La lluvia azotaba los cristales del tren que avanzaba a toda velocidad rumbo a París. Antonella Ricci, con su cabello oscuro recogido en un moño y sus grandes ojos marrones fijos en el paisaje que se deslizaba por su ventana, intentaba ignorar los nervios que la invadían, pero la sensación de aventura se mezclaba con la incertidumbre y la nostalgia que sentía al alejarse de su familia y amigos. Antonella era una joven ambiciosa y trabajadora, que soñaba con triunfar en el mundo de la moda, pero que también ansiaba encontrar el amor verdadero.
Decidida y apasionada, contemplaba el paisaje con nerviosismo mientras reflexionaba sobre su inminente cambio de vida. Estaba dejando atrás su hogar en Italia para perseguir sus sueños en la ciudad de la moda, una ciudad que siempre había admirado y que ahora se encontraba a solo unas horas de distancia.
Mientras Antonella luchaba con sus pensamientos, un joven de aspecto misterioso y atractivo ocupó el compartimiento del asiento cama al lado de ella. Era Nicholas, un hombre que parecía estar en sus veinte años y que tenía un aura de misterio que intrigó a Antonella desde el primer momento. Con su cabello oscuro revuelto y su mirada profunda, Nicholas era un hombre enigmático y fascinante, que parecía tener una presencia magnética.
A pesar de su reserva inicial, pronto descubrió que compartían intereses en común, como la pasión por el arte y la moda. La atracción entre ambos era innegable, pero Antonella se preguntaba si sería posible algo más que una simple amistad.
Pero el destino tenía otros planes para ellos. En el momento en que el tren fue alcanzado por un rayo, iluminando la noche con un intenso brillo blanco.
Todo cambió.
Un fuerte estallido sacudió el vagón, seguido de un repentino apagón. Antonella y Nicholas perdieron el conocimiento en ese instante.
Al despertar, Antonella y Nicholas descubrieron que habían sido transportados a una época diferente, al ver el diseño retro dentro de los vagones del tren al bajarse en la estación, se percatan que todo el mundo en sí, tenía un estilo retro a la década de los sesenta del siglo XX, en una París que parecía sacada de un libro de historia.
La París que veían no se parecía en nada a la que ellos conocían. La ciudad era hermosa y majestuosa, pero parecía sacada de un documental, periódicos y revistas de esa época. Poco a poco, Antonella y Nicholas comenzaron a darse cuenta de que habían sido transportados a otra época, una época que nunca imaginaron poder experimentar.
La ciudad era espectacular, con sus grandes edificios de estilo gótico, los bulevares empedrados y los automóviles clásicos que circulaban por las calles. Pero lo más sorprendente fue darse cuenta de que estaban en el año 1965. Antonella decidió buscar a su abuela Verona, quien para ese año tenía la edad de Nicholas. Al principio, pensó que esa sería su oportunidad para conocer cómo su abuela se convirtió en la exitosa diseñadora de modas de su juventud.
Lo que no se esperaba era que su abuela empezaría a tener un interés romántico hacia Nicholas, y peor aún, que este se sintiera ciertamente atraído hacia su joven abuela, sintiéndose un tanto celosa. Antonella decidió entrar como asistente en el atelier de su abuela, una para aprender de ella y otra para impedir que se acercara a su interés romántico, ya que ella lo conoció primero en el año 2023. Hasta que, desesperada, decidió revelarle que ella es su nieta y comentarle que ella viene del futuro producto de una misteriosa tormenta que golpeó su compartimiento de asiento cama de su tren. Además, le dijo que ella era la novia de Nicholas, haciendo que su abuela recapacitara, pues al intentar tener un romance con Nicholas le estaba siendo infiel a su esposo y lo peor, estaba embarazada del padre de Antonella.
Luego de haber resuelto ese problema principal, Antonella y Nicholas se sintió como si hubiera sido lanzados al pasado por algún motivo especifico, sin saber cómo había llegado allí o cómo regresar a su tiempo.
Desconcertados, Antonella y Nicholas se embarcaron en una búsqueda desesperada por encontrar una forma de regresar a su época en el siglo XXI.
Nicholas se encontraba en un dilema interno, por un lado sentía una fuerte atracción hacia Antonella y disfrutaba de su compañía y de la intensidad de su personalidad optimista ante la situación en la ambos se enfrentaban, pero por otro lado, sabía que ella aún era menor de edad y que sus principios y valores personales le impedían tener una relación romántica con una persona tan joven, a pesar que solo le lleva por tres o cuatro años de diferencia. A pesar de sus sentimientos, se mantuvo firme en su postura y trató de alejarse de ella en varias ocasiones, por lo que decidió a empezar a salir con chicas de esa época, para que Antonella entendiera que él no puede estar con ella, esto le rompía el corazón a Antonella. Por lo que decidió alejarse y no dirigirle la palabra al menos por un mes entero.
Nicholas se percató que ella ya no era la joven dulce, amable y entusiasta que había conocido aquel día en el tren antes de haber aterrizado al pasado; ahora ella lo trataba como un completo desconocido, situación que le dolía a Nicholas. Y que le dolió aun más cuando observaba como chicos de la edad de ella de esa época se le acercaba mientras intentaban coquetear con ella, cuando estaban de compras en el atelier de la abuela de Antonella, estaba empezando a sentir celos.
El decide hacer que ella al menos lo trate como un amigo nuevamente, al principio Antonella esta renuente pero decidió no podía aguantar un mes más sin hablarle y volvieron a hacer amigos poco a poco volvieron a ser cercanos nuevamente, convirtiéndose mejores amigos.
Sin embargo, no todo era tan simple como parecía. A medida que exploraban la nueva ciudad, descubrían un pasado fascinante y lleno de secretos que los mantenía cautivados y al mismo tiempo los alejaba cada vez más de su objetivo.
Mientras tanto con el pasar de los meses, descubren una pasión intensa que los une a pesar de los obstáculos que se les presentan: La Moda. Mientras luchan por adaptarse a esta nueva realidad y descubren los misterios que rodean su viaje en el tiempo, también deberán enfrentarse a la creciente atracción que sienten el uno por el otro.
Pasaron los meses y Antonella finalmente cumplió los dieciocho años durante la época en la que se encontraban, pero ella se estaba empezando a preocupar porque extrañaba mucho a su mamá y a su hermana que dejó en el futuro.
Con el pasar del tiempo, Antonella y Nicholas se dan cuenta de que quizás haya una razón para que hayan sido transportados a esa época y que tal vez, su amor trascienda las barreras del tiempo y del espacio. Juntos, deberán tomar decisiones difíciles y enfrentarse a situaciones inesperadas mientras descubren el verdadero significado de su viaje en el tiempo.
Juntos, enfrentarán situaciones inesperadas mientras descubren el verdadero significado de su viaje en el tiempo. Pero, ¿podrán Antonella y Nicholas encontrar una manera de regresar a casa antes de que sea demasiado tarde? ¿Será posible que su amor trascienda las barreras del tiempo y del espacio?
―Te extrañaremos mucho, hija. ―dijo Emiliana, su madre, mientras lágrimas caían por sus mejillas.Antonella, observaba con a su madre. Sofía, su hermana menor, intentó alegrar el momento: ―Hermana, procura traernos unos croissants de la mejor panadería de París en tus vacaciones.―Antonella interrumpió:―Deberías dejar de comer pan, Sofía. Ya te lo dijo el médico.― La familia se abrazó, conteniendo las lágrimas mientras anunciaban por megafonía la partida del tren a París.―Mamá, no te sientas mal, estaremos prácticamente cerca… solo son nueve a catorce horas en tren. ―Le comenta mientras se acerca a su madre y le retira las lágrimas en sus ojos. "Respetables pasajeros, el tren con destino a París saldrá en menos de diez minutos... se le pide a bordo en el menor tiempo posible", se escuchó por los altavoces de la estación. Su madre y su hermana la abrazaron por última vez, llorando las tres al unísono.―Si, hija pero estás a solo cinco horas en avió… ―Antonella hace un gesto de que
―¿Puedes quedarte en mi compartimiento? ―pregunta Antonella, al ver que luego de un rato ella ha permanecido charlando con Nicholas muy amenamente en su compartimiento al lado del de ella. ―Digo… tengo una pizza de ocho rebanadas y dudo terminarla yo sola. ―Mencionó la joven diseñadora. Nicholas sonríe ampliamente ante la invitación de Antonella.―¡Me encantaría quedarme contigo y compartir esa pizza! ―responde el joven fotógrafo, mientras se levanta del asiento y se dirige hacia el compartimiento de Antonella.Mientras comparten la pizza, la conversación sigue fluyendo naturalmente y ambos se sienten cada vez más cómodos el uno con el otro. Antonella se siente agradecida por la compañía de Nicholas, y se da cuenta de que, aunque al principio se había sentido incómoda y nerviosa, ahora se siente feliz y emocionada de tener un nuevo amigo.Nicholas no podía evitar sentirse atraído por Antonella. A pesar de que ella era mucho más joven que él, había algo en su personalidad y en su form
―Falta casi seis horas, para llegar a la ciudad francesa, Modane que fronteriza con Italia. ―comenta ella mientras a observar el cielo está empezando a nublar. Sus orbes marrones miran las nubes grises en el horizonte. ―¿Cómo estará el pronostico del clima para hoy? ―Pregunta ella regresando su rostro para mirar a su nuevo amigo y flechazo.Nicholas la observa por unos segundos pero luego saca su teléfono celular para leer el pronóstico del clima.―Parece que habrá algunas lluvias ligeras a lo largo del día, pero no será nada demasiado intenso. ―Dice Nicholas después de revisar el pronóstico del clima en su teléfono. ―Pero no te preocupes, te puedo prestar mi paraguas o mi abrigo impermeable.Antonella asiente, agradecida por la información, pero su mente aún está vagando en el hecho de que Nicholas no parece estar interesado en ella de manera romántica debido a su edad. Aunque ella se esfuerza por no dejar que eso la afecte demasiado, es difícil ignorar la sensación de desilusión que
Antonella abrió los ojos con dificultad y trató de enfocar su vista en el mundo que la rodeaba. Todo parecía diferente. Los colores, los sonidos, los olores, todo estaba fuera de lugar. Trató de recordar cómo había llegado allí, pero no lograba recordar nada más allá del estallido en el tren. Miró a su alrededor y vio a Nicholas tendido en el suelo a su lado. Se acercó a él y lo sacudió suavemente para despertarlo. Después de unos momentos, Nicholas abrió los ojos y se levantó con dificultad. ― ¿Qué pasó? ― preguntó Nicholas con voz somnolienta. ― No lo sé ― respondió Antonella, ―parece que hemos llegado a algún otro lugar. ¿Puedes ver algo? Nicholas se puso en pie y se acercó a la ventana del tren. Miró hacia afuera y su expresión se volvió de asombro. ― ¡Estamos en París!― exclamó. Antonella se unió a él en la ventana y lo vio con sus propios ojos. La ciudad era majestuosa y hermosa, pero parecía sacada de otra época. Los edificios eran altos y elegantes, con tejados a dos agu
Mientras que los dos jóvenes amigos fingían ser una pareja de novios melosa y acaramelada, los sujetos le seguían la pista, para preocupación de Nicholas, pero no tanto por parte de Antonella ya que disfruta la cercanía de Nicholas de ella mientras el la tenia abrazada con su brazo mientras caminaban. ―Aún nos siguen siguiendo… ―Le dice Nicholas mientras acerca sus labios a la oreja de Antonella, susurrándole.Antonella asiente con la cabeza y su corazón late más rápido, sintiendo un poco de miedo e intriga sobre quiénes podrían ser esos hombres y qué podrían querer de ellos. Aunque trata de disimularlo y seguir el juego de Nicholas, siente un escalofrío recorriendo su espalda y se aferra más fuerte a él.Nicholas la lleva a una pequeña tienda en una calle lateral y le dice que elijan algunas prendas de ropa que se adapten a la época.Antonella cuando está frente a la tienda de ropa se da cuenta que le resulta muy familiar, ella se suelta del abrazo de Nicholas y entra como si esa t
Al salir del Atelier de la abuela de Antonella, aun sumergida en sus pensamientos mientras mantenía un semblante serio pero siempre alerta de su alrededor, ella se percata que los misteriosos hombres estaban frente de la esquina opuesta, mientras ambos vestían con gabardinas como si se tratasen una especie de detectives o agentes secretos del gobierno francés, ella detiene su andar, y coge de la mano de Nicholas que el por estar distraído choca con la espalda de la joven modista.―Esos hombres no siguen, están escondidos en la esquina. ―Comienza a decir ella en voz baja para que solamente Nicholas la escuchase.―Tienes… razón, Tony. ―Le afirma el agudizando la vista.Si bien es cierto, que ahora está vestidos acorde a la época, y Tony aun carga ese ramos de flores, mientras ambos están tomados de la mano. Esos dos hombres de mediana edad lo tienen aun en la mira, causando incertidumbre a los dos jóvenes del futuro no tan cercano.―¿Qué deberíamos hacer para perderlos de vista, Nichola
Nicholas se sonroja y se apresura a negar con la cabeza.―No, no es eso. Solo estaba siendo amable. Pero si es importante para ti, prometo mantener mi distancia. No quiero causar problemas.Antonella asiente, aún un poco incómoda por la idea de que su abuela y su compañero de viaje pudieran tener algún tipo de relación en el pasado.―Gracias, Nicholas. Realmente lo aprecio.Con eso, los dos terminan su comida y se dirigen hacia la biblioteca, listos para continuar su búsqueda de una manera de regresar a su propio tiempo.Llegan a la biblioteca y comienzan a buscar información sobre viajes en el tiempo. Antonella se enfoca en buscar en los libros de historia antigua, mientras que Nicholas se enfoca en buscar en los libros de ciencia ficción.Después de varias horas de búsqueda, Antonella encuentra un libro que parece tener información útil. Se titula "Viajes en el tiempo: mito o realidad" y tiene una sección que detalla algunas teorías sobre cómo podría ser posible viajar en el tiempo.