MATTHÍAS BLANCO

Christopher hizo tanto por mi que me es casi imposible pensar en negarle algo, pero exponerme de esa manera no me causa ningún tipo de gracia. No quiero que un salón lleno de desconocidos me vea el culo.

-Podria hasta aceptar otra cosa, pero eso no me hace sentir cómodo- Expresé y Chris comenzó a llorar de risa

-¡Ay Bro! ¿Cómo puedes creer que hablo en serio? Buscaría una mujer para demostrar ese tipo de técnicas, no un macho. El masaje será en espalda y también para demostrar como usar las piedras calientes- Sentí un gran alivio cuando me dijo eso, pero al mencionar las piedras creí que podría quemarme- No imagines estupideces, nadie va a dañarte por Dios, si vas a dedicarte a esto o al menos a estudiarlo tienes que dejar de impresionarte por todo y mirar con horror

-Está bien, no sé nada de esto más que un poco que le hacía a Zoe para...- Me callé antes de terminar la frase pero él se rió

-Así que a la perra esa le gustaban los masajes, quien lo hubiera imaginado. Có