Van pasando los días, me voy sintiendo mejor, gracias a la preocupación de quienes me rodean y del apoyo que ha significado el doctor Echaurren. Había encontrado una psiquiatra experta en depresiones, quien ofrece terapias convencionales y alternativas, su programa incluía una excursión a las termas de Puyehue, pero mi pequeña puso el grito en el cielo y dijo que tenía otra recomendación.
Así es como llegué a este magnífico doctor, quien me ha ayudado a desentrañar los sentimientos acumulados desde mi niñez hasta ahora. Me obligó a conectar a mi niño interior, argumentando que me salté esa etapa, junto a la adolescencia, todo para cuidar a mis hermanos asumiendo un rol que no correspondía.
Esa falsa paternidad, como le gusta a él decirle
Vamos de camino al departamento que Daniela comparte con sus amigos, ha decidido cambiarse y acompañarme al lugar que yo quiera. Queda muy cerca del hospital, así que nos tardamos apenas cinco minutos.-Vamos, acompáñame. Seguramente no hay nadie, Max entraba al turno ahora y su novia se fue a casa de sus padres, porque no le gusta estar aquí sin él – pone en blanco sus ojos y se ríe -.La acompaño al interior del edificio, saluda al conserje y le muestra las llaves, el señor asiente y vuelve a ver la televisión.-Alguien deja muy seguido sus llaves en casa – se gira y me saca la lengua -. Ya haré algo con esa lengua.Llama el ascensor, mientras esperamos la abrazo por detrás,
Luego de otra provechosa sesión con mi psiquiatra, en donde nos hemos enfocado en el futuro, me ha animado a que vaya lo antes posible a la casa que me pertenece, a aquella que dejé escapando de la soledad: mi hogar adoptivo.Me dijo que no fuera solo, pero en estos momentos no tengo nadie para hacerlo, Daniela está de turno, Magaly fue de viaje al sur con Francisco y José sigue en Graneros.De la consulto voy con rumbo directo a mi casa, porque es mía. Al igual que mi fortuna.“-¿Te das cuenta ahora que, dañaste personas por dinero y ya lo tenías?”Esa fue la pregunta de mi doctor y me dejó en silencio.“-Quería reunir y
Abro los ojos rodeado de mis hermanos y mi mujer, mi pequeño ángel tiene en sus manos un pastel con velas que delatan mi nueva edad: 35 años.Recibo una canción desafinada, bueno, de mis hermanos porque ella canta muy bien. Al terminar, Daniela se sienta a mi lado y me acerca el pastel.-Ahora, mi amor, un deseo – la miro con intensidad, por primera vez en catorce años pido un deseo de cumpleaños. Deseo que pueda hacerla feliz hasta el final de nuestras vidas y más allá. Soplo la vela y mis hermanos aplauden -.-Estás viejo, hermanito – me dice José-.-A ti no te falta mucho para llegar a los treinta, no me molestes.-¿Qué se sient
Vamos con la abogada rumbo a la empresa de mis padres. Estoy nervioso, por más que Daniela se ofreció a venir conmigo no se lo permití, ya que su carrera está primero. Además, lo último que quisiera es que viera al Marco agresivo.Al llegar vemos un lujoso Mercedes Benz de color rojo en la entrada, la rabia comienza a crecer, dejando de lado los nervios iniciales.-¿Estás preparado?-Por supuesto, desde que supe él era el responsable.-Entonces, vamos.Bajamos del coche, me he puesto mi mejor traje para esta ocasión y he traído para el momento al Marco desgraciado, ese que muchas veces fue visto con odio por lo implacable.<
Luego de dos semanas ordenando papeles, revisando estados de cuentas y todo lo necesario para levantar Imprenta Russo, he quedado claro con todo lo que debemos hacer.Primero, debo inyectar una gran cantidad de dinero para diversificar los servicios, realizar mantención a maquinaria, cambiar otras y mejorar detalles en la infraestructura.Lo primero, fue buscar personal nuevo, porque hasta la gente encargada del aseo perdía el tiempo. Genaro era permisivo, holgazán y un ratero. Pero, entre todos los documentos, encontré que le Mercedes era propiedad de la empresa, lo vendí y con ese dinero pagué parte de las cuotas restantes.Claudia se había convertido en un gran apoyo, ella era la encargada de la contabilidad, así que no dudé apoyarme en ella para hace
Termino de leer la segunda carpeta de antecedentes de la empresa, de un total de quince.He decidido estudiar la empresa desde el año que murió mi padre hasta la fecha, de esa manera, a través de los números, puedo ver cómo la manejaba mi padre y qué tanto desastre provocó Genaro.Veo la hora, salgo disparado de la silla, tengo media hora de retraso en mis planes de hoy. Afortunadamente, me encuentro en mi casa, mi hogar, del despacho de mi padre corro hasta mi habitación, que era la de mis padres.Había dejado todo listo, por lo que me meto a la ducha con premura. Salgo sin cubrirme con la toalla, no es necesario porque vivo solo. Me seco y me visto. Estoy preocupado porque tengo el tiempo justo para ir a buscar a mi mujer, cuando suena mi teléfono, veo que es ella.-Amor – se oye agitada-. Perdona, pero hubo una emergencia de último momento y me asignaron atenderla, reci&
Luego de disfrutar el postre y de un par de bailes más, nos retiramos del restaurante. Ya en el auto, la veo bostezar.-Estás muy cansada, mi amor, te llevo ahora al departamento.-No, no quiero que termine así, llévame a otro lugar, quiero estar contigo al menos hasta el lunes por la mañana, cuando tengamos que ir a trabajar.-Lo que desees… te llevaré a conocer mi casa, nuestro hogar.Con su sonrisa como aprobación, salimos con rumbo hasta allá. En el trayecto hablamos de lo que le falta para terminar su carrera y de los planes que tiene de estudiar medicina, en el caso de que la universidad la deje convalidar todas las asignaturas de enfermería que se pueda. Estoy muy concentrado en el nuevo plan de acción para empresa, debo revisar muy bien el rol de cada uno en esta nueva etapa.Siempre me vi bajo el alero de un jefe que me dijera lo que debía hacer, pero ahora yo era el jefe y dueño de todo, por lo que estaba en mis manos ordenar y disponer lo necesario para levantar esto, porque si de algo estaba seguro es que ni de loco cerraba la empresa.Estaba en eso cuando llaman a mi puerta, sin levantar el rostro indico que pasen. Alguien se aclara la garganta, levanto la vista y veo a Claudia.-Hola, perdona la interrupción, traigo lo que me pediste. Una lista de personas que pueden asesorarte.-Gracias, deja la información en mi escritorio, por favor – vuelvo a lo mío, hace lCapítulo 41: En el escritorio