Al día siguiente Alba despertó de nuevo con un mensaje de Marco, eso la puso muy feliz y al mismo tiempo le dio tranquilidad. Nunca había sentido tanta atención y preocupación hacia ella, ni siquiera sus padres habían demostrado tal preocupación, únicamente en momentos específicos, eso la hacía sentir especial. Aquel sábado ella estaba decidida a hablar con Luis y dejar todas las cosas en claro con él. Marco quería verla también ese día, él había comenzado a sentir que quería ver a Alba todo el tiempo y estar cerca siempre de ella, la paz que sentía junto a Alba era incomparable.
Marco había pasado una gran parte de su vida buscando sobrevivir, desde los quince años se había dedica
Perla y Ramiro habían comenzado a molestarse por la dinámica de la relación que llevaba su hija. Ella por lo general acompañaba a Marco a hacer cientos de cosas durante el día, él se ocupaba de diversas maneras todo el tiempo. Ellos temían por su hija, pensaban que algo podía pasarle, recordaban que Marco había sido un niño muy travieso e inquieto, se enteraron de que en su adolescencia fue muy rebelde y problemático eso no les gustaba de él en absoluto y se sentían nerviosos todo el tiempo al pensar que estaba en una relación con Alba.Comenzaron a pedirle a Alba que se quedara en casa y a prohibirle incluso que saliera con él en algunas ocasiones.—Alba, has salido toda la semana. Hoy no te vas — Dijo una noche su
La relación de los muchachos era casi perfecta, su conexión y entendimiento mutuo era innegable y envidiable. Tenían un amor que crecía día a día. A pesar de la insistencia de los padres de Alba en que se aleje de él, ellos habían tomado una actitud bastante nefasta frente a Marco. Lo miraban con desprecio, lo trataban con disgusto cada vez que el iba a visitarlos, sin embargo, él estaba dispuesto a soportar todo aquello por el amor que tenía hacia Alba. De hecho, ya casi ni le molestaba la actitud de Perla y Ramiro.Por su parte, los padres de Marco eran bastante indiferentes con su hijo y con su vida. Desde que se fue de casa, no han tenido mucho contacto, solo habían hablado en pocas ocasiones y temas muy puntuales. Ellos casi no tenían mayor interés en la vida priva
La relación de Alba y Marco parecía cada vez estar más y más comprometida. Alba había comenzado a quedarse a dormir donde Marco. Eso a sus padres les molesto mucho, no entendían como enfrentar la independencia de su hija, ella jamás había pasado una noche fuera de casa de esa manera, solo cuando había viajes. Temían que ella se fuera, que decidiera que quería mudarse de casa. Ellos no querían ni pensar en eso, les costaba demasiado ver que su hija, casi de un día a otro se había convertido en un adulto.— Me preocupa Alba, no sabe que está haciendo con su vida — Le dijo Ramiro a Perla.— A mi también, aún es muy joven, no se que pasará con esa relación.— Yo estoy cansado de ese tal Marco, corrompe a mi pequeña hija.— Es cansado todo esto, pero no creo que podamos hacer nada al respecto.— Tengo que hacer algo, Perla, no me puedo quedar así.Ramiro se sentía realmente angustiado incluso más que Perla, quería que su hija se separe inmediatamente de Marco y vuelva a ser
Luis no respondió el mensaje, el día trascurrió y Alba tenía que volver a casa. A las cinco de la tarde Marco llevó a Alba a casa, ella estaba un poco más tranquila al saber quien era la persona detrás de los mensajes, sin embargo, el último mensaje que él había mandado era bastante inquietante. ¿Podría ser que realmente Luis había perdido la cabeza?De cierta forma Alba veía una posibilidad bastante cercana, él siempre había sido una persona bastante extraña, imaginaba cosas, pensaba que Alba salía con otros chicos, incluso en ocasiones aseguraba haberla visto con alguien. “Era como si estuviera alucinando” pensó Alba. Su comportamiento además siempre era bastante agresivo y parecía que siempre se esta
Al día siguiente, Alba tenía que ir a clase, pero no sentía bien como para hacerlo. Luis estaba allí, aunque no lo había visto hace semanas, seguramente estaría ahí, en algún lugar, oculto de alguna forma, esperando por ella. Le dolía la cabeza y sus nervios estaban de punta. Sus padres habían salido mu temprano al trabajo y ella estaba completamente sola. Marco, como todos los días había salido a entrenar. “Me quedaré aquí y descansaré un poco” pensó. Era solo un día de clases y el semestre estaba por terminar, así que se sentía tranquila. Preparó su desayuno y lo llevó a la cama, necesitaba mucho un momento de paz y descanso. Preparo una malteada de chocolate y un sándwich de queso, una combinación que le traía recuerdos de Alicia y de su infancia.Alba habló con Marco cuando él term
Los días comenzaron a pasar con normalidad, ningún mensaje volvió a llegar. Alba nunca supo de lo que ocurrió entre Marco y Luis, solo se sentía extrañada de cómo sus amenazas terminaron de un momento a otro. Marco estaba satisfecho al ver a su novia tranquila y sin angustias de ningún tipo. Todo andaba bien, en esos días, una amiga de Marco organizó una fiesta para celebrar su cumpleaños y ambos fueron invitados. Fue una noche amena donde se divirtieron bastante. Alba se llevaba bien con los amigos de Marco y eso era bueno, igualmente Marco se llevaba bien con las pocas amigas que tenía Alba.Salieron de la fiesta a la media noche, y subieron al auto, todo estaba perfectamente. Marco le pidió a Alba que se quedara a dormir con él y ella accedió con entusiasmo. Siempre era bueno para ella quedarse en casa e Marco, le daba paz, era como su pequeño momento de tranquil
Las dos semanas de plazo que tenía Marco para su viaje pasaron demasiado rápido. Alba y Marco sintieron que el tiempo fue demasiado corto, él había ya comprando su pasaje y sus cosas ya estaban empacadas.Alba no le había dicho nada de lo ocurrido con sus padres a Marco y decidió decírselo un día antes de su viaje mientras daban una vuelta por el parque.—Tengo que decirte algo — Dijo Alba con mucha seriedad.—Dime lo que sea, pero no me asustes — Respondió Marco algo nervioso por el tono de voz que usó Alba.—No te lo había dicho antes porque no quería que cambies de decisión. La verdad es que mis padres no quieren apoyarme para solicitar la beca y el traslado a Canadá.—Pero los estudios serían gratuitos, por eso es
Los días pasaban y Alba no podía más con la desesperación de ir a ver a Marco, seguía trabajando y estudiando, pero el semestre estaba por terminar y eso, al menos, le daría un momento de descanso.En dos meses podría conseguir el dinero que le faltaba, pero las nuevas inscripciones serían en cuatro meses y no era tiempo suficiente para terminar su ultimo semestre. Todo parecía estar en su contra, la ansiedad se apoderaba de ella y ya no sabía qué otras opciones tenían. Sentía como el tiempo se había convertido en una maleta llena de piedras que tenía que cargar sobre la espalda.Solo podía pensar en como Marco cada vez se veía más lejano en su vida. Él había comenzado a escribir menos y a llamar menos, ya no hablaban a to