Ese día

Yo era una joven de 17 años, recuerdo que en ese entonces fue cuando mis padres me informaron acerca de mi compromiso con Mike, el hijo de sus amigos y socios más cercanos.

Quise oponerme pero me pidieron que le diera una oportunidad a la relación, acepte asistir a la cena donde nos conoceríamos y aunque no lo admití quedé encantada. El era alto, rubio y con ojos azules piel clara, en lo que se refiere a su personalidad era muy expresivo, amable y divertido.

Mis padres y los suyos eran amigos pero se habían distanciado por qué vivían muy lejos, la familia de el decidió que mudarse era lo mejor así que también asistiría a mi universidad.

No nos amamos desde un principio eso está claro, pero había atracción entre ambos además de respeto, nos saludamos e incluso logros sostener conversaciones fluidas.

Toda la convivencia hizo que comenzara a verlo de manera romántica y decidimos probar una relación de verdad puedo decir que no me arrepiento en lo absoluto.

Recordaba como al principio cuando habíamos acordado una amistad para hacer todo más llevadero, yo comenzaba a querer un poco más.

El siempre se portaba tan cariñoso y amable conmigo yo creí que podía ser una señal del cielo pero no tarde en darme cuenta que era el mismo trato que le daba a todos, por lo que concluí que para el no era más que su prometida y amiga.

Se rumoreaba que una compañera y el tenían una conección especial por lo que en ese momento me sentí muy dolida había comenzado a creer que ellos estaban enamorados, decidí alejarme un poco de Mike.

No iba a intentar llamar su atención, era lo más bajo según mi punto de vista, además de que ellos parecían tener algo especial, tal vez fueran una pareja en secreto y entre mis planes no estaba meterse con alguien que ya tenía una pareja.

Decidí dejarlo como mi amor imposible, por qué entre tantas pláticas y acuerdos decidimos que cuando fuéramos mayores y si no nos sentíamos cómodos cancelaríamos el compromiso.

De lo peor que me había enterado es que esa compañera era nada más y nada menos que mi amiga Karen, ella era el interés amoroso de Mike, ambos estudiaban arquitectura y yo derecho por lo que no compartíamos facultad era obvio que ellos se frecuentaban más seguido entre si.

Karen y Mike eran muy unidos, por eso era aún más complicado para mí ya que yo había sido testigo de esa conexión entre ellos me sentí muy feliz cuando me enteré de que Mike no tenía novia, sin embargo, hubiera sido mejor que la tuviera.

¿Qué era peor?

El chico que te gusta tiene novia o que tu amiga es como la novia del chico que te gusta.

Fue poco tiempo después de que Mike y yo hablamos cuando entendí que ellos no se miraban de manera romántica, si no que eran mejores amigos, poco después comenzamos a salir de verdad.

Estaba sorprendida jamás en los 5 años de relación que teníamos había  tratado mal ni mucho menos golpeado a Mike, él  me dio una mirada de sorpresa, sin pensarlo mucho subió a la habitación conmigo siguiéndolo mientras le pedía disculpas.

El no me escuchaba solo hizo una maleta con sus cosas y tomo su chaqueta para comenzar el camino hacia la salida de la casa.

Estábamos discutiendo por  una estupidez, algo que realmente no era la verdadera razón, todo era una mala racha, el no había llegado a dormir varias noches, no llamaba para avisar yo me moleste mucho y en venganza hice lo mismo demasiados intentos de charla de reconciliación terminaron en un montón de peleas, ambos estábamos pasando por un mal momento.

El detonante de todo fue que salimos a una fiesta donde nos reencontramos con viejos amigos y uno de ellos me dio un abrazo de inapropiado al cuál yo no me negué con la intención de molestar a Mike, después de todo yo había presenciado como el había recibido un beso en los labios de una zorra.

- Ya te pedí disculpas, perdi la razón por un momento - Le dije mientras el agarraba sus cosas con fuerza y brusquedad metiendolas en su maleta.

- ¿Por un momento?, Tu no tienes razón - Dijo con burla yo cerré los ojos soportando el insulto.

- Hablemos de esto porfavor, hay que aclarar las cosas, no te vas de casa solo por qué algo no te gusta - El rodó los ojos.

- ¡Estoy cansado Mariam, no discutiré con una mocosa berrinchuda que no acepta un no por respuesta! - Ya había comenzado a gritar lo cual me alteró más.

- ¡¿Ahora solo huiras como un como un cobarde?! - Le grito de vuelta y con coraje, lo sigo por las escaleras que ya comenzó a bajar.

- ¡Tal vez, Mariam, me iré a casa de Jonathan hasta que te calmes! - Se calmó un momento volteando a verme - Aunque tal vez no te sientas sola, después de todo puedes llamar al idiota que te abrazo - Lo miro herida.

- Entonces si alguien te besa ¿No debo hacer nada?, Tengo que soportarlo para que no pienses mal de mi, ¡Eres un imbécil, un idiota! - Le grito al borde de llorar.

- Cariño, entiendelo, ¡No la conozco! - Me aclara sosteniendo mis brazos.

- ¿Como tienes el descaro de reclamarme un abrazo?, Si tú justificas un beso - El suspira mientras se pone rojo.

- Mariam, ya basta, estás muy alterada, me iré para que descanses y decidas lo que creas correcto,..... Te amo - Salió de la casa.

Lo último sonó muy desolador como una despedida. Terminé por perder el poco autocontrol que había en mi y la desesperación se apoderó de mí.

- ¡Espera!, No puedes irte - Tome uno de sus brazos comenzando a llorar.

El simplemente negó con la cabeza, me dio un beso en la frente y comenzó a caminar al auto.

- No me ignores - Pedí mientras el subía al auto pero solo arranco - ¡Ojalá no regreses nunca! - Le grite presa de la ira.

Regrese a la casa furiosa pero a la hora de su partida entendí que tal vez si necesitábamos un respiro aunque fuera complicado.

Pero no podía sentirme tranquila, tenia un mal presentimiento.

Tres horas después, ya me había calmado por completo mis ideas estaban claras al igual que mis palabras, yo esperaría hasta mañana para hablar con Mike y pedirle que regresara a la casa.

Su teléfono se prendió y comenzó a sonar, lo tomo y contesto la llamada entrante.

Llamada:

Jonathan - Mariam, ¿Estás sentada? - Su tono de preocupación y su voz cortada me pusieron ansiosa al instante.

Mariam - Si porque? - Le conteste con nada de seguridad y muy asustada.

Jonathan - Bien, tranquilizate y escucha, Mike tuvo un accidente y está internado en el hospital. - Me informa de manera rápida, ignorando su petición me altero.

Mariam - ¡Voy para allá! - Le grito mientras busco papeles y mi bolso.

Colgué y comence a vestirme para ir al hospital, ¿Por qué a el?, Ojalá no esté muy grave, son los pensamientos que rondan en mi cabeza, ya es muy tarde por lo que tuve que quitarme la pijama y ponerme algo decente pero no muy pensado.

Al llegar al hospital pedí informes y me dejaron pasar a un pasillo con varias habitaciones, frente a la suya en los asientos estaba Jonathan.

- ¿Que paso?, ¿No estaba contigo? - Le pregunto desesperada, el solo niega, en ese momento entran sus padres y los míos.

- ¿Cómo está? - Pregunta mi suegra bastante alterada .

- Fue un accidente muy grave lo están operando - Responde Jonathan denotando lo afligido que se encuentra.

Nos quedamos ahí por varias horas hasta que el médico apareció y preguntó por los familiares.

- Soy su esposa - El medico asiente y comienza a hablar.

- Lamento tener que darles está noticia, verán el se fracturó unas costillas y el brazo -

- ¿Entonces estará bien verdad? - El médico mira a mi madre y después al suelo.

- Perdió mucha sangre y se dio un golpe muy fuerte en la cabeza, detuvimos la hemorragia pero su cerebro está muy hinchado, tuvimos que inducirlo a un coma, será una semana en cuidados intensivos para ver cómo reacciona - El se marcha y yo comienzo a llorar .

Horas después me dejaron pasar a una visita, tenía que ser muy corta, al entrar y verlo inconciente y conectado a todos esos cables y tubos mi corazón se estrujó, tomé fuerzas y camine hacia el.

- Hola cariño, mira lo que te pasó, tienes que ponerte bien, tu eres un hombre muy fuerte y vital, así que recupérate pronto por favor - Le hablo acariciando su pelo.

Tuve derecho a muy pocas visitas y todas muy cortas, a los dos días tuvo un paro respiratorio, seguido de otro al día siguiente, del cual ya no se recuperó, el doctor nos entregó el horrible resultado de muerte cerebral.

Lo vi ahí tendido yo veía como respiraba, escuchaba su corazón, pero el doctor me repetía que ya no despertaría.

Fue muy difícil pero entre todos y con muchos desacuerdos tomamos la decisión de desconectarlo, sabíamos que no era digno retenerlo de esa manera.

Es así como finalmente lo tuve que dejar ir, yo no había podido recuperarme y menos cuando había escuchado su corazón detenerse, su respiración disminuir hasta detenerse y me atormentaba saber que yo lo permití.

Pero pese a eso sabía que había hecho lo correcto, siento que es la decisión que el hubiera tomado.

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