer, no importa lo que suceda, al igual que yo, la Diosa está convencida de que… ――Recházame ―pidió Arioch girando su cabeza hacia otro lado ―No sé por qué te he vuelto a reconocer, pero, Dasha, no te merezco, y tú no mereces cargar con mis errores y mis culpas ―― ¿Cómo te atreves a pedirme eso? ―preguntó Dasha dolida ―Arioch ¡Somos compañeros! ¡La diosa nos ha vuelto a unir! ¡Nos dio otra oportunidad para hacer las cosas bien! ――Dasha, no podemos… ―― ¡Sí podemos! ―exclamó la loba ―Arioch, entre tú y yo, las cosas no son como se cuentan, hay tanto que nos debemos decir, tanto que explicarnos… ―― ¿Explicarnos? ―preguntó Arioch confundido―Sí ―asintió Dasha ―Por ejemplo, Arioch, dime la verdad, cuando te enteraste de que no podía concebir cachorros, tú… ¿Dejaste de amarme? ――Claro que no Dasha ―― ¿Alguna vez me traicionaste? ――Nunca ―respondió Arioch con un suspiro ―Dasha, yo jamás me atrevería a ha
― “¡Hola! Me llamo Argider” ―gruñó el lobo con alegría, aunque con tono suave y algo perezoso ― “Esta vez nadie se interpondrá entre nosotros y por fin seremos uno mismo, tal y como debió haber sido desde el principio” ―― “No lo creo Argider, hice cosas horribles en el pasado, creo que… Solo te han enviado a morir” ―― “Te equivocas, pues si bien Aníketos dijo que seríamos juzgados, dijo que nuestra muerte sería descartada como penitencia, dijo que, una vez que supiera toda la verdad, se elegiría el castigo pertinente, así que no te preocupes, estaremos bien” ―― “Eres… Demasiado optimista, ¿cierto?” ―― “Uno de los dos debe serlo, sin embargo, mis palabras son ciertas, pregúntale a Maoz” ―gruñó con un pequeño bostezo― “¿Estás cansado? ¿En serio? ¿No acabas de nacer?” ―― “Corrección, acabo de renacer, sin embargo, yo siento lo que tú sientes Arioch, los lobos somos uno con nuestra parte humana, no lo olvides” ―― “Eso es lo que he escuchado…” ―Al ver que el ceño fruncido de Arioch
―Así es cachorra ―respondió el segundo beta de Alastor ―Me dijo que, si ustedes dos decidían marcharse, mi padre y yo deberíamos quedarnos con su majestad, por lo que nos pidió que, por favor, llamaras a tus betas ―― ¿A dónde fueron? ―preguntó Anna curiosa―Papá les aseguró que éramos suficientes, así que les sugirió ir a pasear por el centro ―respondió Cole―Oh, bueno, si ese es el caso, creo que lo mejor será dejarlos disfrutar, Dante y yo tenemos a Lys ―dijo dirigiendo su mirada hacia el beta, el cual, seguía discutiendo con Dante ―Creo… ――Anna, ahora eres una princesa ―le recordó Dasha ―No puedes andar por ahí sin ningún tipo de protección, sobre todo, por cómo se encuentran las cosas ahora mismo en Arcadia ―― ¿A qué te refieres tía Dasha? ―preguntó Anna extrañada―A que aún no es seguro para ti ―respondió Dante, quien las había alcanzado a escuchar ―Aún no han capturado a todos los hombres de Arioch, sin mencionar aquellos que, según lo que descubrió el alfa, eran fieles segui