MATHÍAS BLANCO

Desesperado, es la palabra que mejor me define en mi situación actual. No sé que hacer de ahora en más. He intentado seguir adelante pero no sé cómo, todo lo que he conocido ya no está, y eso era el trabajo de toda la vida de mis padres y el mío porque no trabajé para nadie más. Fue tanto mi interés en el negocio familiar que solo me he concentrado en eso desde temprana edad y ahora estoy perdido.

Estoy desilusionado de mi mismo, yo debería de haber encontrado otra manera de evitar este desastre; y aunque se que hice cuánto pude y se me ocurrió no fue suficiente. No logro comprender por qué cada estrategia fracasó estrepitosamente pero me gustaría averiguarlo.

Cuando dimos por acabado el negocio y a cada empleado le otorgamos su liquidación con un pequeño bono, que fue todo lo que pudimos hacer a quienes estuvieron con nosotros hasta el final, volví a casa buscando consuelo tal vez. Era aún temprano para que Zoe estuviera en casa pero sorpresivamente ahí estaba sentada elegantemente en el sofá luciendo tan hermosa como siempre.

La miré anonadado con su belleza, jamás me cansaría de verla. Ella me miró y esbozó una casi imperceptible sonrisa antes de llevar la copa de vino a sus labios y volvió a mirar la TV. Fui al sofá con ella y la abracé para después darle un beso en los labios. Me hubiese gustado que ella me consolara como cualquier mujer en su lugar haría, pero eso de parte de alguien tan poco emotiva sería como pedirle peras al Olmo.

No le dije lo ocurrido, ¿Con qué fin? Ella siempre estuvo al tanto de nuestros problemas y jamás nos tendió la mano aún sabiendo que era nuestra única esperanza. Yo comprendía que su inversión era de alto riesgo porque si ella sabía que con lo otorgado por sus padres inicialmente no nos hizo mantenernos en el tiempo, ¿Entonces qué lo haría?

La amo y estoy dispuesto a todo por enamorarla, por hacerla feliz. Intento mantenerme positivo para pronto encontrar trabajo porque ahora pertenezco a la gran cantidad de desempleados del país. No tendría que ser difícil conseguir trabajo en administración en alguna empresa, al menos es lo que creo. Soy excelente en lo que estudié y obtuve buenas notas universitarias, eso tendría que bastar.

Zoe no me permitió volver a tocarla, solo acabé convenciéndola con un masaje porque después nada quiso y aún así pareció disfrutar esa que sería la última vez como despedida.

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He ido a buscar trabajo a muchas empresas pero nadie me ha contratado, aunque hayan tenido vacante el puesto. Llegué al edificio donde vivimos Zoe y yo justo en nuestro aniversario y allí algo ocurre...

-Matt alguien dejó esto para ti- Susana quien está en portería me dejó un sobre con una expresión contrariada

-Gracias Su, eres muy amable- Agradezco y tomo el sobre para ir finalmente a mi apartamento después de un día agotador

Entro y me quito la chaqueta junto a mi bufanda y los guantes. Preparo un café y me siento para mirar aquella correspondencia que me desconcierta y me genera cierta ansiedad.

No doy crédito a lo que veo, en mis manos está la demanda de divorcio. Justo en el peor momento, mi esposa, la única mujer a quien he amado decide abandonarme. Adicional a eso tengo que comunicarme con un abogado para que me diga cómo proceder con esto.

Zoe no llegó a dormir y me quedé solo mirando con nostalgia cada sitio. Intenté llamarla pero no me atendió ni una sola de las veces, iba a rogarle por una oportunidad pero se que no serviría de nada hacer tal cosa. Puse toda mi energía en este matrimonio, hice cuánto pude para que funcionara sin éxito y eso duele y demasiado. La amo con toda mi alma y creo que jamás pudo valorarlo, estoy casi seguro de que jamás le ha importado eso.

Llamé a Christopher y rompí en llanto desesperado, triste y con mil sentimientos encontrados. Se me acumularon muchas situaciones juntas con las que ya no sé cómo hacer para lidiar. ¿Qué debo hacer?

-¿Te pidió el divorcio? Te dije que era una perra sin corazón que jamás iba a amarte, una desgraciada que te abandona sin importar el momento en el que estás ahora mismo- Su voz destila enojo puro, él jamás la soportó a Zoe y aunque quiso abrirme los ojos, yo siempre estuve ciego de amor por ella

-No se que hacer, la llamo y no me contesta. He buscado trabajo, yo sé que ahora soy una carga para ella porque soy un fracasado...- Su gruñido furioso hace que me detenga, así como también unos insultos de los que soy merecedor

-¿En qué momento te volviste tan estúpido? En el mundo real las parejas se apoyan mutuamente, que estés desempleado no le importa a ella, eres quien le hace hasta el aseo, quien le prepara la comida y todo lo demás, ¿Alguna vez ella hizo algo?- Me quedé en silencio sabiendo que tenía razón, pero yo hice todo con gusto porque la amaba

-Pero ella es exitosa, no querría estar con un perdedor como yo por más rica que le prepare la cena- Acabé admitiendo y él solo gritó colérico

-Es una perra sin corazón y te hubiese abandonado así fueras el hijo del presidente, ella nunca te quiso y te lo dejé bien en claro. Te avisé que esto pasaría pero tú como un idiota estaba ciego babeando por el lugar donde ella pisara, me abstengo de decirte lo que pienso. Lo mejor que puedes hacer es divorciarte y ver qué hacer con tu vida de ahora en adelante- No entiendo sus palabras pero se que tiene razón, Christopher siempre intentó que yo comprendiera la naturaleza de mi matrimonio. Teníamos fecha de caducidad desde el primer día y eso no podía ser cambiado, aquí está la verdad que no quise aceptar en un trozo de papel prolijamente redactado

-Tengo que conseguir un abogado- Suelto un suspiro con mi voz quebrada por el llanto

-Déjame ayudarte con eso Bro, tu tranquilo. Ahora intenta tranquilizarte. Llora cuanto puedas y quieras pero cuando sea oficial el divorcio deja todo eso en el pasado. ¿Cómo vas con la búsqueda de trabajo?- Volví a llorar con desesperación

-No pude conseguir, seguro es por la mala fama que me dió lo que pasó con la cadena hotelera- Sequé mis lágrimas que no dejaban de salir totalmente angustiado- No se que hacer Chris, te juro que estoy desesperado, así tuvieran vacantes no me contratan

-Puede ser por lo sucedido o porque tú adorada Zoe esté metida en medio cerrándote las puertas, si es la segunda con el poder que tiene esa perra, dudo que vuelvas a desempeñar tu labor. Ahora te llamará el abogado- Colgó dejándome pensativo y angustiado

No quería pensar que Zoe pudiera haber atentado contra mi de esa manera, no podía creer tal cosa, ella siempre fue tranquila y yo nunca hice algo para dañarla o perjudicarla de alguna forma, ¿Por qué se enseñaría conmigo de esa manera? No lo veía posible.

Así no quisiera considerar lo que Christopher me dijo como una posibilidad tenía que hacerlo. Si Zoe estaba detrás de que no consiguiera empleo, él tenía razón y no podría conseguirlo en ningún lado, ¿Entonces que debía hacer? Ya tengo veintiocho años, una carrera universitaria demora muchos años y no puedo vivir del aire, ¿Que podía hacer?

Lo único que tengo claro es que mi vida cambiará para siempre. Yo ya no soy el mismo que se casó por el bien familiar sin sentir amor, ahora debo enterrar mis sentimientos y comprender que el matrimonio fue en vano hasta en ese sentido porque solo logramos sobrevivir unos pocos años más para acabar arruinados como jamás creímos que podría suceder.