-¡Coral cállate!-Dijo mi hermano dándole una palmada a la mesa.
-Me haces el favor y jamás me vuelvas a alzar la voz, porque seas dos años mayor que yo, eso no quita el derecho de que me respetes-elevé mi voz defendiendo mis derechos.-Coral sal de aquí-Ordenó mi hermano en un susurro.Me levanté del asiento y salí al jardín, creo que aquí estaré mejor que en medio de esa estúpida reunión, con esos idiotas.Me senté en el jardín a contemplar las flores que se movían de lado a lado, por la brisa.-Señorita Coral-Es la criada, volteó a su llamado y ella tiene mi teléfono en sus manos-Su teléfono está sonando.Tome el teléfono y conteste.-Hola-Dije sin ánimos.-Hola hermosa-Ah, es Deivis.-¿Cómo estás Deivis?-Me acosté sobre las hierbas del jardín.-Pues…No estoy tan bién-Su voz estaba ronca, quizá sea por la resaca.-¿Qué te ha pasado?.-Bueno, es solo que quiero volver a verte.Mi estado de ánimo cambió en cuestión de segundos, y mi estómago sintió cosquillas.-¿En serio? ¿A mi?-el se echa a reír.-Sí, por supuesto. Si quieres dime y yo paso por ti esta noche-Esta noche no sé si pueda, tengo noche de chicas con mi hermana, todos los lunes tenemos un encuentro en su cuarto, ya que eso le sirve como terapia-¿Puedes?-Preguntó sacándome de mis pensamientos.-Si, claro que podré-Respondí sin pensar, no quería quedar mal con mi pequeña hermana, pero tampoco quería dejar pasar esta segunda cita con Deivis, ese hombre me atrae un montón.-Está bien muñeca, pasaré por ti, solo dime dónde vives y con gusto te recogeré-No puedo darle mi dirección por esa razón le di otra, eso sí, tengo que salir unos minutos antes para poder llegar a la dirección que le daré a continuación.Le di la dirección a Deivis la cual queda a unos cuantos metros de mi residencia.-Listo, te veo a las ocho, ¿Está bien a esa hora?.-Si, si claro, te esperaré a esa hora.-Bueno hermosa, nos vemos esta noche-Cuelga la llamada. Llevo mi teléfono a mi pecho y doy un suspiro, en serio me gusta mucho este misterioso hombre. Creo que ayer nos conectamos rápidamente, y se que hubo mucha química entre los dos.Estaba viendo para el cielo, las nubes se movían lentamente, una de ellas tenía una figura muy rara, era como si fuera un ángel, claro, esos son los Ángeles que mi madre envió para que me acompañaran y cuidaran de mí.Cerré mis ojos y en medio de varios suspiros me quedé sumamente dormida.-¡CORAL! ¿Estás bien?-Es mi hermana. Despierto de mi hermoso sueño, soñaba que estaba bailando con Deivis.-Si cariño, estoy bien-Ella se acuesta a mi lado.-Ayer viniste borracha-Bajo su rostro, a ella no le gusta mucho la idea de que yo me la pasé bebiendo.-Así es, y créeme que lo siento mucho, por ello no quise despertarte.-No importa, de igual tú no cambias-Me echó a reír y ella me sonríe de manera tímida.De momento su sonrisa se apagó y sus ojitos marrones empezaron a aguarse.La tomé de la barbilla y la hice mirarme.-¿Qué pasa mi niña?-Sus lágrimas caen ya por fin.-Hermana, como le hago entender a mi corazón que ya mi Ernesto no estará conmigo. Yo lo amaba-Aquí vamos otra vez.-El está en un mundo mejor-Lo siento mucho hermana, si tan solo supieras que estoy involucrada en la muerte de tu Ernesto.-Si, y se que los que lo asesinaron tiene que pagar-Su comentario hizo erizar mis vellos.-Así es, pero ya olvídalo ¿Si?-Ella negó.-Me cuesta tanto-Tengo una idea.-Hermana, ¿Qué tal si esta noche nos vamos de paseo?-No sé si sea buena idea, de llevar a mi hermana para la cita que tengo con Deivis.-¡Si! ¡si!-Eso es, le encantó la invitación.-Muy bien, pero con una condición-Asintió-No le dirás nada a mi hermano.-¿Y si nos busca? ¿O envía a uno de sus hombres?.-No, eso no sucederá-Respondí tranquila.-Esta bien, no le diré nada, lo juro.-Aprovecharemos que hoy es día de chicas, tú sabes que mi hermano no suele molestarnos este día.-Si, es verdad-Sonrió mientras secaba sus lágrimas-Además él creerá que estamos en el cuarto.-Si, entonces, está noche a las ocho, nos vemos.Dicho esto cerramos la plática y me dirigí a mi cuarto, ella se quedó felizmente mientras buscaba ropa en su clósetMi habitación estaba ordenada, al parecer la criada la limpio, me dirijo a la caja en donde guardo mi arma, la abrí y desenvolvi el arma.La contempló con determinación, adoro mi arma a pesar que no le he dado uso.Este fue un regalo departe de mi padre cuando cumplí mis veinti siete años, es de color negra, me encanta su color además por que combina con mi forma de ser.La guardo y cierro la caja, luego estiré mi cuerpo y me asomé a la ventana viendo así, a mi hermano junto con sus hombres quienes se embarcan en las camionetas para marcharse.Que les vaya bonito, partida de inútiles.Chasqueo mis labios, estoy muy enfadada con Yeison.Estaba a punto de entrar al baño para hacer chichi, cuando sonó mi teléfono, es un mensaje.Tomó el teléfono y es un mensaje de What****, abrí el chat, y es el mismo número que me llamó hace poco.En su foto de perfil, tiene una calavera prendida en fuego."Hola mi bebé".¿Su bebé? Solté una risa, y de inmediato lo agregué y luego le respondí."Holi" ?✓✓Luego del mensaje que me envió se desconectó y me dejó en visto. Ese cretino.De igual manera le diré que voy en compañía de mi linda hermana.Deivis.Conectado hace diez minutos."Quería decirte que iré en compañía de mi hermana menor"✓Esperemos que va a decir, ojalá no se moleste.Pasados unos minutos fui al baño, hice mis necesidades y luego me dispongo a buscar en el clóset el vestido más hermoso.En ese momento sonó mi teléfono y claro, era él.Deivis.En línea.Deivis está escribiendo…Fantástico, así podré conocer a mi futura cuñada"Enserio, me muero por conocer más de ti, hermosa".Coral."Eso me alegra, solo espero que tu también me abras las puertas de tu corazón, no quiero que esto sea un juego✓✓.Deivis está escribiendo…"No te preocupes".Se desconecto, puse una carita triste, otra vez se desconectó. Debe estar ocupado.Seguí mi rutina, baje a almorzar las ricas sopas que había preparado la criada y luego fui hacer un poco de ejercicio para tonificar mi cuerpo.Observe a mi hermana quién estaba en su ventana mirándolo lejos, nuestros cuartos quedan frente a frente.Su mirada estaba perdida, a veces se desconecta del mundo y se enfoca en un mundo en el cual se imagina siendo una gran cirujana, de hecho está en primer semestre de medicina, pero…Es la mejor en su clase, hasta podría jurar que tiene el mismo conocimiento que un médico profesional, estudia muchísimo, ella tiene una memoria fotográfica y un oído muy pero
Ella va al baño dejándonos a solas.-Deivis hay algo que te quiero decir.-Dime, soy oídos tuyos.-Mi hermana, es autista-Él sonríe como si nada le pareciera extraño.-Lo sé-respondió rápidamente.-¿Cómo lo sabes?–Me impresiona este hombre.-Amor, note sus rasgos, es muy común encontrarse con una persona autista y créeme son seres maravillosos.-Si, son super tiernos–Dije mientras miraba en dirección al baño donde se encontraba Carolina.-Coral, te quiero preguntar algo–Dijo Deivis en un tono misterioso.-Dime, te escucho.-¿Vives en el portal?-Su mano apretó un poquito la mía, tanto así que dolió. Su mirada estaba un poco molesta y su mandíbula apretada.-No, ¿De donde sacas esas cosas?-Mentí y así fue como liberó su agarre.-Solo pense que vivías en ese lugar-No sé porque le interesa saber dónde vivo, y además de eso, cambia mucho su personalidad.-¿Tienes algo con esa calle?–Cuestiono y él de inmediato negó.-No, no es eso, es solo que…En cuanto iba a hablar, mi hermana llega a la
Deivis.-¡No quiero que me des más de tus tontas explicaciones!-Eleve mi mano y la dejé caer en su mejilla.-Señor, por favor, perdóname. Juro que no me di cuenta que el joven señor estaba dentro del auto.-Mira pedazo de estorbo, si a mi hijo le llega a suceder algo, no te va a alcanzar la vida para…En cuanto iba a terminar mi sermón mi hermana Elisa me interrumpe.-¡Ya basta hermano!-Sus ojos estaban a punto de llorar-No sigas, no quiero más violencia. Además fue mi culpa, tu me lo dejaste a mi cargo, y fallé.Pase mis manos por mi cabello y luego resopló, estaba alterado, mi hijo, mi único hijo en estos momentos se debatía entre la vida y la muerte.-Cálmate, tienes que ser un hombre maduro y empezar a entender que este proceso no será fácil–dijo Elisa.-Pero Elisa, es mi hijo, es mi bebé-Ella me abraza y de inmediato una lágrima intenta escapar de mí. Pero no la dejé salir, no voy a llorar, mi hijo me necesita.-Si, es verdad, pero recuerda que no todo está perdido, en estos mome
Natalia. Hasta el son de hoy, no voy a dudar que fuiste una excelente mujer, pero se canso de esta vida de infierno, una vida en la cual no podemos salir a compartir como familia, porque estaríamos expuestos a nuestra propia muerte. Por ello decidió irse lejos y empezar de nuevo.Llama muy a menudo a nuestro hijo, de hecho le envía muchísimos regalos. Alan adora a su madre, ella es hermosa tiene muy bonitos ojos son de color azul, exactamente iguales a los de mi hijo.Por un momento en mi vida, quise dejarlo bajo su cuidado, pero no… Siento que a mi lado estaría mejor.Pero con lo que acaba de suceder hoy, creo que lo mejor sería que él esté bajo los cuidados de su madre y ella estaría dispuesta a cuidar de él.Levanté la manga de mi camisa y miré las huellas de pie que llevo tatuadas en mi brazo derecho, las cuales pertenecen a Alan.Mi corazón se encogió tras recordar su voz clamando por un helado.Le encantan los helados, lamento todo esto, me dirijo al baño y me doy una ligera duc
Las vías estaban despejadas y el fresco aire de la brisa hacía volar mi cabello, a la velocidad con la que voy creo que llegaré en menos de cuarenta minutos.Luego de viajar solo unos minutos llegué a la casa en la cual Deivis me trajo aquel día, a las afueras estaban tres de sus hombres vestidos con un uniforme formal de color negro.Sus rostros eran fríos y sus mandíbulas estaban apretadas, estacioné la moto a una esquina y luego bajé dejando el casco en el cacho de la moto.-Buenos días señores se encuentra el señor Deivis?-salude con timidez y luego pregunté con un poco de miedo la verdad sus rostros no son nada, comparado con los estúpidos, inútiles hombres de hermano.-¿Quién es usted señora?-Preguntó uno.A decir verdad estos tres hombres no fueron los mismos que llegaron al club con Deivis aquella noche, estos son un poco más jóvenes.-Yo soy una amiga-uno de ellos soltó una pequeña carcajada y luego miró a los otros.-Señora vuelva por dónde vino, nuestro jefe ordenó que nadi
El hombre se acerca a mi y me toma del antebrazo, luego me hace levantar del asiento con un brusco jalón.-¡Oye que te pasa!-Le grité confusa.El parecía no entender lo que yo le estaba diciendo por ello intensificó más su agarre hasta hacerme salir de la lujosa mansión.De un brusco empujón me tiró y caigo contra el pavimento, luego me tira las rejas en la cara cerrando de estas.Que gente tan maleducada, me imagino que eso fue lo que ordenó aquella mujer.–Desgraciados–Masculle.Me las van a pagar, ya verán, de mí nadie se burla, me levanté del piso apoyando las palmas de mis manos contra el sucio pavimento, luego sacudí mi trasero ya que quedaba arena encima de éste.Salí de la villa casi que volando, no aguanté ni un minuto más en ese apestoso lugar.Por un momento tenía ganas de gritarle sus verdades, y por otro lado me sentí abusada verbalmente, creo que las preguntas de esa mujer, eran más como prestigio. Pero bueno, lo importante es que salí sana de ese lugar.No quise llegar
Elisa se levantó de la cama y con una mirada furiosa me reta.-¿Qué es lo que quieres?-Jamás la había visto así, era otra Elisa. Se aventó a mi, mientras me reclamaba con enojo.-Sabes algo, ¡Lárgate!. ¡Lárgate de la casa!-Sus ojos se agrandaron tras escuchar mi pronta e inesperada respuesta. Si, jamás la había corrido de casa, pero creo que ya fue suficiente, no la quiero ver.-¿Y para donde me voy a ir?, ¿vas a dejar en la calle a tu hermana?– Se excusó de una manera tan deprimente.-No me importa, solo quiero que te largues de mi casa-hice énfasis en casa.Ella me miró por unos pequeños segundos y luego salió de la habitación. Sus ojos denotaban irá, y su mandíbula estaba temblorosa, creo que será lo mejor, voy a llamar a papá y le diré que Elisa ya no vivirá más conmigo.Coral.-Si no te gusta la isla, entonces cancelaré la compra y elegimos otra-Me encontraba hablando con mi hermano a las afueras de la villa, estábamos tomando aire puro mientras bebía un batido de fresa.-No es q
?Dale click para al corazón y agrega la historia para más capítulos tentadores.-Me gustas mucho nena-masculla por encima de mi cuello. Puse mis manos por encima de sus hombros y con rudeza lo empuje a la cama, con sensualidad me subi a su regazo, sentí que sus manos acarician mi trasero y luego eleve mi mirada encontrándome con esos apoteósicos ojos negros los cuales votaban chispas de lujuria.-¿Qué tanto te puede gustar una simple mujer como yo?-le preguntó al mismo tiempo que llevó mis manos hacia su cabeza.-Lo suficiente como para tenerme como un pendejo ante tus pies.Solté una risa coqueta tras escuchar su respuesta, en un principio no le creía ya que con todo lo que me contó su hermana de que a él le gustaban las mujeres de buen cuerpo y que sean actrices, por eso no le creí, pero luego de escuchar cómo su corazón latía rápidamente, ese gesto hizo despejar mis dudas, al parecer le gustó.Llevo sus manos adentro de mi cabello y me dio un breve masaje, mientras que con su boca