24

Oh, Dios, lo había hecho. Lo había dicho. Se tapó los oídos, como si así fuera a cubrir el ruido ensordecedor de su propio corazón. ¿Qué pasaría ahora? ¿Ayudaría esto en algo a su hermana? Oh, ¿por qué sus padres eran tan cerrados de mente y corazón?

No escuchó más gritos abajo. Su padre había dejado de bramar, y al parecer, también Mary había perdido las ganas de seguir gritando. Abrió con mucho cuidado la puerta y se asomó por las escaleras a ver qué estaba sucediendo, y entonces oyó la pausada voz de Richard.

—Me casaré con ella, por supuesto —decía él, y eso le extrañó. Recordaba muy bien que había sido su padre quien impusiera el matrimonio. Ahora no lo harían por imposición, sino porque él mismo lo proponía.

No hab&ia

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo