No dije más y salí de la habitación, era bueno saber que Tom estaba bien. Pero nunca espere, que al salir de esa habitación pudiera encontrarme con William.El joven hombre estaba parado al lado de Raúl, vistiendo un deportivo mientras me miraba con enojo.–¿Qué haces aquí? –Pregunté sorprendida.–Lo mismo me preguntó yo de ti. –Sabía que estaba en problemas.–Estaba preocupada por él. –Murmuré.–¿Por qué estarías preocupado por alguien como él? –Sus ojos castaños demostraban el coraje que sentía, incluso puedo ver como sus fosas nasales se hacen grandes. –¿O no es acaso que ahora comparte el mismo sentimiento?–¿De que hablas?–Que los dos sienten lo mismo, el uno por el otro.–No, no lo hago. –Contesté de inmediato, un poco molesta por la pregunta.–Ayer te vi mirándolo.–¿Acaso no puedo mirar? –Dije con firmeza alzando un poco la voz.–Te vi mirándolo de la forma en que me miras a mí.–¿Acaso ahora te estas burlando de mis sentimientos?–No. –Niega con la cabeza. –Yo también siento
Estábamos de vuelta en casa.Yo me miraba lamentable, había llorado mucho por el hecho de que se hayan metido con mi familia, mientras que William se le veía molesto. Así que cuando tocamos el suelo de la ciudad, no puedo evitar ver que empieza a hacer miles de llamadas. Sabía que quería hacer que ese articulo quedara desaparecido de los tabloides, pero era muy tarde, ya que estaba publicado en todos los periódicos y revistas de sociales de la ciudad.Lo primero que yo hice al llegar a la ciudad, fue llamar a mis padres y preguntar como estaban. Mi madre estaba bien pero mi padre estaba muy confundido, quería que fuera a la casa lo antes posible, para hablar conmigo.–Iré para allá. –Y mientras estaba siendo escoltada para tomar una camioneta negra, tomo mis maletas para irme hacia otro lugar. William de inmediato noto que me estaba yendo hacía otra parte, así que me detuvo antes de que tomara un taxi.–¿A dónde vas? –Pregunta.–¿Qué no ves? –Mire el suelo. –Tengo que ir a mi casa y v
Entrar a la mansión Fernández fue como entrar a terreno minado. Había un cierto silencio en el auto, en cuanto pasamos las enormes rejas negras de la casa.Y cuando la camioneta se estaciona enfrente de la mansión pintada de blanco, empiezo a sentir mucha presión.William se baja del auto en silencio, para como siempre ofrecerme su mano, para después poder bajar de la enorme camioneta. Tomé de su mano, pero estaba muy fría, era como si todo el calor de su cuerpo se hubiera esfumado. Creía que, en cierta parte, era mi culpa que él se sintiera así. No pude decirle sobre mis sentimientos, ya que era demasiado orgullosa para poder mostrarlo.Caminamos sobre la grava hasta llegar a la entrada de la mansión. Esta permanecía en calma a pesar de que se sentía una atmosfera muy pesada. Los dos empezamos a caminar sobre el suelo de madera, hasta llegar a donde estaba el estudio de Noel, quién ya nos estaba esperando en la entrada de este. El hombre se veía bastante enojado, mientras nos miraba
Noel y Susana llegaron a la sala, para darse cuenta que sus hijos estaban en medio de una vergonzosa pelea.–¿Qué es lo que esta pasando aquí? –Preguntó Noel realmente confundido, puesto que hace solo algunos minutos había hablado con William.–¡Es lo que te he dicho, nuestros hijos se están peleando por esta mujer! –Susana ya vestida con un pijama de seda, me acusa de ser la culpable de esta pelea.–Ella no tuvo la culpa. –William de inmediato me cubrió como un escudo, del dedo acusador de su madrastra. –Si estamos peleando es por que Thomas y yo tenemos problemas confidenciales. –Aclara el castaño enojado.Tom por su parte, se levanta del suelo para pararse enfrente de sus padres, cubriéndome al igual que su hermano.–Sí, esta pelea no tiene nada que ver con ella. –Dijo entre palabras de ebriedad.Susana y Noel de inmediato se dan cuenta que su hijo menor no se encuentra bien.–¿Thomas has tomado? –Pregunta el viejo Noel, intentando enfocar bien sus gafas. Quizás para notar ese cier
Al llegar a la casa pude sentir cierto sentimiento de satisfacción. William sostenía de mi mano con fuerza, era como si hubiéramos hecho incluso un lazo aún más fuerte, que el que teníamos antes. Al estar en la entrada de la casa, podemos ver como Rick intentan ayudarnos con la ropa, que estaba completamente mojada.–¡No! —Contestó de pronto William, al ver que Rick intenta ayudarme a quitarme la sudadera deportiva que llevaba puesta. —Yo lo haré.Emocionada veo a William, quien posó una mirada algo egoísta sobre Rick. Era como si sintiera que yo ya era suya. No me molestaba que sintiera que yo era suya, pero aún habían muchas cosas de que hablar.—Si, mi señor. —Es lo único que Rick puede decir, para después hacerse a un lado.William tomó de mí mano para subir las escaleras y llevarme a la que en ese momento, era nuestra habitación. Sabía que William estaba extasiado y exitado por quitarnos la ropa y hacer el amor, pero en mi mente aún pasaban muchas cosas.Los dos nos sentamos en
Sus labios deliciosos me tocaron. Lentamente él tomó de mi ropa mojada, para quitármela y dejarla caer sobre el suelo. Solo se pudo escuchar un sonido fuerte, era agua escurriendo por el suelo de la habitación. Ahora sólo me encontraba con una blusa de tirantes, que dejaba a la vista mis hombros delgados. Sus labios se posaron en estos, mientras que yo solo cierro los ojos disfrutando de su toque tan dulce. Mi estómago siente como si millones de mariposas volaran dentro de mí. ¡Era tan excitante!Lentamente William dejo caer los dos tirantes de mi blusa, para finalmente bajarme la ropa por completo.Él puede ver mis pechos mientras que mis costillas se notan como nunca, pero era porque no podía respirar. Estar enfrente de un hombre tan hermoso, era intimidante.—No soy muy bueno hablando. —Murmura con sensualidad. —Pero soy bueno demostrando mis sentimientos con el contacto físico. —Sus labios se posaron en mis pezones. Yo de inmediato reaccione dejando caer mi cabeza hacia atrás, mie
Por la mañana soy despertada por la luz del sol, ya que alguien había abierto las cortinas. Era brillante y escandaloso, tanto que me puse las sábanas encima de la cara. –Debe de despertar. –Escucho la voz melodiosa de Rick, parecía estar de buen humor.–¿Por qué tan temprano? –Balbucee cansada, quería seguir en cama. –No es temprano, ya es la una de la tarde. –Me avisa. Yo de inmediato me levantó de la cama asustada, jamás en la vida había dormido tanto, era incluso un pecado para mí, ya que siempre me la pasaba madrugando para ir a trabajar. –No se preocupe por la hora, el amo William tampoco se levanto temprano. Incluso ni siquiera fue al trabajo. –Me avisa con un tono burlón, mientras limpiaba con entusiasmo todo el tiradero que habíamos hecho. –¿William no fue a trabajar? –Pregunté ya que no era usual que el hombre más importante de México, faltara a un trabajo tan importante como ser jefe de una de las empresas más importantes de la ciudad. –¿Por qué? –Pregunte al aire.
Como muestra de que todo iba a ir enserio, William organizo una hermosa fiesta para su familia y para la mía. Quizás ya habíamos hecho muchas fiestas de compromiso, pero esta vez era real. Pero como tal la fiesta no sería para festejar nuestro compromiso, sino que sería para que nuestras familias pudieran conocerse bien. Dentro de mi corazón sabía que esto era por nuestro compromiso, pero esa ilusión y sueño, solo lo guardábamos William y yo como nuestro pequeño secreto. Y mientras me estoy vistiendo, con un bello vestido color crema ajustado, puedo ver que William se para en la esquina de la puerta, mientras me mira fijamente con dulzura y sensualidad. –¿Te quedaras ahí parado? ¿O me ayudaras? –Le pregunté al ver que no me podía subir la cremallera del vestido. William sonrío sensualmente para caminar hacía mí. Su sola presencia aún me causaba un sentimiento de emoción, un sentimiento que aún no podía controlar. El castaño se poso de tras de mí, para mirar nuestro reflejo en el e