-Adelante-Me invita a pasar, no voy a decir que no estaba tensa, porque estaría mintiendo.
-Gracias bebé-Lo mire un poco avergonzada ya que me imaginaba que estaría diciendo él en su cabeza.«Esta mujer es una zorra»«Mira nada más, se va con el primero que se le atraviesa»Sacudí la cabeza nuevamente, y me enfoco en el momento.Me siento en el sofá que está en la sala de estar, y me cruzo de piernas. Esta casa tiene muchos objetos valiosos, desde jarrones, cuadros y colección de autos en miniaturas.-Parece que Coral, tiene sueño-Masculla mirándome de forma inmediata. Me levanto del sofá de golpe para demostrarle que no tengo sueño y casi pero casi me caigo salvo por el movimiento que hizo Deivis evitó que cayera-Estas muy borracha-Dijo cerca de mis labios.-Esta borracha sabe muy bien lo que hace-Dije. Levanté mi cara y rocíe mi nariz con sus labios, los cuales huelen a cigarrillo.Llevó sus manos por encima de mi trasero y lo acarició con sencillez.-¿Si gustas podemos seguir la fiesta en mi casa?–Propone.Me parece genial.-¡Perfecto!-Grité y él me tapó la boca con su mano.-Sin ruidos-Dicho eso me soltó y se acercó al equipo o como se le llamé y coloco música.Luego fue a la cocina y trajo una botella de champagne junto con dos copas.-Esa botella se ve deliciosa-Dije acercándome a él y arrebatándole la botella.-¿Sabes abrirla?-Pregunto. Asentí y le demostre, abrí la botella con rapidez y luego la pegue a mi boca y trague un buche del líquido preciado.-Eres toda una hembra-Se acercó a mí y metió su mano dentro de mi cabello y apretó de este-Me encantan las mujeres que no se nieguen a nada-Inclina su rostro hasta el mío, solo estábamos a unos centímetros de besarnos.¡Bésame! ¡Bésame maldito!Cerré mis ojos esperanzada en el beso y para mí suerte él me beso la mejilla, me sentí como una basura, ¿Acaso no le parezco atractiva?.–¿Que pasa Deivis?–Cuestionó mientras exijo mi beso.–Mmm. No es nada.Deje la botella de champagne sobre la mesa y luego empecé a caminar mientras contemplaba su hogar.–Que hogar más acogedor–Cambie el tema, en realidad tenía mucha vergüenza, nunca antes me habían rechazado.-No camines mucho, podrías encontrarte con cosas raras-Su comentario me dejo los vellos de punta.De inmediato me devolví hasta donde estaba él.-No fue chistoso-Puse los ojos en blanco.Nos sentamos en el sofá, al son de la música movía mis pies, mientras que con las manos me servía una buena copa de champagne.La bebí de golpe, el líquido acariciaba mi garganta, es simplemente delicioso.Pasaron dos horas y mi cuerpo ya empezaba a acalorarse. Deivis había traído unas cervezas con unos pasabocas.Estaba bailando sola encima de la alfombra blanca, había quitado mis tacones ya que estorbaban, por su parte. Deivis estaba sentado en el sofá fumaba un cigarrillo mientras me miraba bailar.-¿Fumas?-preguntó sacando el cigarro de su boca.-No, pero no estaría nada mal-Me entrega el cigarrillo y lo lleve a mi boca tomando así una gran cantidad de humo.Empecé a toser, era mi primera vez fumando.Él se levantó del sofá y me ayudó, dándome unas palmadas en la espalda.-Ten cuidado. Podrías morir–Se echa a reír.-Creo que eres exagerado–Hago un puchero.Todo me da vueltas, la música la escucho lejos, y mis ojos se están cerrando.–Coral. ¿Estás bien?–Deivis me sentó en el sofá.-Voy a morir-Dije sonriendo–Tu eres un pedazo de bizcocho–añado y tomó de la cerveza.-¿Ah si?–asentí mientras reía– Y tu una mamacita, que tiene los ovarios bien puestos para beber-Ríe tras decir su comentario.-T-tu eres un hombre sinvergüenza-Lo señaló soltando un hipo.Estaba completamente loca, quizá. Pero Deivis no estaba tan ebrio por lo tanto solo reía de las cosas tan absurdas que decía-Deja de decir bobadas- Dice él, tapando mi boca.–Mira, andate y mueve tu trasero por qué vamos a tener s***–mi voz esta pérdida, y mis palabras son directas, aunque los borrachos dicen la verdad, solo lo quiero para sexo.Me levanté del sofá hasta caer al piso, literalmente no podía con mi alma, por tanto Deivis me ayudó a estar de pie.–Coral, creo que has tomado demasiado.–¡Cállate!–Grite y tiré la botella que estaba en la mesa, al piso y lo tomé por la camisa y me puse de puntillas, no lo dude ni un segundo, y lo bese, pegue mis labios sobre los suyos, él quedó pasmado como estatua, no se lo esperaba. Sus labios son tan suaves, y delicados son perfectamente excitantes-Ricos labios-Dije despegada de él.Gire mi cuerpo para tomar la botella de champagne y servirme, pero el brazo de Deivis se dibujó en mi cintura, haciéndome girar con rapidez y mi cuerpo choca contra el suyo.-¿A dónde vas? ¿No vas a arreglar este problema?–Preguntó con los ojos medio abierto.-¿Cual problema?-Dije divertida-Me señaló su parte baja la cual estaba erecta. Se notaba el gran paquete robusto que se mandaba este individuo.-Este, hermosa-Agarra mi mano y la lleva hasta su longitud, y si, estaba completamente dura.Lo toque con más precisión y luego lo mire, sus ojos estaban medio abiertos, y su mandíbula estaba apretada.Algo dentro de mi cuerpo se estremeció, era como si una corriente eléctrica invadiera todo en mí, tenía tantas ganas de probar su paquete, me nacía una extraña necedad en mi parte baja.me suspendo de él, mi cuerpo estaba colgado, me sentía como una niña pequeña, mientras abraza a su padre.Olfateo su cuello con mi nariz, y luego dejo un beso húmedo en este, el empieza a dar vueltas suaves haciéndonos girar.Solté una risita juguetona y él me abraza más fuerte.Luego nos deja caer encima del sofá, me quejo al saber que su enorme cuerpo cae encima del mío. Pesa toneladasMire hacia el techo, esperando que él tomara la iniciativa está vez, estaba preparada para lo que pasará esta noche, y créanme que no me voy a echar para atrás, no me voy de esta casa, hasta no haber probado esa linda curiosidad que me atrae de este tipo.-¿Estás segura de esto?-Preguntó él encima de mi cuello.ahora me pregunta bobadas, no entiendo para que me reta, y ahora es él, el que se echa para atrás.-Nunca había estado tan segura.Abrió mis piernas para acomodarse encima de mí, y sentí lo duro que rebota sobre mi privacidad. Besa mi cuello con ternura y luego deslizó sus delgados labios sobre los míos, su beso se intensificó luego de meter mi mano dentro de su cabello. Sus labios se movían como olas encima de los míos.Mordí su labio superior y él succiona mi labio inferior, su beso es rico y con el olor a alcohol se hace disfrutar más.Se separa de mí y empieza a quitar su camisa, estaba ansiosa por saber qué había debajo de ese cuerpo, mis pupilas se dilataron a tal punto de enterrar mis uñas en el sofá.Tras quitar su camisa, me deja ver su cuerpo, a decir verdad no es el típico cuerpo que se redactan en las novelas románticas, donde el chico guapo tiene lindo abdominales y bonitos bíceps, no, no, y ¡No!En este caso su abdomen no está lleno de abdominales o cuadritos como le llamen, en este caso su barriga está llena de cicatrices y no cualquier cicatriz, una de ellas toma desde su tetilla derecha, hasta su
-¡Coral cállate!-Dijo mi hermano dándole una palmada a la mesa.-Me haces el favor y jamás me vuelvas a alzar la voz, porque seas dos años mayor que yo, eso no quita el derecho de que me respetes-elevé mi voz defendiendo mis derechos.-Coral sal de aquí-Ordenó mi hermano en un susurro.Me levanté del asiento y salí al jardín, creo que aquí estaré mejor que en medio de esa estúpida reunión, con esos idiotas.Me senté en el jardín a contemplar las flores que se movían de lado a lado, por la brisa.-Señorita Coral-Es la criada, volteó a su llamado y ella tiene mi teléfono en sus manos-Su teléfono está sonando.Tome el teléfono y conteste.-Hola-Dije sin ánimos.-Hola hermosa-Ah, es Deivis.-¿Cómo estás Deivis?-Me acosté sobre las hierbas del jardín.-Pues…No estoy tan bién-Su voz estaba ronca, quizá sea por la resaca.-¿Qué te ha pasado?.-Bueno, es solo que quiero volver a verte.Mi estado de ánimo cambió en cuestión de segundos, y mi estómago sintió cosquillas.-¿En serio? ¿A mi?-el se
Deivis.En línea.Deivis está escribiendo…Fantástico, así podré conocer a mi futura cuñada"Enserio, me muero por conocer más de ti, hermosa".Coral."Eso me alegra, solo espero que tu también me abras las puertas de tu corazón, no quiero que esto sea un juego✓✓.Deivis está escribiendo…"No te preocupes".Se desconecto, puse una carita triste, otra vez se desconectó. Debe estar ocupado.Seguí mi rutina, baje a almorzar las ricas sopas que había preparado la criada y luego fui hacer un poco de ejercicio para tonificar mi cuerpo.Observe a mi hermana quién estaba en su ventana mirándolo lejos, nuestros cuartos quedan frente a frente.Su mirada estaba perdida, a veces se desconecta del mundo y se enfoca en un mundo en el cual se imagina siendo una gran cirujana, de hecho está en primer semestre de medicina, pero…Es la mejor en su clase, hasta podría jurar que tiene el mismo conocimiento que un médico profesional, estudia muchísimo, ella tiene una memoria fotográfica y un oído muy pero
Ella va al baño dejándonos a solas.-Deivis hay algo que te quiero decir.-Dime, soy oídos tuyos.-Mi hermana, es autista-Él sonríe como si nada le pareciera extraño.-Lo sé-respondió rápidamente.-¿Cómo lo sabes?–Me impresiona este hombre.-Amor, note sus rasgos, es muy común encontrarse con una persona autista y créeme son seres maravillosos.-Si, son super tiernos–Dije mientras miraba en dirección al baño donde se encontraba Carolina.-Coral, te quiero preguntar algo–Dijo Deivis en un tono misterioso.-Dime, te escucho.-¿Vives en el portal?-Su mano apretó un poquito la mía, tanto así que dolió. Su mirada estaba un poco molesta y su mandíbula apretada.-No, ¿De donde sacas esas cosas?-Mentí y así fue como liberó su agarre.-Solo pense que vivías en ese lugar-No sé porque le interesa saber dónde vivo, y además de eso, cambia mucho su personalidad.-¿Tienes algo con esa calle?–Cuestiono y él de inmediato negó.-No, no es eso, es solo que…En cuanto iba a hablar, mi hermana llega a la
Deivis.-¡No quiero que me des más de tus tontas explicaciones!-Eleve mi mano y la dejé caer en su mejilla.-Señor, por favor, perdóname. Juro que no me di cuenta que el joven señor estaba dentro del auto.-Mira pedazo de estorbo, si a mi hijo le llega a suceder algo, no te va a alcanzar la vida para…En cuanto iba a terminar mi sermón mi hermana Elisa me interrumpe.-¡Ya basta hermano!-Sus ojos estaban a punto de llorar-No sigas, no quiero más violencia. Además fue mi culpa, tu me lo dejaste a mi cargo, y fallé.Pase mis manos por mi cabello y luego resopló, estaba alterado, mi hijo, mi único hijo en estos momentos se debatía entre la vida y la muerte.-Cálmate, tienes que ser un hombre maduro y empezar a entender que este proceso no será fácil–dijo Elisa.-Pero Elisa, es mi hijo, es mi bebé-Ella me abraza y de inmediato una lágrima intenta escapar de mí. Pero no la dejé salir, no voy a llorar, mi hijo me necesita.-Si, es verdad, pero recuerda que no todo está perdido, en estos mome
Natalia. Hasta el son de hoy, no voy a dudar que fuiste una excelente mujer, pero se canso de esta vida de infierno, una vida en la cual no podemos salir a compartir como familia, porque estaríamos expuestos a nuestra propia muerte. Por ello decidió irse lejos y empezar de nuevo.Llama muy a menudo a nuestro hijo, de hecho le envía muchísimos regalos. Alan adora a su madre, ella es hermosa tiene muy bonitos ojos son de color azul, exactamente iguales a los de mi hijo.Por un momento en mi vida, quise dejarlo bajo su cuidado, pero no… Siento que a mi lado estaría mejor.Pero con lo que acaba de suceder hoy, creo que lo mejor sería que él esté bajo los cuidados de su madre y ella estaría dispuesta a cuidar de él.Levanté la manga de mi camisa y miré las huellas de pie que llevo tatuadas en mi brazo derecho, las cuales pertenecen a Alan.Mi corazón se encogió tras recordar su voz clamando por un helado.Le encantan los helados, lamento todo esto, me dirijo al baño y me doy una ligera duc
Las vías estaban despejadas y el fresco aire de la brisa hacía volar mi cabello, a la velocidad con la que voy creo que llegaré en menos de cuarenta minutos.Luego de viajar solo unos minutos llegué a la casa en la cual Deivis me trajo aquel día, a las afueras estaban tres de sus hombres vestidos con un uniforme formal de color negro.Sus rostros eran fríos y sus mandíbulas estaban apretadas, estacioné la moto a una esquina y luego bajé dejando el casco en el cacho de la moto.-Buenos días señores se encuentra el señor Deivis?-salude con timidez y luego pregunté con un poco de miedo la verdad sus rostros no son nada, comparado con los estúpidos, inútiles hombres de hermano.-¿Quién es usted señora?-Preguntó uno.A decir verdad estos tres hombres no fueron los mismos que llegaron al club con Deivis aquella noche, estos son un poco más jóvenes.-Yo soy una amiga-uno de ellos soltó una pequeña carcajada y luego miró a los otros.-Señora vuelva por dónde vino, nuestro jefe ordenó que nadi
El hombre se acerca a mi y me toma del antebrazo, luego me hace levantar del asiento con un brusco jalón.-¡Oye que te pasa!-Le grité confusa.El parecía no entender lo que yo le estaba diciendo por ello intensificó más su agarre hasta hacerme salir de la lujosa mansión.De un brusco empujón me tiró y caigo contra el pavimento, luego me tira las rejas en la cara cerrando de estas.Que gente tan maleducada, me imagino que eso fue lo que ordenó aquella mujer.–Desgraciados–Masculle.Me las van a pagar, ya verán, de mí nadie se burla, me levanté del piso apoyando las palmas de mis manos contra el sucio pavimento, luego sacudí mi trasero ya que quedaba arena encima de éste.Salí de la villa casi que volando, no aguanté ni un minuto más en ese apestoso lugar.Por un momento tenía ganas de gritarle sus verdades, y por otro lado me sentí abusada verbalmente, creo que las preguntas de esa mujer, eran más como prestigio. Pero bueno, lo importante es que salí sana de ese lugar.No quise llegar