Ante la repentina pregunta, Maxwell tragó en seco y desvió la mirada al cuadro, donde su ex esposa y su hijo lucían radiantes e imponentes. Por la mirada perpleja de Carolain, supo que reconoció a Jongwoo y por ahora no deseaba que la joven descubriera su parentesco. Tenía claro que sí ella descubría la verdad no aceptaría contraer matrimonio con él.—No lo sé realmente. El día que compré está casa la mayoría de muebles y cuadros ya estaban—, se encogió de hombros restándole importancia.—Entiendo... solo sentí curiosidad— cerró sus ojos intentando regular su agitada respiración.—Tranquila querida, está será tu casa y puedes preguntar lo que te plazca— , deja un beso sobre su cabeza para luego perderse en la cocina.Maxwell tenía la cualidad de hacerla sentir completamente cómoda y eso era algo que agradecía inmensamente. Se conocían hace tan poco, sin embargo él procuraba de incluirla en su mismo mundo. Si hace un año atrás le hubiesen dicho que un hombre inmensamente rico deseaba c
Maxwell llevaba toda la mañana encerrado en su despacho. Había demasiado por hacer y poco tiempo para ejecutarlo. Dejó escapar un suspiro cargado de frustración mientras revolvía su oscuro cabello. De pronto, tres suaves golpes en la puerta logran sacarlo de su depresión mental.—Adelante— dice con voz profunda mientras su mirada se mantiene fija en los documentos sobre el escritorio.—Con permiso señor—, su joven secretaria se adentra en la oficina mientras mirada nerviosa a su alrededor.— ¿Pasa algo, Adela?— Deja sus documentos de lado prestando atención a la mujer.—El señor Jongwoo está afuera, dice que necesita hablar con usted urgentemente—, la joven frota sus manos nerviosa—. Parece ser algo importante, señor.—Hazlo pasar—, respondió secamente dejando sus documentos a un lado.La joven mujer abandonó el despacho de Maxwell y a los pocos segundos la puerta volvía a abrirse, dando paso a la imponente figura de Jongwoo, con una amplia sonrisa en su rostro se acomodó en la cómoda
Carolain observaba el hermoso vestido rosa pálido que yacía colocado con sumo cuidado sobre su cama. Maxwell lo había elegido para la cena que se llevaría a cabo por la noche y sin lugar a dudas era el vestido más hermoso que jamás haya visto. El escote de corazón estaba adornado de brillantes piedras, al igual que el ceñido corsé. Pensar en la cena que se llevaría a cabo dentro de unas pocas horas provocaba gran expectación en ella. Por lo que Max le comentó, invitó a varias personas de su círculo social, además de a su hijo, a quien tenía muchas ganas de presentarle.Ella sabía que Maxwell tenía un hijo, él se lo comentó desde un comienzo, también estaba al tanto de que este misterioso hijo era apenas dos años mayor que ella y justamente eso es lo que la hacía sentir tan nerviosa. ¿Qué pensaría aquel hombre cuando la conociera? ¿Acaso la tacharía de oportunista como el resto de la sociedad?Se acerca al tocador sentándose frente al gran espejo y por un par de segundos se quedó obser
Se encerró en el baño con un test de embarazo entre sus temblorosas manos. Su periodo se retrasó aproximadamente un mes y reiteradas náuseas matutinas le generaban cierta incertidumbre. Estaba demasiado preocupada, este no era un momento adecuado para tener un hijo.Sacó el test de la cajita y con cierta incomodidad se hizo la prueba. Se dejó caer desganada sobre el inodoro mientras esperaba los minutos necesarios para ver el resultado.Fueron los cinco minutos más largos de su vida, la espera de le hizo eterna y la ansiedad estaba destrozando sus nervios. Pasado los cinco minutos tomó el test y tragó saliva antes de mirar. Sus ojos se desorbitaron al ver las dos rayitas rojas.¡Estaba embarazada! ¿Como podía ser posible? Las veces que tuvo relaciones con Jongwoo, ambos se cuidaron. ¿Por qué tenía que pasar justo ahora? ¿Por qué el destino era tan terriblemente cruel con ella? Recarga su espalda contra la pared mientras observa el test de embarazo con incredulidad.De pronto sus ojos
Se sentía en exceso cansada, no solo físicamente, su cansancio principal era emocional. Hace unas horas, su malhumorado jefe la despidió. Según él, porque la empresa necesitaba recortar personal, pero ambos sabían que ese no era el verdadero motivo. La mayoría de las veces, Carolain, era considerada una empleada problemática que no se comprometía con la empresa.La realidad era muy diferente, ella era fiel a sus ideales y principios, se esforzaba por entregar sus trabajos a tiempo y era minuciosa en la confección de los mismos. Su único defecto, era su carácter rebelde y justiciero. Si algo no le parecía, ella lo expresaba sin tapujos, tampoco estaba dispuesta a realizar el trabajo de otros cuando no correspondía. Si a todos les pagaban un sueldo, ¿por qué debía de hacer el trabajo de los demás? ¡Era completamente injusto!Lamentablemente el mundo estaba lleno de personas aprovechadas y las injusticias eran pan de cada día. Aún así, le molestaba tanto. Nunca comprenderá el actuar de s
Ese mismo día fue contactada por la agencia internacional de acompañantes. Se le citó al día siguiente a una pequeña sucursal que se alojaba en su ciudad. Jessica, su hermana mayor, decidió apoyarla en este proceso. Después de todo, era una decisión tomada por el bien económico de la familia.— ¿Estás segura Carolain? Sabés que te apoyaré en lo que decidas, pero no deseo que pongas en riesgo tu integridad y bienestar—. Habló con preocupación, mientras se paseaba de un lado a otro mordisqueando sus uñas.—Estoy completamente segura, esta es una gran oportunidad—. Sonríe confiada—, solo serán un par de meses, ahorraré lo suficiente para que no tengamos que preocuparnos por nada—. Se observa detenidamente en el espejo.—Si es tu desición, la respeto. Pero si algo malo pasa lo dejas inmediatamente—, advirtió mientras la miraba fijamente a los ojos—. Prometelo.—Lo prometo—, se acercó a su hermana para abrazarla con cariño—. Voy a estar bien— le planta un sonoro beso en la mejilla—, quiero
Carolain estaba completamente desconcertada, ¿ese hombre pensaba ser su primer cliente? Sabía que el momento llegaría, pero honestamente no esperaba que fuera tan pronto Y mucho menos con ese tipo tan arrogante y presumido.Preferentemente esperaba acostarse con un hombre al que no tuviera que volver a ver en su vida. Realmente sería intolerable la actitud de este sujeto. Chasqueó la lengua molesta y se tragó las ganas de gritarle unas cuantas verdades.Suplicante, miro a Claudia, quién comprendiendo el gesto de la joven decidió intervenir por el bien de ambas. Ella amaba a Edgar y no podía permitir que una desconocida le arrebatara la atención del hombre que amaba, no después de todo lo que ella a luchado por estar a su lado.—Edgar, sabes perfectamente las políticas de la empresa. En caso de incumplir alguna norma deberé de informar a los otros inversionistas—. La rubia fija su fría mirada en Edgar, el hombre que ama desde hace años y con sus desplantes le destroza el corazón una y
Estaba nerviosa, jamás pensó que el momento llegaría, al menos no tan rápido. Observó una vez más su reflejo en el espejo. Su imagen era impecable y ese vestido color caqui ceñido a su figura realzaba notablemente sus atributos. El maquillaje suave de su rostro proporcionaba elegancia, por lo que Claudia, su asesora, le aseguraba que su primer cliente quedaría más que satisfecho.Para su buena fortuna, el hombre solo solicitó compañía. Debía asistir con él a un importante evento de la empresa la cual dirigía. Se dio una última mirada en el espejo y dejó escapar un prolongado suspiro, ni siquiera se percató del momento en que comenzó a contener la respiración.—Querida, estás divina. Tienes una silueta envidiable y una cara de muñeca y sin lugar a dudas te traerá grandes ganancias—. La rubia se recargó contra el lavabo mientras observaba a Carolain de pies a cabeza. Nadie podía negar que la mujer frente a ella era hermosa.—Admito que estoy nerviosa— responde con voz suave mientras esb