Hola chicas, ¿Cómo están? Aquí les dejo el primer capítulo del día, espero que les guste. ¿Matthias y Ariadna encerrados lograrán soportarse o acabarán matándose?
MATTHÍAS BLANCOAriadna me miraba fijamente y yo a ella. No había puertas adicionales a la que Christopher había cerrado y eso nos unía a menos que él decidiera liberarnos antes. La ví intentar abrir la ventana para salir por allí y no estábamos en el primer piso, ¿Planeaba matarse? Era hasta absurdo pensar en eso antes que hablar conmigo.-¡Basta ya!- Exclamé dándole un poco de miedo aunque lo único que quería era que hablemos y poder salir de aquí- Hablemos así salimos antes-Yo no quiero hablar contigo, te odio. Desde el cumpleaños de Azul por verte allí y por ser un idiota que no mira por dónde camina me persigue la desgracia y odio eso. Antes...- Guarda silencio y sus manos se cierran formando puños. Así hable sigo sin comprenderla-Esa noche me dijiste que te hice ganar dinero y además de eso acabé pagando más de lo que valían tus zapatos, ¿Qué hice mal?- Cuestiono con rabia, no tenía razones para odiarme allí ni las tiene ahora, no le hice nada-No pienso compartir mi vida ni lo
ARIADNA FALCONIEsperaba que mi vida no tuviera mejorías en cuanto al masaje que había tenido. No podía ser ese idiota quien trajera la buena suerte para mí, me negaba a aceptarlo, era imposible. Matthías Blanco no había traído a mi vida más que oscuridad y yo no quiero tener ningún tipo de relación con quién me recuerde de algún modo a lo que sufrí en el pasado, necesito dejar todo el dolor atrás. Llega el lunes y creí que solo tendría dos turnos, pero al estar quitándome el uniforme mi puerta es abierta y en mi campo de visión aparece Liliana.-¿Puedes hacer más turnos? Padre e hijo quieren una sesión de masajes, les dije que te preguntaría cuando terminaras si podías atenderlos sin turno- Me muerdo el labio inferior sabiendo que tengo un trato con Christopher y que si la prosperidad continúa, tendré que seguir atendiéndome con ese idiota solo por no fallarle-Dame cinco minutos y dile que pase a uno de ellos- Pido y ella sale del consultorio dejando que vuelva a vestirme Estoy f
MATTHÍAS BLANCOInexplicablemente la besé y no una, sino que dos veces. No dominé el impulso que sentí, aunque ella reaccionó peor que Zoe cuando intentaba darle cariño. Tal vez por su rechazo fue que decidí hacer tal cosa, no lo sé en realidad. Chris me llamó ese mismo día y no entendí por qué lo hizo. Tenía miedo de que él pudiera quejarse por lo ocurrido, no quería traerle más inconvenientes y sentía que lo único que había recibido de mi fueron problemas. -Te acariciaron rudo amigo, las masajistas tienen la mano pesada eh- Comentó riéndose y ahí me di cuenta de que tenía la mejilla marcada- ¿Que sucedió? Puedes decirme-Discutimos, lo normal. La ayudé a ahuyentar a un pretendiente y acabé besándola- Miré su reacción y solo se rió- ¿No dirás nada?-Si, sabía que pasaría. Espero que no la lastimes porque me olvidaré de quien eres si la haces sufrir- Me advirtió -Lo hice dos veces y ella ni siquiera me gusta- Lo peor es que no me arrepiento más allá de toda la hostilidad que ella po
MATTHÍAS BLANCOLa veo por primera vez así, con un sostén blanco que le queda demasiado sexy para su propio bien y con la falda que se le subió un poco. -¿Quién te dijo que hagas eso?- Reclama y la relajación que sentía parece haberla abandonado por completo-Christopher, ¿No lo recuerdas? Lindo sostén, creo que lamento habértelo abrochado- Me mira y se voltea gritando al darse cuenta de como la ví -Eres un idiota, quiero mi blusa- La sostengo en mi mano y hago que ella voltee para poder tomarla si es que lo desea- ¿No puedes ponerte bien tu camisa? -Acuéstate y déjame terminar. Tengo calor, tampoco es que me falte el pantalón, no exageres- Lo que menos quiere ella es acostarse pero de todas formas lo haceRetomo lo que estaba haciendo subiendo con cuidado su falda, pero ella no deja de tocarse queriendo saber hasta donde llega la tela que cubre su trasero. -¿Puedes relajarte? Si no la subo va a mancharse, ¿A qué le tienes tanto miedo?- Se queda quieta y me deja trabajar tranquilo
ARIADNA FALCONITodo lo que sucedió estuvo mal, no tengo dudas de eso. Cuando Matthías me besó aquel día debió ser el indicativo suficiente para tomar distancia así eso significara faltar al cumpleaños de Christopher. Asistir al festejo y beber alcohol, así como obedecer a Azul en cuanto a como vestir para salir de mi look casual fue otro error. Aceptar después el masaje por el trato que tengo con Chris fue el mayor de los errores que pude cometer. Toda la tensión acumulada desde el lunes se tradujo en nudos para mi pobre espalda. En la espalda sentí algunos dolores, por lo que relajarme me costó un poco. Lo malo fue cuando el masaje se trasladó a mis piernas y pies. Comencé a sentir placer allí y aunque quise terminar el masaje poniéndome de pie, volví a aceptar acostarme en la camilla. Dejé de pensar en quien estaba haciéndome el masaje y comencé a disfrutar, pero no llegaba al orgasmo así, aunque excitarme por algo así era nuevo. Cuando me levanté porque el turno acabó lo hice re
MATTHÍAS BLANCOCreí que todo saldría mejor con Ariadna, que tal vez me perdonaría por mi pobre desempeño, pero ahora ella no quiere repetir, se niega a hacerlo. Me dijo que nada volverá a suceder entre los dos, aunque para mí desgracia yo ahora solo quiero repetir. Sus expresiones de placer al comenzar lo que hicimos no creo que pueda olvidarlas, así como tampoco lo que sentí cuando terminábamos juntos. La besé y ella me apartó. Me dijo que lo sucedido fue por diferentes causantes, como por ejemplo el alcohol, pero teníamos química juntos, más de la que tuve en algún momento con Zoe. No hay punto de comparación. Cuando estaba con mi ex esposa debía de hacer de todo para que ella aceptara, pero el último tiempo ni con eso era suficiente. Ella fingía muchas veces, pero Ariadna no lo hizo. Asegure que tendré una oportunidad de hacerla sentir bien, de tocarla y besarla como debe de ser para darle más placer, pero ella no lo cree posible ni lo desea. Tendré que convencerla y eso no cre
ARIADNA FALCONIMe he mantenido lejos de Matthías con éxito, evitándolo tanto como he podido. Me aterra la posibilidad de que él se ilusione y obsesione con algo que jamás sucederá. Jamás tendría una relación de amigos con derechos, ¡El no es ni siquiera amigo mío! Jamás supe de un hombre que pidiera una oportunidad para demostrar algo en la cama, ¿Siempre fueron así? Tal vez no lo sé porque yo no viví mucho, el único hombre con quién estuve antes de Matthías fue mi esposo y todo salió tan mal que estoy segura de no querer tener otra relación en la vida. Llegó el día sábado y debí ir al apartamento de Christopher. Me había negado por más de semana y media siempre inventando excusas distintas, pero ya se me habían agotado. Mis turnos se habían incrementado así odiara aceptarlo, pero nuevamente habían empezado a ser menos. Llegué al apartamento y allí ví que estaba Matthías, algo que no me sorprendió en absoluto. Su mirada me escaneó por completo y me incomodó demasiado. Él me había v
ARIADNA FALCONIEstuve pasando por tanto estrés que mis dolores de espalda se hacían presentes en mi día a día, además de que he trabajado demasiado y por eso estaba un poco fatigada también. -Todo este estrés, ¿Es por mi?- Me preguntó habiendo pasado algunos minutos del inicio de la sesión-Un poco, eres bastante insistente y no quiero tenerte demasiado cerca... Ay- Me quejé cuando tocó un nudo con un poco de fuerza -Lo siento, no quiero hacerte doler. ¿Estabas nerviosa por lo que pudieras sufrir en ésta sesión o por ser yo tu masajista?- Lo mejor sería adjudicarle todo al dolor, pero era lo que menos me preocupaba -Sabía que me dolería lo suficiente, pero es más por lo que pasó. Has invadido mi privacidad en cada oportunidad que has tenido y no me siento cómoda con eso. Además por tu reputación como masajista es... extraña- Le respondí con sinceridad, aunque omitiendo que me da miedo acabar siendo como sus otras pacientes -No le diría a nadie lo que sucediera en las sesiones. Ad