para quienes preguntan por el cuervo, su muerte y la cusa de esa, aparece en la historia LA VIUDA DE MI AMIGO.
Sandoval trato de descansar, solo sería para reponer fuerzas, pero la información recibida en la noche y la montaña de sentimientos que se habían desatado en su interior por Felipe lo habían dejado más cansado de lo que había creído posible, fue así como Azul lo despertó pasado el mediodía, algo que estreso aún más al latino, que por más que intento contactar con Felipe no obtuvo respuesta.— ¿Y si vamos a su casa? — las palabras de Enrique lo hicieron suspirar para no gritar.— ¿Cuantas veces debo decirles que no dejaran que entren?, creo que ni yo podría ingresar si no voy con el niño bonito.— ¡El hospital! — grito Azul al darse cuenta de lo obvio.— Por supuesto, son una familia unida, antes de la muerte o la venganza está el bienestar de la familia debe estar con sus sobrina y hermana.Fue así como los cuatro partieron al hospital de los Bach, algo que los inquietaba, pero ya lo habían dicho no dejarían solo a su amigo, ayudarían a Felipe y luego, seguirían su camino.Nada los pr
Carlos estaba viendo el techo de la amplia habitación, recreando la lucha que horas antes había presenciado, si creyó que ver luchar a Felipe fue raro, ver como Zafiro envió a la lona una y otra vez a Vincent lo dejo boquiabierto y no fue el único, aun así, nada se comparó con la lucha de Neri y Eros, fue un vale todo, patadas, puños, cabezazos, la sangre brotaba de cejas, labios y nariz, aun así los minutos pasaban, y ellos seguían, mientras Vincent cayo en el segundo Raund con un brazo y una pierna rota, Eros y Neizan iban por el octavo, estaban agitados, ensangrentados, pero seguían de pie y cuando caían no duraban ni tres segundos en la lona y volvían a levantarse.— Ríndete, Neri, no hagas que mi hermana pierda más tiempo curando tus heridas. — dijo en medio de una sonrisa el rubio.— Jodete Eros, si quieres que olvide lo que le hiciste a la princesa, tendrás que noquearme.Y la lucha continuo, casi una hora, sus golpes fueron perdiendo fuerza y mientras los hombres se molían a g
— Dios, tu boca sabe a fresa.No estaba corriendo lejos de él, aunque si lo había dejado de besar, pero en ese momento sus labios estaban recorriendo su cuello, a diferencia de como tomo su boca, no era con desespero, sino con suavidad, su lengua marcaba un compás lento y delicioso, mientras los labios grueso de Sandoval repartían chupetones, que estaba seguro dejaría marcas, pero le gustaba, tanto que sentía la humedad en la punta de su pene. Con desespero llevo una de sus manos al cabello sedoso y castaño de su custodio, aferrándose a él, tratando de que no se alejara cuando se diera cuenta de que tan erguido estaba su pene, pero la mente del caimán estaba nublada para pensar que algo estaba mal con el niño bonito, tomo ese jalón de cabello como la necesidad de desear algo más, por lo que comenzó a dar pequeñas mordidas, mientras regresaba el camino hecho a los suaves labios de Felipe, sus manos acariciaron su costado, hasta colarse por debajo de su camiseta, un gemido de satisfacci
Felipe camino con apuro a la gran mansión, el sol estaba saliendo y él había pasado casi toda la noche hablando con Sandoval y besándose, tanto que sus labios estaban rojos e hinchados, aunque eso no era nada comparado a como estaba su cuello, las marcas de los chupones que el latino había dejado en él adquirían un color más fuerte a medida que el tiempo pasaba. Carlos bajo solo segundos después, cuando termino de ver al niño bonito ingresar en la mansión, ¿Qué haría ahora? Se pregunto sin conseguir una respuesta, suspiro lleno de frustración cuando al fin piso el césped del jardín e hizo una nota mental de decirle a alguien que lijara las escaleras de la casa del árbol, o su niño bonito se lastimaría las manos, sonrió al darse cuenta de que estaba demasiado preocupado por la suavidad de las manos del rubio, pero a su favor, podía decir que nunca le habían acariciado la polla con manos tan delicadas.— Creí que Hades hablaría contigo, pero veo que no fue así o… tu decidiste ignorar su
Fueron meses de soledad para el rubio, del día que los latinos se habían marchado de la mansión Zabet, nunca más volvió a tener noticias suyas, solo sus amigos lo iban a visitar, y como no hacerlo si Reicher se estaba encargando de organizar la boda de Victoria y Alessandro, fue por ello por lo que viajaron a Italia.— Dios, esto es una locura. — dijo Reicher al ver la cantidad de periodistas que esperaba por el futuro matrimonio.—Sí, Alessandro es un gran empresario aquí, a eso súmale lo que se dice de mi familia, y BINGO, tienes un espectáculo para el mundo. — explico el rubio al tiempo que descendían del avión.Felipe siempre huía de los medios, siempre tuvo miedo de que algún reportero preguntara porque no tenía novias como sus demás hermanos, temía que descubrieran lo que era, pero ahora era diferente, él había aceptado que era gay, su familia lo sabía, y su corazón sentía la soledad, ya no le temía a nada, ni siquiera a Maller.— Felipe, es la primera vez que se te ve acompañado
Felipe movía su cintura y cabeza de forma frenética, había bebido mucho más de lo que su cuerpo necesitaba, pero era necesario, había descubierto que solo de esa forma los horribles recuerdos de las torturas de Maller desaparecían a la hora de tener sexo, algo que tenía casi todas las noches, con cuanto hombre se le insinuara, cada día se prometía no recaer en eso que se estaba convirtiendo en una adicción, sin embargo, cada noche fracasaba, necesitaba el sexo, necesitaba sentirse deseado, querido, aceptado, pero cuando quedaba solo, descubría que no importaba con cuantos hombres estuviera, ninguno le hacía sentir nada a comparación de lo que sintió en los brazos de Sandoval.Bebió lo poco que quedaba en su copa y simplemente la dejo caer, mientras sus movimientos se volvían más lentos, estaba mareado, y cansado, sintió como alguien se pegaba a él, un pecho fornido se moldeaba a su espalda hasta casi cubrirlo, unas manos grandes y cálidas tomaban su cadera, meciéndolo con sutileza d
Con lentitud bajo su rostro, sin despegar sus ojos color esmeraldas que brillaban con lujuria de los de Sandoval, el pene del moreno se levantaba como un glorioso mástil, apuntando a la boca de Felipe, Carlos llevo sus brazos a un lado y apoyando los codos elevo su torso para poder apreciar mejor lo que estaba haciendo su tormento, su niño bonito, la persona que amaba, un hombre… un hombre que estaba pasando su lengua por todo el falo venoso y lleno de terminaciones nerviosas del sicario, quien exhaló de forma audible el aire que no sabía que tenía retenido en sus pulmones, Felipe llevo su mano al lugar que había humedecido con su lengua, y su boca la ocupo para chupar el capullo del caimán, quien sentía que estaba en el mismo cielo, ¿cuántas veces le habían hecho sexo oral? Cientos, ¿con cuantas había disfrutado como lo hacía en ese momento? Con ninguna, Felipe era el único dueño de todas esas sensaciones que lo embargaban en ese momento, el moreno se perdía en la imagen de las mej
Carlos abrió sus ojos con pesar, estaba realmente cansado y no era el único, había hecho el amor con su niño bonito durante casi toda la noche, quería seguir durmiendo, realmente lo necesitaba, pero alguien golpeaba con desespero la puerta, suspiro y vio sobre su pecho encontrando a Felipe, aun dormido, parecía que los golpes que se escuchaban no provocaban nada en él, aunque claro lo que lo mantenía así de tranquilo y en las profundidades del hechizo de Morfeo era el hecho de estar durmiendo sobre el pecho del caimán. El moreno suspiro derrotado, ya que los golpes no habían cesado, se levantó y solo se colocó su bóxer, estaba dispuesto a golpear a quien sea que estuviera aporreando de esa forma la puerta, pero todo lo que tenía pensado quedo en nada, cuando al abrir vio pasar una melena rubia y seguido a ella dos niños de unos 12 o 13 años.— ¡Felipe! ¡Felipe despierta! — La rubia ingreso como si aquella fuera su casa, sin esperar invitación alguna fue a la habitación de su niño boni