El timbre de la puerta sonó. Imaginé que era mi asistente quien venía a dejarme las cosas. Me levanté así como estaba, despeinada, descalza y arropada en aquel blanco y radiante albornoz que me llegaba casi al muslo.—¡Parece que fuiste a elaborar tú misma las prendas, tardaste mucho! —reclamé debido a mi cansancio y tristeza.—No las elaboré yo mismo, pero sí tardé porque tuve que viajar desde otro país. —Dijo Andy. Sí, el maldito puto estaba de pie en la puerta de mi habitación. El muy maldito me observa con una sonrisa y carga varias bolsas en sus manos. —¿Me extrañaste? —se atrevió a consultar.—¡Serás un desgraciado! No te he pedido nada a ti, vete, en un momento mi asistente traerá lo que necesito. Además, no sé cómo sabías en qué habitación estaría yo, eres un pervertido.—¿No lo has entendido todavía? Fui yo quien le pidió a tu asistente que no te trajera nada porque yo lo haría.—¿El jefe atiende personalmente a su empleada? ¿Acaso su esposa no se molestará si se entera de qu
Ya que él estaba de buen humor, decidí aprovechar esa oportunidad para comentarle que ya había estado embarazada de su segundo hijo, pero que lo perdimos.Él me abrazó cuando lo mencioné, ese abrazo que tanto deseaba finalmente llegó. Lo sentí tan real que pensé que él ya se había recuperado por completo.—Lo siento tanto, mi amor. Todo pasó por mi culpa, si tan solo te hubiera dicho que no saliéramos en aquella noche esto no hubiera pasado. —lamentó, también con ojos llorosos y tristes.Al principio me sentí confundida entre el llanto, los recuerdos de esa vez y la realidad. —¡Andy! Eso… eso que has dicho del pasado, significa que…—Sucedió el día que te marchaste de casa. —me interrumpe. —El anillo de matrimonio que me entregaste y un pequeño golpe que me di en la cabeza me trajeron recuerdos vagos que poco a poco se fueron aclarando hasta ahora. —confesó.—¡Ah, desgraciado! ¡Me has estado engañando durante este tiempo! —Me enojé porque, desde que comencé a trabajar en la clínica, é
Tres meses han pasado desde que Andy me confesó que había recuperado todos sus recuerdos. El médico dijo que ya todo estaba bien y que podía volver a sus labores con normalidad, como si nunca hubiera ocurrido el accidente. Sin embargo, para nosotros nunca más será igual porque perdimos a un bebé.Dentro de dos días celebraremos el cumpleaños número cinco de nuestro pequeño Jaime. Sí, el tiempo se nos ha pasado volando y desde que Andy y yo nos conocimos, hasta ahora estamos teniendo nuestro momento de paz y tranquilidad en familia.Nuestro hijo está muy emocionado y quiere que la fiesta se realice dentro de su salón de clases, rodeado de sus compañeros de su misma edad. Tiene un papá tan alcahuete que hace lo que el niño le pide. Así que, aquí estoy preparándome desde ya con los ingredientes que necesitaré para la elaboración de su torta de cumpleaños y los bocadillos.—Cariño, mi hijo quiere que le regale para su cumpleaños un león como mascota. —Dijo Andy, muriendo de la risa al ent
Mientras Andy maneja y habla por teléfono, yo estoy distraída en mis pensamientos con respecto a la visita inesperada de Brenda.Estoy pensando si decírselo a él, o dejarlo pasar por alto. De pronto escucho lo que el niño dice, mi sonrisa se hace ver porque mi hijo es muy inteligente y ha descubierto que estoy embarazada. No sé cómo lo ha hecho, pero creo que es cierta aquella teoría que dice que los hermanos presienten cuando un nuevo miembro está a punto de llegar a la familia.—¡Voy a tener un hermano menor! —Volvió a decir.—¡Cómo! —exclamó Andy, colgando la llamada que tenía. —Amor, ¿estás embarazada? —preguntó sin poder creerlo. Él me lo ha pedido muchas veces y fue así como decidí dejar a un lado las pastillas de planificar sin decírselo a él.—Amo cada vez que te sorprendo con alguna noticia. —Comenté con mis mejillas coloradas como si hubiera regresado a los días cuando nos empezábamos a conocer y le tenía pena.En el transcurso del viaje, él cuestionó que por qué no se lo co
Andy está detrás de la puerta, desesperado porque no le respondo cuando me habla. Me pide que, si estoy cerca de ella, que me aleje porque la derribará con una patada.—Dame un momento, por favor. —Pido.Necesito recomponerme antes de enfrentarme a él.Finalmente abrí la puerta. Sonreí y le hice saber que me había quedado dormida en la bañera hasta que su voz me despertó. Él me regañó por ser descuidada y así acabó su preocupación.Ya estábamos en la cama listos para dormir cuando decidí que era el momento de poner las cosas en su lugar. Me zafé de sus brazos y me senté apoyada sobre el respaldar de la cama.—¿Qué pasa, mi amor, te duele algo? —pregunta.—Sí. Me duele el corazón. —Respondí.—¿De tanto dar o recibir amor? —consultó, creyendo que es una broma.—Andy, te haré una pregunta. Pero necesito que me respondas con toda la sinceridad del mundo.Él se preocupó. También se colocó en mi posición para estar más atento a mis palabras.—Mi amor, puedes preguntar lo que tú quieras, per
Fue muy perturbador para mí, ver cómo torturaban a Brenda para que confesara todo lo que nos había hecho. Le pedí a Andy que me llevara de regreso a casa, pero él se negó aduciendo que, mientras esa mala mujer no confiese que el bebé en su vientre es de otro hombre, no nos iremos.—Brenda, por favor, colabora para que ya no te hagan daño. —Supliqué casi al borde del llanto. Sentía pena por ella, pero cada vez recordaba que ella había enviado a secuestrar a mi hijo y se quedó en casa como si nada hubiera ocurrido mientras yo me moría de la desesperación.—¡Tú cállate! Por tu culpa perdí al hombre que amaba. —Me gritó. —¿Tú crees que tu secuestro fue por pura casualidad? ¡Ja, ja, ja, qué estúpidos son ambos! Tu madre y yo lo planeamos todo porque necesitábamos esos diez millones de dólares que pedíamos por tu rescate. Pero como siempre, mi amor estaba detrás de ti y nos ganaba el mandado.Di unos pasos hacia atrás hasta detenerme en la pared. No podía creer que en aquel entonces esta mu
ANDYVamos en el auto de camino a un hospital. Estamos un poco alejados y llegar a mi clínica sería mucho tiempo, además ella suplió que no quería ser vista en ese estado por sus excompañeros de trabajo.Hice una llamada falsa en donde le decía a mi abogado que comenzara con los trámites para el divorcio. Tenía que hacerle creer a ella que estaba cumpliendo con la palabra que le prometí y que me separaría de Raquel.—Dentro de una semana estaré listo para que nos casemos. —Le dije y ella sonrió. Tomó mi mano con fuerza y comenzó a delirar mencionando un lugar. Yo tenía el teléfono en mi mano y de inmediato anoté esa dirección donde supuestamente se encontraba mi suegra.Dejé a Brenda en el hospital y envié a que comprobaran si en aquella dirección se encontraba nuestro objetivo. Mientras tanto, yo no me podía separar de ella porque pudo haber sido palabras sin sentido que salieron de su boca en su estado de fiebre.La policía ya está en el hospital esperando a que Brenda se recupere
Después de pensar que ya había perdido toda esperanza de llevármela por las buenas, mi maldita suegra hasta me hizo entrar en su lujosa vivienda. Tenía curiosidad de cómo había hecho para adquirir este bien inmueble, así que, mientras ella se fue a cambiar de ropa a su habitación, yo comencé a husmear por toda la casa donde tenía alcance.Me topé con un escritorio en un salón casi en abandono. Sentí curiosidad, de inmediato me acerqué y abrí la primera gaveta. En ella se encontraban varios documentos, pero uno de ellos me llamó la atención: el recibo por la compra de un arma de fuego que casualmente coincidía con el mes en el que mi padre murió supuestamente por su propia mano.Lo guardé dentro de mi camisa y continué buscando. Encontré un arma de fuego, similar a la que se encontró en la escena donde perdió la vida mi padre. Me asusté mucho porque aquella del pasado las autoridades la recogieron y se quedaron con ella y ahora aparece en la casa de la que fue mi madrastra.No toqué el