Apenas salga el sol
Apenas salga el sol
Por: Danimiraly
A su lado

Me despierto perezosamente por los fuertes rayos del sol maldigo por no haber cerrado las cortinas, desde mi ventana la vista es hermosa, este día se ve encantador ya que promete un buen clima.

Siento unos fuertes y cálidos brazos uno alrededor de mi pecho y otro en mi cintura, una pierna masculina sobre las mías, inmediatamente reconozco ese varonil cuerpo.

Mi esposo Mike, como puedo me volteo, ya que le estaba dando la espalda, veo sus largas y tupidas pestañas, sus labios entre abiertos remarcando su respiración tranquila y pausada, una imagen que guardaré en mi memoria por siempre.

Con las yemas de mis dedos toco su rostro, me doy el tiempo de detallarlo, no hay prisa, no tengo que trabajar, no pienso levantarme temprano.

Con todo el amor y alegría que hay en mi corazón, beso delicadamente sus suaves labios, un beso que no lleva pasión, solo amor.

Antes de separarme el me toma de la nuca y me acerca para volver a besarme, yo gustosa correspondo y el en medio de los cortos besos sonríe, me suelta yo me alejo solo un poco para apreciar esa hermosura de sonrisa mañanera adormilada que tiene.

- Buenos días amor, alguien amaneció cariñosa - Todavía permanece con los ojos cerrados y su voz está ronca

- Buenos días y sip, acostúmbrate que será más seguido - Digo en tono de amenaza el sonrie

- De acuerdo, la idea me complace, por cierto ¿Que hora es? - Apenas abre los ojos es como un niño siempre le ha costado levantarse.

Me fijo en el reloj de la cómoda.

- Las 9:37 - El abre los ojos sentándose rápidamente en la cama trata de enfocar todo.

- ¡Diablos!, Es muy tarde y mi entrada es a las 8:00 - Me siento justo detrás de él, lo abrazo recargando mi cara en su espalda.

- Cariño, no vayas a trabajar, hay que quedarnos todo el día juntos de todos modos no hay muchas opciones ya es tarde, además eres el jefe tómate el día libre - El suspira dándose por vencido y se recarga un poco en mi.

- Solo por hoy, no es tan fácil sabes que hay mucho trabajo, dejando eso de lado ¿Te sientes bien? - El toca mi frente con su mano depositando un beso en mi mano, se da la vuelta para verme de frente.

- Si claro, ¿Me veo mal? - El niega

- Te noto muy extraña, muy cariñosa - Me encojo de hombros.

- Es porque me di cuenta de que era muy fría contigo, trataré de no serlo - El me mira sorprendido pero después niega.

- Eso es lo que nos hacía la pareja perfecta, para que una relación triunfe debe de haber un loco enamorado y un serio centrado, yo tengo el papel del loco y no pienso cambiarlo - Me aclara cruzándose de brazos.

- Eres un tonto - Le doy un golpe con mi puño en se brazo y el se queja.

- De acuerdo, no hay problema, me podría acostumbrar a esta nueva tu, solo que sin violencia por favor - Me río mientras me levanto de la cama.

El asintió y nos duchamos juntos, como cuando éramos novios, el me talló el  cabello diciendo que era muy bonito.

- Si tuviéramos una niña me encantaría que tuviera tu cabello es muy suave - Afirma terminando su tarea.

- A mi me gustaría que tuviera el tuyo la verdad - El hace una mueca pero no agrega nada más.

Después de esa plática dejamos el asunto del bebé y conversamos de una y mil cosas más.

Bajamos a la cocina, ambos preparamos el desayuno, yo prepare el café y tostadas y el los huevos con tocino, definitivamente estaba siendo uno de mis mejores días, de esos que no haces más que descansar, extrañamente no me quería despegar de el.

No entendía por qué es como si su tiempo fuera contado.

Comimos y preparamos muchas botanas, constantemente cambiamos de canal , pasábamos de película a serie sin decidirnos por cuál ver.

Me recordó a cuando empezamos nuestra relación hace cinco años, se trataba de un matrimonio de conveniencia, siempre hubo respeto pero no amor.

Al principio había mucha fricción entre ambos pero con el tiempo nos dimos la oportunidad de conocernos y cuando nuestra relación avanzo gradualmente decidimos darnos oportunidad como pareja y es lo mejor que pudimos hacer.

El era cariñoso, amable, honesto, atento, divertido, responsable y respetuoso, una persona extrovertida y extraordinaria.

El chico ideal.

Yo era seria, responsable, cariñosa, pero me clasificaba más como una persona introvertida.

Tal como el dijo, polos opuestos.

Nos dedicamos a ver películas, descubriendo que podíamos terminar un serie en 4 horas.

Cambiamos de posición muchas veces, yo recostada sobre su pecho, el sobre el mío, su cabeza en mis muslos, la mía en los suyos, cabezas apoyadas, yo sobre el, el sobre mi, está última es la que teníamos ahora.

Sin darnos cuenta el tiempo pasó extremadamente rápido, comenzé a sentirme muy preocupada y triste, una ansiedad horrible me revolvía el estómago, definitivamente no me sentía bien no podía permanecer quieta, el reloj de pared indicaba las 11:40 de la noche, el parecía cansado, luchaba por mantener los ojos abiertos pero no me decía nada, recuerdos y deja vú llegaron a mi mente entendiendo todo.

Comenzé a sollozar, cuando el me escucho me miro extrañado acaricio mi mejilla que ya tenía lágrimas me sonrió cansadamente, negué con la cabeza no quería que se preocupara, me acerque a él cambiando de posición nuevamente su cabeza en mis muslos, me incline hacia el.

Acaricié su pelo y repartí tantos besos como me fue posible, quería que la textura de su sedoso cabello quedará en mi memoria, su exquisito aroma, su voz, tenía que se aprovechar el este poco tiempo.

El comenzó a dormitar, pero aún así hablo.

- Lo siento mi amor, estoy muy cansado, no puedo más creo que nuestro día de descanso termina aquí - Yo asiento aceptando sus palabras es inútil retenerlo.

- Tranquilo ya tendremos más días así, no te preocupes solo duerme, duérmete cielo - El solo levanto su pulgar segundos antes de caer dormido.

La ansiedad que sentí se esfumó de la nada dejando un vacío horrible, llore desconsoladamente, no podía respirar bien, mi vista estaba nublada por las lágrimas.

Lo que profundizó mi llanto es que el no se despertó.

Por la ventana comenzaba a asomarse el sol, entre sueños el sonrió y yo sentí que mi mundo se acababa, pero al menos el estaba tranquilo, estaba descansando.

Me incline hacia el y le di un beso en la frente un rato de sol que se colo a través de la ventana toco su mejilla iluminandola.

El comenzó a desvanecerse y sin que quisiera aceptarlo en cuestión de segundos Mike dejo de existir, destrozada lanzo un grito desgarrador.

El dolor que sentí en ese momento fue tan fuerte que logro hacer que saliera de mi sueño, me desperté agitada al mirar la ventana note que los rayos del sol estaban entrando por la ventana, el día prometía un buen clima.

Con mucho temor, me di la vuelta sin encontrar nada, estaba vacío. Comencé a sollozar, alce la mano y tome un portarretratos con la foto de un rubio risueño, mi Mike.

Lloro tanto como pude, las lágrimas calientes comenzaban a doler enis ojos ya irritados, abrazando la foto me hice bolita no era tan fuerte y esto me estaba matando.

Su amiga entró a la recámara mirándola afligidamente, por más que lo intentará su amiga no salía de esa depresión.

Mariam hace 2 meses odiaba el sol, vivía más en sus sueños que en su vida real, no podía seguir así, toda la familia y los amigos cercanos estaban preocupados pues Mariam incluso ella sabia que tenía que seguir con su vida, pero no podía.

Negándose a aceptar la cruda realidad en la que Mike su esposo y amor de su vida habia muerto, decidió encerrarse en un mundo de sueños que a decir verdad eran más recuerdos que sueños.

Literalmente Mariam vivía de recuerdos, este círculo la desgastaba emocionalmente aún más de lo que ya estaba pero para ella no importaba todo el dolor si tenía la seguridad de volver a verlo.

De despertar a su lado.

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