Bailamos un montón de música, ya estaba cansada, mis piernas dolían muchísimo, además de eso quería ir al baño.
-¿Qué te parece si te invito a mi apartamento?-propuso con una mirada sexi-Bueno la idea estaba súper bien, pero ir a casa de un desconocido tampoco es que fuera de lo mejor, pero… Este bizcocho será mío.-Esta bien, vamos a tu apartamento-Su respiración se cortó al escuchar mi inesperada respuesta.Me tomó de la cintura y con la otra mano libre le hizo un tipo de seña a sus hombres.Mientras salíamos del club, me percaté de que todas las miradas se enfocan en nosotros, me sentía como una celebridad.-¿Vives lejos?-le preguntó pasando mi mano por su torso.-Lo suficiente como para que disfrutes de un hermoso viaje-enarca una ceja.Me sentí un poco nerviosa, bueno, a las finales no es primera vez que me voy con un chico guapo, si no estoy mal, esta es la quinta vez que lo hago. Un día de estos terminaré asesinada.Sentí como sus manos jugaban con mis pompis, lo miré con desaprobación.-Lo siento, es solo que mi mano, es un poco necia-Si claro, acaso me cree estúpida.-Si esa mano, sigue tocando a mis nenas, juro que la destrozare–Dije sarcástica, y él me miró con temor.–Lo siento nena, creo que he bebido demasiado.No se pero este hombre es realmente bello, sus ojos negros como el mal, me miran con lujuria, y eso hace que una extraña sensación invada mi zona baja, si sigues mirándome de esa manera, juro que voy a mojarme.A decir verdad, llevo casi una semana sin probar un p*** si sigo de esta manera, terminaré oxidada, ya era hora, aunque si él lo permite, estaría dispuesta a tener relaciones.Aparte de ser un dios, tiene unos muslos bien trabajados. En su cuello lleva un águila tatuado el cual tiene los ojos rojos, ese tatuaje es espectacular. Rodé mis ojos hacia sus manos, son grandes y venosas, dios mío, si así tiene las manos, no me quiero imaginar cómo tendrá otra cosita, mordí mi labio inferior mientras estaba ensimismada en mis morbosos pensamientos.-Piensas demasiado ¿Verdad?-Dijo él, y de inmediato sacudí mi cabeza.-No, para nada-Ya esta es la segunda vez que me llama la atención con eso de que pienso mucho.Afuera solo estábamos nosotros dos, sus hombres no se que hacían y tampoco me interesaba, lo único que me importaba era Deivis.-¿Esperas a tus hombres?-Pregunte ya que estaba ansiosa.-Solo le indicaba a mis hombres que no regresen al apartamento-La cosa es enserio, esto me huele a se**Pasados unos minutos, él me invita a entrar a su auto, o mejor dicho su nave, es un Lamborghini de color violeta, jamás había visto uno de ese color.Mis piernas flaquearon ya que estaba a dos pasos de entrar, ¡Que emoción!.Subí al auto el cual emana un aroma a menta, poco después subió él.-Asegúrate de colocar tu cinturón-me avisa con una sonrisa divertida.Me coloco el cinturón y tome un suspiro, esto me dice que vamos a volar de lo rápido que va a conducir.Prendió el auto y de inmediato mi corazón se hizo como un tambor, realmente no me gusta la velocidad, soy una gallina.Deivis coloca un poco de música, en este caso electrónica, desvío sus negros ojos hacia mí y me guiño uno.-Esta noche la pasaremos sensacional-Dijo haciendo énfasis en la noche.Mi mente estaba un poco alocada, había bebido muchísimo, pero aún así tenía mis cinco sentidos sanos, lo que quiere decir que si pasa algo, lo recordaré con delicia.-No se si lo que te vaya a preguntar resultará un poco fuera de casillas pero…¿Tienes hijos?-Preguntó sin mirarme.-No, no tengo hijos-Dije encogida de hombros.Deje relajar mi cuerpo dentro del cómodo asiento, y mire nuevamente a Deivis quien sonreía, No es que dude de él, pero me parece que es buena persona-¿Tu, tienes hijos?-le devolví la pregunta y para mí suerte él asintió. No sé por qué pero eso me dolió. Dicen que cuando un hombre tiene hijos, es muy difícil abrir su corazón a cualquier mujer.-Me alegra mucho, hermoso-Le dije y él me miró esta vez.-Ya era hora.-¿De que?.-Que me regalaras un cumplido-Vuelvo y lo repito es un engreído.-Es la verdad, eres muy hermoso-Tras decir eso el freno y soltó sus manos del timón, luego pasó su mano dentro de su cabello.-¿Pasa algo?-Le pregunto un poco confundida.-Coral-Dijo con voz sería.-¿Si dime?-Respondí atenta, lo veo soltar un suspiro de desgaste, para luego decir en voz baja.-Olvidalo-Coloca sus manos otra vez encima del timón y empieza a conducir, no se porque pero ya me está empezando a dar miedo su actitud de bipolaridad.Las calles estaban vacías, y como lo dijo él antes, será un viaje lo suficientemente largo como para divertirse. O en este caso para poner mis nervios de punta.Lleve mis manos hacia mi rostro y frote de este, ya me estaba empezando a dar sueño.-¿Por qué vives tan lejos?-le pregunto haciendo un puchero, si sigue así, terminaré bajando mi sexi trasero de su lujoso auto.-No es mi culpa, linda. De hecho odio vivir aquí.–Pues te puedes mudar–Dije para tratar de resolver el problema.–No es tan sencillo, verás… Vivo en casa de mi padre, bueno él está en Londres.-Tu padre trabaja en el exterior?.-No.-¿Osea vivías con tu padre? ¿Y de qué trabaja exactamente?–Mis ojos brillaron por saber más.-Ya has preguntado demasiado, ahora solo vamos a disfrutar ¿Si?-Asentí sin problema. Creo que me pase de chismosa.Estacionó su auto a un lado de una casa tipo villa, el lugar es espectacular, la radiante luz de los faroles iluminan un monumento de camello, en la entrada hay unas enormes rejas que escudan la villa.Salimos del auto…-Ven, vamos adentro-Dijo él tomando mi mano.Caminamos hasta la entrada, todo es silencioso, intenté mirar hacia los lados pero él no me lo permitió..-No estés nerviosa, estás con Deivis.-¿Y quién eres tú?-Reí a carcajadas.-Muy pronto lo sabrás.Sacó sus llaves y abrió la puerta.-Adelante-Me invita a pasar, no voy a decir que no estoy tensa, porque estaría mintiendo.-Adelante-Me invita a pasar, no voy a decir que no estaba tensa, porque estaría mintiendo.-Gracias bebé-Lo mire un poco avergonzada ya que me imaginaba que estaría diciendo él en su cabeza.«Esta mujer es una zorra»«Mira nada más, se va con el primero que se le atraviesa»Sacudí la cabeza nuevamente, y me enfoco en el momento.Me siento en el sofá que está en la sala de estar, y me cruzo de piernas. Esta casa tiene muchos objetos valiosos, desde jarrones, cuadros y colección de autos en miniaturas.-Parece que Coral, tiene sueño-Masculla mirándome de forma inmediata. Me levanto del sofá de golpe para demostrarle que no tengo sueño y casi pero casi me caigo salvo por el movimiento que hizo Deivis evitó que cayera-Estas muy borracha-Dijo cerca de mis labios.-Esta borracha sabe muy bien lo que hace-Dije. Levanté mi cara y rocíe mi nariz con sus labios, los cuales huelen a cigarrillo.Llevó sus manos por encima de mi trasero y lo acarició con sencillez.-¿Si gustas podemos seguir la fi
Abrió mis piernas para acomodarse encima de mí, y sentí lo duro que rebota sobre mi privacidad. Besa mi cuello con ternura y luego deslizó sus delgados labios sobre los míos, su beso se intensificó luego de meter mi mano dentro de su cabello. Sus labios se movían como olas encima de los míos.Mordí su labio superior y él succiona mi labio inferior, su beso es rico y con el olor a alcohol se hace disfrutar más.Se separa de mí y empieza a quitar su camisa, estaba ansiosa por saber qué había debajo de ese cuerpo, mis pupilas se dilataron a tal punto de enterrar mis uñas en el sofá.Tras quitar su camisa, me deja ver su cuerpo, a decir verdad no es el típico cuerpo que se redactan en las novelas románticas, donde el chico guapo tiene lindo abdominales y bonitos bíceps, no, no, y ¡No!En este caso su abdomen no está lleno de abdominales o cuadritos como le llamen, en este caso su barriga está llena de cicatrices y no cualquier cicatriz, una de ellas toma desde su tetilla derecha, hasta su
-¡Coral cállate!-Dijo mi hermano dándole una palmada a la mesa.-Me haces el favor y jamás me vuelvas a alzar la voz, porque seas dos años mayor que yo, eso no quita el derecho de que me respetes-elevé mi voz defendiendo mis derechos.-Coral sal de aquí-Ordenó mi hermano en un susurro.Me levanté del asiento y salí al jardín, creo que aquí estaré mejor que en medio de esa estúpida reunión, con esos idiotas.Me senté en el jardín a contemplar las flores que se movían de lado a lado, por la brisa.-Señorita Coral-Es la criada, volteó a su llamado y ella tiene mi teléfono en sus manos-Su teléfono está sonando.Tome el teléfono y conteste.-Hola-Dije sin ánimos.-Hola hermosa-Ah, es Deivis.-¿Cómo estás Deivis?-Me acosté sobre las hierbas del jardín.-Pues…No estoy tan bién-Su voz estaba ronca, quizá sea por la resaca.-¿Qué te ha pasado?.-Bueno, es solo que quiero volver a verte.Mi estado de ánimo cambió en cuestión de segundos, y mi estómago sintió cosquillas.-¿En serio? ¿A mi?-el se
Deivis.En línea.Deivis está escribiendo…Fantástico, así podré conocer a mi futura cuñada"Enserio, me muero por conocer más de ti, hermosa".Coral."Eso me alegra, solo espero que tu también me abras las puertas de tu corazón, no quiero que esto sea un juego✓✓.Deivis está escribiendo…"No te preocupes".Se desconecto, puse una carita triste, otra vez se desconectó. Debe estar ocupado.Seguí mi rutina, baje a almorzar las ricas sopas que había preparado la criada y luego fui hacer un poco de ejercicio para tonificar mi cuerpo.Observe a mi hermana quién estaba en su ventana mirándolo lejos, nuestros cuartos quedan frente a frente.Su mirada estaba perdida, a veces se desconecta del mundo y se enfoca en un mundo en el cual se imagina siendo una gran cirujana, de hecho está en primer semestre de medicina, pero…Es la mejor en su clase, hasta podría jurar que tiene el mismo conocimiento que un médico profesional, estudia muchísimo, ella tiene una memoria fotográfica y un oído muy pero
Ella va al baño dejándonos a solas.-Deivis hay algo que te quiero decir.-Dime, soy oídos tuyos.-Mi hermana, es autista-Él sonríe como si nada le pareciera extraño.-Lo sé-respondió rápidamente.-¿Cómo lo sabes?–Me impresiona este hombre.-Amor, note sus rasgos, es muy común encontrarse con una persona autista y créeme son seres maravillosos.-Si, son super tiernos–Dije mientras miraba en dirección al baño donde se encontraba Carolina.-Coral, te quiero preguntar algo–Dijo Deivis en un tono misterioso.-Dime, te escucho.-¿Vives en el portal?-Su mano apretó un poquito la mía, tanto así que dolió. Su mirada estaba un poco molesta y su mandíbula apretada.-No, ¿De donde sacas esas cosas?-Mentí y así fue como liberó su agarre.-Solo pense que vivías en ese lugar-No sé porque le interesa saber dónde vivo, y además de eso, cambia mucho su personalidad.-¿Tienes algo con esa calle?–Cuestiono y él de inmediato negó.-No, no es eso, es solo que…En cuanto iba a hablar, mi hermana llega a la
Deivis.-¡No quiero que me des más de tus tontas explicaciones!-Eleve mi mano y la dejé caer en su mejilla.-Señor, por favor, perdóname. Juro que no me di cuenta que el joven señor estaba dentro del auto.-Mira pedazo de estorbo, si a mi hijo le llega a suceder algo, no te va a alcanzar la vida para…En cuanto iba a terminar mi sermón mi hermana Elisa me interrumpe.-¡Ya basta hermano!-Sus ojos estaban a punto de llorar-No sigas, no quiero más violencia. Además fue mi culpa, tu me lo dejaste a mi cargo, y fallé.Pase mis manos por mi cabello y luego resopló, estaba alterado, mi hijo, mi único hijo en estos momentos se debatía entre la vida y la muerte.-Cálmate, tienes que ser un hombre maduro y empezar a entender que este proceso no será fácil–dijo Elisa.-Pero Elisa, es mi hijo, es mi bebé-Ella me abraza y de inmediato una lágrima intenta escapar de mí. Pero no la dejé salir, no voy a llorar, mi hijo me necesita.-Si, es verdad, pero recuerda que no todo está perdido, en estos mome
Natalia. Hasta el son de hoy, no voy a dudar que fuiste una excelente mujer, pero se canso de esta vida de infierno, una vida en la cual no podemos salir a compartir como familia, porque estaríamos expuestos a nuestra propia muerte. Por ello decidió irse lejos y empezar de nuevo.Llama muy a menudo a nuestro hijo, de hecho le envía muchísimos regalos. Alan adora a su madre, ella es hermosa tiene muy bonitos ojos son de color azul, exactamente iguales a los de mi hijo.Por un momento en mi vida, quise dejarlo bajo su cuidado, pero no… Siento que a mi lado estaría mejor.Pero con lo que acaba de suceder hoy, creo que lo mejor sería que él esté bajo los cuidados de su madre y ella estaría dispuesta a cuidar de él.Levanté la manga de mi camisa y miré las huellas de pie que llevo tatuadas en mi brazo derecho, las cuales pertenecen a Alan.Mi corazón se encogió tras recordar su voz clamando por un helado.Le encantan los helados, lamento todo esto, me dirijo al baño y me doy una ligera duc
Las vías estaban despejadas y el fresco aire de la brisa hacía volar mi cabello, a la velocidad con la que voy creo que llegaré en menos de cuarenta minutos.Luego de viajar solo unos minutos llegué a la casa en la cual Deivis me trajo aquel día, a las afueras estaban tres de sus hombres vestidos con un uniforme formal de color negro.Sus rostros eran fríos y sus mandíbulas estaban apretadas, estacioné la moto a una esquina y luego bajé dejando el casco en el cacho de la moto.-Buenos días señores se encuentra el señor Deivis?-salude con timidez y luego pregunté con un poco de miedo la verdad sus rostros no son nada, comparado con los estúpidos, inútiles hombres de hermano.-¿Quién es usted señora?-Preguntó uno.A decir verdad estos tres hombres no fueron los mismos que llegaron al club con Deivis aquella noche, estos son un poco más jóvenes.-Yo soy una amiga-uno de ellos soltó una pequeña carcajada y luego miró a los otros.-Señora vuelva por dónde vino, nuestro jefe ordenó que nadi