Reviso unos papeles cuando la puerta se abre de modo estruendoso me asusta y me desagrada ver quien está parado frente a mí.
Es Mario una vez más
¿No se cansa?
¿No tiene más nada que hacer con su vida que venir a molestar?
— Lo siento señor Ferreira. - se disculpa Marta, mi secretaria- El señor quería entrar le dije que esperara pero no me obedeció como la otra vez
— No te preocupes, yo lo atiendo. – hice un gesto para que ella saliera de la habitación.
Lo miro con desprecio, con asco y sorprendentemente una sonrisa recorre mi rostro, imaginando su cara de molestia cuando escuche que no se llevara ni un dólar de la herencia.
Él me observa de la misma manera supongo que imaginándose lo mismo
Nuestra tensión inicio desde hace ocho años cuando lo que deseábamos se volvió uno y ninguno gano. Desde ese día su altanería y mi indiferencia se volvieron la comidilla de cada reunión familiar.
FernandaEn la sala de espera el tiempo parece ir mas lento de lo normal, como si la buenas y malas noticias se cocieran a fuego lento.Mi madre había entrada a cirugía hace al menos unas seis horas luego de que yo había llegado y apenas pague todos los gastos de la operación sin contar los honorarios del médico de cabecera que era el que había estado con mi madre desde el momento que la traje por primera vez pero de eso se encargaría SantiagoLos nervios se apoderan de mi cuando veo salir a algún doctor de la sala de cirugías, pero ninguno es al que ansió ver.He estado con el corazón latiendo de forma acelerada desde que observe a mi madre cruzar la puerta doble, caminando de un lado a otro para despegar mi miedo.Intento centrar mi concentración en cualquier otra cosa para que el tiempo corra rápido, aunque el corazón no funciona d
- Esta bien. – en un susurro.Su falta de impresión me genera miedo.- ¿Te encuentras bien? – digo dando un paso hacia ella.- En lo que cabe. – dice muy seriamente. - ¿Quieres algo de tomar?Quizás ella estuviera en la etapa de aceptación o tal vez porque había muchas más emociones que la invadían y la felicidad por no ir a una fiesta no era una de ellas. No podía sobrecargarla con presentaciones y mentiras mientras su estabilidad tambaleara, corría un gran peligro en que nos descubrieran.- No, gracias.Escuche como llenaba la tetera de agua y la ponía al fuego. Fueron minutos de silencio, cada uno metido en su cabeza hasta que la tetera silbó y Fernanda pego un pequeño salto, con su taza de café volvió al sillón y se arropó.- ¿Cuál es la historia? &ndas
Santiago había insistido en estar conmigo, acompañándome y ayudándome en todo lo que estaba a su alcance. Cuando lo miraba de reojo encontraba tristeza en su mirada, como si estuviera perdido en sus recuerdos, recuerdos que le hacían daño. ¿Qué ocultaba bajo sus muros? Porque en estos últimos días él no me había mostrado a un hombre serio y trabajador, sino a uno compasivo y empático. Por suerte se había pospuesto la fiesta de cumpleaños del padre de Santiago, aunque hubiera ido sin importar la situación, cumpliría con mi palabra. Pero también entendía a Santiago, en su insistencia, por posponer la reunión. Quien quería llevar a una chica con ojeras, desaliñada y con una mirada triste a una presentación con sus padres. Esta mañana me había despertado cansada había pasado gran parte de la noche pensando y pensando Me preparé mi taza de café caliente, como todos los días, y fui a sentarme en el sillón. Hace ya tres días me había despertado en
No podía negar que Fernanda se ve espectacular. Encantadora. Hermosa. Lleva un vestido azul con mangas, la tela es suave y en la falda se rodea un delicado pliegue. Su cabello está suelto y ondulado. Está maquillada con delicadeza, sobrio, nada exagerado.Me gusta.Se ve mucho mejor desde la última vez que estuve con ella, un poco más delgada, pero nada que no se pudiera solucionar con una mejor alimentación. Su rostro abandonó las ojeras y en sus mejillas se pinta en rosado tierno.¿Cómo se habrá sentido Fernanda en estos últimos días?Me hubiera gustado venir a visitarla, pero el trabajo y Logan me lo impidieron. Además, ella necesitaba tiempo a solas para entender cuál iba a ser su nueva vida, lamentablemente el doctor ya nos había comunicado que en cualquier momento ella podía tomar la decisión de desconectar a su ma
Rápido es la primera palabra que se viene a mi cabeza con esta situación y en este momento, estamos yendo muy rápido.No sé cómo lo hacen, pero mis pies logran avanzar y en segundos estoy al costado de él. Enrosca su brazo en mi cadera, su tacto es caliente.— Cuando la conocí sabía que todo iba a cambiar. – Santiago es mal alto que yo, baja el rostro y lo coloca a mi altura – Que habría un antes y después con ella, que me haría dejar la soledad y el caos. Poco a poco se convirtió en alguien muy importante para mí, en alguien a quien no podía dejar ir. – sonríe y se me acelera el corazón – De ahí el compromiso, no me quería separar de ella nunca.Sus palabras que, aunque son mentiras, sonrojan mis mejillas y disparan mi pulso. Estoy atrapada por el azul de sus ojos, la respiración acelerada
Hay un clima templado, 86.00 °F tal vez, no es muy caluroso ni soleado. La gran sombrilla blanca evita que el sol nos llegue directamente. ¿Hace cuanto tiempo que no salía al aire libre? No lo sé, no lo recuerdo. Estamos almorzando en una terraza al aire libre, Santiago, sus padres y yo. No empecé con buen pie el día, tuve un bajón por madrugada y unas cuantas arcadas en el baño. Me sentía como m****a, pero decidida a que no era justo seguir de esa manera, me levanté y recogí todo el caos de la sala. Dispuesta mantener el cuerpo y la mente ocupada, limpie el departamento. En algún momento cree una rutina con el trapeador y el desinfectante. Estaba fregando los platos cuando mi teléfono sonó, no solo me sorprendió el timbre sino quien llamaba, era Laura. ¿Cómo obtuvo mi número? Un único nombre pasó por mi cabeza, Santiago Ni siquiera me llamó o envió un mensaje para avisar que su madre nos había invitado a almorzar, no tenía planes en todo el día, pero
Las últimas tres semanas han sido un caos, planeando una boda y manteniendo en pie tantas mentirasEn la mayoría de las cosas para el gran día se ha encargado Emma, aún me sorprende que dijera que sí cuando Fernanda le pidió que sea su dama de honor, ella prometió que ayudaría, y lo estaba haciendo. Por otro lado, era mejor que el secreto se quedara con solo nosotros cuatro. Ni siquiera le pregunté a Logan si sería el padrino, él lo dio por hecho.Mi madre, Lina y Emma eran las más emocionadas con cada preparativo, mientras que a Fernanda la veía cansada cada día. Pero ella se mantuvo firme, no dejó duda de su tristeza ni de su cansancio, en suma, tenía que agradecérselo de alguna manera, los últimos días la había acompañado a ver a su madre no se derrumbó no lloro solo le dio un beso en frente y le susurr&oacut
Aunque las semana habían pasado extremadamente rápido según mi opinión y todo normal dentro de que cabe entre la preparación de la boda y el trabajo además de convivir con la familia de el había algo que estaba fuera de lo normal hace unos días había encontrado a Carol en mi oficina no había dicho nada lo había salido con una enorme sonrisa¿Por qué?No lo sabía pero algo me decia que esto no sería bueno, aunque si lo había dejado pasar como había mencionado antes entre los preparativos de la boda y mi búsqueda por tener algunas cosas que decían el matrimonio "exitoso" y no sabía porque si esto después de todo era una farsaAlgo viejo fue lo primero que ruve, el brazalete que me heredo mi madre cuando cumplí dieciséis. Había estado con ella desde su boda, una reliqu