51

Escondo mi rostro entre mis manos y lloro: mi niña, mi pequeña princesa, está sufriendo y yo… yo juzgándola. Pero, ¿qué fue aquella escena que vi en el hotel? Seguro ella tendrá una explicación para todo.

El médico salió, me puse de pie y pregunté por su estado de salud. Él mencionó lo grave del asunto y la cantidad de dinero que se requiere para operarla. Le dije que al estabilizarse, la trasladaría en ambulancia hasta mi clínica y allá se le haría el procedimiento.

El hombre me observó de forma rara. Seguro cree que estoy mintiendo al mencionar que soy cirujano y tengo mi propia clínica, ¿quién no pensará que estoy delirando? De ser cierto, ya hubiese extirpado ese maldito cáncer que doblega a mi mujer.

Me permitieron entrar a verla. Estaba totalmente pálida y conectada con un catéter que le pasaba medicamento a sus venas. Me acerqué, besé su frente y le pedí perdón por seguir siendo un idiota al dejarme llevar por mis celos.

Ella dormía profundamente, aproveché a pedir el diagnósti
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo