Se encerró en el baño con un test de embarazo entre sus temblorosas manos. Su periodo se retrasó aproximadamente un mes y reiteradas náuseas matutinas le generaban cierta incertidumbre. Estaba demasiado preocupada, este no era un momento adecuado para tener un hijo.
Sacó el test de la cajita y con cierta incomodidad se hizo la prueba. Se dejó caer desganada sobre el inodoro mientras esperaba los minutos necesarios para ver el resultado.Fueron los cinco minutos más largos de su vida, la espera de le hizo eterna y la ansiedad estaba destrozando sus nervios. Pasado los cinco minutos tomó el test y tragó saliva antes de mirar. Sus ojos se desorbitaron al ver las dos rayitas rojas.¡Estaba embarazada! ¿Como podía ser posible? Las veces que tuvo relaciones con Jongwoo, ambos se cuidaron. ¿Por qué tenía que pasar justo ahora? ¿Por qué el destino era tan terriblemente cruel con ella? Recarga su espalda contra la pared mientras observa el test de embarazo con incredulidad.De pronto sus ojos celestes comienzan a escocer, sus espesas pestañas se baten con rapidez intentando retener las traicioneras lágrimas. Dejó el test en el lavabo para luego sostener con fuerza su vientre. Un hijo de ella y de Jongwoo, sería algo que le provocaría alegría si tuvieran una relación bien constituida, sin embargo no era así.Lo de ellos era algo casual, salidas esporádicas, sexo y más sexo. Con el poco tiempo que llevaban saliendo ella se había enamorado perdidamente de ese hombre. Jongwoo era perfecto a sus ojos y al conocerlo sintió un flechazo especial. Un sentimiento inexplicable, una sensación familiaridad que la hacía sentir como en casa. Bastó con solo verlo una vez y sentir que lo conocía de toda la jodida vida.Carolain no sabía si ese sentimiento era mutuo. Ellos jamás hablaron de emociones o estabilidad dentro de la liberal relación que sostenían. Ellos se conocieron en un antro, ella no solía asistir a fiestas, pero sus ex compañeras de la universidad insistieron. Esa noche, Jongwoo le invitó un trago y no se volvieron a separar en toda la noche.Para Carolain, Jongwoo era perfecto. No sólo era guapo, además era un hombre interesante, con tantos temas de conversación fascinantes, y, por la madrugada descubrió que también era bueno en la cama. Era un amante maravilloso, con él sintió las llamas del infierno devorarla y al mismo tiempo la elevó hasta las puertas del cielo.Agotada de tanto llorar se puso de pie y lavó su rostro con abundante agua, observó su reflejo en el espejo y sintió pena de si misma. Estaba tan demacrada, pero no tenía ganas de maquillarse, tan solo deseaba salir rápido de todo eso. Recogió su cabello castaño en una coleta desordenada y salió del baño con el test en la mano.Tomó su bolso, las llaves de su casa y se encaminó rumbo al departamento en el cual se estaba hospedando Jongwoo. Necesitaba contarle de su embarazo, ambos necesitaban tomar desiciones cuanto antes. La responsabilidad era de los dos, ella no estaba dispuesta a cargar con todo el peso.Durante el viaje se mantuvo pensativa, una fuerte presión en el centro de su pecho le hacía tener un mal presentimiento. Siempre se consideró una mujer bastante intuitiva por lo que sentirse de este modo le resultaba inquietante. Se sintió pesimista y en ese momento no necesitaba atraer más negatividad a su vida, debía mantener una actitud positiva.Al llegar al complejo de lujosos edificios se quedó un momento en la puerta, suspiró un par de veces intentando calmar sus nervios, por que sentía que el corazón se le iba a escapar del pecho. Una vez estuvo más tranquila, se adentró al interior y dejó sus datos en recepción para luego tomar el ascensor.Miró su reflejo en los espejos laterales del ascensor, estaba demacrada y ojerosa. Su aspecto era desaliñado, pero dada las circunstancias no se dió el tiempo de arreglarse. Como reflejo llevó las manos a su vientre aún plano y lo acarició suavemente. Sin importar nada ella pensaba tener a su bebé, aún era joven pero perfectamente podía hacerse cargo.La incertidumbre hacía mella en su interior y era normal sentirse de ese modo, Jongwoo jamás habló de amor, mucho menos de entablar una relación con ella. No sabía cómo reaccionaría ante la noticia y le asustaba lo que podría pasar.Las puertas del ascensor se abrieron y salió de su interior con prisa. Aún no tenía claro que decir, pero prefería no planificar ningún discurso y dejar que todo fluyera. Nunca fue buena planificando que decir, podía pasar días haciéndolo y cuando llegaba el momento su boca se manejaba por si sola. Frente a la puerta del departamento de Jongwoo tocó el timbre y esperó paciente a que el hombre abriera.—Carolain... ¿qué haces aquí?— Alzó una de sus cejas mientras cubría con su cuerpo semi desnudo la puerta. No esperaba su visita.—Necesitamos hablar, ¿puedo pasar?— Hizo un gesto con sus labios manifestando su repentina incomodidad.—Ahora no es un buen momento Carolain, no estoy solo—, chasqueo la lengua molesto—. Deberías de haberme llamado antes. Pero podemos hablar en otra ocasión—, sintió remordimiento al ver el rostro sombrío de la chica.—Lo sé, pero esto es algo urgente. No puedo esperar, necesitas saberlo ahora mismo y decir juntos que hacer—, se calló abruptamente al ver a una mujer acercarse y abrazar al hombre por la espalda recargando su barbilla sobre su hombro dedicándole una sonrisa burlesca.En ese momento su mundo se desmoronó. En ese preciso momento comprendió que su amor era unilateral. Jongwoo no sentía absolutamente nada por ella. Quiso llorar, pero su orgullo no se lo permitía.— ¿Tú quién eres?— La mujer preguntó con bastante curiosidad. Conocía la mañana reputación de su novio e inmediatamente dedujo que esa mujer era alguna de sus aventuras.—Yo... —un nudo se alojó en sus cuerdas vocales y las palabras simplemente no salían— yo soy...—Es la criada—, la voz gruesa y masculina de Jongwoo interrumpió su respuesta—. Ha venido a limpiar el departamento, pero le he dicho que no, tendría que haber llamado primero. Ya sabes cómo son este tipo de personas, tienen hambre y solo buscan sacar dinero como sea— le dedica una mirada de desprecio—. Por cierto Carolain, no vuelvas, estás despedida.—Querida, lo siento, pero mi prometido y yo estamos bastante ocupados—, esboza una sonrisa felina mientras fija su mirada en Carolain—. Ven en otro momento—, toma a Jongwoo de la mano y entrelaza sus dedos con los de él—. Mejor dicho no vuelvas, no eres bienvenida— cierra abruptamente la puerta.Carolain, destrozada se aleja del lugar deambulando por la ciudad cabizbaja y sin ganas de absolutamente nada. Su corazón estaba hecho trizas, ella lo amaba, lo amaba con locura y descubrir que solo fue la amante y que estaba comprometido abolió su corazón.Sin mencionar la humillación que le hizo pasar. Nunca antes se había sentido tan denigrada, tan sin valor y tan poco querida. ¿Donde quedaban todas esas palabras hermosas que le decía cuando estaban juntos? No podía arrancar de su cabeza la mirada despectiva que hoy le dedicó.Lloró, lloró a mares sentada en una banca apartada de una plaza. Se sentía patética, pero necesitaba dejar salir esa inmensa angustia que le oprimía el pecho.La desición estaba tomada, ella tendría a ese niño que se gestaba en su vientre, pero Jongwoo jamás sabría que él es el padre. Siempre a sido una mujer autosuficiente y nunca necesito de un hombre al lado para salir adelante, ahora tampoco lo haría.El amor era una jodida m****a, definitivamente no volvería a enamorarse. Ahora debía poner fin a este ciclo y prepararse para enfrentar el por venir. Tenía un motivo por el que luchar, ella sola sacaría a su bebé adelante.Se sentía en exceso cansada, no solo físicamente, su cansancio principal era emocional. Hace unas horas, su malhumorado jefe la despidió. Según él, porque la empresa necesitaba recortar personal, pero ambos sabían que ese no era el verdadero motivo. La mayoría de las veces, Carolain, era considerada una empleada problemática que no se comprometía con la empresa.La realidad era muy diferente, ella era fiel a sus ideales y principios, se esforzaba por entregar sus trabajos a tiempo y era minuciosa en la confección de los mismos. Su único defecto, era su carácter rebelde y justiciero. Si algo no le parecía, ella lo expresaba sin tapujos, tampoco estaba dispuesta a realizar el trabajo de otros cuando no correspondía. Si a todos les pagaban un sueldo, ¿por qué debía de hacer el trabajo de los demás? ¡Era completamente injusto!Lamentablemente el mundo estaba lleno de personas aprovechadas y las injusticias eran pan de cada día. Aún así, le molestaba tanto. Nunca comprenderá el actuar de s
Ese mismo día fue contactada por la agencia internacional de acompañantes. Se le citó al día siguiente a una pequeña sucursal que se alojaba en su ciudad. Jessica, su hermana mayor, decidió apoyarla en este proceso. Después de todo, era una decisión tomada por el bien económico de la familia.— ¿Estás segura Carolain? Sabés que te apoyaré en lo que decidas, pero no deseo que pongas en riesgo tu integridad y bienestar—. Habló con preocupación, mientras se paseaba de un lado a otro mordisqueando sus uñas.—Estoy completamente segura, esta es una gran oportunidad—. Sonríe confiada—, solo serán un par de meses, ahorraré lo suficiente para que no tengamos que preocuparnos por nada—. Se observa detenidamente en el espejo.—Si es tu desición, la respeto. Pero si algo malo pasa lo dejas inmediatamente—, advirtió mientras la miraba fijamente a los ojos—. Prometelo.—Lo prometo—, se acercó a su hermana para abrazarla con cariño—. Voy a estar bien— le planta un sonoro beso en la mejilla—, quiero
Carolain estaba completamente desconcertada, ¿ese hombre pensaba ser su primer cliente? Sabía que el momento llegaría, pero honestamente no esperaba que fuera tan pronto Y mucho menos con ese tipo tan arrogante y presumido.Preferentemente esperaba acostarse con un hombre al que no tuviera que volver a ver en su vida. Realmente sería intolerable la actitud de este sujeto. Chasqueó la lengua molesta y se tragó las ganas de gritarle unas cuantas verdades.Suplicante, miro a Claudia, quién comprendiendo el gesto de la joven decidió intervenir por el bien de ambas. Ella amaba a Edgar y no podía permitir que una desconocida le arrebatara la atención del hombre que amaba, no después de todo lo que ella a luchado por estar a su lado.—Edgar, sabes perfectamente las políticas de la empresa. En caso de incumplir alguna norma deberé de informar a los otros inversionistas—. La rubia fija su fría mirada en Edgar, el hombre que ama desde hace años y con sus desplantes le destroza el corazón una y
Estaba nerviosa, jamás pensó que el momento llegaría, al menos no tan rápido. Observó una vez más su reflejo en el espejo. Su imagen era impecable y ese vestido color caqui ceñido a su figura realzaba notablemente sus atributos. El maquillaje suave de su rostro proporcionaba elegancia, por lo que Claudia, su asesora, le aseguraba que su primer cliente quedaría más que satisfecho.Para su buena fortuna, el hombre solo solicitó compañía. Debía asistir con él a un importante evento de la empresa la cual dirigía. Se dio una última mirada en el espejo y dejó escapar un prolongado suspiro, ni siquiera se percató del momento en que comenzó a contener la respiración.—Querida, estás divina. Tienes una silueta envidiable y una cara de muñeca y sin lugar a dudas te traerá grandes ganancias—. La rubia se recargó contra el lavabo mientras observaba a Carolain de pies a cabeza. Nadie podía negar que la mujer frente a ella era hermosa.—Admito que estoy nerviosa— responde con voz suave mientras esb
Jessica y Carolain caminaban con la pequeña por el centro comercial, habían decidido salir de compras y divertirse por un par de horas. La niña entusiasmada daba brinquitos de un lugar a otro mientras balbuceaba constantemente. La niña había nacido con una condición diferente, nació con autismo grado 3, por lo que aún no aprendía a hablar, pero iba evolucionado gracias a las terapias periódicas. Se detuvieron en el patio de comidas, Jessica y la pequeña reservaron una mesa mientras que Carolain fue ha hacer el pedido. La joven esperaba pacientemente en la fila, de pronto divisó una pareja a lo lejos, una mujer rubia, alta y despampanante con un hombre igual de atractivo que ella. Alto. atlético, cabello negro y unos rebeldes rizos desarmados, piel blanca y labios llamativos. Sin lugar a dudas ese hombre era Jongwoo. Verlo después de tantos años y con otra de la mano le provocó un intenso dolor en el centro de su pecho. Se tambaleó ligeramente y tuvo que salir de la fila para correr
Jessica, preparó un delicioso estofado de res, uno de los platillos favoritos de Carolain. Las tres se sentaron a la mesa a comer envueltas en un silencio agradable, el cual era interrumpido cada vez que la pequeña Melek hablaba. Las mujeres reían ante las ocurrencias de la pequeña y celebraban animadamente sus chistes.—Como te has comido todo, entonces puedes ir a ver televisión—, Carolain besa la frente de la pequeña, esta ansiosa se deshace del agarre de su madre y corre rumbo a la sala.— ¿Qué tal el estofado?— Cuestiona Jessica, mientras observa a su hermana de reojos.— ¡Muy rico! Sabes que me encanta todo lo que cocinas—, se limpia la boca con una servilleta y aparta un poco el plato ya vacío—. Necesito contarte algo... la desición ya la tomé y espero me puedas entender.— ¿Qué es lo que pasa? Sabes que puedes confiar en mi— toma las manos de su hermana—. Te apoyare en todo.—No es nada malo, pero hay un hombre que conocí como dama de compañía—, esboza una tímida sonrisa—. Él
Ante la repentina pregunta, Maxwell tragó en seco y desvió la mirada al cuadro, donde su ex esposa y su hijo lucían radiantes e imponentes. Por la mirada perpleja de Carolain, supo que reconoció a Jongwoo y por ahora no deseaba que la joven descubriera su parentesco. Tenía claro que sí ella descubría la verdad no aceptaría contraer matrimonio con él.—No lo sé realmente. El día que compré está casa la mayoría de muebles y cuadros ya estaban—, se encogió de hombros restándole importancia.—Entiendo... solo sentí curiosidad— cerró sus ojos intentando regular su agitada respiración.—Tranquila querida, está será tu casa y puedes preguntar lo que te plazca— , deja un beso sobre su cabeza para luego perderse en la cocina.Maxwell tenía la cualidad de hacerla sentir completamente cómoda y eso era algo que agradecía inmensamente. Se conocían hace tan poco, sin embargo él procuraba de incluirla en su mismo mundo. Si hace un año atrás le hubiesen dicho que un hombre inmensamente rico deseaba c
Maxwell llevaba toda la mañana encerrado en su despacho. Había demasiado por hacer y poco tiempo para ejecutarlo. Dejó escapar un suspiro cargado de frustración mientras revolvía su oscuro cabello. De pronto, tres suaves golpes en la puerta logran sacarlo de su depresión mental.—Adelante— dice con voz profunda mientras su mirada se mantiene fija en los documentos sobre el escritorio.—Con permiso señor—, su joven secretaria se adentra en la oficina mientras mirada nerviosa a su alrededor.— ¿Pasa algo, Adela?— Deja sus documentos de lado prestando atención a la mujer.—El señor Jongwoo está afuera, dice que necesita hablar con usted urgentemente—, la joven frota sus manos nerviosa—. Parece ser algo importante, señor.—Hazlo pasar—, respondió secamente dejando sus documentos a un lado.La joven mujer abandonó el despacho de Maxwell y a los pocos segundos la puerta volvía a abrirse, dando paso a la imponente figura de Jongwoo, con una amplia sonrisa en su rostro se acomodó en la cómoda