Los días pasaban y Alba no podía más con la desesperación de ir a ver a Marco, seguía trabajando y estudiando, pero el semestre estaba por terminar y eso, al menos, le daría un momento de descanso. En dos meses podría conseguir el dinero que le faltaba, pero las nuevas inscripciones serían en cuatro meses y no era tiempo suficiente para terminar su ultimo semestre. Todo parecía estar en su contra, la ansiedad se apoderaba de ella y ya no sabía qué otras opciones tenían. Sentía como el tiempo se había convertido en una maleta llena de piedras que tenía que cargar sobre la espalda. Solo podía pensar en como Marco cada vez se veía más lejano en su vida. Él había comenzado a escribir menos y a llamar menos, ya no hablaban a to
Marco había tomado totalmente distancia de Candace y eso le daba mucha tranquilidad ya que habían pasado días donde solo se sentía culpable y temeroso. Al menos ahora sabía que había hecho lo correcto y tenía su mente tranquila. Candace también lo había entendido de la mejor manera y eso le daba mucha paz. Las cosas se sentían bastante equilibradas. Alba continuaba preparándose para realizar su viaje, esta vez ya estaba casi todo listo, el viaje sería dentro de una semana. Le emocionaba mucho la idea, pero también la ponían nerviosa pensar en sus padres, ellos querían impedir que ella se marchará. Los padres de Alba pensaban que esa era la oportunidad perfecta para que su hija se alejara de Marco de una vez por todas.Pero Alba estaba más dec
Alba despertó temprano, a las 6am. Tenía varias llamadas de Marco y también varios mensajes, con nervios y aún algo dormida, sin siquiera leer los mensajes de Marco, lo llamó apresuradamente.— Marco, Hola, por fin nos logramos comunicar te estuvo escribiendo ayer — Dijo ella apenas supo que Marco contestó la llamada.— Alba, ¿fuiste a Canadá? — Dijo él con una voz baja y sombría.— ¿Quién te lo dijo?— Alba, yo regrese, estoy en nuestra ciudad. Vine a verte por vacaciones.— ¡No puede ser! Marco yo estoy aquí, en un hotel cerca de tu universidad.— Esto es terrible Alba, quisimos sorprendernos y... Si que lo hicimos.— ¿Qué hacemos ahora? — Dijo Alba con el llanto a punto de brotar de sus ojos.— No lo sé, creo que lo mejor ahora es que regreses.— Esto es terrible, no sé qué… que fue lo que nos pasó.— Hemos perdido la comunicación, creo yo.— No digas eso, es decir, tú eres quien ya no me escribe ni me llama como antes. No sé qué ocurre.— Alba, yo solo quería darte tu
Los siguientes tres días fueron realmente divertidos para Alba, conoció muchas cosas e hizo nuevos amigos, Leandro y Diego. Juntos conocieron algunos parques y caminaron largas distancias, los lugares que conocieron fueron realmente impresionantes. Ella estaba realmente maravillada de todo su viaje. Sus nuevos amigos eran bastante agradables y tuvieron una buena conexión casi al instante.La noche anterior a su viaje de regreso, Alba se encontraba muy contenta y agradecida de todo lo ocurrido durante esos días. Pero le emocionaba aún más la idea de finalmente regresar con su amado.Antes de irse a dormir esa noche llamó a Marco.—Hola bella, me alegra que me llames — Dijo Marco con entusiasmo.—Hola amado mío. En pocas horas podremos vernos finalmente.—Lo sé, estoy muy feliz de eso. ¿A
Habían pasado tres días, Alba no había salido de su habitación, en las noticias la gente hablaba de lo peligroso que era contagiarse de aquel virus que ahora estaba en todas partes. Las personas alrededor del mundo estaban confinadas en sus hogares y no había nada que hacer. Alba llamaba a Marco todo el tiempo para saber si él ya había oído sobre alguna cosa que hacer al respecto de la situación.—Hola, amada Alba, aún nadie dice nada. Todo se ha puesto muy extraño, la gente está encerrada, tememos por nuestras vidas. Acá hay mucha gente contagiada.—No puede ser, esto es terrible. Aquí también hay muchos contagiados. La incertidumbre es demasiada.—Solo quiero que se resuelva pronto y puedas venir.—Yo también, también
Marco comenzó a despertar al cabo de un par de horas. Sus signos vitales estaban bastante estables, cuando despertó solo vio a ala enfermera. Una mujer que en ese momento le pareció un ángel, era realmente hermosa, lo siguiente que hizo fue intentar mirar a su alrededor, pero fue difícil, apenas intento girar su cabeza un dolor inmenso recorrió su cuerpo, emitió un quejido ahogado y se quedó quieto. Estaba realmente confundido, no recordaba nada de lo ocurrido ni como había llegado ahí.—Por fin despertaste — Dijo la enfermera con una sonrisa.—¿Qué pasó? — Dijo el con una voz ronca y forzada.—Parece que alguien te atacó, te golpearon
Felipe fue esa tarde al hospital, Marco estaba despierto y pudo entrar a verlo. Se sorprendió mucho al encontrarlo con el rostro hinchado y lleno de moretones, le dolió verlo así, no pudo evitar derramar una lágrima por él.Hermano, ¿Pero que te han hecho? Dijo mientras se acercaba a Marco con preocupación.¿Hermano? — Dijo Marco confundido.Si, Marco, soy Felipe soy tu hermano mayor, sé que no me recuerdas, pero pronto lo harás.Si… quizás pudieras traerme unas fotografías… — Dijo Marco con dificultad aún adolorido.No tenemos muchas, pero te mostraré las que tengo en mi celular— Dijo Felipe mientras buscaba fotografías con su hermano. Encontró algunas, pero realmente no eran muchas. Hubo una que despertó un ligero recuerdo en Marco.Creo que recuerdo ese día, fuimos al parque, llevamos s tu perro, ¿verdad?¡SI! Lo recordaste, excelente. ¿Qué más recuerdas de ese día?No mucho, solo... creo que eso es todo.¿no recuerdas a Alba? Mírala está aquí con nosotros — Dijo mostrándole una fo
Los días seguían pasando y Alba no podía regresar a casa aún. Se comunicaba con sus padres a diario, quienes estaban realmente preocupados pero cada vez parecían perder más la esperanza de que su hija volviera pronto. A pesar de todo, nunca dejaron de culpar a Alba.Si no hubieras tomado una decisión tan impulsiva esto nunca hubiera pasado — Decía su madre.Es verdad, ahora estás pagando las consecuencias, nos desobedeciste — Decía su padre.Eso no es así, no es mi culpa que haya un virus que esté matando a la gente, eso era absolutamente impredecible — Decía Alba llena de frustración.Casi a diario ella llamaba a Marco, lo hacía solo cuando estaba Felipe ya que Marco aún no tenía su celular propio. Marco parecía recordar ciertas cosas muy leves, pero no podía recordar nada con claridad. Alba se sentía dispuesta a hacer todo lo posible por recuperar al antiguo Marco, no planeaba dejarlo. Ella también había estado buscando la forma de hacer justicia, estaba segura de que la persona que
Después de varias horas de viaje finalmente Alba había llegado a casa, sus padres la estaban esperando en el aeropuerto y también sus amigas. Alba no había sentido una tranquilidad y alegría tan grande como aquel instante cuando tocó el suelo de su país. A pesar de lo complicadas que se habían puesto las cosas con sus padres ellos la recibieron con un abrazo fuerte y con mucho sentimiento, las lágrimas no faltaron. Fue un momento muy ameno para todos, el reencuentro tan esperado con Alba por fin se había dado. Ella llegó a las once la mañana, por lo que sus padres le habían preparado un almuerzo especial, con la comida que a ella tanto le gustaba.Fue un momento muy agradable, sin embargo, Marco no estuvo ahí, sus padres no lo habían invitado a pesar de que sabían lo importante que era para su hija poder verlo. Alba no podía esperar más, el almuerzo terminó a las tres de la tarde y fue el momento en que Alba salió de casa para ver a Marco. Sus padres estaban realmente enfadados con la