Capítulo 1

Se sentía en exceso cansada, no solo físicamente, su cansancio principal era emocional. Hace unas horas, su malhumorado jefe la despidió. Según él, porque la empresa necesitaba recortar personal, pero ambos sabían que ese no era el verdadero motivo. La mayoría de las veces, Carolain, era considerada una empleada problemática que no se comprometía con la empresa.

La realidad era muy diferente, ella era fiel a sus ideales y principios, se esforzaba por entregar sus trabajos a tiempo y era minuciosa en la confección de los mismos. Su único defecto, era su carácter rebelde y justiciero. Si algo no le parecía, ella lo expresaba sin tapujos, tampoco estaba dispuesta a realizar el trabajo de otros cuando no correspondía. Si a todos les pagaban un sueldo, ¿por qué debía de hacer el trabajo de los demás? ¡Era completamente injusto!

Lamentablemente el mundo estaba lleno de personas aprovechadas y las injusticias eran pan de cada día. Aún así, le molestaba tanto. Nunca comprenderá el actuar de su jefe, el hombre procuró hacerle la vida imposible los años que trabajó en la agencia. Siempre le dió prioridad a los otros empleados, pero cada vez que necesitaba ayuda en algún proyecto demasiado difícil la buscaba a ella, para luego dar el mérito a colegas que no aportaron en nada.

Con solo recordar las reiteradas ocasiones donde eso aconteció, siente como una gran furia la embarga completamente. ¡Tanto esfuerzo para nada!

Con un aura de derrota llegó a su hogar, su hermana mayor, quién se encargaba de cuidar a su hija de cuatro años, notó inmediatamente la tristeza que sus ojos celestes reflejaban. Al verla llegar, su hija corrió a su encuentro, colgándose entre sus brazos y dejando un pequeño beso en su mejilla, mientras una tierna sonrisa se instalaba en su rostro. Carolain, dejando de lado su malestar, abrazó con fuerza a su pequeña, llenando sus regordetas mejillas de besos juguetones.

— ¿Todo bien?— Jessica, su hermana mayor preguntó de pronto, mientras la observaba con atención, estudiando cada uno de sus gestos. Conocía a su hermana menor y sabía que algo le pasaba.

—Me despidieron, el cretino de mi ex jefe puso fin a mi contrato excusándose en que la empresa debía reducir personal por falta de recursos—. Ríe amargamente—. Obviamente, el problema no fue ese, no le gustaba mi forma de ser, le molestaba el hecho de no poder pisotearme cada vez que se le antojara—. Cuelga su cartera de cuero negra tras la puerta, lejos del alcance de su pequeña hija.

— ¡Es un jodido cabron machista!— Exclama con auténtica rabia—. No te deprimas, ya vas a encontrar algo mucho mejor. Necesitas colegas que trabajen y un jefe que aprecié tu gran talento—. Se adentra en la cocina para calentar el agua y preparar café para ambas—. Eres inteligente, Carolain. Puedes trabajar para ti misma, deberías de independizarte, quizás al comienzo sea difícil, sin embargo tu talento te llevará lejos—. Vierte café y unas gotas de endulzante en cada taza para luego llevarlas a la mesa.

—Muchas veces he pensado en esa posibilidad, sería bastante conveniente—, juguetea distraídamente con los rizos de su hija—. Construiré un plan que me ayude a ganar el dinero suficiente para costear todos nuestros gastos, no puede faltar el dinero para sus terapias. Tampoco podemos permitirnos perder la casa por no pagar la hipoteca—, su mirada se centra en el hermoso cabello de su hija, tan largo y rizado, tan suave al tacto.

Su pequeña hija era el diario recordatorio de Jongwoo. Había heredado sus rizos rebeldes y oscuros, su piel blanca y sus ojos almendrados. Era tan parecida a él, hermosa tal cuál era su padre. Suspiró pesadamente al recordarlo, después de aquel suceso no volvió a saber nada de él. Tampoco tenía intenciones de averiguar su paradero o que era de su vida.

Jongwoo nunca la amó y ella era una mujer demasiado orgullosa como para suplicar por un poco de atención, mucho menos lo obligaría a hacerse cargo de una hija que no querría.

—Sabes que cuentas con todo mi apoyo— la voz de su hermana la regresa a la realidad. Jessica vierte el agua caliente en ambas tazas—. Lo importante es que no te desesperes. Debes ver que tienes a Melek, ella no necesita verte mal en este momento. Necesitas ser fuerte y mantenerte firme por tu hija. Yo también te necesito, eres mi única familia y eres como una hija para mí.

—Gracias por siempre estar presente. Te amo, hermana—, esboza una pequeña sonrisa para luego beber con calma su café. Las palabras de Jessica la reconfortaron bastante, haciéndola sentir más aliviada.

Los padres de ambas habían fallecido cuando eran muy jóvenes, siempre se tuvieron la una a la otra, se apoyaron en todo momento. Jessica estuvo para ella en cada momento difícil de su vida y si no fuera por su hermana no habría sabido cómo lidiar con su embarazo y la ruptura con Jongwoo.

—También te amo y ya no quiero caras tristes, mañana será otro día y podrás ver las cosas con más claridad. No eres ni la primera ni la última que queda sin empleo—. Esboza una sonrisa cómplice para luego beber su café con toda calma. Estaba preocupada por la situación, pero no diría nada al respecto.

Aquella noche, prácticamente no durmió. Sus pensamientos vagaban en las innumerables cuentas que debía pagar y en una posible solución. No contaba con capital para invertir y necesitaba generar dinero lo antes posible.

Desesperanzada, comenzó a buscar información por la red, donde encontró innumerables opciones, pero en su mayoría eran timos.

Él solo pensar en todas las deudas que tenía le hacía doler la cabeza. Debía pagar la hipoteca de la casa, las cuotas del vehículo de segunda mano que compró hace unos meses, los especialistas y terapeutas de su hija. Todo eso sumaba una gran cantidad de dinero, sin contar los impuestos y gastos de alimentación.

Finalmente, encontró un sitio web que llamó su atención, principalmente por las inmensas ganancias que ofrecía. "Dama de compañía internacional," el encabezado no sonaba tan mal y por 500 euros la hora era capaz de cualquier cosa.

Lo que buscaban era simple, mujeres atractivas, mayores de edad, cultas, que hablaran inglés intermedio o fluido, además de disponibilidad para viajar si así se requería. Los hombres que contrataban los servicios eran inmensamente ricos y necesitaban mujeres con clase.

Cumplía con cada uno de los requisitos solicitados y lo único que debía de hacer era salir con hombres ricos, poderosos y solteros. En ninguna parte hablaba de sexo, a menos que la dama de compañía accediera con algún cliente por deseo propio.

La decisión estaba tomada, ella no creía en el amor, tampoco en un felices por siempre, por lo que salir con hombres no le provocará ningún problema. Estaba cansada de la escasez económica, de tener que ahorrar cada peso para poder llegar a fin de mes y aún así no poder cubrir los gastos.

Su hermana trabajaba los fines de semana en cosas esporádicas, no podía buscar un empleo fijo ya que se encargaba de cuidar a la niña mientras ella trabajaba fuera de casa. No le dió más vueltas al asunto, por la mañana aplicaría a esa agencia. Nada perdía con probar.

Por la mañana se lo planteará a su hermana y se inscribirá en la plataforma. Lo único que importa en este momento es la solidez económica que pueda forjar, tiene una niña pequeña a su cargo y no puede arrastrarla a necesidades que se pueden evitar. Con todos esos pensamientos en mente calló rendida en los brazos de Morfeo.

A la mañana siguiente, su pequeña se encargó de despertarla. Ambas se quedaron más tiempo del debido en la cama, aprovechando estos valiosos minutos para jugar. Hace tantos meses que no podía disfrutar de momentos así, el trabajo era algo que consumía la mayor parte de su tiempo y poco quedaba para poder compartir con su hija.

Mientras su la pequeña se divierte, una decidida Carolain, se crea un perfil dentro de la plataforma. Completa cada casilla donde se solicita su información y luego presiona enviar. Un recuadro aparece en la pantalla de su celular, donde se le anuncia que se analizará su perfil y en un periodo de 24 horas se le anunciará si puede formar parte de "mi exclusiva dama".

Solo espera que su perfil cumpla con los estándares de la empresa, realmente desea un empleo donde pueda ganar esa cantidad de dinero. Un par de meses trabajando como acompañante serán más que suficientes para ahorrar y montar su propia productora. Son tantos los sueños que alberga dentro de sí y esta es una gran oportunidad para lograr cada uno de ellos.

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