Mas tarde aquel día, Anna, Dante, Zeth, Máximus y Alastor, se dirigieron al hospital Bona Noche en compañía de una “pequeña” escolta, conformada por Gino, Nero, Eros, Cole, Lysander y Darío.Al llegar, Anna pudo notar que el hospital aún se encontraba bastante concurrido, por lo que entendió porque su padre había decidido que, durante su estancia, nadie debía relacionarla con la realeza, pues en aquel lugar, se estaban tratando tanto aliados como enemigos.―Buenas tardes majestades, alfas ―saludó Einar a los presentes con una pequeña reverencia ― ¿A qué debemos su visita el día de hoy? ――Hemos venido a ver a mi hermano ―respondió Máximus ― ¿Hay alguna novedad, doctor Einar? ――Me temo que no majestad ―respondió Einar negando con la cabeza ―Su excelencia sigue sin despertar, y lastimosamente, con cada día que pasa, sus signos vitales siguen decayendo, me temo que, si sigue así, pronto nos dejará ―― ¿No hay nada que pueda hacer? ―le preguntó Alastor―No, lo siento mucho alteza, he hec
Sin saber que decir, Zeth negó con la cabeza antes de fijarse en Alastor.―No lo sé, jamás la había visto comportarse así ―dijo Alastor ― ¿Y tú? ―le preguntó a Dante―Bueno, una vez ―admitió Dante ―Sucedió en Niebla Profunda ―comentó sin apartar la mirada de Anna, quien, tras sentarse junto a Arioch, se apresuró a tomar la mano del hombre entre las suyas― ¿Qué fue lo que pasó? ―le preguntó Alastor―Pasó cuando conocimos a Mirabella Napoli ―comenzó a relatar Dante ―Sin previo aviso, Amara tomó el control y nos hizo saber que la señorita Mirabella no era una omega, nos dijo que su loba estaba allí y que no tardaría en despertar, lo cual, de hecho, sucedió ese mismo día ――Todo parece apuntar a que su alteza es sensible a la energía de otros lobos, incluso, a la de aquellos que aún no han despertado ―intervino Einar con cierta fascinación ―Si no estoy equivocado, la antigua reina, Claire, también podía percibirlo ――Sí, lo recuerdo bien ―masculló Máximus ―Ella me dijo el nombre de mi lo
Al verse atrapado, Aníketos evitó la mirada de Selene y la clavó en Arioch.― Él nos dijo que había estado buscando a Amara para que ocupara mi lugar, al no encontrarla, fue cuando decidió que Zeth sería perfecto para ser el nuevo rey ―gruñó Maoz― ¿Era verdad? ―le preguntó Aníketos al lobo junto a Selene― “Era verdad, yo no tenía idea de que Samael había continuado con la búsqueda” ―gruñó Chaos dirigiendo su mirada hacia Selene, quien asintió ― “Pese a eso, admito que mi comportamiento fue errático, pues, cada vez que alguien tenía el atrevimiento de mentirme yo perdía el control demasiado fácil” ―gruñó agachando la orejas― ¿Por qué continuaron atacando mi territorio? ―preguntó Aníketos― “Queríamos mantenerte controlado, la verdad era que no nos interesaba lo que hicieras siempre y cuando estuvieras lejos de Arcadia…” ―Ante su respuesta, Aníketos gruñó, sin embargo, debía admitir que los ataques habían sido menos violentos tras la supuesta desaparición de Anna. Estos solo empeora
En medio de una horrible tormenta, sentada en el suelo de un refugio, una joven loba de cabello castaño y ojos color avellana, intentaba protegerse del frío con una delgada manta mientras observaba como, en una pequeña mesa de madera, su hermano jugaba al ajedrez con un atractivo joven de cabello oscuro y ojos dorados como el sol.Desde que lo había conocido, el tipo le había parecido pedante y sumamente molesto, pues este, se dedicaba a acosarla a diario, sin embargo, en ese momento, el joven no tenía ojos para nadie más, solo para el pequeño que se estremecía con cada trueno que resonaba en la distancia.―Tranquilo, ponte estos ―dijo el joven sacándose unos audífonos bluetooth de su bolsillo ―No sé si te guste el tipo de música que escucho, pero, creo que será mejor que los truenos ――Gracias… ―masculló el niño mientras se colocaba los audífonosSintiendo curiosidad porqué tipo de música escucharía aquel joven presumido, la castaña mantuvo sus ojos clavados en su hermano, el cual, s
Eran alrededor de las ocho de la mañana en la hermosa isla de Arcadia, donde sus habitantes, iban y venían por las calles de los diferentes distritos para cumplir con sus deberes diarios.Al igual que los civiles, en el sagrado palacio de Interlunio, todos sus habitantes habían comenzado a realizar sus tareas desde muy temprano, sobre todo, el ejército imperial, el cual, cumplía con su rutina diaria de entrenamientos y vigilancia, pues, tras el secuestro del rey, esta se había endurecido.Pese a que habían capturado al culpable, el paradero del rey era aún desconocido, por lo que, el palacio, se vigilaba incluso tras sus murallas.Los encargados de aquella tarea, eran los nuevos cadetes, los cuales, eran supervisados por los soldados más experimentados.― ¡Oye! ¡Damián! ―le gritó un joven de tez morena a un joven de cabello oscuro que tenía algunas mechas grises ―Deja de distraerte con las criadas, te meterás en problemas si Aidée te descubre ―― ¿Qué sucede? ¿Acaso te gusta la nueva?
Ante la decepción en los ojos de la mujer, Anna soltó un suave suspiro y negó con la cabeza lentamente.―Podría hacerle frente a Mikaela señora Aidée, pero le recuerdo que su excelencia no estaba muy de acuerdo con mi contratación, así que prefiero no causar problemas… ――Anya ―la llamó la mujer con un tono más suave―De verdad, no quiero causarle problemas señora Aidée ―dijo Anna acercándose a la mujer ―Usted ha sido muy amable conmigo, pero, me temo que, si hago frente a esas chicas, su excelencia podría enojarse con usted ――Oh, no, eso no importa Anya, las amantes de su excelencia son unas estúpidas, creen que teniendo su favor pueden terminar echándote del palacio y quedarse con tu puesto ―gruñó Aidée ―Las muy tontas, han trabajado aquí por años y desde que el joven Zeth volvió, jamás les ha dedicado una sola mirada ――Espere, ¿sus amantes? Pensé que su excelencia tenía una compañera ――Y la tiene, pero a su excelencia no le interesa ―dijo Aidée con decepción ―Prefiere tontear co
«Un mes atrás en Wolfsong»Temprano por la mañana en la manada de Loto de Luna, Anna salía de su armario con una sencilla chaqueta de algodón, la cual, su madre le había sugerido llevar, pues en el avión privado de Alastor, siempre solía hacer mucho frío.Al volver a su habitación, se encontró con Elizabeth, quien justo estaba cerrando una pequeña maleta de viaje, la cual, la propia loba le había llevado la tarde anterior.― ¿Llevas todo? ―preguntó Elizabeth sin mirarla―Sí Eli, llevo toda la ropa que me compraste para hacerme pasar por una omega de clima tropical ―Reprimiendo una risita, Elizabeth apoyó sus dos manos sobre la maleta que acababa de cerrar.― ¡No me hagas reír! ―exclamó ― ¡Sigo furiosa contigo! ―― ¿Podrías guardar tu ira hasta mi regreso? ―le preguntó Anna al mismo tiempo que la obligaba a girarse para poder verla ―Eli, tengo que ir, no puedo dejar a mi padre en manos de ese monstruo, además, es cuestión de tiempo para que venga a buscarme, lo mejor es que nos adelan
El camino hasta el hangar de Adriano fue largo y en silencio, nadie se atrevía a hablar, ni si quiera el joven Ares, quien aún no terminaba de entender la situación, por lo que, de vez en cuando, le echaba miradas a su madre y a su hermana, quien tenía un semblante preocupado. ― ¡Mira Anna! ―exclamó Ares emocionado ―Es el avión del abuelo ―dijo señalando la puerta abierta del hangar ― ¿Te habías subido antes? ―le preguntó Anna con curiosidad ―No, ¿nos sentamos juntos? ―preguntó el cachorro con emoción ―Claro que sí hermanito ―dijo Anna en un susurro antes de mirar a su madre, quien asintió lentamente mientras acariciaba su vientre Iva estaba nerviosa, pues volar en su estado no era la mejor opción, sin embargo, ella no quería perder ni un solo minuto más, pues su vínculo con Alastor se encontraba sumamente débil. Al llegar al hangar, tuvieron que esperar unos pocos minutos para que el piloto terminara de preparar todo lo necesario y confirmara el permiso de aterrizaje en G