Finalmente, llegó el fin de semana del bautizo. A pesar de todo lo que estaba sucediendo en mi vida, me encontraba desanimada y agotada, pero sabía que este momento era único y que Emily confiaba en mí para este rol tan importante. Tenía que sobreponerme a mis emociones y cumplir con mi deber.Me levanté temprano, decidida a preparar todo con esmero. Sabía que la ocasión lo merecía y que Emily y su pequeña Gwyneth se merecían lo mejor de mí.Después de tomar una ducha refrescante, me dirigí al armario para elegir mi vestimenta. Opté por un vestido elegante de color azul marino, ceñido a la cintura y con una falda que caía en suaves pliegues hasta justo por encima de las rodillas. La tela era suave y fluida, lo que permitía un movimiento cómodo pero sofisticado. El escote en V y las mangas cortas le daban un toque clásico y elegante.Completé mi atuendo con unos zapatos de tacón bajo de color negro, cómodos pero adecuados para la ocasión. Elegí unos pendientes de perlas y un collar a j
DAVIDDesde la última palabra de apoyo que compartí con Sarah, noté un brillo en sus ojos que no había visto antes. Era como si, por un momento, todo el peso del mundo hubiera desaparecido de sus hombros. Queriendo prolongar ese instante de alivio y conexión, así que cuando regresamos a la fiesta, la invité a bailar.- ¿Me concedes esta pieza? le pregunté, extendiendo mi mano.Sarah sonrió, entregando a Gwyneth a Emily antes de tomar mi mano.- Será un placer, respondió con una suavidad que me hizo latir el corazón un poco más rápido.Nos dirigimos a la pista de baile, donde las luces suaves y la música romántica creaban el ambiente perfecto. La tomé por la cintura y la acerqué a mí, sintiendo la calidez de su cuerpo. Mientras nos movíamos al compás de la música, podía sentir su respiración en mi cuello, y la manera en que se relajaba en mis brazos me hacía desear que este momento nunca terminara.- Gracias, David, murmuró cerca de mi oído, por estar aquí para mí.- Siempre, Sarah. Si
La fiesta estaba llegando a su fin, y el jardín comenzaba a vaciarse mientras los invitados se despedían. Me acerqué a Sarah, que seguía conversando con William, y de una forma sutil le indiqué que Emily y Nicholas me indicaron que debería llevarte a casa.—Así que creo que es momento de irnos, Sarah, le dije suavemente.Ella asintió y procedió a despedirse de William.—Fue un placer verte, William. Nos vemos en la oficina para la asesoría —dijo con una sonrisa.William sonrió de vuelta y asintió.—Claro, te veré mañana.—Te esperamos mañana, agregué, tratando de mantener un tono neutral.En el camino de regreso, me mantuve callado mientras Sarah miraba por la ventana. La tensión en el aire era palpable. Mi mente estaba enredada en una maraña de celos y confusión. Sarah no dijo nada, perdida en sus propios pensamientos.**________**Al día siguiente, en la oficina, la tensión seguía presente. William llegó puntual y fue recibido por Sarah. Me uní a ellos en la sala de reuniones, dispu
—Esto cambia todo —murmuró Sarah, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y confusión.—Sí, lo cambia todo —respondí, acariciando suavemente su mejilla—. Pero ahora podemos ser honestos el uno con el otro.Sarah asintió, una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios. Al ver su sonrisa, la acerqué más a mí y dije:—Ya que esto está cambiando, te pregunto, Sarah Johnson, ¿aceptas ser la novia oficial de este super abogado para después, en un futuro, hacer de este matrimonio ficticio uno real?Ella sonrió, sonrojándose, y colocó sus brazos alrededor de mi cuello.—Sí, acepto ser tu novia, señor narcisista.Reí con su comentario y la besé de nuevo. Este beso fue más intenso y apasionado, una promesa de lo que vendría. Mis manos se deslizaron por su espalda, sintiendo cada curva mientras nuestras respiraciones se entrelazaban. Justo cuando el momento se volvía más íntimo, la puerta se abrió de repente y James entró con un joven a su lado. Se quedó paralizado al vernos y se puso nervio
SARAHEsta noche, tú y yo, nos dejaremos llevar por nuestros sentimientos sin reservas, dije mientras volvía a besarlo.David correspondió al beso, y la chispa de deseo entre nosotros se encendió en llamas. Sus manos se movieron con urgencia por mi cuerpo, y yo respondí con igual intensidad. Mi corazón latía con fuerza mientras nuestras caricias se volvían más atrevidas y apasionadas.En ese momento, sus labios comenzaron a descender lentamente por mi cuello, dejando un rastro de besos ardientes. Sus manos, hábiles y delicadas, se deslizaron por mi espalda, desabrochando mi sostén con destreza. Con una suavidad increíble, me lo retiró, dejando mis senos al descubierto. El aire frío hizo que mis pezones se erizaran, lo que provocó que sus pupilas se dilataran de deseo. Su mirada era una invitación clara, y pronto sus labios se posaron sobre uno de mis senos, comenzando a lamerlo con devoción, mientras su otra mano acariciaba el otro con ternura.Estos movimientos provocaron que gemidos
- Amiga, necesitamos reunirnos. Nicholas me ha comentado algo y necesito conocer tu opinión sobre David - dijo Emily, su voz cargada de urgencia.- Claro, Emily. Necesito contarte lo que está pasando - respondí, mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro al pensar en lo sucedido el día anterior con David.Nos sumergimos en una conversación larga y profunda. Le conté a Emily todo lo que había sucedido después de la muerte de mi padre. Le expliqué cómo había tenido que pedirle a David que fingiera ser mi esposo para poder manejar ciertos asuntos legales y personales que eran demasiado abrumadores para enfrentar sola.- Así que, falsifiqué algunos documentos y registré nuestro "matrimonio" - dije, riendo nerviosamente-. Fue solo algo temporal, pero...Emily me interrumpió con un grito de sorpresa.- ¡Te casaste con David! - exclamó, su voz llena de asombro y emoción.Me eché a reír, sintiendo cómo la tensión se desvanecía un poco.- Bueno, en teoría sí, estoy casada con él. Pero todo
Me desperté al sonido de la lluvia golpeando suavemente contra la ventana. Me moví un poco y noté que todavía estaba oscuro afuera. Sentí el cálido abrazo de David a mi alrededor y, entre dormido, él susurró:- Amor, aún es temprano. Quiero quedarme así y que durmamos un poco más.Sonreí medio adormilada y le respondí:- Está bien, amor, pero hoy sí tenemos que ir a trabajar. No podemos dejar todo abandonado para disfrutar de lo nuestro.- ¿Y por qué no? Tú eres dueña del bufete y yo estoy de licencia en el mío. Además, creo que mi jefa sí me dejaría faltar.Reí y le di un corto beso.- Tenemos que descubrir quién está detrás de la muerte de mi padre y también lo que está planeando mi primo.- Sí, amor -respondió él, jalándome más hacia él y besándome la frente.Nos volvimos a quedar dormidos, disfrutando de la tranquilidad y la cercanía.Después de unas horas, nos encontramos desayunando, cada uno con su iPad en mano, revisando las tareas pendientes del día. La luz matutina se filtra
DAVIDMe desperté y la primera imagen que vi fue la de Sarah dormida a mi lado. Se movía ligeramente, buscando calor. La acurruqué, atrayéndola más hacia mí, y vi cómo su expresión se relajaba al sentirse abrigada. Me quedé observándola por unos minutos, maravillado por su belleza y serenidad. Le di un suave beso en la comisura de sus labios y acaricié su rostro con mi mano, dibujando cada contorno. Después de un rato, me quedé dormido a su lado, feliz por lo que estaba viviendo.Cuando desperté de nuevo, me encontré solo en la cama. Sonreí, imaginando que Sarah se había levantado antes para preparar el desayuno y alistarse para el trabajo. Me levanté, pero sentí una opresión en el pecho, como si algo fuera a pasar. Descarté la idea mientras me dirigía a la ducha.Mientras me bañaba, pensé en los últimos días. Han sido maravillosos, finalmente he abierto mi corazón y he sido correspondido. No hay nada que desee más que pasar mi vida con Sarah.Después de alistarme, opté por un elegant