Él no desea escuchar otra cosa que no se trate de su esposa y su hijo desaparecido, solo de ellos necesita saber para qué su vida sea completamente feliz.—Cuéntame, ¿qué sucede? —preguntó sin gracia.—Tu hermana ya se despertó y está preguntando por ti. —soltó.Andy sintió una sensación indescriptible al saber que su amada ha despertado, su corazón late lleno de felicidad.—¿Qué debería hacer? Sabes que desde hace varios años que no me relaciono con ella porque me puse celoso de que me quitara a mi padre. —Mintió. Muriendo de ganas por salir corriendo y abrazarla para hacerle saber que ya no está sola, ahora él se encargará de luchar por el hijo que ambos procrearon.—Ya déjate de tonterías, ve a atender a tu hermana y recupera el tiempo que te has perdido de estar con ella.Andy le agradeció por ser tan comprensiva, salió de su despacho y se dirigió a la sala donde se encuentra su esposa, camina lento, quisiera correr, abrazarla y decirle que no la ha olvidado y que le perdona todo
Andy lamenta y de verdad se siente culpable de lo que me ha tocado enfrentar por sí sola. Mientras él disfrutaba en el extranjero yo luchaba por sobrevivir y recuperar a nuestro hijo, sé que eso le pesa en su conciencia.—¿Qué sucedió después? —Pregunta con un nudo en la garganta y la cara llena de tristeza. —Mi mamá le pidió a tu padre que me sacase de la universidad y él le hizo caso. Dijeron que era por mi bien y para salvaguardar la reputación familiar. Fingieron brindarme su ayuda durante los últimos tres meses, sin embargo, cuando mi hijo nació, ellos me lo arrebataron y lo registraron como suyo.—¿Cómo es posible que el hospital se haya prestado para hacer eso?—Así como tú te prestaste para autorizarles a ellos que se llevaran al niño, aun cuando él debía permanecer en supervisión. —Culpé.—Ya investigué, ellos presentaron una autorización falsa, jamás daría mi consentimiento para un paciente inestable. —Me aseguró.—Quiero creerte, pero no puedo. —Dije, con sinceridad.—No
El esposo lamenta no haber visitado a sus padres en tanto tiempo, quizá si lo hubiese hecho se enteraría de que tenía un hijo y se lo quitaría a los señores.—Andy, ahora ya nada de eso importa, creo que, lo nuestro ha quedado en el pasado. Ahora enfoquémonos en el presente, debes encontrar a nuestros padres y quitarles a nuestro hijo, a ti te será muy fácil acercarte porque ellos no saben que tú eres su padre, no creo que lo sospechen, aunque cuando lo vi en el quirófano si le noté un gran parecido a ti.—Raquel, te prometo que traeré de vuelta a nuestro hijo, para ello debemos de tener calma, recuerda que por ahora no sabemos a dónde se lo llevaron y eso nos llevará algún tiempo.—Lo sé. —respondí, en medio de un suspiro.—Raquel. Quiero pedirte un favor. No le digas a Brenda que, estamos casados y somos los padres del niño, al menos no por ahora. —Pidió.—No te preocupes, no entorpeceré tu relación con la mujer que siempre fue desde el inicio. —Prometí, con dolor en mi pecho al dar
Finalmente, mi colega me informó que ya estoy recuperada y puedo reintegrarme al trabajo de manera parcial, tratando de no forzar mi cuerpo demasiado. Sin embargo, cuento con la venia de Andy como jefe para presentarme hasta la siguiente semana a trabajar. Eso me ayudará a poder estabilizar mis pensamientos y mi vida. Aunque, los colegas me critiquen a mis espaldas por ser la preferida del jefe al enviarme a casa con permiso de incapacidad.En la clínica nadie conoce nuestra relación de hermanastros o esposos, bueno, ni siquiera Brenda sabe que estamos casados y para colmo, él le pidió no revelar que somos familia. Andy se ha vuelto muy frío y calculador. De aquel hombre enamorado y complaciente ya no queda nada, el tiempo y las dudas se encargaron de llevárselo al infierno.Debo decir que al pequeño Jaime ni siquiera me permitieron verlo el día que nació, después de haber perdido el conocimiento y reaccionar horas más tarde me informó la enfermera que al bebé ya se lo habían llevado
Me siento frustrada, Andy y su gente no pueden dar con el paradero de nuestros padres. Me preocupa la salud de mi pequeño Jaime, se lo llevaron sin que el efecto de la anestesia acabara y quién sabe si ese par de locos lo hayan llevado a recibir atención médica. Cabe resaltar que el nombre de mi hijo me encanta. En cierta ocasión le comenté a mi mamá que así se llamaría cuando naciera. Jamás imaginé que ella le pondría el nombre que ya tenía elegido; de haberlo sabido desde siempre, lo hubiese clamado por su nombre.Los vecinos me comentaron que un hombre demasiado atractivo vino en mi búsqueda, luego una señora me dijo que él prometió ayudarme a encontrar a mi hijo. Andy es ese hombre atractivo y demasiado guapo que ellos mencionan. Me llena de emoción el saber que, a pesar de jurar odiarme, por su hijo, está haciendo lo que sea con tal de regresarlo conmigo.Estaba a punto de irme a la cama cuando escuché que alguien llamaba a la puerta, tuve miedo de salir a ver quién es porque en
Intenté persuadirlo para que no nos llevara a su casa, me duele el alma verle al lado de Brenda que, aunque soy consciente de que ella es ajena a nuestra realidad, me duele tener que cargar sola con mi corazón destrozado mientras el causante se la pasa feliz con su amante.—Aquí estaremos bien, Andy. Deja que recoja un poco más de dinero y compraré una pequeña casa para nosotros dos. —pedí, no queriendo vivir bajo el mismo techo que él y su nueva pareja.—Raquel, te he dicho que no me gusta este lugar, no ahora que mi hijo está aquí. No quiero que en el futuro le suceda algo o que nuestros padres te encuentren y nos lo vuelvan a quitar. —expresó con preocupación, haciéndome entrar en razón.—Está bien, nos iremos a vivir con vosotros. —Acepté, sabiendo que es lo mejor para mi pequeño Jaime, allá estoy segura de que pondrá seguridad para que nadie se acerque a su casa.—¿Qué le dirás a Brenda? —quise, saber, la curiosidad me mataba.—Diremos que el bebé es nuestro hermanito y que nuest
Como siempre, Andy tiene una solución para todo y en esta ocasión no es la excepción.—No te preocupes, en el camino he comprado algunas cosas que serán de mucha ayuda para esta noche. —Comentó, haciendo sentir cálido mi corazón. Se fue al auto y regresó con muchas bolsas. Entre lo que compró venían pañales desechables, yogur, gerber, leche y biberones. Varios tipos de biberones, por si al bebé no le gustaba uno, tomara el otro.Les juro que yo lloré de felicidad, sentía unas ganas inmensas de abrazar a Andy como agradecimiento, pero recuerdo que él me odia y ni siquiera permite que me acerque a él, aun sabiendo lo mucho que he sufrido durante su ausencia.—Nuestro hijo es muy hermoso, ¿cierto? —comenté, admirando a mi pequeño, que duerme como si en el mundo no existiera la crueldad.—Es un príncipe… mi príncipe. —afirmó, con una sonrisa.—Nuestro príncipe. —Le recordé— El amor de mi vida. —Finalicé, sintiéndome incómoda de que él ya no se interese en mí como mujer, sino como la madre
Aprovechando que mi marido está un poco flexible, decidí hacerle una petición, rogando al cielo para que él acepte.—Andy, quiero que el bebé me diga, mamá. Si tú no quieres que te llame, papá, lo entenderé, pero yo sí anhelo que me llame por lo que soy. Le diré a tu aman… digo, a Brenda, que le dijimos al pequeño que soy su madre para que se sintiera tranquilo al convivir con sus hermanos mayores. —rogué.—Raquel…—Si no lo aceptas —interrumpí, antes de escuchar su respuesta que seguramente será negativa— si no te parece adecuada, mi petición no me iré y continuaré viviendo aquí. —amenacé.—Está bien. —Bufó con molestia— Le diremos a Jaime que eres su madre y yo su padre, pero a Brenda le diremos lo que ya tenemos acordado. —finalizó.Me extraña que Andy haya aceptado tan rápido mi propuesta. Al parecer me conoce muy bien y sabe que si no me deja hacer lo que yo quiero el que saldrá perdiendo será él.Fuimos a una tienda de ropa y compramos una gran cantidad de prendas de vestir, ent