Capítulo 0003
Juliana se demoró a propósito.

No fue hasta que Emiliano la llamó por segunda vez que salió de la villa.

La persona dentro del auto vio la figura que se acercaba corriendo, sus cejas fruncidas se relajaron un poco y ajustó una caja de regalo en el asiento del copiloto.

—Lo siento, tomé una siesta por la tarde, te hice esperar.

Se disculpó y explicó Juliana con formalidad, mientras abría la puerta trasera del auto.

A través del espejo retrovisor, Emiliano la miró de reojo. Sus manos, antes relajadas sobre el volante, se tensaron: —¿Vas a ir a la cena vestida así?

Juliana se sorprendió: —¿Esto no está bien? Es una cena familiar, no debería importar.

Emiliano le pasó la caja del asiento del copiloto: —Cámbiate.

La caja blanca tenía una etiqueta de Sprince y un empaque cuidadosamente diseñado. Juliana reconoció de inmediato que era un vestido de la última colección primavera-verano de Sprince.

Con duda en su rostro, colocó la caja de vuelta en su lugar: —Es el regalo que le darás a Camila, no debería usarlo.

Emiliano tamborileó el volante con sus dedos, pausando al escucharla: —Aún no hemos anunciado nuestro divorcio. ¿Planeas avergonzar a la familia Torres asistiendo a la cena así?

—Pero…

—Tengo otro regalo para Mila, este fue un obsequio de la marca. Lo olvidé en el auto.

Emiliano la interrumpió con un tono frío e intransigente: —Cámbiate.

—Está bien —cedió Juliana.

A regañadientes, tomó la caja y volvió para cambiarse.

El vestido con un tono azul claro resaltó su piel blanca y, al moverse, parecía un lienzo ondulante en movimiento.

Si no fuera porque el vestido le quedaba un poco holgado en la cintura, claramente no era su talla, le habría encantado.

Una vez cambiada, Juliana salió rápidamente. Pero al intentar abrir la puerta trasera, se dio cuenta de que estaba bloqueada.

La voz descontenta de Emiliano sonó desde dentro del auto: —Siéntate adelante.

Juliana frunció el ceño: —¿No es un poco inapropiado?

En su subconsciente, el asiento del copiloto era exclusivo para la novia o alguien cercano. Claramente, ella no era ninguna de esas opciones para él.

Emiliano la miró fijamente: —¿Así que es apropiado tratarme como tu chofer?

—... No era eso lo que quería decir.

Juliana se rascó la cabeza, tratando de explicarse claramente.

Después de escuchar a Juliana, Emiliano la miró fijamente durante un par de segundos: —Mila no es como tú, no haría un problema por algo tan pequeño. Sube al auto, no quiero repetir lo mismo otra vez.

Juliana afirmó con obstinación: —Entonces no iré. Supongo que ella tampoco querrá verme.

Empezó a alejarse, levantando el dobladillo de su vestido, pero el sonido del claxon la detuvo, seguido por la voz autoritaria de Emiliano: —Sube.

Juliana probó la puerta trasera, la cual se abrió sin problemas.

Ella levantó una ceja y, sosteniendo su vestido, entró en el vehículo. Debido a que el vestido no era de su talla y el diseño del dobladillo era complicado, le llevó un momento ajustarse adecuadamente.

Emiliano arrancó el auto y preguntó: —¿El vestido no te queda bien?

Juliana respondió con indiferencia: —Sí, está un poco holgado. Una vez que lleguemos, usaré un alfiler para ajustarlo. No te preocupes, no te haré quedar mal.

Antes de que pudiera terminar, un frenazo brusco del coche interrumpió su murmullo.

Ella, que no había puesto su cinturón de seguridad en el asiento trasero, golpeó su cabeza contra el asiento delantero, dejándola aturdida.

¡Ese maldito hombre! Aunque quisiera hacerle daño, no debería ser de esta manera. Si algo grave sucediera, él también correría peligro.

En silencio, Juliana se puso el cinturón de seguridad y miró a través de la ventana al paisaje retrocediendo.

En el extranjero, había sido una amenaza porque era la esposa de Emiliano. Además, en ese momento, todos sabían que estaba enamorada de Emiliano. Deshacerse de ella para dejarle espacio a Camila habría sido más conveniente. Ahora que había accedido a firmar el divorcio, esperaba que él no estuviera planeando hacerla desaparecer.

Deseando resolver rápidamente el tema del divorcio, Juliana preguntó:

—¿Cómo van los trámites de nuestro divorcio?

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