Después de esa noche, decidí retomar mi trabajo como doctora en el hospital. A pesar de la difícil situación que enfrentaba al tener a Daniel como jefe, sabía que no podía dejar que eso me detuviera en mi carrera.Llegué al hospital al día siguiente, tratando de prepararme mentalmente para encontrarme nuevamente con Daniel. Entré a mi oficina y me encontré con Vanessa, quien lucía un brillo de satisfacción en su rostro.- ¡Angie! Qué sorpresa verte por aquí -dijo Vanessa con una sonrisa forzada.- Hola Vanessa, ¿qué haces aquí? -pregunté, intentando mantener la calma.- Ah, bueno, resulta que Daniel me ofreció el puesto de jefa de urgencias en tu ausencia. Parece que confía más en mí que en ti -respondió con una mirada desafiante.No pude evitar sentir una punzada de ira ese era el puesto que deseaba conseguir desde años atras, pero me recordé a mí misma que no permitiría que nadie me hundiera.- Bueno, felicidades por tu ascenso -dije con una sonrisa sarcástica-. Espero que puedas ma
Al día siguiente, llegué al hospital con energía renovada y lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en mi camino. Al entrar a mi oficina, me encontré con una sorpresa inesperada. Mi colega y amigo cercano, Pedro, estaba parado frente a mi escritorio.—Angie, ¡qué bueno verte! -exclamó Pedro con entusiasmo—Tenía que venir a visitar a mi amiga valiente y ver cómo estás.Sonreí ampliamente al verlo y me acerqué para abrazarlo.—Pedro, me alegra tanto verte. Significa mucho para mí tener a alguien como tú a mi lado en momentos como estos -le dije sincera.Pedro era alguien en quien siempre confiaba y me brindaba apoyo incondicional. Era reconfortante saber que no estaba sola en esta lucha.—Escucha, Angie -dijo Pedro en tono serio mientras se sentaba en una silla frente a mi escritorio—he oído rumores de que Daniel y Vanessa están planeando algo en contra tuya.Mi corazón se aceleró ante esta noticia y mi mente comenzó a divagar. ¿Qué estarían tramando? No tenía idea de
Mi colega, Tom, y yo estábamos decididos a descubrir qué había detrás de la extraña presencia de aquellos hombres misteriosos en la habitación de uno de los pacientes.—Angie, hemos estado observando a esos hombres durante semanas, pero no hemos encontrado ninguna pista sólida. Necesitamos descubrir qué ocultan —pronunció Tom.—Tienes razón, Tom. Algo no está bien. No se apartan ni un segundo de la habitación de Freddy. Debemos investigar más a fondo.Después de semanas de monitoreo, finalmente encontramos una pista relevante. Los hombres parecían no apartarse de la habitación de Freddy Sauzza, impidiendo que cualquier persona se acercara. Algo no estaba bien y era nuestro deber averiguarlo.Días después nos reunimos en secreto en mi consultorio y compartí con Tom lo que había descubierto.—Tom, he estado investigando y encontré registros de que Freddy tiene antecedentes criminales. Parece que estaba involucrado en actividades ilegales. Quizás estos hombres misteriosos estén relaciona
"Debo enfocarme en mi trabajo y descubrir qué está sucediendo", solo pensaba. "No sé qué me pasa, pero mis pensamientos están muy locos hoy".Sacudí rápidamente la cabeza para alejar esos pensamientos. Esta no era la hora ni el lugar para dejarme llevar por fantasías inapropiadas. Continué con mi trabajo, haciéndolo lo más profesionalmente posible. No podía permitir que mis emociones interfirieran con mi deber como médica.Una vez terminado el baño, volví a vestir a Freddy con la bata del hospital. No podía evitar que mi mirada se deslizara nuevamente por su cuerpo, quedando atrapada en su rostro tranquilo. Aunque no podía despertarse para agradecerme, sentí que, de alguna manera, estaba conectada con él.—Espero que estés bien, Freddy. Haré todo lo posible para descubrir quiénes son esos hombres y por qué te están protegiendo tanto —pronuncié.Al terminar mi turno, salí de la habitación de Freddy con una sensación de intriga y excitación que no podía ignorar. Había descubierto más de
Con la ayuda de Vanessa, llegué a la enfermería y me recosté en una camilla.Mi cabeza palpitaba y sentía un fuerte dolor en el pecho. La realidad de lo que había descubierto estaba comenzando a golpearme con fuerza.Vanessa me cubrió con una manta y me miró con una sonrisa como si se burlara de mí, pero para no llamar la atención actuó con amabilidad.—Angie, tienes que calmarte. Sé que esto es abrumador, pero necesitas recuperar fuerzas y pensar con claridad. Hay mucho en juego —me dijo Vanessa, con una falsa preocupación.Ya no confío en ella, sé que todo lo que ella pueda decir es falso, su engaño con Daniel solo me hicieron abrir los ojos y darme cuenta de que Vanessa no es mi amiga, que nunca lo fue y nunca lo será. Pero no tengo otra opción que seguir el juego, si actúa con mi enojo quedaré como una resentida ya que ellos hicieron creer en el hospital que yo era una buscona que siempre quise separarlos, que era la tercera en discordia.Me odio por haber llegado a sentir algo po
Me llevó hasta mi hogar y me bajé del auto.Él salió después de mí. Después de un momento, Matthew se me acerca preocupado.—¿Segura de que prefieres estar sola, Angie? Me preocupo de verdad por ti —me dice en un tono aprensivo.Yo le sonrío, tratando de agradecerle.—Sí, Matthew, de verdad necesito este tiempo para mí. Gracias por preocuparte, pero en serio, estaré bien —respondo, intentando tranquilizarlo.Matthew asiente, pero sigue insistiendo.—Está bien, si eso es lo que de verdad necesitas. Pero por favor, prométeme que si algo te preocupa o necesitas hablar, me llamarás.Yo prometo solemnemente.—Lo prometo, Matthew. Valoraré muchísimo tu apoyo y estaré atenta por si necesito hablar. Por ahora, solo quiero estar tranquila y pensar en silencio.Matthew parece entender mi necesidad y acepta mi respuesta.—Está bien, Angie. Cuídate y recuerda que siempre estaremos aquí para ti, hermana.Agradezco mucho sus palabras.—Gracias, Matthew. Eres un hermano increíble. Hasta luego.Despu
Días después.Como todos los días, decidí prepararme para una nueva jornada de trabajo en el hospital.Saliendo de mi casa con optimismo, observé el hermoso amanecer que pintaba el cielo de tonos naranjas y rosados.El aire fresco de la mañana me daba energías para enfrentar la intensa jornada que me esperaba.Al llegar al hospital, un imponente edificio de estructura moderna, me dirigí hacia mi área de trabajo.El bullicio de las personas, el trajín constante de doctores y enfermeras, y el sonido de los timbres de atención llenaban los pasillos.Me sentía parte de ese frenesí, aunque también sabía que había rumores malintencionados que se propagaban a mis espaldas.Vanessa se había empeñado en sembrar calumnias sobre mí. No le importaba dañar mi reputación y convertirme en la tercera en discordia. A pesar de ello, decidí mantener la frente en alto y no permitir que los chismes afectaran mi desempeño.—Hola, buen día —saludé a todos los que me saludaban, tratando de no prestar atenció
Horas después. Había hombres misteriosos custodiando la puerta de la habitación de Freddy, impidiéndome salir. Un sentimiento de desesperación se apoderó de mí mientras buscaba una solución.—Esta es una maldita tortura, tengo que salir de aquí aunque sea por un instante —pensé frustrada.Decidí llamar a Tom, a mi amigo que trabajaba en el área de vigilancia, para que me ayudara a salir de la habitación aunque fuese por unos minutos.—Tom, necesito que me eches una mano para salir de esta habitación durante un corto tiempo. Solo unos minutos —le supliqué al teléfono.—¿Estás segura, Angie? Sabes lo que podría pasar si nos descubren —me advirtió Tom con cierta preocupación.—No me importa, estoy al límite. Necesito tomar un respiro —respondí con determinación.Tom accedió a mi petición y coordinamos un plan para que pudiera salir de la habitación sin ser detectada por los hombres misteriosos.Agradecí su ayuda, sabiendo que arriesgábamos mucho al traspasar los límites impuestos por l