Tuvimos que regresar hacia el departamento. No dije ni una palabra en cuanto nos trasladamos de la fiesta, hacia nuestro lugar de hospedaje. Tenía muchas cosas pasando por mi cabeza. William lucia terrible, todo bañado de sangre, así que antes de partir de la fiesta de Luis, se le fue prestado un traje que le quedaba bastante grande, pero supuse que ese era su castigo por haber sido tan agresivo.William tampoco dijo nada durante el camino, al parecer no se le veía retractado por sus acciones, sino que lucia molesto conmigo.Cuando llegamos a nuestro departamento y al entrar por la puerta principal, los dos empezamos a discutir. Fue como si nuestras bocas se hubieran activado, en cuanto pisamos el suelo del departamento. –¿Por qué demonios hiciste eso? –Solloce con impotencia.–¿Acaso interrumpí una escena de amor entre mi hermano y tú? –Parecía molesto de verme al lado de Tom.–Me sorprende como desconfías de mí, creí que éramos más cercanos.–Confió en ti, pero no confió en los se
Los dos estábamos desnudos uno enfrente del otro, el pudor había quedado a un lado. Siento como sus dedos recorren mis curvas, disfrutado jugar con mi cuerpo. Yo estoy recostada de lado, mientras miraba la luz de la luna. Él está detrás de mí, besándome y acariciándome cada vez que tiene la oportunidad.–No puedo creer que esto paso. –Murmure atónita.–Yo tampoco pensé que esto pasaría. –Sus palabras son sorprendentes, así que no pude evitar darme la vuelta para mirarle los ojos. –¿Acaso estas pensativa? –Me pegunta con una sonrisa dibujada en sus labios. –Pensé que mis sentimientos hacia ti, iban a ser solo profesionales, pero al conocerla mejor me pude dar cuenta que ya no hay mujeres, como usted en esta tierra.Sus palabras claramente me alagaban demasiado y más si venían de un lugar, como el corazón. El joven que estaba enredado entre las sábanas, empieza a acariciar mi regordeta cara. –Quisiera decir tantas cosas, pero simplemente no puedo. –Me confiesa mientras el aire empieza
No dije más y salí de la habitación, era bueno saber que Tom estaba bien. Pero nunca espere, que al salir de esa habitación pudiera encontrarme con William.El joven hombre estaba parado al lado de Raúl, vistiendo un deportivo mientras me miraba con enojo.–¿Qué haces aquí? –Pregunté sorprendida.–Lo mismo me preguntó yo de ti. –Sabía que estaba en problemas.–Estaba preocupada por él. –Murmuré.–¿Por qué estarías preocupado por alguien como él? –Sus ojos castaños demostraban el coraje que sentía, incluso puedo ver como sus fosas nasales se hacen grandes. –¿O no es acaso que ahora comparte el mismo sentimiento?–¿De que hablas?–Que los dos sienten lo mismo, el uno por el otro.–No, no lo hago. –Contesté de inmediato, un poco molesta por la pregunta.–Ayer te vi mirándolo.–¿Acaso no puedo mirar? –Dije con firmeza alzando un poco la voz.–Te vi mirándolo de la forma en que me miras a mí.–¿Acaso ahora te estas burlando de mis sentimientos?–No. –Niega con la cabeza. –Yo también siento
Estábamos de vuelta en casa.Yo me miraba lamentable, había llorado mucho por el hecho de que se hayan metido con mi familia, mientras que William se le veía molesto. Así que cuando tocamos el suelo de la ciudad, no puedo evitar ver que empieza a hacer miles de llamadas. Sabía que quería hacer que ese articulo quedara desaparecido de los tabloides, pero era muy tarde, ya que estaba publicado en todos los periódicos y revistas de sociales de la ciudad.Lo primero que yo hice al llegar a la ciudad, fue llamar a mis padres y preguntar como estaban. Mi madre estaba bien pero mi padre estaba muy confundido, quería que fuera a la casa lo antes posible, para hablar conmigo.–Iré para allá. –Y mientras estaba siendo escoltada para tomar una camioneta negra, tomo mis maletas para irme hacia otro lugar. William de inmediato noto que me estaba yendo hacía otra parte, así que me detuvo antes de que tomara un taxi.–¿A dónde vas? –Pregunta.–¿Qué no ves? –Mire el suelo. –Tengo que ir a mi casa y v
Entrar a la mansión Fernández fue como entrar a terreno minado. Había un cierto silencio en el auto, en cuanto pasamos las enormes rejas negras de la casa.Y cuando la camioneta se estaciona enfrente de la mansión pintada de blanco, empiezo a sentir mucha presión.William se baja del auto en silencio, para como siempre ofrecerme su mano, para después poder bajar de la enorme camioneta. Tomé de su mano, pero estaba muy fría, era como si todo el calor de su cuerpo se hubiera esfumado. Creía que, en cierta parte, era mi culpa que él se sintiera así. No pude decirle sobre mis sentimientos, ya que era demasiado orgullosa para poder mostrarlo.Caminamos sobre la grava hasta llegar a la entrada de la mansión. Esta permanecía en calma a pesar de que se sentía una atmosfera muy pesada. Los dos empezamos a caminar sobre el suelo de madera, hasta llegar a donde estaba el estudio de Noel, quién ya nos estaba esperando en la entrada de este. El hombre se veía bastante enojado, mientras nos miraba
Noel y Susana llegaron a la sala, para darse cuenta que sus hijos estaban en medio de una vergonzosa pelea.–¿Qué es lo que esta pasando aquí? –Preguntó Noel realmente confundido, puesto que hace solo algunos minutos había hablado con William.–¡Es lo que te he dicho, nuestros hijos se están peleando por esta mujer! –Susana ya vestida con un pijama de seda, me acusa de ser la culpable de esta pelea.–Ella no tuvo la culpa. –William de inmediato me cubrió como un escudo, del dedo acusador de su madrastra. –Si estamos peleando es por que Thomas y yo tenemos problemas confidenciales. –Aclara el castaño enojado.Tom por su parte, se levanta del suelo para pararse enfrente de sus padres, cubriéndome al igual que su hermano.–Sí, esta pelea no tiene nada que ver con ella. –Dijo entre palabras de ebriedad.Susana y Noel de inmediato se dan cuenta que su hijo menor no se encuentra bien.–¿Thomas has tomado? –Pregunta el viejo Noel, intentando enfocar bien sus gafas. Quizás para notar ese cier
Al llegar a la casa pude sentir cierto sentimiento de satisfacción. William sostenía de mi mano con fuerza, era como si hubiéramos hecho incluso un lazo aún más fuerte, que el que teníamos antes. Al estar en la entrada de la casa, podemos ver como Rick intentan ayudarnos con la ropa, que estaba completamente mojada.–¡No! —Contestó de pronto William, al ver que Rick intenta ayudarme a quitarme la sudadera deportiva que llevaba puesta. —Yo lo haré.Emocionada veo a William, quien posó una mirada algo egoísta sobre Rick. Era como si sintiera que yo ya era suya. No me molestaba que sintiera que yo era suya, pero aún habían muchas cosas de que hablar.—Si, mi señor. —Es lo único que Rick puede decir, para después hacerse a un lado.William tomó de mí mano para subir las escaleras y llevarme a la que en ese momento, era nuestra habitación. Sabía que William estaba extasiado y exitado por quitarnos la ropa y hacer el amor, pero en mi mente aún pasaban muchas cosas.Los dos nos sentamos en
Sus labios deliciosos me tocaron. Lentamente él tomó de mi ropa mojada, para quitármela y dejarla caer sobre el suelo. Solo se pudo escuchar un sonido fuerte, era agua escurriendo por el suelo de la habitación. Ahora sólo me encontraba con una blusa de tirantes, que dejaba a la vista mis hombros delgados. Sus labios se posaron en estos, mientras que yo solo cierro los ojos disfrutando de su toque tan dulce. Mi estómago siente como si millones de mariposas volaran dentro de mí. ¡Era tan excitante!Lentamente William dejo caer los dos tirantes de mi blusa, para finalmente bajarme la ropa por completo.Él puede ver mis pechos mientras que mis costillas se notan como nunca, pero era porque no podía respirar. Estar enfrente de un hombre tan hermoso, era intimidante.—No soy muy bueno hablando. —Murmura con sensualidad. —Pero soy bueno demostrando mis sentimientos con el contacto físico. —Sus labios se posaron en mis pezones. Yo de inmediato reaccione dejando caer mi cabeza hacia atrás, mie