Amor de contrato
Amor de contrato
Por: Kar
Capitulo 01

No era la primera vez que estaba aquí claramente pero esta vez era algo que sabía que no iba a salir para nada bien.

Desde esta mañana mi madre estaba en el hospital, los doctores decían que mi madre estaba en esa etapa en donde lo das todo para vivir o simplemente te dejas morir.

¿Crees que el mal de amor o el dolor nos pueda llegar afectar físicamente?

En mi poca experiencia podría decir que no pero al viví una que de forma indirecta no era mía mi respuesta sería la contraria. Hace unos años falleció papá, dejándonos muchas deudas con enfermedad, mamá se deprimió mucho cuando mi padre falleció, luego de eso comenzaron los dolores en el pecho y eso nos trae hasta aquí mi madre sufriendo del corazón y yo muerta de miedo.

Vi a los doctores correr y la enfermera de repcion gritar "código azul, traigan el carro de paradas" intente seguirlos alarmada pensando que podía ser mi madre, al llegar a su habitación vi en efecto era ella intenté entrar.

— Está en paro - Oír al doctor decir - Carguen las paletas a 300 

Mientras que un de las enfermeras evitaba que entrara en la habitación

— Por favor salga de la habitación, no puede estar aquí debes dejar a los doctores trabajar

Tras la ventanilla de la puerta podía ver como el doctor descargaba las paletas en mi madre mientras su cuerpo se tensaba, hicieron esto en repetidas ocasiones hasta que el doctor loco su cuello 

— A vuelto - Exclamo mirando a la enfermera que estaba en frente de el 

No quería perder a otra persona tan importante en mi vida ya había perdido a mi padre pero estaba decidida hacer todo y más porque mi madre pudiera vivir.

Tengo gran parte de la mañana aquí esperando una respuesta de los médicos pero al ver lo sucedido no podía despegarme de aquella ventanilla 

— ¿Srta Sanmiguel? –  Pregunta el doctor al abrir la puerta de aquella habitación.

Deseaba con todas mi fuerzas una buena noticia porque no sé cómo sobrellevar una mala.

— ¿Está todo bien con mi mamá? - Pregunto muerta de miedo y es temía lo peor, aún lo hago. 

Busco en su mirada alguna respuesta anticipadas  esta solo refleja alivio pero también miedo e incertidumbre lo que me hace tener muchas dudas con respecto a su respuesta

— Por ahora. – dijo muy suave como intentando suavizar el golpe que venía - Ella necesita una operación de corazón. Hay una pequeña obstrucción que no le permite llevar suficiente sangre, lamentablemente acaba de sufrir un paro cardíaco logramos reanimarla pero en cualquier momento su corazón puede detenerse y su seguro no cubre esa operación 

¿Algún día mis problemas se detendrían? 

Porqué solo siento que llegan y llegan aún más y no se me hacer con todos ellos y menos al mismo tiempo.

—  ¿Cuánto costaría esta operación? – Pregunté para luego retener el aire 

¿Podría con la cantidad que seguro seria alta? 

Era necesario para que mamá estuviera viva.

— Por la operación solo unos setenta mil, pero también se debe costear el precio de la recuperación, el tiempo que debe estar en el hospital y uno que otro gasto más.

— Quiero el total – Le pedí 

— Al menos unos ciento veinte mil dólares. – Soltó 

Rayos

Eso era muchísimo 

¿Como se supone que pagaría esa gran cantidad de dinero?

Sólo una cosa tenía clara en este momento ella tendría que tener esa operación 

Mi cabeza comienzo a pensar en la opciones que tenía pero llegué rápidamente a la conclusión que no tenía ninguna, el banco no me daría un préstamo sin tener un aval, nadie me lo prestaría porque no tenía nada poner de garantía por si podía llegar a pagar dicho préstamo.

No tenía amigos con esa suma tan grande, mejor dicho, no tenía amigos con quien contar y mucho menos familiares que me ayudaran. Solo éramos mi madre y yo y tal vez si no pagaba la operación sería solo yo.

Quise pegar mi cabeza contra la pared por tener esa idea tan negativa pero es que no encontraba alguna solución a mi problema, tenia que ser realista, pero no masoquista. Mi cabeza estaba maquinado un plan para conseguir esa exuberante cantidad de dinero y vender mi cuerpo tal vez podría ser una opción pero estaba segura de que no podía acumular esa cantidad de dinero en tan poco tiempo, aún así no descartaba esa idea 

Conseguir un nuevo trabajo, el que tengo ahora como mesera no me ayudará en nada. Terminé la universidad, estudié leyes, pero la muerte de mi padre no me permitió ejercer por lo que tanto me había esforzado durante años. Mi madre estaba tan devastada que no me podía ir de su lado ¿Que clase de hija hubiese sido si la hubiese dejado asi? Ella cuido de mi y mi deber era hacer lo mismo ahora que lo necesitaba 

Me dediqué a ser mesera en un restaurante mientras nos recuperábamos de la muerte de mi padre porque había sido lo único que había conseguido rápido, después me encargaría de encontrar un trabajo más rentable y así podría ayudar  más a mamá, viéndolo ahora solo puedo pensar lo inocentemente que fui o lo ignorante, ignoraba que todo esto iba a suceder, absolutamente nada de eso se pudo lograr, lo que sería unos meses se transformó en dos años.

Hace una semana cuando salía del trabajo, pasé por un buffet de abogados que estaba reclutando nuevo personal, se habían expandido y unos habían migrado para la nueva empresa. Esa era mi solución más probable, la única que tenía al menos la única que veía en este momento 

Mañana me vestirá formal para impresionar, tendría que buscar mi título y un currículum, uno tenía y el otro no era muy bueno que digamos, por no decir que era un asco mi historial de trabajo. A las alturas de esta circunstancia me lo inventaría, necesitaba ese trabajo y con una buena paga, tal vez rogando, me darían un préstamo que salvaría la vida de mi madre. 

Al atardecer me dejaron verla al fin, me vistieron con todos los equipos de protección y me dijeron que ella estaba sedada y que no sabían cuando reaccionaría.

Entre y fue la imaginen más horrible que habia visto en mi vida mamá estaba con unos tubos saliendo se su boca, parecía tan serena, pero me dolió verla así. Su situación era tan delicada que tenía miedo de tocarla y que se desvanecerá o rompiera como si de un cristal se tratase.

Me senté a la orilla de la camilla y la miré como una madre mira a su hijo cuando sabe que lo va a perder. El sentimiento me abrumaba tanto que las lágrimas brotaron por impulso, en este momento ya no me sentía aterrada si no lo siguiente, tenía miedo de perderla, de quedarme sola. Antes frente al doctor no había pensado tanto en su situación si no como haría para apagar la operación pero verla de esta manera solo me ha hecho ver que todo esto es tan real. 

Ver a mi madre así ella que siempre había sido fuerte y ahora verla así de débil ya no se ni que pensar en este momento soy más sentimientos que pensamientos lógicos.

Me acerqué a ella, esta distancia me estaba matando, le toqué el rostro y besé su frente. Su piel era un poco fría, evite pensar lo que podría significar. Toque su mano levemente pasando mis dedos entre los de ella cuando de pronto dio un apretón mi corazón salto fue solo por un segundo pero sentí que ella aún estaba ahí y que sabía que haría lo que necesario por tenerla conmigo de nuevo.

Salí corriendo de la habitación mientras las lágrimas empañaban mis ojos, la vi desde afuera y me juré que ella no se iría a ningún lado, que si estaba en mis manos salvarla así sería. Solo tengo que idear un plan para que su dolor de acorte, esa operación sería pronto.

Cuando la vida de un ser querido se agota no hay pago alguno que la reponga.

El desalojo sería en un mes, tendría que buscar otro lugar para mí y mi mamá, el dinero para la operación y no sabía cómo hacer todo sin alguien que me ayudara.

Llegué a casa alrededor de las ocho de la noche y lo primero que hice fue revisar la correspondencia, tome todas las cartas y no podía dejar de ver facturas del hospital y facturas del banco por la hipoteca de la casa noté un sobre de un banco que no reconocía así que no tarde en abrirla, de inmediato me di cuenta que la habían puesto en mi buzón por error y que no estaba dirigida a mi sí no a mi vecino.

Entre a la casa me sente en el sofá para leer dicha carta en ella había una tarjeta de crédito, una loca idea entro en mi mente tal vez sería un gran error lo que iba hacer pero por lo menos me daría tiempo. Tome el teléfono y con el número de tarjeta y la clave que venía junto a ella pude consultar el saldo al escuchar a la operadora decir "usted tiene un saldo disponible de veinte mil dólares" quedé alarmada con el monto no porque fuese un monto tan alto si no porque en ese momento sólo contaba con 100 dólares en mi cuenta y 35 en mi cartera mi mente no dejaba de imaginarse situación y las cosas que podían ocurrir si gastaba o no ese dinero pero de algo que ataba segura necesitaba tiempo y ese dinero podría darmelo.

Salí corriendo de casa tan de prisa que casi tropiezo, tomé un taxi y le pedí que me llevará al hospital en el se encontraba mi madre, al llegar me fui directo a caja con las facturas en mano

— Su total es de doce mil dólares - Dijo la cajera le di la tarjeta con miedo a que no pasará, mire hacia un lado y luego al otro al saber que lo que hacía no están bien pero debía las cuentas pendientes en el hospital de aquellas intervenciones que el seguro no cubría pero debían hacerlas porque su vida dependía de ello. No pude evitar que mis ojos se llenarán de lágrimas apenas ella dijo - Su transacción fue aprobada- sabía que esto no solucionaría mis problema al contrario podría traerme otros pero de algo si estaba segura le estaba comprando tiempo y tratamiento a mi madre

Estire el cuerpo y respire profundo ya estaba lista para empezar hacer un currículo falso, pero antes de eso había un par de cosas que debía hacer como por ejemplo revisar mi armario si tenía ropa adecuada para ese tipo de trabajo ya que mi vestimenta debia de estar a la altura del currículum que inventaria. Salí del hospital y tomé otro taxi a casa subí a mi habitación imprimí una copia de mi diploma, entre a Word y comencé a escribir, según mi currículo había trabajado en España, era uno de mis sueños, pero no se pudo, luego de eso puse una lista de casos en los que había trabajado casi todos los había ganado claramente pero todos y cada uno de ellos eran inventados, ojalá que con eso bastara para que me dieran el trabajo y le rogaba a Dios para que ellos no investigarán y se dieran cuenta de mi fraude porque esto podía salirme muy, muy caro. 

Lo siguiente que hice fue ir a mi armario y buscar ropa decente para una entrevista de trabajo, si la persona que me fuera a entrevistar fuese hombre podría vestir algo sexy que le llamara la atención y estaría contratada. No, claro que no. Esas son cosas que no puedo pensar, como si perder la decencia me haría rica aunque de verdad en este momento me sentía tan desesperada por conseguir algo

Tenía que hacerlo todo para poder conseguir ese empleo y así conseguir el dinero que mamá necesitaba para su operación para salvar la vida que me había dado la mía.

Tome un vestido que me hacía ver elegante recuerdo que mi madre me lo había dado cuando comencé la carrera de mi sueños ella lo había comprado especialmente para que fuera a mi primera entrevista de trabajo en el futuro así que nunca lo había usado creo que era el momento indicado para hacerlo

*****

Tenía una liga de sentimientos en este momento pero debía contárselo ya a Logar así que camine hasta donde estaba su secretaria

— Dile a Logar que lo necesito ya en oficina - Fui firme ella asintió y yo me retiré a la mía rápidamente. 

En mi mente pasaba lo que hace poco había leído y no pude evitar ver en mi mente la sonrisa idiota y petulante de mi primo 

— ¿Me llamabas? - Logan entro a mi oficina sin tocar pero no era algo que yo le fuese a reclamar, el siempre había sido un amigo fiel, contarle lo que me molestaba sería una forma de desahogarme y también de pensar en una buena solución que era justamente lo que necesitaba.

— Leí el testamento de mi abuelo. – solté de golpe - Soy el primer benefactor. - sonreí porque era lo único que ese papel decía y que estaba bien.

—  Eso es bueno  ¿cómo lograste ver el testamento tres meses antes de ser leído? 

Mi abuelo murió hace un par de semanas y aunque me dolió su perdida era un hombre de misterios y en sus últimas horas me dijo que dejo uno para mí. No me gustan las mentiras ni los juegos, así que comencé por la única pista que tenía, su testamento. Pero, con un hombre como Lexur protegiéndolo sería imposible abrirlo. Sin embargo, él necesitaba deshacerse de algunos trabajadores sin que lo demandaran y mi empresa recluta nuevos miembros, no fue difícil llegar a un buen acuerdo. Y por otro lado no se resistió por el odio que le tiene a Mario. 

— Algunos de sus empleados se vendrán a trabajar aquí. – le dije 

Logan vio algo en mi expresión, un rostro enojado y supuso que no todo iba bien. 

—  ¿Qué más dice ese testamento? – su tono era exigente. 

— Necesito estar casado para que la herencia este en mis manos. – hice una mueca de dolor en las últimas palabras- Absolutamente todo es para mí, y resulta que solo lo gozaré estando casado ¿Por qué el abuelo hizo eso? 

Bufé cuando comencé a oír las risas de Logan, este idiota se estaba riendo d la cantidad de problemas que se veían encima pues a mí no me daba nada de gracia 

— ¿Tú? ¿casado? Eso es un chiste. – me señalo con el dedo para luego volver a reír - Él que tiene una mujer diferente en cama todas las noches y se olvida de ellas al día siguiente

— Sí, ya lo entendí no hace falta que sigas – le corte bruscamente lo que lo hizo callar- ¿Qué haré ahora? ¿Cómo tendré esa herencia en mis manos? No me puedo casar ¡no quiero casarme!

No estaba listo para eso de verdad no quería hacerlo 

Logan llevo sus manos a su sien se froto suavemente, libero un suspiro

— ¿Y qué pasaría si decides no casarte? ¿A quién le quedará la herencia? – Pregunto gruñí al recordar el segundo benefactor. 

Como lo detesto.

— Esto es lo más gracioso de todo. - pase mi mano por mi rostro, me estaba tensando y necesitaba un trago.

Caminé hacia el pequeño bar que tenía, tomé el coñac y serví dos copas. Le di una Logan el se la llevo a los labios, se la tomo de un sorbo. No tarde en imitarle y segundos después ya me estaba sirviendo otra, a la tercera copa le respondí su pregunta.

— ¿Puedes crees que si yo no me caso todo irá a las manos del estúpido de mi primo? ¿Lo puedes creer? él tendrá mi herencia. La que me corresponde por derecho, como nieto mayor.

— ¿Tu primo Mario? – dijo en burla. 

— ¿Por qué te ríes? Esto es algo serio, podría perderlo absolutamente todo. – si no dejaba de tener el cuerpo tenso en cualquier momento se rompería en miles de pedazos. 

— Por eso me río. – se rasco la cabeza antes de seguir. - La herencia a tu primo no le duraría en el marco de lo legal dos semanas, nos llevaría a la quiebra en minutos y eso si no nos mete en otros líos como en los que él vive. 

Por supuesto que Mario me arruinaría, arruinaría a mi familia y todo lo que esta había construido por años. Mi primo, él que se las vivía en las apuestas, drogas y lavado de activos 

¿Cómo sobrevivir a un desastre eminente? 

Tenía que casarme sí o sí, no había más opción

— Tengo que conseguir a alguien que se casé conmigo. – recaí en mi única y última solución. 

— No creo que tengas problema con eso, tienes a muchas pisándole los talones en especial a Carol, ella se muere por ser la Sra Ferreira. – estiro las manos como si actuara en una obra de teatro - Le pides matrimonio hoy y se casan la semana que viene y todo este lío se terminó.

— ¿Carol? – negué con la cabeza - Cualquier chica menos ella, está loca. Aparte de todo ella es una mujer que solo le importa el dinero, imagínate lo que haría cuando supiera lo de la herencia. 

— Ambiciosa, pero colaboradora si se lo pides. 

No quería a Carol como mi esposa y después de todas las veces en la que la rechacé dudaba que aceptara una propuesta tan descabellada 

Además esto podría traerme muchos problemas en el futuro, no sin duda Carol no era una opción.

— La boda no tiene que ser de verdad. – dijo mi amigo. Con él se me prendió una lluvia de ideas, todas creadas por una farsa. 

Una boda por conveniencia sería lo mejor, para ella y para mí. Se crearía una inmensa farsa para que yo tenga esa herencia en manos, se unirían dos personas por pura y descarada ambición, pero nadie lo haría gratis 

¿Qué es lo que estuviera dispuesta a pedir esta mujer por su silencio y una maravillosa actuación? 

¿Qué es lo que yo estaba dispuesto a dar? 

— amigo mío- me acerco a él y lo tomo de los hombros y le doy una palmada a su espalda- Tienes razón. Será una mentira. Una gran y bien planeada mentira. 

Los planes ya estaban andando en mi cabeza. 

Una mujer, una falacia y una boda era todo lo que necesitaba para ganarle a mi primo.

— ¿Quién será la afortunada? – y ahí era donde se encontraba el problema, tenía la idea pero no con quién llevarlo acabo y ya había quedado claro que Carol no era un opción no solo porque dudaba que fuera aceptara esa propuesta sino por temor a que la aceptara si no que su obsesión por mi no la dejaría separarse de mi cuando se lo pidiera además su ambición la podría llevar a querer quitarme la mitad de todo lo que pueda tener -  Conseguir a alguien tan pronto que te siga en esta mentira, es un gran reto arriesgado que impones. 

— Si, es arriesgado, pero es la única solución que veo. Este plan tiene que ser calculado, meditado, sin errores que dejen pistas al descubierto. Y encontrar a una mujer en la que confiar va a ser de lo más difícil que alguna vez hemos hecho.

— ¿Quieres un casting? – a pesar de mi estrés sus bromas me sacaron una sonrisa. - Mañana hay entrevistas podrías ir practicando como si fuese un casting - Dijo con burla 

Aunque la idea no era tan descabellada lo deje pasar por alto

— Esto es serio, no tenemos tiempo que perder, cuando lean el testamento toda mi familia estará ahí y para ese entonces yo tengo que tener una esposa y un anillo de boda 

Logan entendía la delicadeza de la situación, esa herencia tenía que ser mía. No era por poder ni dinero, era porque mi abuelo se había esforzado la vida entera por construir lo que ahora es mi familia, y Mario, con su desvergüenza y malas influencias no iba acabar con ello

¿Porque si el sabía que Mario iba a destruir todo coloco esa condición? 

Abuelo ¿que razón tuviste para hacerlo?

— Santiago – desperté de mis pensamientos - Él no va a conseguir nada. Es tu derecho. No tengo a ninguna mujer que te pueda ayudar, las que conozco hablarán pronto y bien cuando se casen pedirán una gran parte, pero intentare encontrar a la correcta. 

¿La correcta?

— Un contrato, haremos un contrato. Un solo pago, lo necesario por el tiempo que interprete su papel. Será un matrimonio corto, inventarnos una historia de amor, pero que parezca lo más real posible.

— Podemos decir que has mantenido una relación a escondidas, porque no querías que la prensa se enterase y le hicieran algún tipo de daño. – explico. Perfecto- Además no eres de las personas que llaman la atención con escándalos ni te gusta que desconocidos entren a tu vida, así que ese es un buen punto. Por fin tu inexistente vida amorosa y social nos ayudará en algo. 

No dejaba entrar a desconocidos en mi vida, esta estaba rodeada de un pequeño circulo de personas en las que confiaba, sin embargo, una boda falsa lo cambiaria. 

¿Desde cuándo me había negado a que este pequeño cumulo creciera? Ya eran años. 

— Tenemos la historia pero no a la mujer.

A la escasez de un punto nos concentraríamos en otro. 

— Logan quiero que hagas un contrato por nueve meses, tres serán de compromiso y los demás de matrimonio hasta el divorcio. – lo mire de frente - Debe ser específico. 

—  No te preocupe, yo lo hare. Y ya veremos como encontrar a tu amada. – si no me estuviera ayudando en esto ya tendría un ojo morado. 

— Espero no interrumpir nada importante - Miramos hacia la puerta y ahí se encontraba Mario - Acabo de enterarme que soy el segundo en la línea de sucesión - Dijo mientras sonreía giraba y se marchaba 

¿Como demonios se había enterado el de eso?

Aprete mis manos en puños furioso y golpee fuerte el escritorio mientras lo veía alejarse y solo podía pensar 

Maldito bastardo 

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