>. — ¿Qué tanto miras? — Pregunta la castaña terminando de peinar el rubio y alocado cabello de su hijo menor a quien está preparando para el cumpleaños número nueve de su hermano mayor Sebastián. — Al amor de mi vida — Las mejillas de la castaña se tiñen sin poder evitarlo. — A la mujer más hermosa de todas — Se levanta. — A la madre de mis hijos —Camina hacia ella quien se encuentra frente al espejo. — A la persona con la que deseo pasar el resto de mi vida — La abraza por detrás y besa su nuca. — Santiago, nuestro hijo menor está aquí, compórtate — Lo mira a través del espejo. — ¿Damián, campeón, por qué no vas a desayunar con tus hermanos mientras yo ayudo a mamá a prepararse? — ¡Sí! — Se levanta del banquillo y sale corriendo. — Santiago,
Dos cuatro de casados Como cada mañana desde hace algunos años despierto en la comodidad de mi cama con mi bella esposa a mi lado, siento su calor invadir mi cuerpo y su mirada sobre mí, no hay mucho qué ver pues hemos comenzado a dormir con ropa, los niños se han hecho demasiado curiosos y sus preguntas son bastante incomodas. Siento su cuerpo moverse un poco quedando ligeramente sobre mi.— Sé que estas despierto — Susurra en mi oído provocándome cosquillas.Sonrío cuando siento sus labios en mi mejilla, rodeo su cintura y giro en la cama dejándolo debajo de mi cuerpo, me acerco a su cuello acariciando suavemente con la nariz.— Buenos días amor — Beso su cuello.— Hola amor — Sonríe. — Me encanta cuando despiertas más cariñoso de lo normal pero creo que si tus hijos nos ven así podríamos causarles un trauma y no deseo que mis niños queden así — Posiblemente, yo pasé por eso y créeme, no es nada que un buen psicólogo no pueda arreglar — reí ante eso el solo sonreíaPasa sus brazo
— Santiago — se escuchó un llamado para luego escuchar un fuerte grito cosa que alertó a Santiago rápidamente que se encontraba con Logan y Rafael Santiago fue a la cocina y llamó a la niñera de los niños con fuerza haciendo que la nerviosa. Este era el segundo embarazo que pasaba con esta familia y sabía lo mucho que la señora Fernanda se alteran y eso alteraba a Santiago. — Necesito que por favor cuides a mis pequeños en lo que llevo a Fernanda al hospital La nana asintió, escuchando como Fernanda se quejaba. — Santiago —grito logan — ¡Al hospital! ¡Ahora! Logan y Rafael llevaron a Fernanda a la camioneta, Santiago se montó aún lado de su esposa y Logan arrancó con rapidez con loe nerviosa de punta — Tu puedes amor, recuerda cuando nuestros hijos llegaron al mundo, este dolor va valer la pena — dijo acariciando la mejilla de ella — Llamaré a mi madre para que esté con nosotros Santiago estaba temblando por dentro siempre sentía lo mismo cada en cada embarazo ¿Como es que e
No era la primera vez que estaba aquí claramente pero esta vez era algo que sabía que no iba a salir para nada bien.Desde esta mañana mi madre estaba en el hospital, los doctores decían que mi madre estaba en esa etapa en donde lo das todo para vivir o simplemente te dejas morir.¿Crees que el mal de amor o el dolor nos pueda llegar afectar físicamente?En mi poca experiencia podría decir que no pero al viví una que de forma indirecta no era mía mi respuesta sería la contraria. Hace unos años falleció papá, dejándonos muchas deudas con enfermedad, mamá se deprimió mucho cuando mi padre falleció, luego de eso comenzaron los dolores en el pecho y eso nos trae hasta aquí mi madre sufriendo del corazón y yo muerta de miedo.Vi a los doctores correr y la enfermera de repcion gritar "código azul, traigan el carro de parada
Estoy frente a la mujer de recursos humanos, mi corazón late a verla leer mi currículum falso y de vez en cuando me lanza una mirada lo que pone más nerviosa por el miedo de que se dé cuenta lo falso que esQuiero obtener el trabajo en el bufete de abogados, pero con desear no basta para obtenerlo quizás las mentiras que escribí puedan hacerlo por mi, la mujer que me dijo que se llamaba Tania deja los papeles en el escritorio, levanta su mirada y me inspecciona con seriedad.— Srta Sanmiguel tiene un impecable y grandioso currículum lamentablemente no creo tener nada para usted. Las vacantes de abogados están llenas.Esas palabras me tocaron, el sentir que llegaba tarde de nuevo.— ¿Tiene otra vacante en que pueda trabajar? – suplique.Necesito el trabajo— Sí, pero.- tomo un lápiz de la mesa y empezó a escribir en una libr
Llego la hora de enfrentarme a mis responsabilidades como secretaria mi nuevo jefe estaba a unos pasos y yo estaba temblando.Con un suspiro camine hacia la oficina y toque con los nervios a flor de piel esperaba que el no lo notara— ¡Pase! - su voz se escuchaba muy varonil.Tome el pomo de la puerta en mis manos y jale de ella.— ¿Fernanda Sanmiguel? – Pregunto cuando daba mi prime paso al interior.¿Cómo me concentraría teniendo un jefe como él?Si que era guapo.— Sí, soy yo. - se levantó de su silla y se dirigió hacia mí, me extendió la mano y correspondí al tacto. Era cegador tenerlo tan cerca.— Un gusto en conocerla señorita Sanmiguel - lo tenía tan cerca que podía oler su fragancia, desconocida para mí, perfecta para él.El señor Monter
Tropecé con Fernanda mientras caminaba hacia el elevador, me dirigía a una reunión cuando ella giro la esquina y chocó conmigo, mis manos volaron por inercia rodeando su cintura para que no se fuera contra el duro suelo, mi rostro se colocó en la curva de su cuello y ahí pude oler su cabello, olía a frutos rojos, se me hacia agua la boca.No pude evitar mirarla de arriba abajo era hermosa y muy atractiva, hasta ahora no había escuchado su voz, dulce, armoniosa y temblorosa, pero lo que más me llamo la atención de ella, no fue su increíble calor corporal ni el color verde de su mirada, sino los ojos rojos hinchados y un rostro triste¿Qué es lo que la hizo derramar lágrimas?¿Podría haber sido por la enfermedad de su madre?¿Alguna pelea de novios? Quería, no, mejor dicho, deseaba que fuera la primera opción, as&i
Vi a Carol entrar mientras su tacones resonaban fuertemente, ya estaba comenzando agotar mi paciencia he dejado que me diga todo el día pero ya se está excediendo — ¿Que hacen con ella aquí?– Grito haciendo que Fernanda se sobre saltar y yo la mirada con fastidio– Respondeme ya Santiago - Dijo mientras le daba fuerte al piso con una de sus tacones. ¿Acaso esta mujer estaba haciendo un berrinche? Cuando la vi caminar directamente a Fernanda me interpuse a tiempo para que no hiciera algo más que tomarle el cabello — ¡Carol esto es una oficina! –Exclamo Logan mientras me ayudaba a que la rubia soltara el cabello de Fernanda Una vez que logramos separarlas, la saque de la oficina cargada mientras ella seguía pegando gritos y dando patadas "¡El es mío! ¡El es mío!" Es lo único que se escuchaba en todo el piso No podía con la vergüenza. La lleve a la oficina ahí llamaría a seguridad. Una vez en mi oficin